Archivo por meses: octubre 2017

LA JUSTICIA CHILENA. PREVARICACIÓN QUE ASESINA

El Coronel de la Fuerza Aérea de Chile en retiro, Alberto Rey, se quitó la vida el día 18 de Octubre y, con serenidad admirable expuso sus razones:
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“He tomado esta decisión, pues no creo en el poder Judicial existente en nuestro país, porque todo lo que un uniformado diga no tiene valor, pues los fiscales, abogados de DDHH se preocupan de llevar testigos falsos después de 40 años, fabrican peritajes de acuerdo a su conveniencia, etc., con la complicidad de la mayoría de los Jueces que sólo desean ascender como sea”.
…..

“¿Significa mi decisión que no amo la vida? No, esta vida con final es lo mas hermoso. … pero siendo para mí la familia lo más importante, no puedo someterlos a un calvario que durará hasta que me muera, con una calidad de vida inestable emocional y económicamente. Además y no menos importante que el punto anterior, no puedo hacerles el juego a los Poderes Políticos y Judicial corruptos de Chile, aceptando un juicio como justo, cuando sé por la experiencia de muchos que es un fraude”.
……

“Chile volverá, en unos dos o tres gobiernos más a tener un nuevo enfrentamiento entre dos facciones, sólo que esta vez será más brutal pues la izquierda estará ayudada por el narcotráfico igual que en Venezuela”.

……

¿Cuál es la naturaleza real del Poder Judicial en Chile?:
1.- El Poder Judicial es una organización formada por personas selectas, de sólida formación jurídica; moral; imparcial, consecuente y capaz de auto controlarse o
2.- Es una organización burocrática que actúa como instrumento al servicio de los intereses de sus miembros; del gobierno de turno, de algunos grupos de poder existentes en el país y que requiere control democrático externo.

Un distinguido oficial de marina retirado (1), abogado, de inusual valor moral y probado hombre de bien, ha destinado años de arduo trabajo y esfuerzo a mostrar al Poder Judicial y a los varios miles de profesionales del derecho en Chile las barbaridades jurídicas que el Poder Judicial ha cometido en perjuicio de miles de militares. Su profundo y detallado análisis señala errores, prevaricaciones y piruetas leguleyas que nadie se ha atrevido a desmentir, ni menos discutir abiertamente.

“Cometen delitos judiciales de lesa humanidad los jueces que fallan contra las leyes expresas y vigentes; que procesan y condenan en forma injusta, inconstitucional, ilegal y arbitraria a militares y carabineros; y que no respetan principios esenciales del derecho penal universal. Son cómplices de tales delitos las autoridades ejecutivas y legislativas del Estado por cohonestar la torcida aplicación de la ley y la prevaricación judicial, y por no efectuar las modificaciones legales necesarias para que a dichos servidores de la patria les sea aplicado el mismo sistema procesal penal que le es aplicado a los demás chilenos. A los militares y carabineros imputados por presuntos delitos ocurridos hace mas de cuatro décadas no les son respetados principios tales como el de legalidad y el de igualdad ante la ley, la prescripción de la acción penal, la presunción de inocencia y las normas del debido proceso, porque a ellos se les aplica el antiguo sistema de procedimiento penal; un sistema que vulnera los derechos fundamentales y que es incompatible con el derecho internacional de defensa de los DDHH”.

Toda la estructura jurídica nacional ha recibido esta crítica en absoluto silencio, ese silencio cobarde tan propio de la élite de los comunicadores y formadores de opinión pública de nuestro pobre país, domesticados por los grupos políticos y empresariales, dominados por sus mezquinas conveniencias personales, por las timideces propias de personas de poca valía y merecimientos y paralizados por el temor a la máquina de difamar del Partido Comunista, guardan silencio cómplice.

El Poder Judicial que la izquierda condenó por servil hacia el Gobierno Militar y que habitualmente fue descalificado en forma soez, con un solo restallar del látigo del poder político esgrimido por el nefasto Patricio Aylwin, fue puesto en cintura y llevado a cambiar su comportamiento hacia una dedicada incondicionalidad creativa en beneficio de los nuevos mandamases políticos, con una vileza nunca vista en Chile.

Estamos en presencia de una conducta reiterada que podemos pensar que forma una cultura, una forma de ser, una identidad: prevaricadores.

Si alguien piensa que esta inmundicia va a quedar impune, se equivoca gruesamente, y los políticos que llaman al “voto útil” siguen sin entender, los militares son de una especie diferente a ellos, creen en valores como el honor, la solidaridad, la consecuencia y el afecto por sobre la utilidad.

Carta del Coronel Rey : http://www.24horas.cl/nacional/revelan-carta-que-dejo-ex-fach-que-se-suicido-antes-de-su-detencion-por-un-caso-de-ddhh-2541164#

(1) Adolfo Paul Latorre: «Prevaricariato, Análisis critico de procesos judiciales contra militares que dedieron afrontar la violencia revolucionaria»

Bachelet y el nuevo fracaso de los revolucionarios

La II Guerra Mundial marcó una época de enriquecimiento para Cuba, que concluyó con el comienzo de la dictadura de Fulgencio Batista asociado con la mafia norteamericana. El 2 de Diciembre de 1956 desembarcan en Cuba los revolucionarios de Fidel Castro. Luego de varias mini batallas y encuentros, pequeños pero muy publicitados, derrotan al ejército de opereta de Batista.
El dictador huyó el 1ª se Enero de 1959. Castro se auto nombra Comandante en Jefe del Ejército y designa un gobierno civil para llevar a cabo “elecciones democráticas” en Abril de 1960. El gobierno civil es prontamente eliminado y Castro se apodera del total del poder. Declara su voluntad de hacer una revolución marxista y da comienzo a otra dictadura, esta vez bajo su control y apoyado en la brutalidad de las FFAA revolucionarias que imponen la justicia del “paredón” fusilando a miles de opositores.
Durante 1959, Castro lleva a cabo la completa estatización de la economía cubana mediante expropiaciones y nacionalizaciones hasta eliminar completamente la propiedad privada. Se decreta la reforma agraria que expropia el total de la tierra agrícola y se inicia el éxodo de miles de cubanos hacia Miami.
Esta revolución dejó atónitos a todos los partidos de izquierda de Latinoamérica, particularmente a los Partidos Comunistas pro soviéticos cuyas burocracias fueron arrinconadas por grupos mas jóvenes dispuestos a seguir la vía armada de Fidel y ser revolucionarios de verdad.
En noviembre de 1967, en Chillán, el Partido Socialista acordó que “esta generación debe conseguir apoderarse del poder para instaurar un estado revolucionario”; que “la violencia revolucionaria es inevitable y legítima” y que es imprescindible destruir “el aparato burocrático y militar del estado burgués” y “Las formas pacíficas o luchas legales no conducen por si mismas al poder”.
En breve, declaró la guerra al Estado de Chile y notificó a las FFAA que la revolución inevitable pasaría por su derrota y destrucción.
Primera inconsecuencia: Durante el gobierno de Frei Montalva comienzan las acciones criminales causando 3 muertos y 22 heridos, sin embargo, el Partido Socialista (PS) no actuó en consecuencia con su propia declaración política; sus preparativos para la guerra civil fueron ineficaces y su directiva mostró evidente impotencia y frivolidad. El Partido Comunista (PC) por su parte, si bien retóricamente siempre validó el uso de la guerra civil para imponer su control político sobre las naciones, se paralizó debido a su incondicionalidad con la Unión Soviética, en el marco de la Guerra Fría.
La izquierda revolucionaria latinoamericana, bajo el liderazgo de Salvador Allende, en ese entonces Presidente del Senado, organizó, en 1967, la Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) para articular los partidos y movimientos de la izquierda continental en torno a la materialización de la guerra revolucionaria que deseaban. Esta organización equivalente al actual Foro de Sao Paulo y a la inter gubernamental “Operación Cóndor” de los años ´70, fue el primer esfuerzo sistemático de ambos contendores –Estados y Revolucionarios- para armar sus respectivos entramados de alianzas estratégicas y coordinar los esfuerzos políticos, militares, financieros, operativos y de inteligencia para enfrentar la guerra declarada por los émulos de Castro.

La Conferencia fue iniciativa de su máximo líder, Salvador Allende, entonces Presidente del Senado de Chile, lo que asombra dado el carácter de OLAS que consideraba que la lucha armada era la única vía para tomar el poder, construir el socialismo y lograr la «segunda independencia» del continente.
Según Allende, la opresión y la miseria en el continente «determinan y exigen que se desate y desarrolle la violencia revolucionaria en respuesta a la violencia reaccionaria», y «hace de la guerrilla la fundamental expresión de la lucha armada, la escuela más formidable de revolucionarios y su vanguardia indiscutible», «la lucha revolucionaria armada constituye la línea fundamental de la Revolución en América Latina», y » todas las demás formas de lucha deben servir y no retrasar el desarrollo de la línea fundamental que es la lucha armada».
La derrota de la guerrilla del “Che” Guevara a manos del ejército boliviano, poco después de la reunión de OLAS, hizo necesaria la participación protagónica de Allende para ayudar a escapar a sus últimos sobrevivientes, dando un lamentable espectáculo mundial.

Aquí se hace presente otra inconsecuencia vital de los “revolucionarios” chilenos: declarar que harán la revolución por las armas, sin prepararse adecuadamente y simultáneamente seguir intentando la vía electoral, tanto así que pocos años después Allende sería elegido por una menguada mayoría, pero válida de acuerdo a las pautas constitucionales chilenas.
Allende es el demagogo perfecto: “Una persona que predica una doctrina que sabe que es falsa a personas que no saben que son idiotas”: el cinismo del doble estándar de Allende legitima «todas» las formas de lucha, aprovecha la democracia representativa y simultáneamente condena las dictaduras de derecha pero justifica las dictaduras comunistas.

Allende intentó seguir los pasos de Castro en forma algo menos radical: economía centralmente planificada, reforma agraria “profunda” con expropiaciones y estatización, industria estatal, distribución de los alimentos por parte de organizaciones políticas estatales, educación marxista mediante la Escuela Nacional Unificada y el resto del repertorio castrista completo.

Respecto a las FFAA, es evidente que la notificación del PS en 1967 fue tomada con toda seriedad y su continuidad, los pasos políticos y declaraciones siguientes de la Unidad Popular (UP) confirmaron la dirección, el itinerario y el epílogo previsto de la batalla.

Otra inconsecuencia mas. Allende intentó atraer a las FFAA cooptando a sus Comandantes en Jefe -que el mismo designó- para que se plegaran -muy al estilo chavista- a su revolución, mientras simultáneamente apoyaba su división y subversión interna a través de los “revolucionarios”.
Por su parte, la palabrería ideológica no fue suficiente para cubrir la escases de comida, las bandas de maleantes politizados que pululaban por las ciudades, la parálisis económica y política, la división y el cultivo sistemático del odio.

Llegó la crisis y el gobierno de Allende fue derrocado.

Y vino la “resistencia”. Todos los líderes de la UP huyeron en estampida, la organización militar resultó ser una broma de mal gusto, la responsabilidad y el liderazgo de los cabecillas fue un globo de aire. Solo el Movimiento de Izquierda Revolucionario intentó luchar, pero un grupo de fantasiosos aficionados solo podría vencer a un ejército como el de Batista en Cuba, en Chile fueron barridos. El grupito “revolucionario” asaltó algunas sucursales de bancos, asesinó a Carabineros de punto fijo en alguna esquina y tuvo un par de golpes de suerte que le permitieron asesinar a algunos militares que no afectaron en nada la capacidad de combate de las FFAA de Chile.

La falsedad de la leyenda construida por los “revolucionarios” decepcionó intensamente a Castro, su oferta de enviar unidades regulares de combate se estrelló con una realidad dura: no había tal “resistencia”. Para seguir contando con el apoyo y financiamiento internacional, los tránsfugas que representaban a la ex – UP en Europa tenían la urgente necesidad de mostrar alguna actividad militar en Chile.
Primero el MIR intentó el retorno. La mayoría de los «combatientes” que partieron de Europa nunca llegaron a Chile, desertaron o se escondieron a mitad de camino, otros “se perdieron”. Los que llegaron, sin contactos, sin entrenamiento adecuado y sin apoyo popular, fueron capturados, muertos o volvieron a escapar.
Luego vino al hora del PC, con su levantamiento popular de masas. La internación de armas por Carrizal Bajo, descubierta y capturada por las fuerzas de seguridad de Chile y el fracaso del intento de asesinato del Presidente Pinochet marcaron su inicio y su fin. Sus integrantes, poco motivados, mal entrenados y peor dirigidos fueron también capturados, muertos o escaparon.
Y otra inconsecuencia mas. Para asegurar el flujo de recursos financieros y políticos, los «líderes» asilados en Europa enviaron a sus “combatientes” a una misión suicida sabiendo que no podrían cumplirla. Todo para mantener sus posiciones políticas y económica.
La derrota los obligó a aceptar la vía de la negociación ofrecida por el Gobierno Militar, someterse a su cronograma, asociarse con sus enemigos de la Democracia Cristiana y tragarse su prédica violentista.
La virulencia de su ataque propagandístico contra las FFAA y de seguridad tiene una relación directa con sus esfuerzos para “olvidar”, ocultar y no asumir las consecuencias de su fatal y frívola política de lucha armada contra el Gobierno Militar. Nunca reconocerán su culpabilidad por sus propios muertos consecuencia de la miseria moral de sus líderes.
Ser forzados a incorporarse al esquema de transición establecido por el Gobierno Militar implicó tener que tragarse un sapo inmenso: la enemistad histórica existente entre la Democracia Cristiana y la izquierda “revolucionaria”.
Parece evidente que la renuencia de la izquierda a enfrentar el pasado se debió a preocupaciones estratégicas que podrían haber significado la muerte a la Concertación. Patricio Aylwin, primer presidente de la Concertación estuvo a favor del golpe de estado; Frei Montalva promovió el golpe de estado; Frei Ruiz Tagle fue a entregar sus joyas, hizo una donación en los primeros días del golpe de estado, junto con su mujer. A todos solo les quedó vivir en la mentira, la calumnia y la fantasía, transfiriendo su culpa a los militares.
Y otra mas. Llegaron al poder aliados con los partidos e individuos que lucharon y conspiraron para derrocarlos durante la UP y lo hicieron para administrar el modelo político y económica instalado por el Gobierno Militar. Después de un largo período de gobierno de la Concertación bajo la hegemonía de los socialdemócratas y de la economía capitalista, pudieron mostrar cifras y resultados económicos y sociales espectaculares que marcaron un hito en Sudamérica. Gobernaron bien, pero con las políticas que detestaban y en compañía de sus enemigos.
El PC no se cansó de insistir en esta inconsecuencia hasta que logró avivar las brasas revolucionaros que aun existían bajo las cenizas del éxito económico y llegó la hora de Bachelet y sus amigos y con ellos el fracaso económico, el estancamiento y el rechazo popular.
Ahora viene el epílogo. Los socialdemócratas con Lagos a la cabeza han sido descalificados pese a su éxito y los «revolucionarios» siguen sosteniendo la antorcha de Castro pese al estrepitoso fracaso, de Castro y de ellos mismos.
En efecto, la crisis económica que Bachelet deja detrás suyo: endeudamiento; corrupción; una seguidilla de leyes mal hechas, fallidas y objeto de infinitas enmiendas; la división política del país y el enojo de los chilenos que ya no puede ser disimulada.
El abuso de poder para magnificar y explotar la crisis de 1973 para mantener el lucro permanente de decenas de abogados, familiares de las victimas, jueces y fiscales, organismos públicos y ONGs de fachada ya cansó a los chilenos.
El fin se aproxima y el “sin perdón ni olvido” amenaza volverse en contra de los abusadores de la liviandad mental de los chilenos, en medio de su pánico y sálvese quien pueda.

LA VICTORIA DEL PUEBLO BOLIVIANO

Después del fracaso en el Congo, el Che Guevara con apoyo de Fidel Castro decidió establecer un “foco” guerrillero en Bolivia para “crear cien, mil Viet Nam”, en la creencia de que capturando el corazón de Sudamérica que limita con Argentina, Chile, Perú y Brasil, su control permitiría extender con facilidad la guerra de guerrillas a todo el continente, sobre todo a Argentina. Una simple ojeada a un mapa escolar muestra que la elección era de una estupidez infinita.
Para reforzar este error increíble, eligieron comenzar en el peor lugar posible –Ñancahuazú- carente de agua y aislado de todo, próximo al Rio Grande, 250 Km al sur de Santa Cruz de la Sierra.
Adquirieron un campo de 1500 Há en una zona casi deshabitada, demasiado lejos de la frontera con Argentina, donde se estableció la base guerrillera.
Fue elegido prácticamente sin ningún análisis estratégico y sin clara conciencia de su ubicación,
La guerrilla, formada casi íntegramente por extranjeros con amplia experiencia de combate, fue apoyada logísticamente, en lo político, en la provisión de inteligencia y dinero por un número amplio y variado de activistas marxistas de Sudamérica y Europa.

El 1º de Febrero de 1967 iniciaron sus actividades militares.
La izquierda mundial, notablemente la chilena, ha hecho gran caudal del apoyo militar norteamericano que en realidad se redujo a entrenar a un grupo pequeño de soldados bolivianos en técnicas de contrainsurgencia que entraron en combate en la última etapa de la lucha. Nada comparable a la propaganda y apoyo marxista mundial de que gozaron los invasores.
El Ejército boliviano, rudimentario, mal entrenado y pobremente equipado era el enemigo ideal para este grupo selecto de veteranos de intervenciones comunistas en África, Centroamérica, Cuba y de los establecimiento soviéticos de inteligencia y entrenamiento.

El pueblo boliviano entra en acción:
“Un viernes, 10 de marzo de 1967, Mario Moreira, de 16 años, cursaba el primer año de la Escuela de Sargentos de Cochabamba. Sin ninguna explicación, es convocado para incorporarse a un ejercicio. “Éramos cuatro alumnos y dos suboficiales y de repente nos dan armamento, nos dan camuflado y ni siquiera teníamos tiempo de despedirnos de nuestras familias. Nos dijeron que regresaríamos el día lunes y la verdad, no regresamos durante 10 meses”.
“Directamente aparecimos en Camiri”, con un ambiente totalmente diferente y apenas tratando de habituarse, recibe una nueva orden: “Nos designan directamente con la tropa y a una compañía donde nos presentamos para realizar el rastrillaje” de la zona, pero aún sin saber que estaban cerca de enfrentarse con la guerrilla de Ernesto “Che” Guevara.
«Empezamos la marcha desde las 4 de la mañana …de repente, les dan la orden de avanzar hacia el monte “pero no teníamos ni machete ni nada, entonces, ingresamos por la parte más fácil que es el cañadón para avanzar hacia la casa de calamina”.
Relata que a eso “se sumaba que sólo contaban con fusil máuser, frente a un enemigo que tenía ametralladoras, carabinas, radios, etc”. Entonces, de repente, un 23 de marzo, “cuando avanzamos uno detrás de otro en columna, tan sólo escuchamos el tiroteo. Resulta que ellos nos estaban vigilando, nos estaba esperando, mientras nosotros avanzábamos ellos ya nos estaban apuntando”.
Se trataba de la primera emboscada que sufrió el Ejército Boliviano por parte de la guerrilla. “Sólo escuchamos gritos de dolor de nuestros camaradas que decían ¡No quiero morir! ¡No quiero morir!”.
“Es difícil narrar pero es así, imagine el sacrificio que ese soldado ha hecho para que ahora no nos reconozcan”. Como resultado de esa primera emboscada, se registraron siete heridos y siete muertos.
“Eso está escrito en el Diario del Che, además cuando todos los fallecidos se quedaron en el río”.
“Esa fue la primera acción cobarde que nos afectó psicológicamente (llora), yo estaba más atrás prácticamente al medio, vi a los guerrilleros pero no podíamos hacer nada”.
“Los que conocemos el dolor de la muerte es difícil (llora), sin embargo, nos sentimos orgullosos porque nosotros hemos cumplido con la patria, con la Constitución Política del Estado, con ese juramento”, dice Moreira quien ahora tiene 67 años”
“Ese día, caminamos toda la noche, nos organizamos y luego ingresamos un monte alto y de repente cerca de las 8 de la mañana, notamos que había un silencio absoluto que nos pareció extraño porque nosotros estábamos acostumbrados a que el monte haya sonidos que hacen los bichos o animales”.
“Vimos que había un sendero como un riachuelo y el cabo policía me dice: ‘mi perro está inquieto’, entonces hicimos un alto y no cruzamos, pero largamos al perro que directamente cruzó el sendero y se abalanzó sobre los guerrilleros, quienes nos estaban esperando”.
“Escuchamos directamente el disparo y los aullidos del perrito. No murió, estaba herido, agonizando, y ahí empieza el tiroteo”. El “Che”, en su diario, confirma este relato e incluso, señala que él fue quien disparó al can: “tiré sobre el primer perro, errando el tiro, cuando iba a darle al guía”.
Ese día murieron dos personas y el perro Tempestad. “Acá lo más importante es que me salvó el perro y gracias a la acción porque si no ladraba, estoy seguro que muchos de nosotros estaríamos muertos. A partir de eso, el ‘Che’ fue un fracaso”.

En este relato no hay ideología, solo sentido del deber, valentía, patriotismo y nacionalismo de la mas pura estirpe. No se trata de una maquinaria militar combatiendo a idealistas nacionales sino de un grupo de soldados miembros del mas puro pueblo boliviano peleando contra una banda de extranjeros experimentados, invasores, soberbios y llenos de sentimientos de superioridad intelectual, moral y militar.

Según la prensa gobiernista: “Ayer 8 de octubre, de 2017 el presidente Evo Morales llegó a La Higuera, en Vallegrande, junto a una histórica caravana compuesta por seguidores nacionales e internacionales del comandante Ernesto Che Guevara, para rendir un homenaje al líder guerrillero argentino cubano que fue asesinado en ese lugar en 1967. Tras realizar una caminata de 2 kilómetros, Morales colocó una ofrenda floral en el busto del Che, junto a los exguerrilleros cubanos Harry Villegas (Pombo) y Leonardo Tamayo (Urbano) y autoridades de Estado”.
Ni una palabra para los 2 Tenientes, 3 Subtenientes, 5 Suboficiales y Sargentos, 33 Soldados, 1 Policía y 5 Guías Civiles que murieron luchando por el honor, libertad y dignidad de su patria. Ahí no hay generales, diputados ni senadores, no hay empresarios ni académicos. Pueblo, solo pueblo.

El 8 de Octubre, once meses después de iniciada la aventura, soldados bolivianos mejor entrenados llegan a la zona de combate y terminan de derrotar a los “expertos” guerrilleros. Solo 6 violentistas escapan, con la ayuda de Salvador Allende, 2 fueron ejecutados por sus “compañeros”, 2 desertaron. El resto fue muerto. No “asesinados” como dice la propaganda, murieron bajo el asedio de los militares bolivianos. Los terroristas armados no son ciudadanos que luchan por sus ideas, son militares irregulares extranjeros y si la guerra es demasiado dura para sus tiernos corazones es que se equivocaron de enemigos, por lo demás, el Che Guevara es explícito en su “doctrina militar”:

“El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así; un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal. Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a su casa, a sus lugares de diversión; hacerla total. Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de sus cuarteles, y aún dentro de los mismos: atacarlo donde quiera que se encuentre; hacerlo sentir una fiera acosada por cada lugar que transite. Entonces su moral irá decayendo…”.

Enseñó con su ejemplo personal, cuando un soldado boliviano lo encañonó y lo conminó a rendirse, imploró: “Alto, no dispares, soy el Che Guevara y valgo mas vivo que muerto”. Toda una arenga final. De profunda estirpe capitalista y de lucro.

El general boliviano en retiro Gary Prado, que siendo capitán capturó a Ernesto «Che» Guevara, y un centenar de ex soldados inauguraron un mural dedicado a sus caídos en los enfrentamientos de 1967 y desfilaron para mostrar su orgullo por su victoria sobre el revolucionario. Prado señaló que el mural representa ese homenaje a los soldados que combatieron la guerrilla y destacó la importancia de transmitir los nombres de los caídos para las futuras generaciones.

Los fanáticos izquierdistas, repletos de odio e ideología, primero descabezaron a los altos mandos de las FFAA y luego las cooptaron hasta desnaturalizar su carácter de fuerzas nacionales, patrióticas, constitucionales

“Cuando les dicen pónganse ponchos rojos encima de sus uniformes, se los pusieron; cuando le ponen un collar de hoja de coca ello se aguantan; ahora les dicen vamos a rendir honores al ‘Che’, van pues. ¡Pero qué pena la institución! Hay una rabia por esos actos de servilismo”, dijo Prado..

Finalmente Prado dijo que el guerrillero cubano-argentino simboliza victoria para las FFAA, porque éstas lo derrotaron al igual que al castrismo que “quería incendiar Bolivia convirtiéndola en un Vietnam”. “Es una victoria importante de las FFAA. Fue la operación militar más importante que ha habido después de la Guerra del Chaco”, indicó.
En efecto, en solo 11 meses capturaron, eliminaron e hicieron arrancar a la guerrilla que iba a conquistar Sudamérica.
Honor y gloria para estos soldados bolivianos que cayeron combatiendo por su patria, su tierra y su dignidad.
Vergüenza para Evo Morales y su comparsa internacional.

DESE UN GUSTO ELECTORAL

Hay miles de chilenos cansados de votar una y otra vez por “el menos malo”, de votar para “que fulano no salga” o de votar a contrapelo.
De votar por un tipo (o tipa) que piensa mal, habla mal y hace las cosas mal. Que carga una larga historia de contradicciones, inconsecuencias y mentiras.
Del cual todos saben quién y cómo es, conocen sus evidentes limitaciones personales, siquiátricas e intelectuales; con un currículo que mas parece un prontuario; pero que hay que hacerse los lesos ya que el candidato ha sido impuesto por los dueños del partido que se dice representa a la gente como usted y ha sido designado después de oscuras y laboriosas negociaciones.

Si usted es uno de esos que llega al local de votación haciendo arcadas y sale con la sensación de haberse vendido, arrendado, prostituido o de haber hecho algo vergonzante, quiere decir que esta es su oportunidad de darse un gusto.

En las próximas elecciones hay un candidato -José Antonio Kast- que cumple todos los requisitos que cualquier chileno de bien desea para su Presidente: inteligente y preparado, honorable y honrado; que puede disentir y argumentar en contra sin perder la compostura, sin insultar y sin descalificar; que razona con lógica y basado en hechos y principios sólidos; que no se acobarda ante las amenazas y gestos de odio de la izquierda; que respeta a los demás y no trata de apabullarlo con gritos ni amenazas; “que defiende sus propuestas con ideas, no con violencia y que cuando se equivoca pide perdón, no borra sus tweets”, que dice la verdad y sobre todo, que respeta y se hace respetar.

Una rareza entre los políticos: “dice lo que piensa y hace lo que dice”: Toda una anomalía en la fauna electoral nacional.

Si aprovecha esta oportunidad llegará a votar por Kast con el corazón alegre y una sonrisa en el rostro y saldrá con dignidad y satisfacción. Habrá tenido una experiencia novedosa y extremadamente satisfactoria.
Marginalmente podrá constatar si es que usted está solo en el mundo o existen otras personas que piensan y actúan igual.

Es muy probable que en estas elecciones Kast no logre ser Presidente de Chile, incluso puede que no pase a segunda vuelta, no importa, da igual, se trata de un ejercicio personal de dignidad e higiene moral.

Que hacer con su voto en la segunda vuelta es problema suyo.
Haga lo que quiera o lo que deba pero, ¡¡nadie le podrá quitar lo votado!!.

EL ESTORBO MILITAR

Desde hace ya semanas el comando presidencial de Piñera comenzó a inquietarse con la candidatura de José Antonio Kast. El tema llevó rápidamente a sus miembros a empantanarse con un grupo molesto e incomprensible -un verdadero estorbo- los militares, que excitan las mas agudas, subconscientes y turbias memorias y perspectivas de los políticos de derecha e izquierda.

En efecto, se encontraron con un elemento duro, organizado, al que no conocen y que preferirían que no existiera. Lo recordaban como un lote ingenuo y fácilmente manejable que había cambiado y ahora se encontraban con que era algo muy diferente. Había sido capaz de organizarse y plantear una estrategia política y gremial de largo plazo y en este momento constituía el eje de la campaña de Kast

Surgieron “espontáneos”, enviados “oficiosos” y algunos mensajeros “oficiales”, desenterraron a viejos generales de los buenos tiempos de Cheyre, a civiles “bien conectados” cuyos contactos estaban obsoletos desde hacía ya diez años y obviamente, a los “amigos” militares con quienes comparten social, empresarial y comercialmente. Se enviaron mensajes, se cursaron amenazas y se cantaron viejas coplas patrióticas de esas que los políticos creen que entusiasman y seducen a los militares.

Fracaso tras fracaso. No pasó nada, no hubo interlocutores adecuados y cuando existieron, no se doblegaron a sus exigencias como lo esperaban. El interlocutor mas representativo, la Multigremial de las FFAA y Policías planteó, de entrada, tres condiciones para comenzar a hablar: Libertad para los presos políticos militares; respeto al Estado de Derecho y la consideración de un conjunto de demandas gremiales, la principal relacionada con dictación de una Ley de Salud para Carabineros y PDI,

Las estrategias piñeristas variaron: primero como se dijo, fue “la guapeada”; fracasó.
Luego vino la ilusión del triunfo en primera vuelta. Esta aspiración pasaba por sustraer los votos de Kast y acarrearlos hacia Piñera. Se apeló al “voto útil”, Gonzalo Blumel, el coordinador programático, sentenció a La Tercera que “hay que conseguir los votos de Kast”. Días antes, el senador e integrante del comité ejecutivo del comando, Alberto Espina (RN), pidió directamente a los votantes de Kast “reflexionar” sobre su opción y respaldar al ex mandatario. No pasó nada.

Y Kast seguía remontando en las encuestas, lenta pero constantemente.

La “filtración” de un chat privado del ex presidente de la UDI dejó al desnudo su angustia y sobre todo expuso la profunda fractura interna de la UDI; el senador Larraín termina el mensaje con un llamado a los militantes. “El seudopurismo de JAK (sic) puede significarnos más gobiernos como el actual y eso no es bueno para Chile ni para nuestros principios”, “Respeto a quienes ven con buenos ojos a JAK (sic), (pero) deben hacerse responsables de lo que puede significar impulsar opciones que no tienen destino político y que pueden dañar a otras que sí lo tienen”. La intervención de Blumel, por su parte, fue un compendio de confusiones: no distinguía a los militares en retiro de los en servicio, desconocía las motivaciones de cada grupo, ignoraba sus respectivos intereses e imaginaba una curiosa relación de mando y autoridad entre los diversos grupos de militares retirados.

El tiempo seguía corriendo y no se llegaba a nada. Las cosas con los militares en servicio activo tampoco avanzaban. Se invitó a un comité para diseñar la parte de Defensa del “Programa de Gobierno”, concurrió un amplio grupo: internacionalistas, ex ministros, ex – senadores, ex subsecretarios y políticos de diferentes niveles y se les pidió una propuesta. Pasó poco. Se designó a un experto “con experiencia real” en el Ministerio, tampoco pasó mucho.
A todo esto, la UDI ya convencida de que no habría triunfo en primera vuelta prefirió cerrar el tema Kast y dejarlo para que “se resolviera solo” cuando Piñera y Guillier pasaran a segunda vuelta.
La UDI, consciente de que, para sus militantes, el entusiasmo por Piñera es solo instrumental para obtener el gobierno, sabe que Kast cuenta con muchas mas simpatías internas de lo que se dice y este si es un problema grave.

Todo el asunto Kast – Militar era un embrollo y no quedó mas que la intervención directa del candidato.

Afortunadamente venía “el debate”, oportunidad en que Piñera lanzó dos temas al ruedo: «Creo que, por razones humanitarias, todas las personas que están en la parte final de sus vidas, con enfermedades terminales, alzhéimer, que no saben dónde están, o con cánceres terminales, debiéramos conmutar la prisión en un cárcel por arresto domiciliario total para que mueran en paz y con dignidad junto a sus seres queridos”. “Eso no es solamente para los presos de Punta Peuco, es para todos los presos chilenos que están al borde la muerte, que mueran con dignidad».

Segundo, reconoció que los “cómplices pasivos” estaban en mas sitios que en la UDI y las FFAA, que estaban también en los medios de comunicación social, en los partidos políticos, en el Poder Judicial y lamentó también, que el Gobierno militar tardara 17 años en entregar el gobierno -después de reconstruir la economía, desbandar a los grupos terroristas internos y derrotar la agresión internacional del Partido Comunista apoyado por Cuba Alemania Oriental y Rusia, que pretendían impedir el establecimiento de un régimen democrático en Chile-.

Gonzalo Cordero, en entrevista que dio a La Tercera, interpreta así la nueva posición de Piñera: Durante el debate se reflotó el tema de los “cómplices pasivos”. ¿Qué le pareció la respuesta del ex mandatario? Fue una muy buena respuesta. Me pareció que puso su expresión en un contexto amplio, que me parece que resulta interesante, descriptivo, analítico.
Usted, incluso, a través de Twitter calificó como “brillante” la respuesta de Piñera. ¿Por qué?
Porque equilibró muy bien los distintos factores que incidieron en el quiebre de nuestra democracia, los distintos tipos de responsabilidad que hay en lo que pasó en nuestro periodo de la historia y, al mismo tiempo, cerró con una proyección hacia adelante, que es de aprendizaje.
¿Eso es para no contrariar al denominado mundo militar?
No. Creo que representa una manera madura de alguien que ya ha gobernado el país y que tiene una visión de estadista.

Bien por Cordero, logró dar un barniz de liderazgo y de estadista al candidato. De ser cierto, el de Piñera parece un cambio pequeño pero promisorio, lo lamentable es que le tomó 46 años comenzar a entender el problema de fondo.

De cualquier manera, su oferta es mezquina: mantiene la falsificación sistemática de la verdad histórica; no pone fin a las calumnias contra las FFAA; no cesa la prevaricación judicial; continúa la campaña de construcción -por parte del Partido Comunista- de una “verdad oficial” mediante los Museos de la Memoria, de propiedad privada pero financiados millonariamente por el estado.
Es decir, no pone fin, ni siquiera inicia un proceso, para terminar el cultivo sistemático del odio hacia las FFAA por parte de la izquierda.

Y aquí estamos.

Nadie sabe si las ofertas de Piñera se cumplirán. También se ignora que intentará hacer en el sector defensa. La experiencia anterior con ministros como Ravinet, Allamand y Hinzpeter fue lamentable. Es evidente que no le interesan las FFAA.
En este ambiente, las características del nuevo Ministro son mas relevantes que los lirismos que se escriban en el programa y no hay razones para ser optimista.

La verdadera crisis política vendrá cuando quede claro que, aunque no le guste a Vargas Llosa, variedades de conservadores existen transversalmente en toda nuestra sociedad, que no son pocos y que están cansados de ser maltratados. Que la tiranía de la máquina de la izquierda para difamar y construir realidades ha abusado demasiado.
Veremos conflictos serios en la UDI y entre la UDI y RN. La izquierda por su parte entrará en guerra civil; y los militares chilenos continuarán existiendo, cada día mas cansados del impune bulling comunista.

Y nada se resolverá mientras los políticos, militares, intelectuales y ciudadanos, bajo el activo liderazgo del Presidente, no enfrenten la verdad de nuestra historia entre 1965 y 1990 y permitan la existencia de un régimen político honesto y veraz.