Archivo por meses: diciembre 2024

MATTHEI, PROYECTO POLÍTICO Y PUNTA PEUCO.

Un proyecto político es sinónimo de proyecto nacional que exprese la relación entre ideología política (concepciones de sociedad) y práctica institucional (acción estatal). El proyecto político es, en  breve, un posicionamiento, en este caso del partido y del candidato a presidente, frente a los grandes retos que tiene la sociedad, tanto a nivel externo como interno.

El problema político en Chile “es que se ha modernizado al país, pero al hacerlo, dio lugar a un tipo de público o de ciudadanía que le es difícil comprender. O, para decirlo de otra manera: tenemos modernización pero nos sentimos incómodos con la modernidad, queremos mejorar las condiciones de vida material de los chilenos; pero esperamos se sigan comportando como masa empobrecidas e ignorantes que no piden cuentas ni reclaman; queremos democracia, pero seguimos pensando que las mayorías son masas envilecidas o alienadas por el consumo[1]

Tuve una experiencia con Piñera en que, en una conversación respecto a la necesidad de tener un proyecto político, intervino expresando: “delivery, delivery, eso es lo que cuenta”. El fracaso de su segundo gobierno, me parece, estuvo precisamente en que olvidó su Proyecto político de “Clase Media protegida” y regresó a su convicción profunda: “delivery”.

La creciente “piñerización” personal de Matthei, potenciada por la incorporación de personas representativas de ese gobierno fracasado a su equipo de campaña, junto a la ausencia de Proyecto político conocido, señalaría que sigue los mismos pasos de su mentor y que eventualmente la llevarían a similar destino.

Esta evolución inestable no carece de antecedentes: fue rostro del SI del Gobierno Militar, incluyendo un perfil político confrontacional ​además de un lenguaje agresivo contra sus adversarios. Luego se distanció de la derecha hasta llegar a mostrarse a favor de medidas como el aborto terapéutico​ o el matrimonio homosexual.

Se enfrentó a Piñera en el escándalo conocido como Piñeragate. Luego de negar su participación en la interceptación telefónica, confesó su responsabilidad, declarando que había obtenido la grabación de un oficial de Ejército.

Junto al Ministro Francisco Javier Cuadra hicieron un montaje tendiente a probar que Juan Carlos Latorre (PDC) y Andrés Allamand estaban involucrados en el consumo de drogas. Cuadra fue condenado a 540 días de prisión por la Ley de Seguridad del Estado. Ella quedó incólume.

Matthei llamó a boicotear las industrias inglesas y españolas en 1998, debido al arresto del General Pinochet en Londres. Junto con Pía Guzmán y Rosa González crearon el «Movimiento Femenino por la Dignidad Chilena», organización que agrupaba a mujeres pinochetistas que protestaron frente a la embajada de España en Santiago.

Matthei lamentó el suicidio del General Odlanier Merna en protesta a su traslado desde el Penal Cordillera. El Presidente Piñera aludió a los manifestantes que se apostaron a las afueras del recinto ubicado en Pañalolén. “Chile es un país libre y democrático donde rige el estado de derecho, las responsabilidades penales son sólo conocidas y juzgadas por los tribunales y son ellos quienes han tomando las decisiones respecto a las personas involucradas”, indicó. No explicó la oportuna citación a periodistas y camarógrafos de televisión al momento del inicio del traslado. Matthei por suparte, “lamentó mucho la muerte de Odlanier Mena y naturalmente hago llegar mis condolencias a su familia y  a todos sus seres queridos. Es un hecho trágico”, dijo la candidata presidencial.

El 27 de agosto 2020, siendo alcaldesa de Providencia, Matthei, se refirió a una eventual candidatura presidencial y entre varios temas que repasó, también se abrió a estudiar un posible indulto a algunos presos de Punta Peuco, quienes cumplen condena por violación a los Derechos Humanos. La jefa comunal se abrió a revisar caso por caso. “Con algunos ni por nada (le daría el indulto), pero también hay casos de que en realidad yo tengo la impresión que algunos iban pasando por la vereda”. Matthei aseguró que «aquí no asumieron los mandos altos (entre los que se encontraba su padre) y eso es una vergüenza, porque yo entiendo que a mayor rango mayor es la  responsabilidad. Los que mandaron tenían que dar la cara». Y profundizó: «Habían chiquillos de 18 años, que eran solo conscriptos y que a lo mejor los enviaron a trasladar una víctima, entonces díganme, ¿qué culpa tenían?». En esa línea, remató diciendo que el indulto «no los estudiaría con los altos mandos por ningún motivo».

La posición de Matthei respecto a los prisioneros en Punta Peuco ha sido variable. Desde el apoyo selectivo hasta el repudio tajante: en una  reunión social en casa del ex Diputado Gonzalo Ibáñez, un Almirante en retiro expresó que a su juicio “los militares y policías habían sido traicionados por los chilenos y en particular por los políticos e incluso por sus mandos institucionales. Que nadie había hecho nada para evitar la artera forma como están siendo juzgados y tampoco porque se respete la igualdad ante la ley, para quienes están cumpliendo condena”. Pasaron muchos minutos. Hablaron otras personas y de repente se apersonó en forma agresiva y a viva voz y fuera de todo contexto, lanzó: “que hacía mucho tiempo que no escuchaba tanta estupidez junta”. En breve, es una tarea en extremo difícil determinar quién es y qué piensa la Sra. Matthei, cual es su Proyecto político, que piensa del trabajo de la justicia respecto a los militares juzgados a granel y si cree que es necesario tomar alguna acción para hacer justicia a ellos y sus familias.

El país necesita urgentemente líderes políticos serenos, sensatos, ecuánimes y que busquen la paz y la concordia. Con una sólida credibilidad y cuenten con un programa político que incluya a la gran mayoría de los chilenos tal y como piensan hoy. Los militares hemos hecho todo lo posible por buscar y apoyar la paz, la democracia y la amistad cívica entre los chilenos. Aún estamos lejos de ello.

   Fernando Thauby García

Melosilla, 29 de diciembre de 2024


[1] Chile actual. “El proyecto político de la Concertación” 1977.Carlos Peña.

La Argentina Peronista y la argentina de Milei

Tengo un gran aprecio por la Argentina que conozco: la de Cuyo, la relacionada por familia y la que viene a vacaciones a Chile.

Gente alegre, generosa, amistosa, “familiera”.

También he estado relacionado con otra Argentina, de argentinos de cualquier parte del país, que vienen por razones laborales, negocios, educacionales, trabajadores, esforzados, creativos. Y también con inmigrantes: emprendedores, trabajadores, generalmente honrados.

También conozco a otra clase de argentinos, generalmente los menos dotados intelectual y socialmente, que se comportan en forma agresiva, prepotente y chocante, generalmente cuando están intoxicados por un partido de futbol, por una carrera de autos, por la performance de un artista: por algo competitivo. Que caen temporalmente en estado de éxtasis violento transitando luego hacia una prepotencia desagradable o hacia una humildad también incómoda, según sus representantes, hayan ganado o perdido la competencia.

Hasta ahí, entendible para cualquier chileno, en general apático, mas bien taimado, buena persona, algo quisquilloso pero que se rinde fácil a la amistad y la simpatía de la contraparte.

Hay otra clase de argentinos que nos parecen insoportables, son los belicosos, expansivos, historiadores distorsivos, ajenos a la verdad y poseídos por fantasías militares, científicas o culturales exuberantes. Son estados latentes que pueden estallar súbitamente y durar meses o años. Desde aquí los miramos con resignación y en silencio, mientras nuestra temperatura interna va subiendo lenta pero sostenidamente.

Nuestros vecinos, en un cambió súbito, cambian de objetivo y su atención va en otra dirección. El problema surge cuando ellos ya van de bajada, nosotros aun vamos de subida. En que el vaso de nuestra paciencia y tolerancia se llenará a descompás y mostraremos una reacción que a nuestros vecinos les parecerá “desmedida”, “exagerada”, “chovinista” y “violenta”. Nos acusará de rencorosos, violentos, odiosos, acomplejados y los chilenos nos enojaremos aún más.

El gobierno de Milei inició un movimiento de dignificación y restauración de sus FFAA, destrozadas por el Kirchnerismo ideológico y su ambición de controlar el poder total. Muchos no solo entendimos y aplaudimos esta justa reivindicación.

En esos años en que las FFAA de argentina estaban sumergidas, desmoralizadas y golpeadas, fuimos muy delicados en no presumir con lo que nuestra relativa mejor situación económica nos permitía adquirir y hacer. Y todo fue bien, parecía que esta vez éramos realmente países hermanos bien avenidos.

Llegó Milei e inició la reconstrucción del país y de sus FFAA, comenzando desde el nivel de ruina en que fue dejado por los gobiernos ideológicos. La gran mayoría de los chilenos nos alegramos de la oportunidad que se le abría a Argentina para recuperar y sobrepasar sus antigua glorias y motivos de orgullo nacional.

En estos días nubes negras y amenazantes sobrevuelan la cordillera, Argentina está recibiendo un lote de aviones modernos, necesarios y merecidos por su Fuerza Aérea, el Ejército está recibiendo parte del material blindado que alguna vez tuvo y que tras ser sometido a reparaciones y modernización, comienza a regresar a la fila, todo bien, la desgracia es que paralelamente, surgen coros guerreristas que recitan sus reclamos por las Malvinas, que destacan y magnifican cualquier queja de Chile por excesos y abusos de confianza en el Estrecho de Magallanes o activa sus actividades antárticas en vista a la aproximación del vencimiento de status quo vigente al respecto.

La prensa nos trae noticias exultantes y creativas de la firma de documentos de intención de adquisición de muchos mas aviones modernos y espectaculares, submarinos próximos al del doctor Nemo y tanques de las Guerra de las Galaxias, destacando sus atributos para vencer a Chile, cuyas FFAA no están es la misma onda. Mal, todo mal.

Es de esperar que no volvamos a Galtieri azuzando a su muchedumbre enloquecida gritando “Tero, Tero Tero, ahora a los ingleses después a los chilenos”.

Si es lo que de veras piensan hacer, no lo canten; si tienen la intención de transformarse en una Alemania nazi o en un Israel expansionista, no lo digan, solo inténtelo.

Afectuosamente

Melosilla, 20 de diciembre de 2024

Fernando Thauby García

CANDIDATOS PRESIDENCIALES DE DERECHA

Todo el mundo político local, de derecha, centro e izquierda, analiza las candidaturas -reales, aspiracionales o hepáticas- de los pre candidatos de derecha.

La izquierda dispone de tiempo y energías para unirse al coro ya que carece de candidatos más allá de las aspiraciones intermitentes de Bachelet, la candidata senil-revolucionaria y las movidas de Tohá abollada por su cuestionable honestidad intelectual, política y financiera.

Una mirada inicial nos muestra a cuatro pre candidatos de derecha: Kast, Edwards, Kaiser y Carter.

  • Kast ha sido claro para cualquiera de quiera entender: esta es su última campaña presidencial, su interés es fortalecer a Republicanos en cantidad, calidad y disciplina de sus miembros. Irá directamente a la elección presidencial sin pasar por primarias ya que quiere acompañar, apoyar y potenciar a sus candidatos a diputados y senadores. Su meta política en este momento es consolidar a Republicanos y dotarlo de una  bancada parlamentaria sólida, potente, homogénea y disciplinada. El momento de Republicanos aún no ha llegado. Obviamente esta estrategia se mantiene sotto vocce.
  • Edwards, desde el Partido Social Cristiano. Al renunciar a Republicanos declaró su intención de formar un partido “realmente libertario”. La impronta cristiana de Social Cristiano no coincide con las políticas “realmente libertarias” lo que señala un conflicto que pudiendo ser superado, no resuelve el hecho de que su actual partido es pequeño, nuevo y por ahora de poco calado para liderar una campaña presidencial en solitario. Su maniobra es levantar un proyecto político y proyectar su figura en el escenario político.
  • Kaiser ha crecido rápidamente hasta alcanzar un 8,1% de preferencias en las encuestas presidenciales. Sus adherentes parecen provenir en parte significativa de ex seguidores de Kast, desencantados por su mesura, recato, trabajo discreto y falta de presencia mediática, concordante por lo demás con su plan de acción para el partido.

Kaiser representa un estilo ruidoso, llamativo, muy presente en las redes sociales, que  viene a satisfacer a votantes deseosos de un liderazgo enérgico, flamboyante y que ofrezca algo que muchos reclaman ante la evidente decadencia y corrupción en nuestro país: energía, resolución, carácter y que enfrente con claridad y valentía a los causantes de nuestra situación. Que ponga Orden y Progreso en forma decidida, enérgica y rápida.

Este estado de ánimo puede ser eficaz para la conquista del poder, para ganar la Presidencia, pero el problema que enfrentará el nuevo gobierno exige algo mucho más complejo: hay que gobernar un país que presenta antagonismos y discordias como la violencia criminal sufrida el 19 de octubre de 2019, el debilitamiento de la disciplina social, la crisis integral resultante de una inmigración delictual y tumultuosa y tras un gobierno indescriptible y demoledor como el que ha hecho Boric con sus delincuentes juveniles.

  • Rodolfo Carter es la versión responsable, solvente y ponderada de la campaña de Kaiser. Apunta a llenar el vacío dejado por la parsimonia de Kast y su programa de mediano plazo al que aún no llega su hora. Es un intento meritorio y encomiable que presenta a un futuro competidor de Kaiser cuando haya un escenario más estabilizado, que de más espacio de maniobra para cambios políticos, sociales y económicos una vez superada esta coyuntura crítica y recuperada la paz y restablecido el funcionamiento fluido y eficiente del estado y de los actores políticos y sociales.

El tema central a resolver en esta elección es obtener un gobierno capaz de dar comienzo a la reconstrucción nacional, estableciendo los límites del campo de juego, la amistad cívica entre los actores políticos y la serenidad en los espíritus de los chilenos de a pie que quieren un país que siga creciendo en democracia, sin estridencias ni propuestas estúpidas como las que trajo nuestro actual gobierno, con la complicidad de los Autoflagelantes de la Concertación y con la participación del obsceno Partido Comunista y su pandilla de activistas odiosos.

Resulta evidente que la Derecha no intenta seriamente ganar esta elección y que el candidato que representará a sus electores es de Centro Derecha, se llama Evelyn Matthei y que será apoyada por Republicanos en todo aquello que sea coincidente con su proyecto político para Chile. No más allá.

Melosilla, 12 de diciembre de 2024

Fernando Thauby García

EN CHILE HOY ES POSIBLE “UN GOBIERNO QUE GOBIERNE”

Ayer publiqué un blog titulado “Un Gobierno que Gobierne” y el cuesco de mi ponencia es que en Chile existe una base política y cultural que hace posible llegar a un diagnóstico compartido y a la definición de un conjunto de políticas públicas y orientaciones para seguir desarrollándonos, aceptables para muchos.

Es evidente que hay diferencias, pero también está claro que existe una contundente mayoría que rechazó el primer intento de Constitución, que cubre un amplio espectro y que permitiría acuerdos suficientes para gobernar con fuerte apoyo ciudadano.

En breve, necesitamos un gobierno que gobierne y que para conseguirlo y darle el apoyo que se necesita, requiere la conformación de “una alianza política fuerte situada al centro del espectro político, acompañada de dos partidos o alianzas opositoras, una en cada lado de dicho espectro, capaz de presentar y hacer valer la voluntad de los opositores y de quienes tienen ideas alternativas, conformando mayorías flexibles para casos específicos”.

Con gran placer recibí varios comentarios que en su mayoría dicen “deseable pero imposible”

Veamos:

1.- Kast ha hablado varias veces y en síntesis, su proyecto -en su actual etapa- es conformar un partido fuerte, joven, renovado, con un sólido ideario político y valórico que disponga a la brevedad de una bancada de políticos, que vaya de senadores a consejeros regionales, que le permita a Republicanos ser el fiel de la balanza política en aquellos temas que son del interés de sus miembros y seguidores.

2.- La representante más significativa del Centro Político -Chile Vamos- es Matthei, que cuenta con un fuerte respaldo ciudadano, con una amplia experiencia política y de gobierno y dispone de la capacidad para convocar a un amplio espectro de personas para configurar un gobierno eficiente.

Para completar el elenco de partidos para conformar una mayoría en el Congreso le falta incluir a Amarillos, a Demócratas y a un número de miembros de la ex – Concertación de probada vocación democrática -que los hay y muchos- para integrar su gobierno en representación de sus partidos.

Este requisito es difícil de conseguir, pero en la centro izquierda hay patriotas y gente comprometida con el pueblo que creo que muchos estarán disponibles para salvar a Chile de la decadencia en que nos encontramos.

3.- El tercer sector es, obviamente, el Frente Amplio, con los cuales es difícil encontrar puntos de coincidencia y donde la presencia del Partido Comunista deprecia su carácter democrático. Pero es una realidad con la que hay que contar y nunca olvidar. Sus chilenos como el representados están equivocados, pero también son chilenos.

La compañía del Partido Comunista es gran lastre y es una decisión que ellos deberán evaluar.

En breve, la tarea es lograr la participación activa y comprometida de la centro – izquierda democrática de la ex – Concertación en el gobierno de Matthei.

A diario tenemos miembros de ese sector cuyas apreciaciones y propuestas, si bien no coinciden exactamente con la del centro arriba descrito, son sin duda personas con experiencia, preparación y evidentemente comprometidas con Chile que invitadas con lealtad y generosidad se podrían unir a este rescate de Chile.

Es momento de crisis profunda, los chilenos de a pie exigimos generosidad, compromiso y patriotismo a los políticos, a todos ellos. Esta es una prueba de su compromiso con el pueblo chileno cuando más los necesita. Chile necesita a su mejores hijos, ¡ahora!.

Melosilla 11 de diciembre de 2024

        Fernando Thauby García

         Capitán de Navío IM (R)

UN GOBIERNO QUE GOBIERNE

Chile está en una situación de profunda decadencia y culpable fundamental de ella es la miseria de la clase política que nos gobierna. Y no me refiero solo al indescriptible gobierno de Boric.

Este fenómeno ha sido analizado hasta la saciedad, pero cada grupo político sigue sin hacerse cargo de sus falencias y culpas. Menos aún de buscar la forma de superarlas.

Las próximas elecciones de diputados, senadores y de presidente nos ofrecen una posibilidad de salir de este pantano intelectual y político para iniciar el camino de la recuperación.

Los resultados y características de las tres elecciones que vienen están ligados entre si aun cuando la presidencial, última y más relevante en un sistema presidencial como el que tenemos, es la más significativa y será determinante del éxito o fracaso del gobierno resultante.

El primer obstáculo es la conformación de nuestro Congreso. Actualmente nuestro escenario político está sobrepoblado de partidos y partiditos que, semejando emprendimientos personales, hacen imposible la negociación, la conformación de mayorías estables, la asunción de compromisos y sobre todo, compartir un conjunto de ideas y metas de mediano y largo plazo. Cambiar esta situación es improbable ya que es muy difícil que los incumbentes actuales acepten privarse del poder e ingresos de que hoy disfrutan.

Así, la conformación del escenario electoral estará dado principalmente por la naturaleza y características del proyecto político que se proponga a la ciudadanía.

Nuestra realidad política en un continuum que va desde la derecha conservadora hasta la izquierda revolucionaria sin una clara superioridad de ninguna coalición y menos de algún partido en particular. Por su parte las condiciones que enfrentará el nuevo gobierno son muy difíciles y requerirán mucho trabajo, sacrificio y tiempo para superarlas. Por otro lado, algunos de los aspectos críticos a corregir requerirán medidas duras y exigencias que solo pueden superarse con mayorías políticas sólidas y eficientes.

En breve, la salida del desastre en que nos encontramos requiere de un gobierno fuerte, sólido, de mayoría, con capacidad de tomar decisiones políticas, económicas y sociales en forma rápida, eficiente y eficaz. Necesitamos un gobierno que gobierne. Conseguir el poder no es suficiente.

En Chile existe un conjunto de ideas políticas, valores y costumbres que, con matices más allá o más acá, una mayoría comparte. Es decir, existe una base que permite llegar a un diagnóstico compartido y a la definición de un conjunto de políticas aceptables por muchos.

Es evidente que hay diferencias, pero también está claro que existe una contundente mayoría que rechazó el primer intento de Constitución que cubre un amplio espectro que permitiría acuerdos suficientes para gobernar con fuerte apoyo ciudadano.

En breve, necesitamos un gobierno que gobierne y que para conseguirlo y darle el apoyo que se necesita requiere la conformación de una alianza política fuerte situada al centro del espectro político, acompañada de dos partidos o alianzas opositoras, una en cada lado de dicho espectro, capaz de presentar y hacer valer la voluntad de los opositores o de quienes tienen ideas alternativas, conformando mayorías flexibles para casos específicos.

Poniéndole nombre, se requiere a Republicanos y al Frente Amplio, uno en cada extremo del espectro y a una alianza de centro que sume a la ex Concertación y a Chile Vamos con un programa que proponga y materialice las políticas a aplicar en seguridad interior, economía, salud, trabajo, justicia, educación y desarrollo social. Quedando en manos exclusivas del presidente el manejo de la política exterior, la defensa y el combate a la corrupción fiscal y privada.

El elemento clave es el presidente, que debe restablecer la dignidad del cargo, reconstruir su autoridad y mejorar sustantivamente el aprecio y respeto de los chileno a esa figura señera capaz de pararse frente al país en cualquier circunstancia y llevarlo, unido y confiado, a la victoria.

Estas ideas, expuesta en forma directa y breve, pretenden ofrecer a sus lectores una alternativa razonable y factible que supere la pequeña riña diaria y la pelea entre políticos mediocres.

Estamos en problemas. Es momento de grandes desafíos que requieren grandeza de sus líderes, el mundo se encamina hacia un prolongado período convulso e incierto.

Melosilla, 10 de diciembre de 2024

Fernando Thauby García

COLAPSO DE LAS CIVILIZACIONES

¿DE LA NUESTRA?

Hace muchos año tuve la suerte y el tiempo de leer a Arnold Toynbee. Es una gran obra que propone una Filosofía de la Historia[1], una visión sistemática y unificadora de la historia de la humanidad, en base al estudio de sus diversas civilizaciones que constituyen «campos inteligibles de estudio histórico» que concibe como “unidades culturales que “incluyen variados pueblos y/o naciones dentro de un mismo conjunto de creencias básicas”.

Nuestra “civilización occidental” como campo de estudio puede ubicarse en un espacio determinado, en un tiempo determinado.

Las civilizaciones no nacen automáticamente, nacen por una razón determinada, que Toynbee denomina “proceso de incitación y respuesta”, según el cual una comunidad es estimulada o presionada por un problema, frente al cual ofrece una respuesta creativa.

Su crecimiento tampoco es automático. El crecimiento exige sucesivas respuestas creativas por parte de personas o comunidades que ofrezcan soluciones nuevas, propias y originales a los problemas que van surgiendo. El crecimiento implica traspasar elementos de un plano material a un plano espiritual, más etéreo (eterealización). De este modo, mientras más crece una civilización, más elementos espirituales surgen de ella. El resultado constante y repetido de este proceso hace crecer a las civilizaciones cada vez más.

El colapso de las civilizaciones es evitable, ya que el proceso por el cual sucesivas minorías creadoras se van relevando unas a otras puede continuar teóricamente ad infinitum.

Sin embargo, puede suceder que en determinados momentos ninguna minoría creadora sea capaz de ofrecer una respuesta a un problema que aflige a la civilización, frente al cual ya no habrá solución posible. La civilización colapsa entonces y se precipita al abismo de la desintegración.

Este colapso puede asumir dos variantes, una pasiva y una activa. La pasiva consiste en la némesis de la creatividad, que es la idolatría de una institución que ha sido clave en una etapa anterior de la historia de la civilización, pero que pasa a ser un estorbo en una etapa siguiente, pese a lo cual los habitantes de la misma no se deshacen de ella por venerarla en demasía. La variante activa consiste en la hybris de extralimitarse más allá de toda medida racional, embarcándose en una carrera desenfrenada que llevará a la ruina; frecuentemente asume el carácter de militarismo suicida”.

Asi, el Colapso de una Civilización puede resumirse en tres actos:

  1. Pérdida del poder creador de la Minoría dirigente. Los liderazgos políticos, sociales, militares y religiosos no son capaces de generar una respuesta eficaz a una problema existencial de la sociedad. Minoría dominante incapaz de generar una filosofía creadora.
  • Retiro. Los liderazgos se “retiran”, se mimetizan con las mayorías no creativas y renuncian a crear y proponer respuestas eficaces. Se produce un aumento de las discordias internas de la sociedad, acompañada de la incapacidad de resolverlas. El proletariado interno pierde o carece de religión funcional y surge un “proletariado externo” que no se asimila ni incorpora al cuerpo social (migraciones) y trata de imponer la religión o valores que traen con ellos.
  • Pérdida de la unidad de la sociedad como un todo. Se produce el cisma del cuerpo social o mejor, un cisma del alma de la sociedad. Se proponen soluciones arcaísta o futuristas: regreso a un “origen” utópico o imaginario o un intento de salto a un Estado Universal, ambos como refugio final o permanente (eterno e inmóvil).

Estas reflexiones pueden ser útiles en momentos en que nuestra civilización Cristiana Occidental se ve desafiada por las civilizaciones India, China, Cristiana Ortodoxa (Rusia), Persa (Irania / Irak), y Árabe (Islámica)

Melosilla, 1 de Diciembre de 2024

Fernando Thauby


[1] Estudio de la Historia. Compendio de D.C. Somervell Vol 1 al 4