HABLEMOS DE CARABINEROS DE CHILE

El 19 de octubre de 2019, pese a las señales previas de lo que venía y ante la completa incapacidad y descontrol de Piñera y su Gobierno, entramos en un período de locura, en una borrachera violenta que, luego de cuatro años de perder el tiempo, gastar enormes cantidades de dinero y crear un ambiente negativo que nos afectó a todos en todo sentido, pareciera que la votación del 17 de diciembre recién pasado nos hubiera devuelto la serenidad y el buen juicio que nunca debimos abandonar.

Esta nueva situación entonces es el momento para volver a atender nuestras inquietudes e intereses críticos y, a mi juicio, los intentos de la izquierda de demoler (REFUNDAR) a las Policías chilenas, son las más relevantes.

Desde hace años, la izquierda mantiene una ofensiva intensa contra el Cuerpo de Carabineros de Chile. Su degradación, control y politización es uno de sus objetivos prioritarios y permanentes.

Desde el gobierno de Aylwin, con distintas intensidades, el Partido Comunista y sus cómplices han montado una persistente campaña contra esa querida institución, bajo el pretexto de una presunta necesidad de REFUNDARLA, diagnosticada y establecida por si ante si.

Una policía débil y corrupta es la antesala inevitable de un gobierno débil y caótico como el de Boric. Un partido político antidemocrático malvado y siniestro, como el Partido Comunista, es la vía rápida para que se nos imponga un gobierno despótico y liberticida.

Ambos, juntos son mortales.

Es por eso que Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones son los muros de contención que detienen a esa orda maligna.

El Congreso, una institución degradada y desprestigiada, apoyada por pseudo intelectuales autodesignados “Expertos en Seguridad y Defensa” se apoderó de la tarea y están copando todo el espacio mediático y político.

En efecto, esas instituciones políticas y académicas radicalizadas, que se desenvuelven en un ambiente soez e irresponsable, plagada de corrupción y comportamientos reprobables, carente de representatividad y en los últimos lugares de cualquier ranking de apreciación, respeto o calidad que se consulte y que se ha mantenido en esas condiciones por años y años, carecen de la legitimidad para pretender REFUNDAR A CARABINEROS DE CHILE”.

De aquí nace la imperiosa necesidad y urgencia de que quienes tienen la experiencia y los conocimientos aborden la discusión de este tema con seriedad, antecedentes fidedignos, buena fe y sobre todo con la mejor información existente sobre lo que sucede en el ámbito internacional, en estas materias.

El lugar de los aficionados ya está tomado, ahora deben entrar los que saben y se atreven y a ellos hoy los convoco.

La violencia, insolencia, mentiras, soberbia e ignorancia en que nos han tenido algunas elites durante estos años no se van a curar de la noche a la mañana y es previsible que las relaciones entre bandos políticos y entre ellos, el gobierno y la ciudadanía, no fluyan con la facilidad necesaria, y que la audacia unida a la irresponsabilidad y soberbia, agredan otra vez a los defensores de la paz y el orden y que todos nosotros, juntos a Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones, volvamos a caer en otra vorágine igual o peor que las que hemos conocido estos años, agravada por el incremento exponencial de nuevos delitos, más feroces y despiadados que los que habíamos experimentado hasta ahora, con luchas entre están bandas delictuales internacionales asociadas con criminales locales y con otros arribados ilegalmente con el apoyo de los gobiernos de Bachelet y Piñera, que están conformando nuevas aristocracias criminales de magnitudes desconocidas para nosotros.

Señoras, señores, nada positivo vendrá de nuestros enemigos, ellos solo nos desean mal. Nadie vendrá a salvarnos. Nos salvamos solos o naufragamos, es por eso por lo que esta noche los invito a dedicar nuestros mejores esfuerzos intelectuales, morales y profesionales a pensar cómo proteger a nuestros carabineros y policías y como aseguramos su supervivencia y calidad en este escenario crecientemente peligroso y dañino.

Los diagnósticos que hacen nuestros enemigos sobre nuestras policías serían risibles, si no fueran insultantes[1].

Un ejemplo es la Sra. Lucía Dammert, instalada en el 2° piso del Gobierno de Boric, luego expulsada por su colusión con traficantes de drogas mexicanos y regresado e instalada nuevamente en

la Universidad de Chile, desde donde pontifica sobre la “REFUNDACIÓN”.

Primero viene el elogio:

“Chile fue un país atípico en los estudios de seguridad ciudadana. Primero, los niveles de violencia no crecían exponencialmente como en el resto de América Latina, especialmente en los delitos violentos. Segundo, a pesar de la aparente tranquilidad delictual, los niveles de temor de la población se ubicaban en niveles similares a países que enfrentaban una verdadera epidemia homicida.

Tercero, las policías eran la institución más confiable del país”

“Desde todos los rincones de la región (sudamericana) se miraba con recelo (y también envidia) este modelo social que había logrado construir una policía eficiente, profesional y querida por la ciudadanía. Que contaba con el aumento permanente de su dotación y presupuesto, así como múltiples señales de apoyo político de todos los presidentes democráticos”

Luego viene la puñalada:

“La mayoría miraba para el costado cuando se reconocía el uso excesivo de la fuerza en las manifestaciones públicas y el evidente maltrato que sufrían las comunidades mapuches en el sur de Chile. Todo ello era visto como excepciones, casos aislados que ocurrían en territorios alejados de la televisión y las redes sociales[2], que se presentaban política y mediáticamente como la “única” forma para combatir el delito, al delincuente, al vándalo también llamado terrorista”.

Finalizando en la mentira:

“Es decir, la legitimidad policial en Chile estaba concentrada en una perspectiva de efectividad que era exaltada por sus eficientes campañas comunicacionales, así como por una estrategia de directa vinculación con la ciudadanía”.

En breve, según Dammert:

1.-Carabineros de Chile es una institución valorada y apreciada a nivel nacional y en el extranjero.

2.- Que hace uso excesivo de la fuerza

3.- Que toda esa eficiencia es una mentira basada en exitosas campañas comunicacionales y una estrategia de vinculación con la ciudadanía”

La valoración que la sociedad chilena ha hecho y sigue haciendo de las Policías se ha mantenido en muy altos niveles durante más de 50 años, sin interrupción alguna. Cualquier empresa de difusión de imagen que logre una eficiencia así sería, sin duda, un récord mundial.

Y respecto a la “vinculación con la ciudadanía. Esa fue, precisamente la estrategia adoptada por Carabineros y la Dammert, autora de la crítica reconoce su éxito.

.. Y cierra con una perla de estupidez:

“La literatura sobre los cambios estructurales necesarios para avanzar hacia la construcción de una policía democrática, además, muchas veces evita revisar los casos considerados exitosos o prometedores (Pliscoff,2008)”. Es decir, según Dammert, si las organizaciones policiales chilenas tuvieron una estrategia de vinculación con la ciudadanía exitosa, para que haya “avance en la construcción de una policía democrática”, hay que ocultarla, desconocerla o esconderla.

Este sinsentido parece solo un error de impresión, pero no lo es. Los enemigos de la democracia necesitan, promueven y exigen el desorden, el caos, la violencia y la delincuencia, por lo menos hasta haber alcanzado el poder y establecido su dictadura.

Veamos el problema en otra perspectiva:

El problema de la seguridad y el orden público se ha vuelto más y más complejo. Sucede en todo el mundo y las causas son variadas, profundas y no hay como evitarlas, se expanden por el planeta y lo

mas que se puede hacer es retardar su llegada y desarrollar técnicas y conductas sociales que limiten sus existencia y efectos.

También hay realidades y conductas y opiniones del Gobierno de Piñera que confirman que, luego de haber sido presidente de la República por casi dos períodos, recién ahora vino a darse cuenta de que el Estado de Chile, su Gobierno y sus Policías tenían profundas carencias en el ámbito de la INTELIGENCIA, y que los prejuicios y la  mala fe de la izquierda impidieron resolver oportunamente.

Lo mismo sucede en tecnologías, armas y vehículos que, cuando existen, están faltos de mantenimiento y existen en números insuficientes.

El entrenamiento en técnicas de control de multitudes es insuficiente y el empleo de las armas con seguridad, precisión y control, requiere empleo de municiones en niveles muy altos que el gobierno no financia.

Las cadenas de mando y de responsabilidades están diseñadas para que las autoridades políticas y administrativas puedan esquivar toda responsabilidad, pero también para que puedan apoderarse del mando, que quieren lucir, pero que no saben ni quieren ejercer.

Es razonable preguntarse cómo es que el Gobierno y en particular Piñera, su presidente, no fueron capaces de caminar una cuadra, hasta el Metro Moneda, para ver personalmente como los vándalos y sus líderes practicaban la toma y destrucción de sus estaciones. Boric se tomó fotos y videos mostrándo como destruir y saltar los torniquetes y los terroristas del Partido Comunista impartieron clases en el Instituto Nacional, a tres o cuatro cuadras del escritorio de Piñera sobre como incendiar y volar estaciones y supermercados.

Y los políticos seguían insistiendo en que las necesidades de Inteligencia, equipamiento y entrenamiento policial no eran necesarios ni urgentes.

¿Dónde estaban los “Expertos” universitarios?

Ni hablemos de Gestión: El 15 de febrero de 2011 se autorizó el incremento de 10.000 carabineros al año 2014 y se asignaron los recursos correspondientes.  El 8 de Octubre de 2014 se autorizó el incremento de otros 6.000  carabineros mas, sobre los 10.000 anteriores. Nunca se reclutaron. Y buena parte de los $ 26.000.000.000 apozados para financiar ese gasto, desaparecieron desde las arcas de la Subsecretaría de Carabineros. De la Subsecretaria nunca se supo nada, todas las burlas, difamación y acusaciones cayeron solo sobre carabineros. ¿Dónde estaba el Ministerio del Interior?, ¿Quién puso la cara?. Todo desapareció en la nada.

La falta de claridad financiera y de los aspectos logísticos de las policías son responsabilidad de sus mandos y esos mando son los gobiernos.

Todo transcurre en nebulosas en que concurren los intereses y asociaciones mas oscuras y nunca se llega al fondo del baúl.

El incumplimiento de estos planes derivó en una carga laboral inhumana para miles de carabineros que debieron soportar jornadas interminables y peligrosas, mal equipados y luchando contra los miembros del mismo gobierno, unidos a los terroristas y sus organizaciones de DDHH. 

Basta ya de improvisaciones, no se trata de más o menos miles de policías, hay que enfrentar el problema en conjunto y en su totalidad, determinar con certeza que es lo que los gobiernos entienden por seguridad ciudadana y combate a la delincuencia, hasta donde están dispuestos a dar la cara y poner el pecho, hasta cuándo van a seguir escondidos detrás de los policías.

¿Cómo se van a enfrentar con seriedad los nuevos delitos que aparecen a diario?. Como se va a legislar para que nunca más un gobierno sea cómplice del ingreso ilegal y clandestino de extranjeros que llegan por miles ilegalmente a Chile. ¿Cómo y cuándo se va a combatir en serio el terrorismo en la Araucanía y en los barrios de Santiago y Valparaíso.?

El gobierno y sus autoridades, desde el Presidente, mandatario constitucional del pueblo de Chile, para abajo, Ministro del Interior, Delegado presidencial regional, intendentes regionales,  subsecretarios y otros, que de una vez asuman las responsabilidades políticas de las órdenes que dan o peor, “que insinúan”, sin hacerse nunca cargo de los “efectos colaterales”.

Que no se diga que no hay recursos, diariamente vemos decenas de “fundaciones” que se roban miles de millones de pesos y vemos a políticos que atropellan y matan a un Carabinero y no le sale ni por curado. Que lo estaba.

No más parches, es la hora de la seriedad y la moral. No más apariencias, no más simulaciones, no más compadrazgos.

Enfrentemos la realidad. Es hora de profesionales, no más payasos.

Tenemos que hablar, tenemos que gritar.

¡ AHORA !

Fernando Thauby García

Melosilla, 29 diciembre 2023


[1] Dammnert, Lucía. Ex integrante del “2°piso” del Gobierno de Boric y actual profesora en la Universidad de Chile.

[2] La Autora, oriunda de un país subdesarollado, parece ignorar que Internet funciona a muy alta velocidad en todo Chile y tanto la TV como las redes sociales llegan instantáneamente a quien quiera verlas.