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LA ELITE POLÍTICA ESTÁ DESNUDA

El término Elite o Élite, corresponde a un conjunto minoritario de individuos o grupos que ocupan posiciones de autoridad y ejercen influencia, por cuanto poseen determinadas características que son valoradas socialmente.

Las teorías sobre las élites políticas surgieron en Europa a finales del siglo XIX como consecuencia de los grandes cambios económicos, sociales y políticos que caracterizaron esa época y que en el ideario de los políticos actuales, sigue vigente. Para apoyar nuestro análisis comenzaré haciendo una muy breve revisión de sus ideas centrales.

La teoría de las élites tiene su punto de partida en la constatación de que en toda sociedad hay unos que mandan, gobiernan y dirigen (la minoría) y otros (los más) que obedecen y son gobernados. El fundamento de la teoría está pues, en la diferenciación entre quienes detentan el poder, las élites, y los que no tienen poder, las masas, que son dirigidas por aquellos.

La concepción clásica de la teoría de las elites de Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca y Robert Michels, presenta la existencia de estos grupos como inevitable y producto de las características personales de sus miembros, de su cohesión interna, capacidad de organización y sistema ad-hoc de reclutamiento.

Según Pareto, la clase superior, se divide, a su vez, en dos grupos, un primer grupo que conforma la elite gobernante –políticos, empresarios, iglesia, prensa- que ejerce directamente la función conductora de la sociedad y un segundo grupo conforma una elite no gobernante, que dirige asuntos sectoriales: militares, burocráticos y otros, subordinada a quienes gobiernan.

La minoría que detenta el poder en una sociedad es asimilable a una auténtica clase social, la clase dirigente o dominante, porque aquello que constituye su fuerza y le permite mantenerse en el poder es precisamente su organización y estructura.

Los partidos políticos” es una obra fundamental en el trabajo de Robert Michels, en ella da a conocer su teoría de la oligarquía, conocida comúnmente como la ley de hierro, según la cual todo sistema político o social acaba siendo dirigido, de hecho, por un número reducido de personas.

Para que ello suceda, hay tres factores constantes que causan la captura del poder por parte de oligarquías. En primer lugar, Michels considera que las masas tienen una imposibilidad mecánica y técnica para ejercer el gobierno directamente y eso posibilita la aparición de burocracias en los partidos que acaban capturando el control de dichos sistemas que, de ahí en adelante, quedan fuera del alcance de las masas, capturado por los miembros de la burocracia oligárquica.

En segundo lugar, hay motivos psicológicos que impulsan y mantienen a las oligarquías. Las masas tienen dependencia de sus líderes, puesto que son apáticas y demandan que alguien piense por ellas, cubriéndoles la necesidad de dirección política que delegan en esos líderes.

Por último, las masas demuestran ser intelectualmente inferiores ya que aún siendo más numerosas no consiguen apoderarse del control de los sistemas políticos. Han recibido una educación inferior y se ven obligadas a restringir su propia voluntad de autogobernarse para entregar esa autoridad a líderes mejor preparados que ellas mismas.

Finalmente, un antecedente fundamental del sistema político que actualmente se considera legítimo, es la obra del estadounidense Charles Wright Mills autor de “La elite del poder”, uno de los más importantes e influyentes sociólogos del siglo XX. Mills al analizar la progresiva concentración del poder que se producía en sociedades modernas desarrolladas comprueba que la ‘elite del poder’ se conforma históricamente alrededor de las instituciones políticas, económicas y empresariales por individuos que poseen gran afinidad, comparten experiencias vitales y se encuentran ligados entre si por lazos familiares, económicos y sociales, además de un interés común de perpetuar el sistema para lo cual, mediante el intercambio entre instituciones y la cooptación de elites entre sus distintos ámbitos de actuación, aseguran el mantenimiento y la extensión de su capacidad de control para mantener el statu quo de la sociedad. Una oligarquía perfecta.

Esta breve síntesis nos muestra que 1.- Los cambios económicos, políticos y sociales del siglo XIX que dieron origen al sistema de elites y partidos políticos, y determinaron sus comportamientos como hoy los conocemos, quedaron obsoletos por los cambios aun mas profundos y radicales que la sociedad humana está viviendo en el siglo XXI, particularmente en la difusión del conocimiento, la tecnología de las comunicaciones y del acceso a la información. Las «masas» devinieron en «opinión pública».  2.- La diferenciación entre quienes ejercen el poder y los que no lo tienen se ha reducido radicalmente por efecto de la mayor educación general; la difusión del conocimiento político, económico y de gestión; las tecnologías de la información, la reducción de la diferenciación social entre quienes detentan las élites y los que no tienen poder y la amplia y creciente exposición de gran número de personas a la experiencia de conocer otros países y sistemas políticos y económicos  ha debilitado las bases de la autoridad y legitimidad de las elites. 3.- El conjunto minoritario de individuos o grupos que ocupan las posiciones de autoridad han perdido su influencia y su legitimidad al no poder acreditar las características de excelencia moral y técnica que validen su presunta superioridad ante el pueblo, peor aun, en Chile parecen estar bajo el promedio general. 4.- La cohesión interna, capacidad de organización y sistemas de reclutamiento de las elites se desprestigió por su opacidad y exclusión derivando en la existencia de minorías dominantes que funcionan para su conservación de poder y hacer avanzar sus propios intereses. 5.- En la apreciación de la gente, la elite gobernante se distanció fuertemente de la elite no gobernante. En todas las sociedades modernas los Partidos Políticos; los grande Empresarios; los Políticos; el Congreso, el Gobierno y la Iglesia ha caído muy por debajo de las FFAA; la Policía; las Radios; los Académicos y los Pequeños Empresarios en cuanto a su apreciación y valoración de integridad, moral, eficacia técnica y probidad, en que los segundos superan en forma constante y amplia a los primeros.

Esta situación no es una crisis pasajera, es el fin de un sistema de organización social y política que dejó de interpretar la realidad. El escrutinio, la crítica, el cuestionamiento, la participación y sobre todo, la capacidad y voluntad de tener puntos de vista propios, posibles gracias a la combinación de educación, acceso a la información y discusión en redes de miles de personas de diferentes orígenes, intereses y experiencias, algunas calificadas y otras no, sobrepasan largamente la capacidad de los que algunas vez fueron sus “representantes” políticos. La función de intermediación de los políticos entre el pueblo y el gobierno dejó de ser real.

La opinión pública estableció nuevos estándares de probidad, calidad, compromiso, transparencia apoyándose en los nuevos sistemas de información, que no puede ser satisfecha por el sistema político oligárquico y de aficionados existente actualmente. Los análisis disponibles para el público son mas imparciales, realistas y honestos que los que produce y maneja el sistema político.

La guinda de la torta es, sin duda, la colusión entre los políticos y los empresarios, en perjuicio del público. Esta colusión es en realidad una cooptación; una compra o arriendo de lealtades políticas por parte de intereses económicos, este tema, de importancia fundamental, lo revisaré en otra columna.

La realidad nos señala que no estamos ante una falla parcial del sistema político, sino ante su obsolescencia, pérdida de legitimidad, comprobada incapacidad técnica y carencia de los valores morales imprescindibles. La esperanza de conseguir que sean ellos mismos –los políticos en ejercicio- quienes modifiquen sus características, se reformen y cambien, es solo una ilusión sin fundamento. El cambio será profundo y radical y provendrá desde fuera del sistema.

Mire a su alrededor, lea el diario, escuche la radio y verá que la crisis es real y profunda. El sistema se agotó, necesitamos algo diferente.

 

ELECCIONES EN CHILE: MI PROGRAMA

El 7 de noviembre de 2013, en vísperas de las elecciones presidenciales que nos han traído hasta lo que estamos viviendo hoy, escribí lo que sigue.

Nadie me hizo caso, lo que era esperable, pero creo que ahora que el tema surge de nuevo; con mas agua corrida bajo los puentes y con mas experiencia, puede que alguien se interese en mis inquietudes.

“Las palabras han perdido todo su significado. Los juegos de declaraciones, silencios, trascendidos y chamullos de los candidatos presidenciales y sus grupitos me tienen confundido. Como ya no entiendo quién dice qué va a hacer que, me he visto forzado a poner por escrito, en castellano simple y directo, que es lo que quiero como programa de gobierno para los próximos cuatro años. A partir de este listado, veré cual candidato es el que me interpreta. Si no hay ninguno, no voto.

Por si le es de utilidad, se los muestro:

1.- Economía.

En los últimos 40 años a mi familia le ha ido bien. Desde 1996, Chile tiene el ingreso per cápita más alto de la región. Entre 1973 y el 2014, el ingreso de las personas aumentó sensiblemente. Desde 1990 a la fecha, la pobreza se ha reducido mucho. El desempleo ha bajado sustancialmente y la inflación ha sido muy baja. Lo anterior indica que estamos en el buen camino. Chile es una continuidad, si perseveramos siguiendo con lo que está resultando bien, seguramente seguiremos avanzando en forma sostenida. “No hay que reparar lo que está funcionando bien”

En breve, en lo económico, no quiero revoluciones ni cambios radicales. Que por ningún motivo aumente el desempleo, ni la inflación ni que se detenga el crecimiento del país. No sé si la manera de allegar recursos para el estado es aumentando o disminuyendo los impuestos –eso es instrumental-, lo que quiero es que el gobierno disponga de los recursos necesarios para apoyar a los que de veras lo necesitan, pero sin matar la gallina de los huevos de oro.

Las claves que yo quiero que se respeten son: estabilidad de las reglas; apoyo a las Pymes; control de los gastos fiscales y que las grandes empresas paguen sus impuestos sin hacer “planificación tributaria” tramposa.

2.- Desigualdad.

Si bien la igualdad no existe ni entre las personas ni entre los grupos ni entre las regiones, no me gustan las desigualdades excesivas. El gran igualador es la educación y el reconocimiento de los méritos de cada persona independiente de sus relaciones y apellidos. Esto no es fácil ni rápido de resolver, pero hay que avanzar decididamente y no postergarlo más.

Es evidente que en este tema hemos avanzado, pero falta. La empresa privada, con excepción de los puestos directivos, no se fija mucho en apellidos; busca y paga a la gente por sus resultados (es uno de los beneficios del lucro). No ocurre lo mismo en la administración pública, donde la repartija va más bien por las relaciones políticas y sociales, aquí mi gobierno tendría mucho por hacer. Lo mismo en las universidades, empresas del Estado (en especial Codelco), judicatura y otros en que los empleos se traspasan de padres a hijos y entre parientes y amigos.

Hay personas –familias- que nunca podrán salir de la marginalidad y la pobreza sin ayuda. Ellos requieren apoyo de mi futuro gobierno, pero a cambio del esfuerzo y compromiso de los beneficiarios. Nada de regalos ni bonos. Existen programas sociales para ello, hay que mejorarlos, hacerlos más potentes, más justos, eliminar su uso político y mejorar su eficiencia. Que la ayuda llegue en forma efectiva y oportuna a los que verdaderamente la necesitan. La mejor ayuda es capacitación y empleo, lo sé por experiencia.

La clase media está saliendo adelante, no necesita mucha ayuda, pero si requiere apoyo para hacerles la vida más grata: especialmente en vivienda, educación, salud y transporte.

3.- Educación. 

Estoy dispuesto a aportar lo mío para que ningún estudiante capaz quede fuera del sistema y que sus posibilidades de progreso no sean limitadas por la mayor o menor solvencia económica de sus padres. Pero que se entienda bien, los estudiantes y padres que se beneficien de mi esfuerzo también deben comprometerse y cumplir. Deben estudiar y obtener buenos resultados académicos. No estoy para mantener flojos, vagos ni agitadores. Los profesores deben ser evaluados y, al igual que los alumnos flojos, si son deficientes, eliminados del sistema con financiamiento estatal. Los malos estudiantes que quieran seguir en la universidad, que sus padres paguen en una universidad privada. Los niños que destruyen los establecimientos en que se suponen que estudian o maltratan a sus profesores, deben ser eliminados del sistema estatal.

La diferencia entre las personas la hace la calidad de la educación que, como dije, creo que descansa principalmente en el esfuerzo de los estudiantes. Otros elementos importantes son la calidad de los profesores y la calidad de los establecimientos educacionales. Si a los malos profesores los quiere contratar un colegio particular, es asunto suyo. A los buenos profesores del sistema estatal hay que subirles el sueldo al doble o triple. Que los estudiantes de pedagogía se peleen por ser profesores de escuelas y liceos fiscales.

No me importa que haya establecimientos educacionales sin o con fines de lucro, tampoco que sean privados, estatales o algún tipo de combinación, que sean nacionales u originarios de otros países. Me importa que sea posible pagarlos y que la educación que entreguen sea de la mejor calidad. Para lo anterior, no tengo la solución, y no me interesa cual sea, me basta con que sean buenos y al alcance de mis capacidades económicas, con becas, aporte del estado o la solución que sea, siempre que funcione. Mientras más alternativas haya, mejor.

La educación pre escolar, la básica y la técnica son las que más urgentemente necesitan atención y apoyo porque son las más importantes.

4.- Gobierno. 

El centralismo me asfixia. Los que vivimos en regiones no somos menos inteligentes ni menos responsables que los santiaguinos y sabemos bastante mejor que ellos que es lo que queremos y como lo queremos. Que parte sustantiva de los impuestos que las empresas pagan en cada región, queden en ella y déjennos administrarlos solitos.

Quiero gobierno regional elegido y con poder.

5.- Institucionalidad.

Siempre es mejor que haya menos senadores y diputados. Las regiones no necesitan más “representantes”, ya que los políticos ¿trabajan? para promover intereses económicos, partidos y grupos políticos e intereses de grupos sociales organizados, pero no al común de la gente (excepto en períodos electorales).

No quiero reelecciones ni destituciones del presidente de la república, por ese camino iríamos directo a la vía venezolana o argentina.

Quiero que exista la posibilidad de revocación de sus cargos, -por parte de los ciudadanos de la región por la que fueron elegidos-, para los diputados y senadores que se cambien de partido; no cumplan sus deberes o pierdan la confianza de sus electores. Más transparencia de los políticos respecto a sus haberes e intereses personales. Examen anti drogas periódico y obligatorio; asistencia mínima controlada a votaciones y comisiones;  reducción de “dietas” y asignaciones; sanciones efectivas por abuso de poder.

6.- Energía

No podemos seguir negándonos a todas las alternativas. No más carbón. No energía nuclear hasta que estemos seguros que no implica riesgos como los de Fukushima. Si a la energía hidroeléctrica, es la mejor y más abundante que tenemos. Si a las energías limpias y renovables, pero por ahora como complemento de la energía eléctrica.

7.- Relaciones exteriores. 

No más contemplaciones con los abusos y despropósitos de los actuales gobiernos argentino y boliviano. Respeto al fallo de la Corte Internacional de Justicia y adelante con la Alianza del Pacífico. Sigamos avanzando hacia Oriente. Las mejores relaciones con la región, pero sin acompañarlos en sus aventuras y desvaríos ideológicos.

8.- Seguridad

La justicia “garantista” nos quedó grande. Que los tribunales apliquen una mano más dura y que se avance substantivamente en el uso de “penas alternativas” a la privación de libertad. Que los padres sean hechos responsables de los delitos de sus hijos menores de edad.

Las ciudades son unos chiqueros: perros abandonados, paredes rayadas, calles sucias, con mala iluminación, plazas abandonadas o invadidas por muchachos borrachos, drogados o teniendo sexo en público. Este es el punto de partida para controlar la delincuencia. Hay que hacer un esfuerzo serio en esa dirección.

No más encapuchados; bombas molotov ni destrucción de buses y mobiliario urbano. No mas agresiones a Carabineros.

9.- Salud

Vamos avanzando. Hay que mejorar el control sobre las Isapres y controlar la calidad del servicio y de la gestión en los hospitales públicos y particularmente a los médicos.

10.- La Constitución.

Me parece que todo el asunto es una moda política. Fuera de modificar el sistema electoral bi-nominal y la ley de partidos políticos para poner fin a las reelecciones de los parlamentarios, el resto es cuento. No me interesa.

No es mucho lo que pido, solo que los políticos también piensen en nosotros y no solo en ellos.”

Querido Político:  Nuestra relación terminó. El problema no eres tú (que eres incapaz y deshonesto), soy yo, (que te elijo y te reelijo).

 

Las «filtraciones judiciales»: cobardía y estupidez de la derecha

Luego años de escucha e interceptación de las comunicaciones personales y empresariales del comisionista en armamentos Guillermo Ibieta, el 2 de junio del 2009 la Policía de Investigaciones incautó el disco duro de su computador que contenía 100.000 archivos, en el marco de la investigación del llamado caso Riggs y su “arista”, el caso Leopard.

Súbitamente, la información obtenida en los archivos digitales de Ibieta fue transferida a la prensa, que comenzó activamente a fabricar la imagen de una relación dolosa entre miembros de la Armada culpándolos de haber cometido graves delitos contra la “seguridad nacional”

La inmoralidad es evidente; la “investigación” periodística se sustentaba en la “filtración” de la información reservada obtenida por la PDI y bajo custodia de la Fiscalía para los fines de la causa judicial, usandola contra marinos a los que se acusó de haber “filtrado” esa misma información a Ibieta. Y nadie se escandalizó.

Aquí entra a tallar otro medio de comunicación, esta vez digital, que inicia una campaña destinada a “establecer” que esas personas eran culpables por lo que debían ser castigadas, ya!, aunque no haya habido un juicio formal al respecto.

En esta acción, se destruye la carrera de varios oficiales, contra los cuales no fue probado ningún delito.

En el intertanto, en su investigación el Ministro de Fuero Manuel Antonio Valderrama y el Fiscal Metropolitano Oriente Carlos Gajardo solicitaron al Ministro de Defensa información detallada sobre el proceso de adquisición de las fragatas, en Holanda, la que fue entregada por la Armada al Ministerio de Defensa Nacional mediante el Oficio Secreto N° 4561/3079 del 25 de Junio de 2012.

Pues bien, muy poco después, el mismo medio digital –The Clinic- promotor de la campaña contra los oficiales navales, la dio a conocer, in extenso y completamente, repitiendo la ilegal e inmoral acción anterior con el “disco duro de Ibieta” y ahora si atentando gravemente contra la seguridad nacional.

Sobre la base de tan endebles argumentos, un oficial fue dado de baja, injusticia aplaudida por el entonces Ministro de Defensa Andrés Allamand Zavala, quien en una potente demostración de “liderazgo” se unió al coro de infidentes declarando a un medio de prensa: ”Renuncia de un Capitán de la Armada “refuerza” (su) política de probidad”.

Aquí tenemos un caso en que varias personas fueron vulneradas en sus derechos como resultado de la falta de ética periodística y queda clara la existencia de un poder judicial de facto que promueve sus propios intereses, corporativos y personales.

La ausencia de investigación judicial; el silencio de los medios de comunicación respecto a las serias vulneraciones a la seguridad nacional ocurridas en las “filtraciones” de información desde los tribunales de justicia y la lentitud y falta de entusiasmo del Poder Judicial para examinar sus propias falencias al respecto, muestran una extraña benevolencia o derechamente la complicidad entre ambas partes.

Nadie dijo ni hizo nada. La Corte Suprema dispuso una investigación que nunca llegó a nada y murió sin que nadie se hiciera cargo de los efectos devastadores para varias personas y sus familias y para la seguridad nacional que vio entregada a la publicidad un grueso legajo de información secreta muy sensible.

De los políticos de izquierda no cabía ni cabe esperar nada, solo odio y venganza, pero de los de derecha era razonable imaginar que se interesarían en poner coto a una práctica que en ese momento apuntaba a dañar a las FFAA, pero que la lógica mas elemental señalaba que mas temprano que tarde, los tocaría a ellos. Pero no, pudo mas la cobardía y la estupidez y miraron para otro lado.

El 9 de diciembre de este año, el jefe de comité político de la UDI, Víctor Pérez, emplazó al fiscal nacional, Jorge Abbott, a iniciar una investigación criminal por las filtraciones en los casos de financiamiento irregular de campañas políticas. Esto, luego que se conocieran nuevos antecedentes respecto de las indagatorias que involucran a la senadora de su partido Ena von Baer.

«Las filtraciones son un delito; los fiscales tienen obligación de guardar reserva, y el Código Penal establece claramente cuáles son las sanciones», dijo Pérez, pidió «que inicie una investigación criminal puesto que aquí se han utilizado las filtraciones para dañar políticamente a un sector», «hay un sesgo discriminador de la Fiscalía», porque, a su juicio, solo se filtran los casos de la oposición y no de la Nueva Mayoría.

Ante estas filtraciones el Fiscal Nacional aseguró que «hay algunas investigaciones que están en curso y se han recibido dos denuncias en los últimos días».

Además explicó que solicitó ver algunas «denuncias vigentes sobre la materia, para ver la posibilidad de acumularlas, cuando se traten de la misma causa. De tal modo de investigarlas todas juntas».

Agregó que: «Me parece de especial gravedad la existencia de este tipo de filtraciones que significa la constitución de delitos penados tanto en el Código Procesal como en algunas leyes especiales como la de lavado activo».

Y señaló que se debe «tomar una determinación» respecto a la realización de un sumario al interior del Ministerio Público para establecer responsabilidades.  Hoy, 11 de diciembre, Abbot nombró al fiscal Montes, hijo del senador Montes, para producir resultados en este tema.

¿Cree alguien que esta vez la “justicia” chilena investigará, llegará a la verdad, sancionará a sus colegas del Poder Judicial y reparará la injusticia y la destrucción de las carreras y del honor de los agredidos?.

Yo no. Hoy día en Chile las cosas no funcionan así.

 

LA VUELTA DE CARNERO DE EVO

Grande Evo; no tiene mar pero sabe navegar en mares procelosos. Es un intuitivo nato.

Vio venir las nubes en el horizonte y oportunamente comenzó a orientar las velas del gobierno boliviano para hacer frente al temporal que se acercaba.

Como navegante experimentado sabe que los cambios de rumbo hay que hacerlos antes que el oleaje tome fuerza y las olas se encrespen … y hay que hacerlos con rapidez para abreviar el tiempo de peligro de volcarse.

La cosa pintaba mal para el socialismo del siglo XXI:

– Cristina de salida, con escándalo de truenos histriónicos y relámpagos de utilería como solo ella lo sabe hacer: mas que un final wagneriano, un lastimoso esperpento institucional.

– Dilma, con la carga de la corrupción desestibada, amenazando dar vuelta de campana la nave del estado, la tripulación amotinada y ella caminando por el tablón empujada por la punta de la espada de los socios que ninguneó cuando era poderosa, mientras su amigo Lula, haciéndose el despistado, mira al horizonte por sobre la otra borda, tratando de pasar desapercibido;

– El gran Maduro hundiéndose con poco estilo, el agua llegándole ya al cuello, pataleando desaforado y hablando como loro, sin poder cerrar la boca. Los milicotes chavistas tratando de hacer buena letra y el bueno de Diosdado pensando hacia que costa nadar.

– Sus compadres Castro, isleños, navegantes de toda la vida, expertos en correr temporales, ya habían cambiado el rumbo dirigiéndose a buscar refugio -con decisión y sin titubeos- en los puertos capitalistas de Florida.

– Su amigo Correa, previsor él, renunció a la reelección eterna, recogió velas y se puso “al pairo”.

Para colmo de los colmos, el intento de presidencia eterna de Evo, pergeñado por García Linera, estaba haciendo agua ante la falta de entusiasmo de la tripulación altiplánica.

Navegar aguas populista requiere disponer de muchos recursos económicos, los tripulantes de esos regímenes son exigentes e inmisericordes y los tesoros capturados producidos en gobiernos anteriores se estaban agotando. Es sabido que el populismo sin chequera no tiene destino. Evo captó la situación y en forma silenciosa y diestra comenzó el viraje. Emblemático, próximamente intentará abuenarse con EEUU, no como actividad mediática o propagandística, en serio, lo doy firmado.

Hace ya mas de tres semanas que bajó el tono de su insultos hacia Chile, su gobierno y su gente. Luego se calló. Presa de un súbito silencio y de una mesura que todos desconocíamos comenzó su acercamiento a sus ex enemigos capitalistas; es que es muy fome quedarse solo en el planeta, sin plata, sin inversiones y sin que nadie se la juegue por su destino.

Su última gira europea no lo dejó del todo convencido de que la Canciller alemana Angela Merkel y el francés Hollande lo seguirían en su ruta revolucionaria; su propuesta de abolir el capitalismo, -aunque audaz y creativa-, no encontró todo el eco deseado, en realidad no encontró ninguno. Tampoco logró que los ayatolas Iraníes desplazaran a Alá en su ideario religioso y lo reemplazaran por la Pachamama, ni pudo convencer al Papa Francisco de poner un Ekeko en el altar mayor del Vaticano.

La cosa no pintaba bien y Evo, mediterráneo pero marino de alma, intuitivo y perspicaz, se acogió al antiguo adagio que, traducido en beneficio de los lectores no expertos en dialectos marineros, se lee como: cuando te tienen agarrado del cogote cierra la boca, no te muevas y no jorobes, si haces otra cosa, peor para ti.

Comenzamos a convivir con un nuevo Evo, discreto, amistoso y levemente capitalista. Cada día será peor para su proyecto revolucionario, la tendencia es negativa para sus aspiraciones y la marea va en otra dirección, lo bueno para él es que se dio cuenta oportunamente y ya está enderezando el rumbo.

Evo, estás ante tu última oportunidad, arrepiéntete, retira tu demanda ante la Corte Internacional de Justicia, pide disculpas a Chile y trata de comenzar todo de nuevo, ahora con buenos modales y con peticiones racionales, puede que te resulte algo como es sabido, el 1% de algo es mejor que el 100% de nada.