Archivo por meses: julio 2019

Piñera: «Es lo que hay»

En un lapso de dos semanas el gobierno de Sebastián Piñera ha logrado darse varios balazos en sus pies.

Uno fue el decreto que confirió la categoría de Monumento Nacional a otro “Museo de la Memoria” en la localidad de Neltume. Sus creadores destacaron “la importancia de la memoria para la acción en el presente, como un desafío constante para que las generaciones del pasado transmitan e insten a la comunidad y jóvenes a crear, participar y fortalecer espacios de organización para las luchas que hoy se dan en Neltume y alrededores”. Apología de la violencia política.

Otro fue a principios de mes, en el día del Juramento a la Bandera, el Presidente firmó – intespestivamente y sin aviso ni socialización previa- un decreto disponiendo la puesta en marcha de la participación y apoyo de las FFAA al combate al tráfico de drogas. Como era de esperar, la oposición obstruccionista y odiosa, lanzó su habitual campaña ideológico – mediática. El Ministro de Defensa, Alberto Espina, desapareció por algunos días hasta reaparecer manifestando que el tema sería tratado por la ¡Contraloría General de la República!, sin hacer un modesto amago de enfrentar la defensa política del decreto del presidente. La comedia de equivocaciones concluyó el día 18 de julio con el gobierno retirando el decreto y prometiendo reenviarlo corregido a la ¡Contraloría!.

Entre medio el Presidente intentó tomarse sus días Ministeriales para viajar ¡a un congreso de informática en EEUU!. Afortunadamente alguién se dio cuenta del despropósito y aprovechando una crisis ocurrida en Osorno, canceló el viaje.

¿Es que el Gobierno no tiene abogados constitucionalistas capaces de darse cuenta de la legalidad de un proyecto de decreto?.

¿Será que la pobreza del Presidente lo lleva a necesitar “días administrativos” para ir a hacer negocios a EEUU?. Por lo demás, la forma en que los pediría es ilegal, no se pueden pedir todos los días juntos.

Todo esto se asemeja demasiado a la forma eficaz y definitiva en que arruinó el salvataje de “los 33 mineros” blandiendo el papelito con el mensaje frente a las narices de quien se le pusiera por delante.

Ya va la mitad del gobierno de Piñera, definitivamente no será recordado como un gran gobernante, será solo otro inquilino de la Moneda al que el puesto lo quedó grande.

Cuando escucho sus peroratas sobre sus pretendidos éxitos y su liderazgo de plástico, me lo imagino conduciendo a Chile frente a un Perú amenazante y apoyado por Cuba y la Unión Soviética; con la enmienda Kennedy encima y Argentina amenazando con invadirnos por meses y meses; con la Rebelión Popular de Masas del Partido Comunista a todo vuelo, con el financiamiemto de Alemania Oriental, con las armas cubanas y el entrenamiento soviético. Con el chantaje norteamericano de las “uvas envenenadas” y un coro de europeos hipócritas y cobardes aullanado su odio hacia Chile.

Fuimos afortunados, a la cabeza de Chile, estaba el general Pinochet y no Piñera con sus desplantes ridículos, que en su apogeo llegó a ser solo un actor de reparto de su absurdo show en Colombia apoyando a un Guaidó fuleron y apocado.

Piñera va de salida, Gracias  a Dios, nuestra Patria puede aspirar a mejores tiempos bajo el liderazgo de otro presidente.

Descontando a Lavín, cualquiera puede ser mas decidido, perseverante, astuto y tenaz que Piñera y sobre todo, sin la histeria y autoestima deteriorada del actual incumbente.

Por ahora: Piñera es lo que hay; a agüantarse.

DDHH al estilo Piñera.

Esta columna es políticamente incorrecta; recuerda verdades desagradables que se han escamoteado de la vista del público; revisa prejuicios y odios que unen a marxistas y cristianos contra los militares chilenos y recuerda las traiciones entre los partidos políticos conjurados, en fin esto es algo que no debería ser escrito sino mantenido en los recovecos de la desmemoria selectiva de la clase política de Chile.

Esto es Historia, Historia verdadera, Historia duradera.

El Sargento de Carabineros Sr. Leonidas Bustos murió de neumonía no tratada, a los 87 años de edad, prisionero en Punta Peuco, lugar al que fue arrastrado por la Justicia Chilena, desde la modesta casita en que vivía, gravemente enfermo, al cuidado de sus hijos, para ser encarcelado y muerto.

¿Por qué este odio?.

Es por una sucesión de hechos políticos desencadenados por los partidos políticos de la izquierda y de derecha que involucraron a los militares chilenos a partir de 1970, contra su voluntad y haciendo uso de todo tipo presiones. Y que resolvieron en negociaciones entre ellos una vez que pudieron hacerse de nuevo del poder.

Brevemente: la izquierda – Allende- ganó la presidencia por un modesto tercio de los votos y pretendió hacer una revolución como la de Chávez. Llevaron al país a la ruina económica y el caos político. Cuando el desastre fue evidente trataron de hacer un golpe de estado con trabajadores ingenuos al mando de políticos irresponsables del PS (Altamirano, Garretón y otros). El gobierno de Allende aterrorizado obligó a los Altos Mandos de las FFAA a asumir los ministerios mas críticos para que salvaran su gobierno. La DC y la derecha aplaudieron.

El PS precipitó la crisis con el provocativo discurso de Carlos Altamirano del 9 de septiembre de 1973 declarando la guerra a las FFAA y a Chile.

Llegó la crisis. Todos arrancaron, los socialistas principales responsables, mas rápido que nadie; Allende se suicidó, Altamirano arrancó a perderse, el PC abandonado por el PS debió arreglárselas solo. Los trabajadores que se habían creído el cuento de la revolución buscaron las armas y no las encontraron, a los jefes tampoco.

Los exilios fueron por clases (mal que mal los marxistas son expertos en lucha de clases) los mas elegantes a Italia y Francia; los mas modestos a Yugoslavia y otros países del Europa del Este. Los comunistas fueron a Alemania Oriental, donde fueron divididos –de nuevo- según clases, los mas altos a universidades y centros de estudios, los mas modestos a fábricas de pernos y tuercas.

Se inició “la resistencia”. Según la pluma de un autor comunista: “tanto en el plano interno como externo, el PCCh durante los primeros años de la dictadura, emitió constantes declaraciones y manifiestos llamando a la ‘unidad antifascista’, es decir, la unión de todas las agrupaciones democráticas en contra la dictadura. Especialmente se buscaba lograr un actuar conjunto con la Democracia Cristiana”.

La habitual tibieza de los demócrata cristianos dejó esta propuesta sin respuesta, por lo demás aun esperaban que la Junta Militar les entregara el gobierno a ellos, a Frei en concreto.

El 3 de septiembre de 1980, a través de un discurso transmitido por Radio Moscú, Luis Corvalán anunció a Chile y al mundo, que el PCCh iniciaba la guerra contra el Gobierno Militar.

Un prócer comunista escribe:

“Se debe partir afirmando que el FPMR fue una estructura paramilitar del Partido Comunista chileno. En tanto como iniciativa política y fuerza práctica, fue uno de los elementos que constituyeron la Política de Rebelión Popular de Masas (PRPM), impulsada por los comunistas, que se había iniciado con el reingreso de dirigentes desde el exterior encabezados por Gladys Marín desde febrero de 1978”.

“Así, el  contexto social y político de las protestas, permitirá el desarrollo, masificación y legitimación de diversas formas de luchas, incluida la lucha armada y las expresiones de violencia política popular, incorporando de esta forma, nuevas prácticas y concepciones de lucha a los tradicionales repertorios del movimiento popular”.

“En este escenario, las acciones armadas en contra de la dictadura como ataques a cuarteles militares y policiales, los sabotajes, voladuras de torres y líneas férreas, ajusticiamientos a miembros de los cuerpos de seguridad, secuestros, recuperaciones (robo) de dinero, armas y comida; los copamientos territoriales, las emboscadas y las propagandas armadas, así como las actividades milicianas relacionadas con la autodefensa de masas, se incrementaron e intensificaron notablemente, por lo menos hasta fines de la dictadura”.

La pretensión de inefable Sr. Rettig de establecer que en Chile no hubo guerra es solo una expresión mas del uso impúdico del lenguaje jurídico -que choca de frente con la confesión de los comunistas-  para hacer política sin decencia.

En abril de 1979 se hizo oficial el quiebre del Partido Socialista en dos corrientes, una encabezada por Carlos Altamirano (los después llamados ‘renovados’) y la otra por Clodomiro Almeyda. Ganaron los socialistas renovados y otros tránsfugas que, asociados con la Democracia Cristiana, optaron por una salida consensuada y negociada con el Gobierno Militar, dejando a los Comunistas fuera del futuro gobierno, luchando solos. Una vez mas el PC fue vencido por los organismos de seguridad de Chile, se rindieron y plegaron sus banderas en completa derrota.

Aquí comienza la maniobra de la Democracia Cristiana que encabezó el movimiento político para hacerse del poder, engañar a los militares, emboscarlos y traicionarlos.

La idea la explica Edgardo Boeninguer, cerebro de la estratagema: “hubo acuerdo en estimar que el mero hecho de asumir la presidencia .. generaría una situación que nueva y distinta por si misma constituiría un cambio de la estructura de poder y desencadenaría un proceso acumulativo que produciría sucesivas alteraciones en la correlación de fuerzas políticas a favor de la coalición gobernante”.

“La primera tarea de la transición era lograr el completo y total retorno de las FFAA a sus cuarteles”.

“El objetivo primario se logró con mayor facilidad y prontitud de lo esperado. Se impuso (entre los militares) la tradición de dependencia y el respeto por la figura del presidente de la República, el constitucionalismo militar y su estricto apego a las jerarquías”.

La investigación y condena de los delitos contra los Derechos Humanos se apoyó “en la viga maestra  – creación personal del Presidente Aylwin” – que se concretaría en las Leyes Cumplido que dejaron a las FFAA privadas de las garantía procesales comunes para los chilenos y sujetos a procedimientos ad – hoc y “por último, la Comisión Rettig fue complementada por una intensa presión política y de los juristas del mundo de la Concertación  que hizo suya el Presidente, en el sentido que la Ley de Amnistía no impedía la investigación de los delito”. … y la puñalada final de Aylwin: “Una carta formal del Presidente a la Corte Suprema invocando esta tesis jurídica dio lugar a que fuera conocida como la doctrina Aylwin, la que con el tiempo, ejerció considerable influencia sobre los tribunales, … En los años siguientes el criterio judicial sobre la materia fue oscilando, en alguna medida en función de las sensibilidades políticas al respecto”.

En breve, el apego a valores que los militares consideran virtudes ciudadanas como el respeto al Presidente, a la Constitución y a las Jerarquías fue la debilidad que abrió paso a abusos crecientes que concluyeron en su humillación, encarcelamiento y discriminación.

Los políticos vencieron a los militares, los envolvieron en su palabrería y leguleyadas y abusaron de su buena fe. Un caso patético es el del general Cheyre.

La primera esperanza de justicia por parte de los militares la constituyó el Gobierno de Sebastián Piñera, que desconociendo promesas exigidas por escrito – su credibilidad ya era escuálida- cerró el Penal Cordillera en medio de un despliegue periodístico-publicitario, inventó la categoría de los “cómplices pasivos” para ganar la superioridad moral sobre sus socios de la UDI e incumplió por completo sus compromisos de honor, y luego la segunda presidencia de la misma persona, en que los militares en retiro y sus relaciones votaron por él luego de tenerlo en vilo hasta la segunda vuelta electoral, solo para ser traicionados nuevamente.

Este es el escenario en que el Sargento de Carabineros Sr. Leonidas Bustos tuvo que actuar, en que fue juzgado, condenado y escarnecido.

Juzgue usted hasta donde puede ser responsable o culpable. Le pido que considere como es posible que los líderes que crearon el conflicto, lo alimentaron, se beneficiaron de él y lo resolvieron negociando entre ellos no paguen nada y se sitúen como observadores, jueces y verdugos.

Ni perdón ni olvido.

Escrita el año 2018, se re-publica a pedido de algunos lectores.

CHILE CAMBIÓ Y NECESITA NUEVAS IDEAS

Los últimos tres días han estado llenos de interpretaciones alarmistas, descalificaciones mutuas, explicaciones incompletas, la mayoría de una pobreza intelectual notoria.

El Ministro de Defensa manifestó que los militares no serían empleados en la lucha contra el narcotráfico, luego el Ministro de Interior informó que el Presidente firmaría, o estaba ya firmando, un decreto que disponía que las FFAA participaran en ella y después el Ministro de Defensa se expidió diciendo que si iban a participar, pero solo como apoyo técnico y logístico.

A continuación se dio comienzo a un amplio despliegue de pirotecnia verbal que transita en forma paralela a la realidad sin cruzarse con ella: un club de sordos discutiendo a gritos. Es una situación recurrente, el “chuchoqueo” ha reemplazado a la realidad y a los resultados.

Los líderes están perdidos, no entienden lo que pasa en el país y en el mundo porque sus categorías de análisis está obsoletas, sus neuronas están cansadas y carecen de la audacia e imaginación para intentar nuevas aproximaciones. Se limitan a conservar el cargo y a aquietar a los que hacen olas.

Chile y el mundo han cambiado y siguen cambiando a gran velocidad, pero se sigue analizando y tratando de conducir la sociedad a partir de categorías anticuadas e insuficientes, que ya no dan cuenta de la realidad o repitiendo argumentos y razones que en algún momento fueron dichas y que nadie se ha tomado el tiempo y el esfuerzo para cambiarlas, corregirlas o descartarlas.

Todo mal.

Esto sucede hoy en todo Chile: en la discusión ciudadana, en la discusión parlamentaria, cuyos miembros carecen de interés y capacidad pare ello, y permea el ambiente político e intelectual nacional. Se siguen repitiendo mantras y rituales que han perdido su significado y poder.

Este es el resultado de la decadencia de las instancias dedicadas a esos menesteres (no me atrevo a llamarlas elites) que ha venido acentuándose con los años. Es imperioso abrir las puertas y las ventanas, hay que incorporar nuevos actores. Es urgente comenzar a restituir la capacidad de diálogo y negociación en la vida cívica en general y en lo que a esta columna interesa, respecto al rol de las FFAA en la defensa y seguridad de Chile.

Es posible: a comienzos de la Transición se pudo conversar y establecer un terreno común de diálogo civil – militar, imperfecto, incompleto, débil, pero se pudo y prestó valiosos servicios a la sociedad.

Hoy día los tiempos son otros, los desafíos son otros. Existen aun varios espacios y grupos que pueden llevar a cabo esta función: Se necesitan ideas, propuesta desarrolladas con seriedad y responsabilidad, trabajo conjunto que permita contrastar, clarificar posiciones y revisar discrepancias, publicaciones que sinteticen estos debates; se requiere trabajo integrado con el Congreso y partidos políticos.

El desafío es grande, pero es posible enfrentarlo. Es difícil comenzar, diversas instituciones tienen personas y organizaciones destinadas al estudio y el análisis, algunas de ellas con tradición de solvencia y de autonomía intelectual, es necesario sacarlas del silencio, exigirles propuestas, desafiarlas y sobre todo, no tenerles miedo.

Los desafíos que Chile enfrenta son serios y de gran magnitud, desde el rol de las FFAA en la defensa nacional hasta el conflicto entre China – EEUU por la supremacía mundial (la Segunda Guerra fría); desde el comercio Transpacífico hasta el tránsito de la carga desde Brasil y Argentina a Oriente a través de nuestros puertos y viceversa. Desde los grandes incendios forestales hasta el cambio climático; desde el derretimiento de los glaciales hasta la creciente escasez de agua. Desde la disminución de la natalidad hasta la inmigración. Que decir de la educación, la salud, la contaminación y las drogas.

No es hora de egoísmos, exclusividades ni retraimientos, Chile necesita de sus elites: académicas, civiles, militares, políticas.

Los que tienen los recursos humanos, intelectuales y organizacionales para hacerlo, deben hacerlo, ahora. Todos sabemos dónde están y que capacidades y debilidades tiene cada uno, es el momento de conversar, no de pelear ni menos de “guardarse”.

Es una obligación, no una elección.

Esta columna está en YouTube como «thauby fernando» y en Twitter como @thaubyfernando

No es incompetencia, es odio

La entrevista al Coronel Julio Castañer en el Programa “Mentiras Verdaderas en el Canal La Red fue impactante. A esta altura de la historia, nadie podría sorprenderse de la parcialidad y ninguna solvencia de la Justicia chilena, pero comprobar en forma  personal el nivel increíble de incompetencia y de maldad que se aprecia en el desempeño del Juez Carroza, es demoledor.

¿Cómo creer que en Chile pueden haber abusos de ese nivel de odio y maldad deliberada?.

La propia afectada reconoce que Castañer es inocente de lo que se le acusa, 17 testigos confirman los dichos y actuaciones de Castañer y solo una persona de inaceptables condiciones morales y sicológicas lo acusa a 30 años de los hechos y habiendo reconocido explícitamente su afán de lucro.

No es concebible que Carroza aun insista en culparlo, salvo que esté animado de sentimientos dignos de cuidado  psiquiátrico o directamente perversos.

Cabe preguntarse, ¿qué mueve a este hombre?, ¿por qué ese odio?, ¿cómo puede dormir con esa conciencia?, ¿qué agravios o perversiones controlan sus actos?.

Podría entenderse que personas así ocasionalmente pasen desapercibidas en la burocracia y el número de funcionarios, pero no estamos hablando de un hecho aislado, estamos hablando de alguien que cultiva el alto perfil, que se luce ante los medios, que explota su fama.

Es increíble que los sucesivos Ministros de Justicia, que las autoridades de sucesivos gobiernos no hayan tenido el valor, la decencia, la curiosidad, de interesarse en el comportamiento de una persona así y tomar las medidas correctivas del caso.

¿Por qué autoridades que se supone que tendrían que conservar cierta ecuanimidad se hacen los desentendidos y se comportan como cómplices pasivos de estos crímenes  de odio contra los militares?

¿Será que en su cobardía no se dan cuenta de la magnitud de los vientos que han sembrado?. ¿De qué “reconciliación” se habla en Chile?, ¿es que alguien piensan que estos abusos se olvidarán alguna vez?.

Es increíble el tamaño de las tragaderas de los periodistas y medios de comunicación locales, que pueden dar crédito al dramón hipócrita fraguado por Luis Toro, abogado de la Vicaría de la Solidaridad y representado por la madre de Rojas Denegri reclamando por la cámara de su hijo con la que, con todo cinismo, declara haber sido usada para fotografiar el cadáver de su hijo. Cámara que previo paso por la Vicaría de la Solidaridad terminó en manos del sacerdote Renato Hevia, cómplice en tratar de cambiar las horas en que la máquina había sido usada para inculpar a los militares.

Estas son las víctimas, estos son los acusadores, estos son los jueces, estos son los ministros de Justicia, estos son los bandidos que tienen a Chile hundido en la corrupción y la decadencia.

El castigo será implacable y el desprestigio y vergüenza del Poder Judicial de Chile tendrá una mancha indeleble.

Los venezolanos y la lucha armada

En Marzo de este año en este blog decía que los venezolanos no podían esperar a que les hagamos su trabajo, ellos deben luchar por su país. “El problema de la recuperación democrática de Venezuela pasa por la construcción, desde ya, de un ejército para Venezuela democrática. El entrenamiento de esta fuerza puede ser llevada a cabo con la ayuda del grupo de Lima e insertada en Venezuela cuando esté lista, con el apoyo distante de los EEUU.

Entre los millones de venezolanos exiliados hay centenares de miles de hombres en condiciones de luchar por su patria. No es aceptable que Guaidó insinúe que la invasión militar la harán soldados extranjeros.

Por otra parte, el inicio de estos preparativos le señalará a los milicotes maduristas, sin lugar a dudas, que la lucha viene en serio y que ya no es cuestión de lucir uniformes llenos de medallas, insignias y entorchados y que hay que prepararse en serio para luchar. Esta señal si duda dará una nueva perspectiva a los cálculos de los generales de Maduro, mal que mal los que roban y trafican lo hacen para ganar dinero y disfrutarlo, no para ser los muertos mas ricos del cementerio, si es que sus huesos llegan a uno.

Me parece que es hora que los venezolanos tomen sus asuntos en sus manos  … y se preparen para luchar en serio para conseguir la independencia de su patria”.

La apatía, indecisión y tibieza de Guaidó y la oposición venezolana, sigue como si no pasara nada.

La prensa señala que “Los dirigentes que acompañan a Guaidó sienten que nunca han estado tan cerca de llegar al poder, pero ahora hacen un recalculo en torno a su inminencia. Se estima que miles de personas están haciendo planes para emigrar del país apenas concluyan las actividades escolares, a mediados de mes”. Cuando las personas incluyen las vacaciones escolares en sus cálculos para emigrar del país, su compromiso político parece débil.

Guaidó pretende acudir al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, para que toda América concurra en su auxilio. Hablemos claro, Maduro fue instalado por Chávez y Chávez fue instalado y ovacionado por los Venezolanos.

Ese pacto, que abre la puerta a una intervención extranjera, establece que un ataque contra un país americano «será considerado como un ataque contra todos los países americanos». Aquí no hubo ataque de una potencia extranjera. Fue el suicidio de los propios venezolanos. Que el informe de la ONU no fue lo suficientemente claro, ¿Qué querían?, ¿que Bachelet sacara a Maduro y sus bandidos?.

Basta de excusas, es hora de pelear, por toda sudamérica hay jóvenes venezolanos en edad y condición militar, que vuelva a su país a liberarlo.

Si necesitan armas y apoyo para organizarce, toda la américa democrática está lista para apoyarlos, pero declarase “cansados” y quedarse en el exilio esperando que otros jóvenes vayan a liberar a Venezuela, es un abuso.

No mas fintas y jugadas, no mas marchas que se detiene a cuatro cuadras del Palacio de Miraflores, sin enfrentar a las fuerzas del dictador.

A organizarse y a pelear. La historia no será benévola con ustedes.