El Sionismo, ¿Es colonialismo?
La pregunta de si el sionismo es una forma de colonialismo es objeto de un intenso y complejo debate académico y político. No hay consenso, pero existen diferentes perspectivas con argumentos a favor y en contra.
Argumentos a favor de la visión del sionismo como colonialismo (especialmente colonialismo de asentamiento):
• Desplazamiento y desposesión: Los críticos señalan que la creación del Estado de Israel y la expansión de los asentamientos judíos implicaron el desplazamiento masivo de la población palestina original (la Nakba en 1948) y la continua expropiación de sus tierras. Argumentan que este proceso es característico del colonialismo de asentamiento, donde un grupo foráneo se establece en un territorio y busca reemplazar o subyugar a la población indígena.
• Origen europeo de los colonos: Gran parte de los primeros inmigrantes sionistas provenían de Europa y, según esta visión, actuaron con una mentalidad colonial típica de la época, viendo a la población local como «atrasada» o «incivilizada».
• Apoyo de potencias coloniales: El movimiento sionista obtuvo apoyo de potencias coloniales como el Imperio Británico (Declaración Balfour) y Francia, lo que algunos interpretan como una extensión de los intereses imperialistas europeos en la región.
• Estructura permanente: Se argumenta que el sionismo, como proyecto, busca establecer una estructura permanente de control judío sobre la tierra, lo que implica la eliminación de la presencia palestina o su subordinación.
• Similitudes con otros casos de colonialismo de asentamiento: Se establecen paralelismos con otros casos históricos de colonialismo de asentamiento, donde los colonos no solo explotan recursos, sino que buscan crear una nueva sociedad en la tierra colonizada, a menudo a expensas de la población nativa.
Argumentos en contra o matices a la visión del sionismo como colonialismo:
• Conexión histórica y religiosa con la tierra: Los defensores del sionismo enfatizan la profunda y milenaria conexión del pueblo judío con la Tierra de Israel (Eretz Israel) como su patria ancestral. Argumentan que no se trata de una colonización de una tierra ajena, sino del retorno de un pueblo a su hogar histórico después de un largo exilio.
• Movimiento de liberación nacional: El sionismo se autodefine como un movimiento de liberación nacional para el pueblo judío, que buscaba la autodeterminación y la seguridad frente a la persecución (antisemitismo) que sufrieron históricamente, culminando en el Holocausto.
• Migración y compra de tierras: Inicialmente, gran parte de la migración judía a Palestina y la adquisición de tierras se realizaron a través de medios legales y compra, antes de los conflictos armados.
• Diversidad del sionismo: Existen diferentes corrientes dentro del sionismo, y no todas comparten las mismas visiones sobre la población palestina o la expansión territorial. Algunos sionistas, por ejemplo, apoyan la solución de dos estados.
• Diferencia entre «colonialismo» y «colonialismo de asentamiento»: Algunos argumentan que la diferencia clave radica en la motivación. Mientras el colonialismo busca explotar los recursos y enviar las ganancias a la metrópoli, el colonialismo de asentamiento busca establecer una nueva sociedad. Sin embargo, los críticos replican que, incluso si el objetivo es diferente, el impacto en la población indígena es similar o incluso más severo.
En resumen, la perspectiva de que el sionismo es una forma de colonialismo (especialmente de asentamiento) es un argumento importante en el debate, apoyado por análisis históricos y de ciencias sociales que resaltan el desplazamiento de la población palestina y las dinámicas de poder. Sin embargo, los defensores del sionismo enfatizan la conexión histórica del pueblo judío con la tierra y su derecho a la autodeterminación como un movimiento de liberación nacional. La discusión es compleja y sensible, y las interpretaciones a menudo están ligadas a la posición política de quien las enuncia.
Cuáles son los pueblos «originarios» de Palestina
Los «pueblos originarios» de Palestina son una cuestión que, al igual que la pregunta sobre el sionismo y el colonialismo, es objeto de un debate histórico, político y demográfico complejo.
Desde una perspectiva ampliamente aceptada por la historiografía y la demografía, el pueblo palestino actual es considerado el descendiente de las poblaciones que han habitado la región durante milenios. Esto incluye:
• Población autóctona pre-árabe: Son las poblaciones que habitaban la región antes de la conquista árabe en el siglo VII d.C., incluyendo a los cristianos, samaritanos y también a una parte de la población judía que permaneció en la tierra después de la Diáspora[1] a lo largo de los siglos. Es importante destacar que los estudios genéticos identifican una continuidad genética significativa entre los palestinos actuales y las poblaciones antiguas del Levante meridional.
• Poblaciones arabizadas e islamizadas: A partir de la conquista árabe, la mayoría de la población se fue arabizando e islamizando gradualmente a lo largo de los siglos, adoptando el árabe como lengua y el islam como religión, aunque comunidades cristianas y judías significativas persistieron. Esta arabización no implicó necesariamente un reemplazo total de la población, sino un proceso de asimilación cultural y lingüística.
Por lo tanto, cuando se habla de «pueblos originarios» en el contexto actual de Palestina, se refiere principalmente a los palestinos árabes, que incluyen a la mayoría musulmana, así como a las comunidades cristianas y drusas palestinas. Ellos son los descendientes de las poblaciones que han vivido de forma continua en la región durante siglos y milenios.
Es fundamental comprender que:
• No hay una «raza» palestina única: Al igual que cualquier pueblo, los palestinos son el resultado de una larga historia de migraciones, interacciones y conversiones a lo largo de los milenios.
• La identidad palestina es multifacética: Se forjó a lo largo de siglos de historia bajo diversas dominaciones (romana, bizantina, árabe, otomana, británica), con el árabe como idioma principal y una mayoría musulmana, junto con importantes comunidades cristianas.
• La comunidad judía histórica en Palestina: También es importante reconocer que existió una comunidad judía autóctona en Palestina de forma continua, aunque pequeña en número, antes y durante la inmigración sionista moderna. Esta comunidad a menudo se distingue de los inmigrantes sionistas que llegaron a partir de finales del siglo XIX.
En resumen, la designación de «pueblos originarios» en Palestina se aplica al pueblo palestino en su conjunto, entendiendo que su composición actual es el resultado de una compleja historia de presencia ininterrumpida y transformaciones culturales y demográficas a lo largo de los milenios.
Los judíos son una fé religiosa, no son una nación ni una raza.
Saque Ud. sus propias conclusiones.
Melosilla, 28 de Julio de 2025.
Fernando Thauby García
Capitán de Navío Infantería de Marina (r)
[1] Diáspora Judía
La Diáspora Judía se refiere a la dispersión del pueblo judío fuera de Israel y su asentamiento en diversas regiones del mundo. A lo largo de la historia, han habido varias “diásporas” por diferentes razones: Primeras deportaciones: La Primera diáspora ocurrió tras la destrucción del Primer Templo de Jerusalén en el año 586 a.C. por el Imperio Babilónico, lo que llevó a muchos judíos a Babilonia. Aunque algunos regresaron después de la conquista persa y la reconstrucción del Segundo Templo, una parte significativa permaneció en Mesopotamia. Período helenístico y romano: La diáspora voluntaria (emigración) se expandió considerablemente en el mundo grecorromano a partir del siglo III a.C.. Destrucción del Segundo Templo: Un punto de inflexión fue la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén por los romanos en el año 70 d.C. y la rebelión de Bar Kojba en el año 135 d.C., que resultó en una mayor dispersión por todo el Imperio Romano y más allá (Balcanes y Europa Oriental). A pesar de la dispersión geográfica, muchos judíos han mantenido su identidad religiosa y cultural.