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PABLO IGLESIAS AL SALVATAJE DE BORIC

A modo de precalentamiento Iglesias insultó y descalificó a los políticos de Chile que no le gustan. En medio de su fracaso, Allende trajo a Fidel Castro para relanzar la revolución, Boric, después de la derrota abrumadora del Rechazo, trae a Iglesias.

Lo más probable es que trate de consolarlo y darle ánimos, pero lo mas relevante son las directivas que le deje.

La primera corrección apuntará, con seguridad a que Boric y su pandilla hagan abandono y se alejen de las tropelías que han empleado en forma sistemática contra la nación y sus símbolos.

El espectáculo de los Convencionales pifiando y abucheando a la orquesta de niños que interpretaban la Canción Nacional fue satisfactorio para el extremismo de izquierda y el Partido Comunista pero no cayó bien en el pueblo chileno, igual que la “artista” trapeando el suelo con la bandera. Peor aun fue la destrucción de la Tumba del Soldado Desconocido y del monumento al General Baquedano.

Capítulo aparte son los shows porno-políticos de grupos de degenerados ultrajando la decencia en forma obscena frente a un público que incluía la presencia de menores en un escenario en la Alameda o el asqueroso montaje “artístico” armado en Valparaíso bajo la mirada benévola del Alcalde y demás autoridades Frente Amplistas.

La sistemática campaña contra los deportes tradicionales, como el rodeo, sostenido con persistencia tampoco han contribuido a acercar a Boric y su revolución al Pueblo Chileno.

Para los “intelectuales” que visitan y asesoran a Boric, “lo está en juego es nada menos que el sentido de la patria y el pueblo. El que se apropie de esos conceptos vitales y les dé un cierto contenido ganará la partida por el futuro de Europa: “la batalla política fundamental en Europa va a ser quién construye el pueblo (…) Lo podemos construir nosotros, los sectores transformadores, o los reaccionarios, pero creo que esa será la batalla fundamental.” Lo mismo respecto de la patria, concepto clave que engloba el elemento de comunidad nacional, que es el punto ciego y el talón de Aquiles de la visión tradicional de la izquierda: “de la pertenencia nacional nosotros nos hemos apartado porque nos parecía un arcaicismo o porque nos parecía esencialmente reaccionaria. Claro, eso le ha dejado todo el campo libre a fuerzas reaccionarias.” Por ello hay que reivindicar la patria y ganarla para un proyecto popular de izquierda”, “a la fuerza de los de arriba no se le puede oponer la izquierda, sino la mayoría heterogénea y mestiza de los de abajo” y para ello los sectores medios son decisivos ya que su incorporación al campo del cambio político es condición sine qua non.”[1]

Este discurso también lo ha promovido Noam Titelman, que señala que “la gran reflexión pendiente es sobre el déficit que hubo en atraer el apoyo (para el Apruebo) justamente de los más pobres”. Concluye: La (extrema) Izquierda necesita tomarse en serio las tradiciones, la patria y las demandas de tranquilidad”

Boric ejercita sus músculos, precalienta, para darse otra vuelta de carnero, otra “voltereta”, que esta vez lo sacará de la Plaza de la Dignidad y lo llevará de vuelta a la Plaza General Baquedano.

Con una dura cara de palo presidirá la “reinauguración” del Monumento destruido por los vándalos de su Primera Línea en la primera fase revolucionaria que ha quedado atrás.

¡¡¡ Viva la Patria !!!


[1] Entrevista a Iñigo Errejón, 3 de diciembre de 2016 en lamarea.com 

EL FRACASO DE BORIC

Según su estatuto, el partido de Boric está comprometido con una sociedad socialista, democráticalibertaria y feminista.

“Suscribe un feminismo que entiende las relaciones existentes entre el patriarcado y capital y cuestiona las estructuras productivas y reproductivas; el reconocimiento de la diversidad de los pueblos originarios existentes antes de la configuración del Estado nación, y defienden un Estado plurinacional. Para Convergencia Social, la nacionalización de bienes extractivos supone condiciones distintas para el bienestar social.

Sus transformaciones sociales e institucionales forman parte de un proyecto histórico socialista y debe involucrar una redistribución del poder y la democracia radical para un orden social nuevo”.

En palabras de Pablo Iglesias[1], se trata de “de un movimiento estudiantil, que miramos con mucha atención, están gobernando Chile y han llegado mucho más lejos de lo que nosotros hemos llegado, representando una voluntad popular de transformación que va mucho más allá de la izquierda, que tiene que ver con una voluntad de refundar el país en términos democráticos, es algo muy emocionante”.

La Convención Constitucional, bajo la inspiración de estas ideas, intentó armar una Constitución que Boric aprobo y cuya promoción y liderazgo asumió como jefe de campaña.

Esta propuesta, que de hecho contenía las ideas centrales de su partido y que era totalmente funcional a su programa de gobierno, fue rechazada inapelablemente por los chilenos en una paliza en que votaron en una proporción de 62 % en contra y 38 % a favor.

En breve, el proyecto político representado y liderado por Boric no encontró ni la más mínima acogida.

Los derrotados culparon a la “falta de comprensión” por parte de los ciudadanos; a la campaña de sus oponentes -no comparable al obsceno intervencionismo gubernamental- y según Boric, entrevistado por una periodista en EEU, porque “No puedes ir mas rápido que tu pueblo”. Según el entrevistado, el Rechazo fue causado por la velocidad y apuro en “avanzar” hacia el destino que ellos querían y no a que los viajeros simplemente rechazaran el destino propuesto.

Por otra parte, en la primera vuelta presidencial Boric había hecho su campaña exponiendo su programa hecho en los términos de sus creencias ideológicas, es decir “comprometido con una sociedad socialista, democráticalibertaria y feminista” en que fue derrotado por José Antonio Kast.  Para conseguir en triunfo en el balotage, tuvo que recurrir a disfrazar su programa “revolucionario” envolviéndolo en una palabrería “socialdemócrata” que le permitió ser elegido. Debemos reconocer que esta segunda versión fue un engaño ya que su programa de gobierno no experimentó cambios y, ya en el poder, su apoyo a los constituyentes confirmó su intención de mantener su proyecto ideológico sin cambios.

Así, la misma ciudadanía que rechazó su propuesta de gobierno en la primera vuelta de la elección presidencial, luego creyó su falsa “voltereta” para el balotage, en el plebiscito de salida rechazó y en forma abrumadora, la Propuesta Constitucional.

En breve, los chilenos rechazaron la propuesta de Boric tanto en su expresión programática de gobierno como su Constitución.

¿Qué puede hacer Boric en esta situación? ¿Cómo hacer un gobierno cuyo programa fue rechazado ampliamente a solo 6 meses de iniciar su período?. ¿Como gobernar teniendo una concepción de país rechazada en forma aplastante?.

Podría seguir el consejo de su otro mentor, el boliviano Álvaro García Linera: “¿Cómo hacer para, estando dentro del Estado, seguir debilitando el Estado y de alguna manera, generando un movimiento popular? Con políticas antiestatales desde el Estado. Antiestatales porque son populares, son de creación de sujeto popular incluso desde el Estado. Es algo absolutamente original, me parece a mí, en la reflexión política emancipadora”.

Podría intentarlo “agudizando las contradicciones” pero sin mayoría en el Congreso podría encontrar dificultades.

Por otra parte la situación económica en creciente deterioro al menos durante los dos próximos años, no deja espacio político para maniobras de agitación que pueden terminar exacerbando la ira ciudadana. Las necesidades reales de los chilenos, economía (inflación), empleo, seguridad pública, terrorismo en la Araucanía, inmigración ilegal masiva, deterioro de la calidad de vida en las ciudades y empobrecimentode la clase media, todos ellos son temas que no significan nada para los “revolucionarios” por lo que carecen de voluntad, además de capacidades y experiencia para enfrentarlos.

Según Pablo Iglesias, “Ya lo dijo un venezolano llamado Hugo Chávez Frías: Chávez no soy yo, Chávez es el pueblo.  Un movimento revolucionario conformado por “causas” o “demandas” sectoriales verticales de diferentes “identidades” es muy dificil de integrar y su única posibilidad es disponer de un “líder carismátco” que Boric, definitivamente está lejos de ser. Mas aun, su imagen se deteriora a diario.

El futuro de Boric es incierto. Impredecible y probablemente oscuro. El peso del esfuerzo cae en una clase política desprestigiada, carente de credibilidad y escasa de competencia.

La voz y presencia activa y vigilante por parte de los chilenos organizados en movimientos ciudadanos y de los intelectuales de calidad que todavía no se van de Chile, quedan como responsables finales.

Fernando Thauby García

28 de Septiembre de 2022


[1] Líder de Podemos (España) y mentor intelectual de Boric

EL POPULISMO DE “PODEMOS” Y DE BORIC

Algunos conceptos y elementos básicos

El “populismo”, hermano tonto del marxismo, surgió como su relevo cuando el proletariado, piedra basal de esa ideología, dejó de existir dando paso a una clase media con intereses y características muy diferentes a los de la Primera Revolución Industrial, que la hacían inmune a su prédica. Hubo un largo proceso en que se hicieron diversos esfuerzos por encontrar un sucedáneo -La imposición por la fuerza, la guerrilla armada, la subversión política, la violencia urbana y otros- quedando al final solo una respuesta posible. El populismo.

Es problema fue abordado por varios autores, entre los cuales se destacó Ernesto Laclau, de matriz peronista, que propuso respuestas a los tres problemas fundamentales: la construcción del orden social; la configuración de los sujetos políticos y la estrategia política. Su obra: Hegemonía y estrategia socialista.

Toda esta teorización fue ofrecida envuelta en una frondosa palabrería pseudo intelectual bajo el nombre de “teoría del discurso”, que trabaja en torno a los conceptos de “hegemonía, antagonismo y la cuestión de los significantes”.

La hegemonía es un concepto gramsciano y en la actualidad sus “cerebros” más conspicuos son Iñigo Errejón, líder del desfalleciente Podemos y Álvaro García Linera, ambos gurúes de nuestro Boric.

Errejón considera que dicho concepto es central en el análisis político actual:

“Una fuerza revolucionaria debería gobernar con un pie en el consenso realmente existente y el otro en aquel que quiere generar, siendo muy consciente que …  la mejor manera de no retroceder es avanzar: inaugurar un ciclo virtuoso en el que la seguridad y el goce de mayores derechos, tiempo libre y servicios, genere apetito, confianza y fuerza social para ir a por más, en un camino que no va a acabarse nunca y en el que como revolucionarios debemos aspirar a hacer nuestra parte en el mientras tanto. Hasta que lleguen otros mejores y lleven nuestro ejemplo más allá, siempre más allá»”.

Desgraciadamente ninguno de los dos considera ni desarrolla los aspectos económicos. Pareciera que se balancean entre el ideal de una “pobreza feliz” y que los recursos “existen”, son inagotables y seguirán existiendo indefinidamente. La generación de riqueza es un no tema.

Para ellos el tema central y único es “EL PROBLEMA DEL PODER”.

La primera meta es establecer la hegemonía de la revolución[1], que se inicia con la implantación de un “discurso político” que constituye la base del proceso.

El discurso se construye fundamentalmente en base a la identificación de “necesidades” que puedan convertirse en “demandas insatisfechas”, en un segmento más o menos específico de la sociedad.

En esta parte hay algunas novedades: las necesidades pueden ser reales o ser implantadas por los revolucionarios, por ejemplo, en una comunidad que no tenía ningún problema con las relaciones intrafamiliares, los agitadores difunden e implantan el concepto de “hetero – patriarcado”, que evidentemente la institucionalidad vigente no puede resolver en un plazo breve, con lo que se crea una “demanda insatisfecha”.

Esta técnica a su vez tiene sus bemoles. Ese tipo de “necesidades” son por su propia naturaleza acotadas a segmentos más o menos reducidos de la sociedad: homosexuales, animalistas, veganos, feministas, lo que lleva a que el movimiento revolucionario se conforme mediante la integración de grupos (identidades) que están de acuerdo en que la institucionalidad es incapaz de resolver su demanda, pero en que, a la hora de determinar las prioridades, importancia relativa de cada grupo y demanda, se produce entre ellos un conflicto -dentro del movimiento- sin solución posible[2].

Nótese que el marxismo dividía a la sociedad “horizontalmente”, en clases, mientras el populismo lo hace en “identidades verticales” en que los homosexuales o los ecologistas por ejemplo, cruzan la sociedad de alto a bajo, es interclasista.

Laclau define a la “demanda” como unidad mínima de análisis y base para la conformación de una “identidad”. La constitución de lo popular se basaría en la traducción de demandas -“aisladas” en demandas “populares”, es decir articuladas en una cadena de equivalencias opuesta a la institucionalidad que esté ejerciendo “la hegemonía”.

Según el mismo Laclau “Lo popular se constituye a partir de “una frontera interna antagónica que separa al pueblo del poder ” y una articulación equivalencial de demandas. Esa brecha se basa en la idea de exclusión, es decir demandas no contestadas. En términos del autor: “nos enfrentamos desde el comienzo con una división dicotómica entre demandas sociales insatisfechas, por un lado, y un poder insensible a ellas, por el otro” En síntesis, para Laclau “el populismo es una lógica política en base a la constitución de una frontera antagónica radical y la conformación de una cadena de demandas. En ese sentido, el populismo constituye la posibilidad única de establecimiento de una hegemonía por fuera del poder estatuido, institucionalizado, es decir la única expresión de la política en tanto tal”

Para Laclau, “una situación social en la cual las demandas tienden a reagruparse sobre la base negativa de que todas permanecen insatisfechas, es la primera precondición de ese modo de articulación política que denominamos populismo

Este proceso encuentra emplea una técnica muy interesante:

Muchos creen que es el idioma el que va cambiando a medida que cambia la sociedad, mientras para otros son los cambios en el lenguaje los que cambian la realidad que esta designa.

Un signo lingüístico (palabra) está compuesto, básicamente, por un significante y un significado. El significante es lo que designa a algo, y el significado es ese algo designado. Por ejemplo la palabra ‘casa’ es un significante que designa a un significado: edificación construida para ser habitada. Actualmente, respecto al signo lingüístico se sostiene que no existe una correspondencia necesaria entre el significante y el significado, es decir que la relación entre estos es arbitraria.

El mecanismo trabaja sobre las “desinencias” y los “significantes vacíos””. La desinencia es un segmento fonológico que se coloca junto a la raíz agregando un valor gramatical que tiene la función de indicar las diferentes variaciones que esta puede sufrir, ya sea de género, número, o persona.

Por ejemplo: “Para que detrás de significantes como cirujano, enfermera, capitán, empresario etc., podamos visualizar tanto a hombres como a mujeres, no hace necesariamente falta una terminación para cada género; lo más necesario, efectivamente existan mujeres y hombres ejerciendo esas profesiones. Lo que falta que esa imagen esté viva en nuestra mente y en nuestro imaginario colectivo. Lo que se necesita es un referente activo. Si lo que se quiere es dar una imagen más representativa de la realidad y, sobre todo, hacer la realidad más inclusiva el lenguaje es una de las herramientas más eficaces. Darle nombre a lo que queremos que exista, a lo que queremos identificar, fomentar y cuidar. Nombrar es siempre uno de los primeros pasos y lo es precisamente porque posibilita el reconocimiento que está en la base misma de la existencia”. El lenguaje debe ser modificado incluyendo el uso de cirujana, enfermera, capitana, empresaria”.

La ruptura del isomorfismo entre significado y significante permite que un significante (vacío) pueda exceder un contenido particular y amalgamar otros que le son heterogéneos, constituyendo una cadena de equivalencias y constituyéndose como una representación de la cadena.

“Ahora bien, para que ese referente activo llegue a ser realidad, esto es, para que de verdad las mujeres y los hombres sientan que ningún ámbito les está vetado por su condición de mujer o de hombre, habrá que «hacer campaña» en determinadas áreas. Apostar por las desinencias marcadas, por el femenino o el masculino explícito; recalcar, como siempre se hace en lengua, aquello que se quiere enfatizar; buscar ejemplos célebres y exitosos para que quede claro que quien quiere puede”.

La ideología de Boric

Las ideología existentes ya perdieron su eficacia, la retórica religiosa ya no funciona, el fascismo pardo o negro ya no atrae, el marxismo es un zombie que solo pudo expandirse y controlar países mientras tuvo el poder militar para ello.

Los Indignados españoles no pudieron ofrecer un concepto preciso sobre la nueva economía, la nueva sociedad o incluso el nuevo hombre, que supuestamente tendrían que sustituir a los del antiguo régimen.

Boric, nuestro Errejón local pudo menos, su amalgama populista – indigenista llegó tarde y al país equivocado. Pero sus slogans y muletillas siguen existiendo y confundiendo. En este papel e intentado aportar algunas -muy pocas- ideas que muestra su “modus operandi” y uso esta expresión policial para destacar que se trata de una estafa.

Fernando Thauby García

26 de Septiembre de 2022


[1] Por hegemonía se entiende la conducción, dirección  o la preponderancia en una sociedad. El poderío político, cultural e intelectual para gobernar un grupo o una sociedad.

[2] El funcionamiento de la Convención Constitucional y en general, el Gobierno de Boric es un ejemplo claro.

BORIC: ¿Maquiavélico o Incompetente?

Boric es políticamente inclasificable, sus formas, contenidos, sustancia e incluso su identidad mental cambian constantemente, incluso durante un mismo discurso.

Su proyecto político, expresado primero en su Propuesta Electoral, luego en su Programa de Gobierno y en el Proyecto Constitucional que apoyó y promovió a través de la Convención Constitucional, son un muestrario de giros y cambios de fondo que confirman lo señalado.

El año 2011 la prensa española señalaba que Boric, “Surgido de las protestas estudiantiles de ese año, el ganador de las elecciones en Chile encabeza la irrupción de una generación de menores de 40 años que no vivió los horrores de la dictadura pinochetista”. Boric se puso al frente, junto a otros dirigentes estudiantiles, de las protestas callejeras por cambios en la educación pública.

En 2014, juró como diputado. Boric decía entonces que “el Parlamento chileno no representa la diversidad social, sino a una élite de Santiago, machista y, evidentemente, de clase alta”. En esos tiempos seguía de cerca el derrotero de Podemos en España y leía Construir pueblo de Íñigo Errejón, también a Ernesto Laclau y Chantal Mouffe y se encontraba muy próximo al Comunismo chileno que marchaba con “un pie en la legalidad y el otro en las calles”. Ya entonces su grupo presumía de superioridad moral, pero habiendo prometido reducir las estrafalarias dietas de los diputados, muy rápidamente dejó atrás esta moralina y se acomodó a sus nuevos ingresos.

El 29 de mayo de 2019, participó en la fundación del Partido Convergencia Social, comprometido con la consecución de una sociedad socialista, democrática, libertaria y feminista, a partir del fortalecimiento y profundización de la democracia económica, social e institucional. El feminismo al que suscribimos entiende la alianza existente entre el patriarcado y el capital, cuestionando las estructuras productivas y reproductivas que facultan el sostenimiento de la vida. Reconocemos la diversidad de pueblos que habitan el territorio desde antes de la configuración del Estado-Nación de Chile, junto con sus lógicas particulares transfronterizas, migratorias, plurinacionales, de género y étnicas.  Criticamos al extractivismo porque agota nuestros territorios, pero sobre todo porque lo hace acoplado a los intereses de las empresas transnacionales. Proponemos el principio del buen vivir y de lo comunitario porque entendemos que las relaciones comunitarias fortalecen las posibilidades del bienestar, elimina el cansancio de la competencia, da estabilidad a la vida y abre paso al goce de experiencias que no se reducen a poseer bienes suntuarios para sentirse superiores a los demás”.

Una de sus seguidoras lo expresó breve y claramente: “Queremos ser más pobres pero más felices”

En esta parte de su trayectoria. Boric suscribe al pie de la letra el ideario de Podemos (España), derivado a su vez de los escritos pos marxistas de Laclau y Mouffe, incorporando las ideas indigenistas promovidas desde Bolivia por Álvaro García Linera y Evo Morales.

“Supera” el marxismo tradicional y conservador del PC local y dejando en las sombras las evidentes contradicciones y diferencias entre ambos proyectos, se le une en la lucha por el poder.

El 15 de noviembre de 2019, tras los hechos producidos por el «estallido social» de octubre de ese año, Boric participó en la firma del «Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución», y que dio inicio al proceso constituyente en Chile.

En esta etapa política, Boric jugó un rol muy ambiguo oscilando entre expresiones y reclamos de democracia y paz y acciones concretas de provocaciones, violencia y difamación de las fuerzas policiales y militares encargadas de controlar los desmanes. Su posicionamiento y acción fue claramente en apoyo a la promoción y agudización del conflicto, buscando la caída del Gobierno de Piñera.

En esta crisis, la apreciación promovida y comúnmente aceptada por la Extrema Izquierda y parte de Izquierda Democrática era que la antigua democracia -materializada por el Gobierno de Piñera-  se encontraba en crisis terminal y que debían hacerse cambios muy profundos -revolucionarios- y que ellos comenzaba por un cambio constitucional radical[1].

Y eso fue lo que intentaron y forzaron a Piñera a aceptar.

El 17 de marzo de 2021, el Comité Central del Partido Convergencia Social lo proclamó como su candidato a la presidencia de la República. Cuando “le pidieron ser candidato presidencial para enfrentarse[2] a Daniel Jadue, del Partido Comunista, se negó. “No está dentro de mis intereses. Falta muchísima experiencia, muchísimo por aprender, de conocimiento del Estado”, le dijo a sus compañeros del Frente Amplio: que le habían propuesto ser la carta del sector.

Cambió de opinión, se presentó y sorpresa!, venció a ampliamente a Jadue. El día de su triunfo citó en su discurso una frase de Allende: “Se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre y la mujer libre para construir una sociedad mejor” destacando su crítica y ruptura con la Concertación por no haber destruido “el neoliberalismo”.

En las Elecciones Primarias del 18 de julio de 2021, se impuso al candidato del Partido Comunista y fue nominado candidato presidencial del Pacto «Apruebo Dignidad» para las Elecciones Presidenciales de noviembre de 2021.

En la Primera Vuelta de la Elección Presidencial del 21 de noviembre de 2021, compitiendo contra José Antonio Kast, obtuvo el 25,83% del total de los sufragios emitidos válidamente, situándose en el segundo lugar de las preferencias y pasando a la segunda vuelta electoral.

La derrota ante Kast produjo un vuelco notable en la propaganda de su campaña[3], Si en la primera vuelta solo votaron un 47,3% del padrón electoral, en la segunda y definitiva ese porcentaje subió hasta el 55,5%.

En la campaña de la segunda vuelta ambos candidatos trataron de conquistar al electorado más moderado y abandonaron algunas de sus promesas más polémicas.

“Boric suavizó su oferta al electorado. Aparcó el concepto de «lucha social» y rebajó las expectativas de la reforma tributaria que era una de sus promesas estrella.

Los resultados parecen haber mostrado que Boric tuvo más éxito que Kast en su carrera hacia el centro, y logró ganar apoyos que finalmente resultaron claves. «Se acercó a los gobernantes de la época de Concertación a los que había criticado y logró la adhesión de expresidentes como Michelle Bachelet y Ricardo Lagos».

Esa suma de apoyos terminó de dar a Boric el impulso ganador en la carrera hacia el centro”.

Logró convencer a muchos de que había tenido un cambio ideológico real desde el ideario revolucionario descrito en el manifiesto de su Partido Político y se había transformado en un Social Demócrata moderado mas o menos en la línea de la Concertación a la que, muy recientemente, había descalificado brutalmente[4].

En este proceso nunca se habló de haber modificado su Programa de Gobierno inicial y nadie se lo preguntó.

El 11 de marzo de 2022, Presidencia de la República[5]. “A sabiendas de que su programa de gobierno es imposible sacarlo en cuatro años, el diseño del nuevo Presidente para su debut apunta a la proyección. Para eso, la decisión es potenciar a las figuras de su gabinete y despegar con cuatro motores: la contingencia a cargo de Izkia Siches, las reformas estructurales en la dupla Jackson-Marcel, la impronta feminista con Camila Vallejo y Antonia Orellana, y una serie de medidas sectoriales en las cuales el cambio climático juegue un rol central”[6].

“Diseñar una forma de gobierno que permita dar continuidad a esta administración. Queremos mostrar Gobernabilidad”, enumera una serie de medidas de cambios en áreas impositivas, de previsión social, estabilización económica, crecimiento, seguridad y paz”.

Este proyecto no tenía posibilidades de materializarce ya que Boric no contaba con la mayoría del congreso y muchas de ellas eran contradictorias entre si.

Pero lo relevante no es lo que se dijo, sino lo que se calló y se puso en marcha en forma enérgica desde el primer días de Gobierno: La materialización de una profunda reforma Constitucional de características refundacionales jamás vista ni propuesta en Chile.

Podemos considerar dos alternativas: Boric verdaderamente se convirtió a la socialdemocracia para ser elegido y su plan de gobierno, presentado para las elecciones, sería uno de esas características, aun cuando no tenía las mayorías parlamentarias necesarias para materializarlo ni su equipo de gobierno contaba con las capacidades necesarias. Es decir, era una aventura con un final abierto que terminaría en “algo”. Estaría siendo supremamente incompetente e irresponsable.

Otra alternativa es que Boric estaba consciente de que su programa de gobierno original era inviable y que solo podría materializarlo a partir de la implantación de una Nueva Constitución y que el plan de gobierno “socialdemócrata” presentado para la segunda vuelta electoral era una situación transitoria hasta lograr la aprobación e implantación de una Constitución Revolucionaria. En este caso sería un político maquiavélico, capaz de mentir y engañar hasta conseguir sus metas políticas.

Su comportamiento como jefe de campaña del Apruebo lo confirma y abra una nueva interrogante: ¿Qué disfraz adoptará Boric después de la paliza electoral recibida?[7]

Un nuevo proceso Constituyente[8] en presencia del intervencionismo descarado mostrado por Boric, es una invitación a la implantación del chavismo en Chile.

Melosilla 15 de Septiembre de 2022.

            Fernando Thauby García


[1] Esta estrategia fue promovida activamente desde las Naciones Unidas e intentada por Bachelet en su segunda administración.

[2] En realidad para hacer de “sparring” de Jadue, ya que el PC apreciaba que su candidato ganaría fácilmente.

[3] Análisis de la BBC de Londres, dia 23 de Noviembre 2021

[4] La causa del “Estallido Social” no habrían sido los $ 30 de incremento de la tarifa del Metro, sino los 30 años de Gobierno de la Concertación.

[5] “El plan de vuelo de Boric para el primer tiempo” Juan Andrés Quezada

[6] Las medidas sectoriales incluyen varios de los objetivos señalados en el Programa de Gobierno y en el Ideario de su partido, “Convergencia Social”.

[7] En las mismas condiciones, Iñigo Errejón, su mentor español, optó por una mezcolanza de pos marxismo con nacionalismo patriotero.

[8] Se trataría de un “Nuevo Proceso”, ya que el anterior quedó cerrado con el Plebiscito de Salida del 4 de septiembre de 2022 en cumplimiento del artículo 142 de la Constitución actualmente vigente.

DESPUÉS DEL TRIUNFO

Primero fue el alzamiento revolucionario del 18 de octubre de 2019, seguido, el 15 de noviembre de la rendición del gobierno y la derecha, concretada en el “Acuerdo por la Paz y la Constitución” que no nos dio paz y que se dedicó a imponer un proyecto constitucional refundacional al que la derecha no supo, no pudo y no quiso oponerse eficazmente y culminó con el penoso Plebiscito de Entrada en que la derecha, nuevamente dio un penoso espectáculo de incompetencia política.

Durante el lapso de funcionamiento de la malhadada Convención Constitucional los partidos de derecha, prematuramente derrotados, se esforzaron por agradar a sus eternos vencedores de izquierda extrema ofreciendo todo tipo de garantías, seguridades y compromisos que marcaron su alejamiento de la Constitución vigente.

Con realismo, los partidos de derecha y sus líderes, desaparecieron de la escena.

El peso de la batalla la llevaron organizaciones ciudadanas, de personas de derecha, de centro y de centro izquierda. Hubo gestas heroicas, grupos que de la nada se organizaron para movilizar a miles de votantes para llevarlos al RECHAZO, y lo lograron; personas que trabajaron hasta expulsar a los tuiteros de izquierda de las redes sociales; otras que empujaron a las calles, casi a la fuerza, a personas de derecha sin experiencia de acción política; miles de grupos que trabajaron en redes de whatsapp incorporando y movilizando a cientos de miles de personas alejadas por completo de la política; activistas de facebook; cientos de académicos de diversos tipos que dieron la batalla intelectual y pedagógica.

Fue la ciudadanía chilena movilizada para RECHAZAR el mamarracho que la izquierda nos quería imponer.

Llegó el plebiscito de salida y ganamos.

En vez del triunfo magro, tiritón y asustadizo que auguraba y esperaba la derecha política, el plebiscito se convirtió en una paliza de proporciones históricas.

Y reaparecieron los valientes y eficaces guerreros de la democracia. Los que desde el 18 de Octubre solo perdieron elecciones, que no pudieron influir en el “trabajo” de la Convención; surgieron con personalidad y desplante a cobrar el premio al cual nunca tuvieron derecho. 

Pero no solo se subieron a un carro de la victoria que no era suyo, sino que aportaron todos los “compromisos” y “acuerdos” que suscribieron con sus vencedores, compromisos entreguistas, cobardes y derrotistas que comenzaron con el triunfo de Boric y no cesaron hasta el triunfo de la ciudadanía el 4 de septiembre.

El reiterado vicio de su ensimismamiento y soberbia se transformó en virtud. Ahora, ellos, los derrotados y rendidos, los tránsfugas, los cobardes e incompetentes regresaron en gloria y majestad para introducir las condiciones que habían pactado en sus momentos de pánico y vergüenza.

“La Alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei -una de las pocas figuras políticas que tuvo un rol protagónico durante la compaña- a la pregunta, ¿la derecha cumplirá su palabra de trabajar por una Nueva Constitución?, responde: “Quiero ser clara y enfática en asegurar que tenemos un compromiso y le debemos al país y a la ciudadanía una nueva constitución con una nueva Convención Constitucional. Aquí no hay espacio para dudas, vamos a cumplir nuestra palabra”.

Muy loable su compromiso, solo que es el compromiso de su grupito político que no representa para nada a los millones que trabajamos y ganamos el Plebiscito de Salida. Que no haya confusión. Los políticos de derecha apostaron a otra derrota o cuasi triunfo y lo que obtuvimos los ciudadanos chilenos fue algo muy distinto, fue un triunfo arrollador y eso implica la creación de otra situación política, por completo diferente a la que crearon y a la que se sometieron los partidos de derecha.

En breve, sus compromisos no nos empecen y no somos solidarios de sus errores y cobardías.

Los chilenos que triunfamos tenemos prioridades claras.

Queremos que el gobierno gobierne, es decir que asuma sus responsabilidades constitucionales y nos asegure la paz ciudadana, la seguridad nacional y la prosperidad económica que debe darnos.

Que ponga a los vándalos en la cárcel y los saque de las calles donde amenazan a los ciudadanos.

Que se cumplan las leyes de inmigración.

Que el Estado provea en forma eficiente y seria los servicios que financiamos. No mas amigos, pariente y políticos en el Estado.

Que controle al empresariado para que no use de las garantías que la da la subsidiaridad para abusar de los consumidores mediante colusiones y negociados corruptos con los políticos

Que impida que se siga ahogando a las Pymes.

Que ponga fin al escándalo de los sueldos estrafalarios de los Parlamentarios.

En breve, queremos que el Gobierno cumpla y haga cumplir la Constitución y las Leyes.

Queremos que el Congreso legisle y fiscalice que el Gobierno y el Poder Judicial cumplan la Constitución y las Leyes.

  • Que organice un sistema adecuado y representativo para que comience a trabajar una Constitución que recoja lo mejor de las Constituciones chilenas incluyendo la actual y, sin prisas injustificadas ni apuros oportunistas, elabore y proponga un nuevo proyecto Constitucional durante el año 2023.

 Queremos que el Poder Judicial se ponga del lado de los ciudadanos y no de los delincuentes.

La ilegitimidad del Poder Legislativo, la incompetencia del Poder Ejecutivo y la ilegalidad y discriminación del Poder Legislativo no se resuelven con una nueva Constitución, por el contrario, una Nueva Constitución solo funcionará si previamente hemos logrado meter en cintura y superar los graves déficits de probidad, eficiencia y control del Aparato Estatal acumulados durante 30 años.