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14 DE JULIO. ¿QUÉ CELEBRAN LOS FRANCESES?

¿Era necesaria la revolución francesa?

La Gloriosa Revolución Británica (1688) y la Revolución Francesa (1789) son dos hitos fundamentales en la historia europea, que si bien comparten el objetivo de limitar el poder monárquico, presentan profundas diferencias en sus causas, desarrollo y consecuencias.

La Gloriosa Revolución, buscó el establecimiento de una monarquía parlamentaria, mientras que en la Revolución Francesa, que en un inicio planteó una monarquía constitucional, terminó con su abolición total y el establecimiento de una república.

La Gloriosa Revolución, por su parte, fue un cambio de régimen relativamente pacífico y negociado. Se le llama «Gloriosa» precisamente porque se evitó una guerra civil a gran escala. Fue más bien un golpe de estado incruento que se logró a través de un acuerdo entre el Parlamento (dominado por la nobleza y la burguesía) y Guillermo de Orange, quien fue invitado a tomar el trono, mientras la Revolución Francesa fue un proceso muy violento, radical y prolongado que implicó una guerra civil, la ejecución del rey Luis XVI y la reina María Antonieta, y un período de represión conocido como el “El Terror». Fue una revolución «desde abajo», impulsada y dirigida por la burguesía ideologizada y ambiciosa que lanzó a las calles a las turbas descontentas y en extremo violentas.

Las causas principales de la Gloriosa Revolución fueron de índole religiosa y política. El rey Jacobo II, católico, intentó imponer el catolicismo en un país mayoritariamente protestante y gobernó de manera absolutista, disolviendo el Parlamento y favoreciendo a los católicos en puestos clave. El nacimiento de un heredero católico fue la gota que colmó el vaso, ya que se temía el establecimiento de una dinastía católica y absolutista.

Concluyó con el fortalecimiento de la burguesía, el desarrollo del sistema financiero (creación del Banco de Inglaterra) y el establecimiento de una monarquía parlamentaria y constitucional en que el poder del rey quedó limitado por la ley y el Parlamento. La promulgación de la Declaración de Derechos (Bill of Rights) de 1689, garantizó derechos individuales y sentó las bases para el desarrollo del parlamentarismo y la democracia liberal. Fue un cambio evolutivo que preservó gran parte de las instituciones existentes.

Las causas de la Revolución Francesa fueron más complejas y la causa detonante fueron la crisis económica y financiera: grandes deudas por su apoyo a la guerra de independencia norteamericana, malas cosechas y altos precios de los alimentos. Un sistema estamental rígido donde la nobleza y el clero gozaban de privilegios y exenciones y los burgueses soportaba la carga impositiva, y lo más relevante, las ideologías de intelectuales que prometían libertad, igualdad y derechos individuales desorbitados, imposibles e insustentables.

La toma de la Bastilla, dio inicio a “los días de gloria” que canta La Marsellesa. La Bastilla era una fortaleza medieval en París que se utilizaba como prisión estatal, que al momento de su toma solo albergaba a unos pocos presos comunes que la propaganda burguesa presentaba como “presos políticos”. Había sido convertida en un poderoso símbolo de la opresión, la tiranía y el poder absoluto de la monarquía francesa y fue tomada por una turba, compuesta principalmente por ciudadanos comunes de París, dirigidos por agitadores políticos y burgueses, en un acto de desafío directo al rey Luis XVI y a la monarquía.

Dió inicio a la “Revolución Francesa” que incluyó la abolición de la monarquía absoluta y del Antiguo Régimen, el establecimiento de la República y la proclamación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Fue un período de inestabilidad política y violencia extrema, difícil de describir y casi imposible de entender, que culminó con el ascenso de Napoleón Bonaparte como Emperador.

Su impacto ideológico y político fue inmenso en Europa y el mundo, inspirando otras revoluciones y movimientos liberales y nacionalistas.

Fue un cambio radical que buscó una ruptura total con el pasado.

En resumen, mientras la «Gloriosa Revolución» fue un acuerdo de élites para limitar el poder real y consolidar un sistema parlamentario, la “Revolución Francesa” fue una explosión social masiva que buscó una transformación radical de todas las estructuras políticas, sociales y económicas, marcando el fin del Antiguo Régimen en Europa continental que concluyó con La Restauración con Luis XVIII: Rey de Francia.

Tuvo costos humanos y económicos desorbitados: especialmente durante el Terror, causó cientos de miles de muertes (por ejecuciones, guerras, hambruna y genocidio), devastó la economía y sumió a Francia en un periodo de inestabilidad y guerras constantes que durarían décadas. Algunos argumentan que los objetivos de igualdad y modernización podrían haberse logrado con un coste mucho menor, a través de reformas y transiciones más pacíficas.

A pesar de sus ideales iniciales, la Revolución llevó a la dictadura napoleónica y a un ciclo de restauraciones monárquicas y revoluciones a lo largo del siglo XIX. Los objetivos de libertad y estabilidad no se consolidaron de inmediato y que el camino tomado fue excesivamente disruptivo para los resultados obtenidos a corto y mediano plazo.

La Revolución no solo abolió lo obsoleto, sino que también destruyó instituciones y tradiciones que tenían valor y podrían haberse reformado en lugar de eliminarse por completo, contribuyendo a la anomia y desorden social.

En conclusión, mientras que las condiciones del Antiguo Régimen hacían necesario algún tipo de cambio significativo, la interacción de las crisis estructurales con decisiones humanas excesivas, moldearon su desarrollo. Es un recordatorio de que la historia no sigue un guion preestablecido y que las alternativas siempre existen, aunque no siempre se tomen.

Todo indica que Francia podía y tenía la capacidad para “mas”, y que se contentó con un caos de terrorismo y violencia que, por alguna razón, aun se sigue celebrando y dividiendo a sus ciudadanos.

Melosilla, 15 de Julio de 2025

             Fernando Thauby García

Capitán de Navío Infantería de Marina (r)

ISRAEL EN EL CONTEXTO DE LA HEGEMONÍA MUNDIAL

Es notable como la mayoría de los análisis, evaluaciones y comentarios de la actual crisis en Medio Oriente -entre EEUU, Israel e Irán- son hechos desde una perspectiva desconectada de la realidad de la dinámica de la lucha por la hegemonía mundial, en este caso por la secuencia iniciada por el derrumbe de los imperios coloniales, Francia y Gran Bretaña, seguida por la Descolonización; la competencia entre EEUU y la URRS conocida como la Guerra Fría; la caída de la URRS; la breve hegemonía unipolar de los EEUU y el actual inicio de la conformación de un sistema Multipolar con el ingreso de China, India y Rusia como miembros relevantes y varias potencias de segunda línea como participantes activos.

La Segunda Guerra Mundial dejó a las potencias europeas (Reino Unido, Francia, Países Bajos y Bélgica) económicamente exhaustas y militarmente debilitadas. Mantener vastos imperios coloniales se volvió insostenible. Por su parte las potencias emergentes podían asegurar sus intereses económicos a través del comercio, la inversión y la competencia ideológica, sin la carga administrativa y militar de mantener imperios.

Caída de los imperios territoriales y ascenso de EEUU y la URRS. La Crisis del Canal de Suez de 1956 fue un conflicto internacional que marcó el punto de inflexión en las relaciones de poder globales, señalando el declive de las antiguas potencias coloniales y el ascenso de Estados Unidos y la Unión Soviética como superpotencias.

La causa inmediata fue la decisión del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, el 26 de julio de 1956, de nacionalizar la Compañía del Canal de Suez. Esta compañía, de propiedad británica y francesa, controlaba el vital paso marítimo que conecta el Mediterráneo y el Mar Rojo. Nasser justificó la nacionalización como una medida para financiar la construcción de la Presa de Asuán, un proyecto crucial para el desarrollo de Egipto, después de que Estados Unidos y Gran Bretaña retiraran su oferta de financiación debido a los crecientes lazos de Egipto con la Unión Soviética y Checoslovaquia comunista.

Gran Bretaña y Francia, principales accionistas del canal y con importantes intereses estratégicos y económicos en Vietnam, India y en la región, vieron la nacionalización como una agresión. Conspiraron secretamente con Israel, cuyas relaciones con Egipto ya eran tensas, para una intervención militar conjunta. Israel buscaba acabar con el bloqueo egipcio y ampliar su dominio territorial.

Aunque militarmente las fuerzas anglo-franco-israelíes lograron éxitos iniciales invadiendo la península del Sinaí y la zona del canal, la oposición y las amenazas económicas de EEUU y Rusia forzaron su retirada. Antes y durante la Crisis de Suez, se forjó una alianza secreta entre Francia, el Reino Unido e Israel. En este marco, Francia se convirtió en un socio estratégico clave para Israel en materia de armamento y en el desarrollo clandestino de la capacidad nuclear de Israel, a partir de las Instalaciones en Dimona.

La Crisis de Suez marcó el fin de la era colonial europea y la pérdida significativa de influencia de Gran Bretaña y Francia en el Medio Oriente

En resumen, la Crisis del Canal de Suez de 1956 fue el evento crucial que redefinió el panorama geopolítico mundial, marcando el fin del ordenamiento global de la era colonial Europea y elcomienzo de la Guerra Fría- dominada por la intensa lucha bipolar entre EEUU y la URRS.

El punto de inflexión de la supremacía norteamericana en apoyo a Israel se produjo en 1967 (Guerra de los Seis Días), en que la administración estadounidense reforzada por la influencia del lobby israelí estableció su voluntad de garantizar la seguridad de Israel y su capacidad para defenderse. Esto se tradujo en una política de proporcionar a Israel el acceso a la tecnología y el armamento más avanzados.

Guerra de Yom Kipur (1973): cuando Israel se enfrentó a un ataque sorpresa por parte de Egipto y Siria, el puente aéreo masivo de suministros militares de Estados Unidos fue crucial para la supervivencia y eventual victoria de Israel. Este evento cimentó aún más la dependencia de Israel de Estados Unidos como su principal respaldo militar. La ayuda militar anual de Estados Unidos a Israel se ha mantenido con un acuerdo que actualmente garantiza 3.800 millones de dólares anuales hasta 2028.

En síntesis, el reemplazo de Francia por Estados Unidos como el principal aliado militar de Israel fue el resultado directo de la necesidad estratégica de Estados Unidos de tener un aliado fuerte en una región volátil, en el contexto de la Guerra Fría. Esta alianza se ha mantenido y fortalecido desde entonces.

Término de la Guerra Fría y establecimiento de la hegemonía unilateral global de los EEUU. El colapso de la Unión Soviética no fue un evento único ni repentino, sino el resultado de una acumulación de problemas económicos, políticos e ideológicos que se agudizaron en las últimas décadas de su existencia. El sistema soviético se basaba en una planificación económica centralizada que se volvió cada vez más ineficiente, rígida y burocrática. Por otra parte, la URSS destinó una parte desproporcionada de su PIB a la defensa y a la carrera armamentista con Estados Unidos durante la Guerra Fría. Este gasto militar masivo desvió recursos de otros sectores cruciales (consumo, infraestructura, tecnología civil) y agotó su economía.Gorbachov intentó introducir elementos de mercado y descentralización en la economía para revitalizarla. Sin embargo, estas reformas fueron implementadas de manera gradual y a menudo inconsistente, generando más caos y desabastecimiento en lugar de mejoras. También abandonó la Doctrina Brézhnev (que justificaba la intervención soviética en los asuntos internos de los países del Pacto de Varsovia) lo que permitió que los países de Europa del Este (Polonia, Hungría, Alemania del Este, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria) se liberaran del control soviético en 1989 (marcado por la caída del Muro de Berlín), lo que a su vez aceleró la desintegración interna de la URSS al desmantelar su esfera de influencia.

Finalmente, el 25 de diciembre de 1991, Mijaíl Gorbachov renunció como presidente y la bandera soviética fue arriada en el Kremlin, marcando la disolución formal de la Unión Soviética y su reemplazo por la Comunidad de Estados Independientes (CEI), compuesta por la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas. La caída de la URSS puso fin a la bipolaridad que había caracterizado las relaciones internacionales durante la Guerra Fría. Con el colapso del bloque soviético, Estados Unidos emergió como la única superpotencia hegemónica, dando paso a un período conocido como el «mundo unipolar» en el que no existió otra potencia o bloque de potencias capaz de desafiar la hegemonía estadounidense a nivel global.

Sin la contención soviética, Estados Unidos se sintió más libre para intervenir militarmente en diversas regiones de una sucesión de guerras de escasa utilidad para EEUU que incluyeron varias derrotas: Guerra de Corea (3 años), Vietnam (20 años), Iraq 9 años, Afganistán (20 años) y Libia, (6 años) con aproximadamente 100.000 muertos y 700.000 heridos y mutilados.

En los 35 años de unipolaridad hubo grandes cambios: aceleración de la globalización económica, liberalización de mercados, desregulación y expansión del comercio y las finanzas internacionales, a menudo bajo la influencia de las instituciones lideradas por Estados Unidos (Orden Mundial  Basado en Reglas).

La transición de un mundo bipolar a uno unipolar tuvo consecuencias profundas: Mayor estabilidad en algunas regiones, nuevos conflictos y desafíos en otras. Expansión de la OTANhacia el este, incluyendo a antiguos miembros del Pacto de Varsovia, lo que generó tensiones con la nueva Rusia y Desafíos a la hegemonía estadounidense: surgieron nuevas potencias (China, la Unión Europea) y desafíos (terrorismo internacional) que comenzaron a configurar un mundo más multipolar a principios del siglo XXI. La invasión de Irak en 2003 y las crisis financieras globales fueron hitos que pusieron en tela de juicio los límites de la unipolaridad estadounidense.

En resumen, la caída de la URSS transformó radicalmente el panorama geopolítico, dando paso a una era de predominio estadounidense, perotambién sentando las bases para la aparición de nuevos actores y dinámicas que actualmente estarían llevando a un orden mundial más complejo y, para algunos, nuevamente multipolar.

Crisis norteamericana. La década de 1980, bajo la presidencia de Ronald Reagan, experimentó un fuerte aumento de la deuda pública como resultado de los recortes de impuestos y el aumento del gasto militar. En el siglo XXI, la administración de George W. Bush (2001-2009) vio un incremento significativo de la deuda nacional debido a los recortes de impuestos, las guerras en Afganistán e Irak y la crisis financiera de 2008. La deuda se duplicó con creces durante su presidencia. La administración de Obama (2009-2017) continuó con un aumento de la deuda debido a las secuelas de la crisis financiera, el estímulo económico y el aumento del gasto en atención médica. La deuda casi se triplicó entre 2008 y 2019. La administración Trump (2017-2021) también experimentó un aumento sustancial de la deuda debido a los recortes de impuestos (TCJA) y al aumento del gasto, incluso antes de la pandemia de COVID-19. La deuda aumentó en 7,8 billones de dólares durante su presidencia. Bajo la administración Biden (2021-Presente), la deuda ha seguido aumentando, superando los 34 billones de dólares a finales de 2023 y alcanzando los 36 billones a principios de 2025.

Los intereses de la deuda representan el costo de servir la deuda nacional acumulada. Este componente está creciendo rápidamente debido al aumento de la deuda y al incremento de las tasas y podría pronto ocupar la mayor parte del presupuesto. El déficit fiscal de EE. UU. se refiere a la situación en la que el gobierno gasta más dinero del que recauda en impuestos y otras fuentes de ingresos. Este déficit se suma a la deuda nacional.

No se puede afirmar que EE. UU. esté en «decadencia» en un sentido absoluto. Sigue siendo una superpotencia con fortalezas económicas, militares y diplomáticas considerables. Sin embargo, lo que sí es evidente es un cambio en el equilibrio de poder global. China ha emergido como un competidor significativo, y la relación entre China y Rusia busca activamente desafiar el orden unipolar que existió después de la Guerra Fría.

Es entonces en este contexto en que debemos situar el comportamiento y trascendencia de las relaciones entre Israel, Irán y los EEUU en Oriente Medio.

La gestión de gobierno de Donald Trump por su parte no contribuye en absoluto a dar estabilidad al sistema de seguridad global ni a fortalecer el liderazgo de su país. La importancia de Israel como parte del panorama mundial es actualmente irrelevante, China y Indo Pacifico si lo son.

Melosilla, 29 de Junio de 2025

             Fernando Thauby García

 Capitán de Navío, Infantería de Marina (r)

RUSIA: MOVIMIENTOS POLÍTICOS Y FILOSÓFICOS ACTUALES

Rusia, oficialmente conocida como Federación Rusa, es el país más extenso del mundo. Abarca gran parte del norte de Eurasia, desde Europa hasta el norte del Océano Pacífico. Su historia comienza con los pueblos eslavos orientales y ha evolucionado a lo largo de los siglos, incluyendo la formación del Imperio Ruso, la Unión Soviética y la actual Federación Rusa.

En la Rusia actual, el panorama político y filosófico es complejo y está marcado por una serie de movimientos e ideas que interactúan y, en ocasiones, compiten entre sí.

Su sistema político está dominado por el partido Rusia Unida, que se describe a sí mismo como conservador y nacionalista. Otros partidos con representación en la Duma Estatal (el parlamento ruso) incluyen al Partido Comunista de la Federación Rusa, principal fuerza de oposición que promueve la ideología marxista-leninista y socialista; el partido Liberal-Demócrata de Rusia (LDPR) al que se le considera un partido de extrema derecha con tendencias nacionalistas; Rusia Justa, un partido de centroizquierda con ideología socialdemócrata y el partido Gente Nueva, de centroderecha, que promueve ideas liberales.

El panorama filosófico – político en Rusia hoy en día se nutre de dos corrientes principales:

El resurgimiento del conservadurismo y el nacionalismo, que propone la revalorización de la historia rusa, la identidad nacional y los valores tradicionales, en contraposición a las influencias occidentales. Esta corriente, liderada por Aleksandr Duguin es la más influyente.

La filosofía religiosa rusa: La tradición de la filosofía religiosa rusa es muy relevante, con énfasis en la espiritualidad ortodoxa, la comunidad (sobornost) y la búsqueda de un significado trascendente.

A pesar de las tendencias nacionalistas, siguen vigentes una tradición relacionada con las corrientes filosóficas occidentales y otra con los remanentes del comunismo tradicional.

Una cuestión central en la filosofía política rusa actual es la definición de la identidad rusa, su lugar en el mundo y su relación con la cultura y los valores occidentales.

En esta línea, el filósofo político más influyente es, sin duda, Aleksandr Gelyevich Duguin (nacido en Moscú en 1962); filósofo, analista político y estratega cuyas ideas han sido asociadas al fascismo y al nacional bolchevismo. Es conocido como el principal teórico del “neo eurasianismo” que incluye a Rusia, como el centro y líder de esta civilización; Europa Oriental, incluyendo países como Bielorrusia, Bulgaria, República Checa, Hungría, Moldavia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y, de manera muy prominente Ucrania; las naciones de Asia Central, en gran parte ex repúblicas soviéticas, incluyendo países como Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán y el Cáucaso.

Algunos puntos clave sobre Aleksandr Duguin: es el principal exponente de la Cuarta Teoría Política, que busca superar las ideologías del liberalismo, el comunismo y el fascismo, proponiendo una visión basada en la identidad cultural y geopolítica de las civilizaciones, con un fuerte énfasis en el concepto de «ethnos» (nación étnica y cultural). Su pensamiento respecto a Rusia, se caracteriza por un conservadurismo radical, el nacionalismo ruso, el anti occidentalismo y la defensa de un mundo multipolar liderado por grandes bloques civilizatorios.

El Eurasianismo es la piedra angular de su pensamiento geopolítico y postula que Rusia no es simplemente un país europeo, sino una civilización euroasiática distinta, con una misión histórica y geopolítica propia.

Promueve la creación de un bloque euroasiático liderado por Rusia, que contrarreste la influencia de Estados Unidos y Europa Occidental. Este bloque incluiría a los países de la antigua Unión Soviética y otros territorios con afinidades culturales y geopolíticas con Rusia. Propone un orden mundial multipolar, con varios centros de poder civilizatorio (Rusia, China, India, el mundo islámico, América Latina), en contraposición a la unipolaridad estadounidense.

Duguin a menudo presenta la confrontación geopolítica entre Rusia y Occidente como una guerra espiritual, donde Rusia defiende los valores tradicionales y espirituales encarnados en la ortodoxia contra el materialismo y la decadencia occidental

No es el «ideólogo oficial» de Vladímir Putin, pero sus ideas han tenido influencia significativa en la formulación de la política exterior rusa, particularmente en lo que respecta a la visión de Rusia como una potencia civilizatoria y su relación con Ucrania y otros países vecinos.

Su propuesta geopolítica incluye: entregar a Alemania el dominio político sobre la mayoría de los estados protestantes y católicos ubicados en Europa Central y del Este. Animar a Francia a formar un «bloque franco-alemán» con Alemania, basándose en su «tradición antiatlántica». Aislar de Europa al Reino Unido.

Sugiere que Finlandia sea absorbida por Rusia, otorgar un «estatus especial» a Letonia y Lituania dentro de la esfera de Eurasia-Rusia, y un estatus similar para Polonia en la esfera de Europa.

También plantea la unión de los “Países Ortodoxos” bajo el control de Moscú (la Tercera Roma): Rumania, Macedonia, Bosnia y Grecia.

Es importante tener presente que las ideas de Duguin son controvertidas y han sido criticadas por su nacionalismo extremo, su visión del mundo como una lucha constante entre civilizaciones, su rechazo de los valores liberales y las acusaciones de promover el fascismo y la incitación a la violencia.

Duguin y Putin. Entre ambos no hay un consenso absoluto, pero es posible identificar puntos clave de acuerdo:

Ambos comparten un fuerte nacionalismo ruso, un rechazo del orden mundial liderado por Estados Unidos y la idea de Rusia como una civilización única con una misión histórica.

El concepto de «eurasianismo» de Duguin coincide con la idea de Putin de un mundo multipolar donde Rusia sea un centro de poder importante.

Su idea de una confrontación cultural estructural con Occidente también se alinea con la retórica y las acciones de Putin, sin embargo hay que recordar queéste es un líder pragmático que toma decisiones basadas en una variedad de factores, no solo en la ideología.

Melosilla 22 de Junio de 2025

               Fernando Thauby García

   Capitán de Navío, Infantería de Marina (r)

LA ESTRATEGIA NORTEAMERICANA DEL

«REGIME CHANGE» EN MEDIO ORIENTE

La estrategia de «Regime Change» (cambio de régimen) de Estados Unidos se refiere a su política exterior que promueve sus intereses mediante el derrocamiento de gobiernos extranjeros considerados hostiles o desestabilizadores para los intereses estadounidenses. Ha sido una herramienta recurrente en la historia de la política exterior de EE. UU., especialmente en el Medio Oriente.

Aplicación en Medio Oriente

La estrategia de «Regime Change» por parte de Estados Unidos, es una herramienta utilizada de manera sistemática, aunque con diferentes intensidades y modalidades según el contexto geopolítico.

Tiene un patrón histórico. Desde antes de la Guerra Fría, Estados Unidos ha intervenido en los asuntos internos de otros países para influir en la composición de sus gobiernos mediante el apoyo a golpes de estado, financiamiento de grupos de oposición, campañas de desinformación, presiones económicas e intervenciones militares directas, que muestran un patrón consistente.

Las justificaciones para estas acciones han evolucionado, pero a en general se refieren a la “seguridad nacional de EE. UU”., la promoción de la democracia (a veces de forma selectiva), la lucha contra el comunismo, el terrorismo o la inestabilidad regional, y la protección de intereses económicos o geopolíticos. La persistencia de estas justificaciones, aunque cambien de nombre, evidencian una estrategia subyacente.

A lo largo de las décadas, diversas doctrinas de política exterior estadounidense (como la Doctrina Truman, la Doctrina Reagan o la Doctrina Bush) han proporcionado marcos teóricos justificativos que de la ejecución de «cambios de régimen» como una herramienta legítima para alcanzar objetivos estratégicos.

La aplicación del «Regime Change» no se limita a la intervención militar. Se ha manifestado a través de una amplia gama de herramientas, desde las operaciones encubiertas de la CIA hasta sanciones económicas, diplomacia coercitiva y la promoción de insurrecciones o movimientos de oposición. La existencia de un arsenal tan diverso de herramientas indica que no es una reacción improvisada, sino una capacidad desarrollada y mantenida.

Si bien cada administración presidencial puede tener un enfoque particular y prioridades diferentes, la idea de influir en los regímenes extranjeros ha sido persistente en la política exterior estadounidense, adaptándose a las circunstancias del momento.

Aunque no todas las administraciones recurren al «Regime Change» con la misma frecuencia o de la misma manera, la capacidad y la disposición para emplear esta herramienta, sumado a un historial tan extenso de intervenciones, sugieren que es una política intrínseca y sistemática en el repertorio de la política exterior estadounidense, utilizada cuando se considera necesario para proteger o promover sus intereses globales.

EJEMPLOS DESTACADOS EN MEDIO ORIENTE:

La aplicación de esta estrategia en Medio Oriente ha sido variada y ha tenido diferentes justificaciones a lo largo del tiempo:

Una de las principales motivaciones ha sido el control de los recursos petroleros de la región. Esto ha llevado a alianzas con regímenes pro-estadounidenses y a la desestabilización de aquellos percibidos como una amenaza para estos intereses. El apoyo incondicional a Israel ha sido un pilar de la política exterior estadounidense en la región, determinando qué regímenes deben ser apoyados o derrocados.

Especialmente después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la lucha contra el terrorismo se convirtió en una justificación central para intervenciones y cambios de régimen. La administración de George W. Bush acuñó el término «Eje del Mal» para referirse a países como Irak, Irán y Corea del Norte, argumentando que sus regímenes debían ser cambiados para evitar futuros ataques.

En algunos casos, se ha argumentado que el cambio de régimen buscaba promover la democracia y los derechos humanos, aunque esta justificación ha sido a menudo criticada por su selectividad y por los resultados contradictorios.

Irán (1953): Uno de los primeros y más claros ejemplos de «Regime Change» encubierto. La CIA y el MI6 británico orquestaron un golpe de Estado para derrocar al primer ministro Mohammad Mosaddegh, quien había nacionalizado la industria petrolera iraní, y restaurar el poder del Sha Mohammad Reza Pahlavi, un aliado de Occidente. Concluyó con el derrocamiento del Sha y el regreso de los Ayatolas.

Irak (2003): La invasión de Irak y el derrocamiento de Saddam Hussein son el ejemplo más notorio de «Regime Change» en la era post-11 de septiembre. La justificación oficial fue la posesión de armas de destrucción masiva y sus vínculos con Al-Qaeda, que luego resultaron ser falsos. El objetivo era derrocar a Sadam Hussein para establecer en Irak una democracia amiga que sirviera como modelo para la región. Fue un fracaso espectacular y terminó en una anarquía feroz.

Siria (a partir de 2011): Durante la guerra civil siria, Estados Unidos apoyó a grupos de oposición y buscó el derrocamiento del régimen de Bashar al-Assad. No pudo hacerlo y concluyó en el reemplazo de al-Assad por un dirigente ex – terrorista y antinorteamericano.

Libia (2011): Aunque no es un país del Medio Oriente en sentido estricto, la intervención de la OTAN, con un fuerte impulso de Estados Unidos, llevó al derrocamiento de Muammar Gaddafi en Libia, con el objetivo de proteger a los civiles y, de facto, facilitar un cambio de régimen. Libio terminó sumida en la anarquía y la guerra civil que continúa hasta hoy.

Afganistán (2001 al 2021): La intervención de Estados Unidos en Afganistán a partir de 2001 definitivamente cae en la categoría de «Regime Change».El objetivo inicial y directo de la invasión liderada por EE. UU. en octubre de 2001 (hasta 2019) fue derrocar al régimen talibán que gobernaba Afganistán y que habían dado refugio a Al-Qaeda, la organización responsable de los ataques del 11 de septiembre. Tras el derrocamiento de los talibanes, Estados Unidos y sus aliados instalaron un gobierno interino, liderado por Hamid Karzai, y luego apoyaron la creación de un sistema político y una constitución completamente nuevos. El objetivo era establecer un gobierno pro-occidental y más democrático.La intervención se transformó rápidamente en un proyecto de más largo plazo para transformar la sociedad y la política afgana, con la esperanza de crear un país que se alineara con los intereses occidentales. Concluyó con la huida de las fuerzas norteamericanas, 19 años después.

RESULTADOS Y CRÍTICAS

Los resultados de la estrategia de «Regime Change» en Medio Oriente han sido estados fallidos o caos; el derrocamiento de regímenes autoritarios llevó a la desestabilización de los países, la proliferación de grupos extremistas y guerras civiles, como se ha visto en Irán, Irak, Libia, Siria y Afganistán.

En resumen, la estrategia de «Regime Change» ha sido motivada por diversos intereses geopolíticos y de seguridad de los EEUU y su aplicación en el Medio Oriente ha demostrado ser ineficaz y contraproducente.

La actual intervención norteamericana en Irán -con la mano de Israel- para intentar la destrucción del régimen actual y su reemplazo por fuerzas políticas aun inexistentes, no parecen prometer mejores resultados. El evento es aún más peligroso dada la existencia -real o potencial- de armas nucleares en manos de, al menos, dos de los tres actores involucrados y la ubicación del conflicto en un lugar geográfico extremadamente volátil.

Melosilla, 18 de Junio de 2026

          Fernando Thauby García

Capitán de Navío Infantería de Marina (r)

¿FIN DEL “ORDEN MUNDIAL BASADO EN REGLAS”?

El término «sistema internacional basado en reglas» se refiere a un ordenamiento económico y financiero global basado en un conjunto de normas, principios e instituciones que buscan regular las interacciones entre los Estados y otros actores internacionales, con el fin de promover la paz, la estabilidad, la cooperación y el desarrollo. En esencia, se opone a un escenario donde prevalece la «ley del más fuerte».

Este sistema tiene sus raíces en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial y fue implantado por Estados Unidos y sus aliados occidentales, con el propósito de construir un orden económico liberal predecible y estable.

Los hitos y actores claves en su desarrollo fueron (1) la creación de las Naciones Unidas (ONU en 1945); un organismo central para la cooperación internacional y la resolución pacífica de conflictos, basado en principios de soberanía, igualdad y no injerencia; (2) el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (Bretton Woods) en 1944), para regular el sistema financiero y monetario internacional y promover la reconstrucción y el desarrollo económico. (3) el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y posteriormente la Organización Mundial del Comercio (OMC): para fomentar el libre comercio y reducir las barreras comerciales. (4) desarrollo del Derecho Internacional a través de tratados, convenciones y la jurisprudencia de tribunales internacionales (la Corte Internacional de Justicia).

Este «orden liberal internacional» se ha caracterizado por promover el liberalismo económico (libre comercio, mercados abiertos) y, en cierta medida, la democracia liberal y los derechos humanos, en la actualidad el “sistema internacional regido por reglas” sigue existiendo, pero enfrenta importantes desafíos y cuestionamientos:

  • Ascenso de nuevas potencias: países como China y Rusia, que no participaron en su configuración inicial, cuestionan su hegemonía y proponen un orden más «multipolar» que refleje una distribución de poder más equitativa.
  • Nacionalismos y populismos: Se observa una tendencia a priorizar los intereses nacionales por encima de la cooperación internacional y los acuerdos multilaterales.
  • Crisis de las instituciones existentes: La eficacia y representatividad de algunas organizaciones internacionales son puestas en duda.
  • Uso selectivo de las reglas: las potencias que impulsaron el sistema a veces lo interpretan o aplican de manera arbitraria o para sus propios intereses. La llegada de Trump al gobierno de los EEUU ha llevado esta tendencia al extremo.
  • Nuevos desafíos globales: El cambio climático, las pandemias, los ciberataques y otros problemas transnacionales requieren una cooperación global que el sistema actual no aborda de manera efectiva.

Parece claro que sus fundamentos y muchas de sus instituciones persisten, pero están en renegociación y cuestionamiento.

La «Trampa de Kindleberger» es un concepto geopolítico y económico que postula que la estabilidad global (de seguridad, económica y financiera) depende de la existencia de una potencia hegemónica dispuesta y capaz de proporcionar bienes públicos globales. Estos «bienes públicos» se refieren a aquellos valorados por la comunidad internacional y que, por su naturaleza, no podrían ser provistos por los Estados individuales sin la existencia y acción de un líder. Ejemplos de estos bienes públicos globales incluyen: mercados abiertos, préstamos anticíclicos o estables a largo plazo, vigilancia de la estabilidad de los tipos de cambio, coordinación de políticas macroeconómicas y actuar como prestamista de última instancia para evitar quiebras financieras a gran escala que podrían desestabilizar el sistema internacional.

Kindleberger desarrolló esta idea al analizar la Gran Depresión de la década de 1930. Argumentó que la inestabilidad y el colapso económico de esa época se debieron, en gran parte, a la falta de un líder global que asumiera estas responsabilidades. Tras la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido ya no era capaz de hacerlo y Estados Unidos, no estaba dispuesto a asumir plenamente ese rol debido a su tendencia aislacionista. Esta «falta de liderazgo» o «vacío de poder» dejó al sistema internacional sin los bienes públicos necesarios para su estabilidad.

El concepto de la Trampa de Kindleberger cobra relevancia en la actualidad en el contexto de la rivalidad entre Estados Unidos y China.

Mientras la «Trampa de Tucídides» apunta al peligro de guerra que surge cuando una potencia emergente amenaza con desplazar a una potencia establecida, la «Trampa de Kindleberger» se centra en el riesgo de inestabilidad y caos global cuando ninguna de las potencias dominantes (o emergentes) está dispuesta o es capaz de asumir la responsabilidad de proporcionar los bienes públicos globales.

En el escenario actual, la preocupación es que si Estados Unidos, como potencia hegemónica tradicional, retrocede en su papel de proveedor de bienes públicos globales y China, como potencia emergente, no está dispuesta o no es capaz de asumir ese rol (o solo lo hace de manera selectiva o para sus propios intereses), el resultado podría ser una mayor inestabilidad económica y política a nivel mundial.

El “Orden mundial basado en reglas” parece tambalearse y la volatilidad del gobierno de Trump contribuye alegremente.

          Melosillas 16 de Junio de 2025

              Fernando Thauby García

    Capitán de Navío, Infantería de Marina (r)

CHILE EN EL PACÍFICO AUSTRAL

ALIANZAS Y ACUERDOS

Si miramos el Pacífico en su conjunto, podemos ver que tiene cuatro accesos: Estrecho de Bering, entre EEUU (Alaska) y Rusia; Estrecho de Malaca (y otros, desde Indonesia a Nueva Zelanda); Paso de Drake (Estrecho de Magallanes) y Canal de Panamá.

El Estrecho de Bering es una vía fluvial estrecha y poco profunda —de unos 85 kilómetros de ancho y 40 metros de profundidad— que separa Rusia de Alaska y conecta los océanos Pacífico y Ártico.

El aumento de la actividad minera y petrolera en el Ártico, así como el desarrollo de la Ruta del Mar del Norte (NSR), están impulsando un crecimiento en el tráfico marítimo a través del estrecho.  Se espera que el tráfico marítimo en el estrecho de Bering aumente significativamente en los próximos años, principalmente debido a la mayor actividad en la Ruta del Mar del Norte y el desarrollo de proyectos de hidrocarburos en el Ártico.

Presenta riesgos naturales, como el hielo, las tormentas y las fuertes corrientes, que pueden dificultar la navegación y aumentar el riesgo de accidentes.

El Estrecho de Malaca es una vía marítima natural que conecta el mar de Andamán, en el océano Índico, con el mar de China Meridional, en el océano Pacífico. El Estrecho de Malaca no es sólo una vía marítima; es una arteria vital en el corazón del transporte marítimo global y un componente esencial en la logística internacional y la cadena de suministro. Se encuentra entre la costa nororiental de la isla de Sumatra en Indonesia y la costa suroccidental de la península malaya, conectando importantes economías asiáticas como Malasia, Singapur y Tailandia.

Su posición estratégica en la cadena de suministro lo hace indispensable para el comercio entre China, India y el Sudeste Asiático. Es una ruta esencial para el transporte de petróleo y otros bienes, con un impacto significativo en la economía regional y mundial.

La alta densidad de tráfico plantea desafíos en términos de seguridad, congestión y posibles incidentes marítimos

El estrecho tiene una longitud de 930 kilómetros y una anchura que varía entre 38 y 393 kilómetros, aunque su punto más estrecho frente a Singapur tiene sólo 2,8 km. Su profundidad media es de unos 37 metros, aunque hay zonas donde se reduce a menos de 25 metros, lo que dificulta el paso de los buques de gran calado. Esta limitación define el tamaño máximo de los buques, conocidos como “Malaccamax”, adaptados específicamente para navegar por este estrecho, con dimensiones máximas de 333 metros de eslora, 60 de manga, 20,5 de calado y desplazamiento de 300.000 toneladas de peso muerto.

Paso de Drake. Une los océanos Pacífico y Atlántico. Este paso marítimo, a veces calificado impropiamente como «estrecho», es la más meridional de las rutas de comunicación entre los océanos Pacífico y Atlántico. Por el sur forma parte del océano Antártico y al este limita con el mar de Scotia. Su anchura va de los 800 a los 950 Km y sus aguas son tradicionalmente consideradas peligrosas por los navegantes.

Canal de Panamá. ​ Es un canal de navegación ubicado entre el mar Caribe y el océano Pacífico. Atraviesa el punto más estrecho del istmo de Panamá (82 km).   Considerado como una de las grandes obras de la ingeniería mundial del siglo XX, el canal funciona a través de esclusas en cada extremo que elevan los barcos hasta el lago Gatún, un lago artificial creado para reducir la cantidad de trabajo requerido para la excavación del canal, a 27,5 metros sobre el nivel del mar, para después descenderlos hasta el nivel del océano Pacífico o el Atlántico. Antes de su apertura, los pasos naturales utilizados entre los océanos Atlántico y Pacífico eran el estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos, ubicados en el extremo austral de Chile. Se utiliza un promedio de 200 millones de litros de agua dulce en cada paso de un solo barco. En 2012, Estados Unidos, China, ChileJapón y Corea del Sur fueron los cinco principales usuarios del canal, que lleva de ocho a diez horas cruzar. El canal ampliado se inauguró en 2016, tras una década de obras. Desde los años 2020´s, el canal se encuentra amenazado por los bajos niveles de agua en los tiempos de sequía, producto de la falta de lluvias y del cambio climático.

Lo reseñado muestra que, aun en condiciones de paz y estabilidad internacional, tres de los accesos al Océano Pacífico son muy vulnerables por condiciones hidrográficas, topográficas, climáticas y densidad del tráfico. Si a esas características agregamos las restricciones que, en situación de crisis o guerra, imponen la amenaza aérea, submarina, de artillería costera y minas, se puede concluir que el tráfico de transporte militar y logístico desde el resto del mundo se vería muy restringido. Una parte sustantiva del material proveniente de los EEUU podría ser embarcado con mucha más seguridad en sus puertos del Pacífico, pero el desplazamiento de grandes unidades navales -portaviones, grandes transportes de tropas, petroleros y graneleros- tendrán que dar la vuelta al Paso Drake/Estrecho de Magallanes. Lo reseñado prueba que nuestro país se verá presionado para hacerse cargo de tareas de protección y defensa de esa zona o de entregar esa responsabilidad a otros países: Gran Bretaña o EEUU.

Actualmente, la insistente oferta de algunos medios periodísticos de argentinos de la construcción de una base naval, aérea y de ejército en Ushuaia para esos propósitos, no parecen tener asidero por las limitantes topográficas, hidrográficas y geográficas.

Las características de una posible alianza militar para la defensa de Asia bajo el alero de los EEUU, parece orientarse más hacia una amplia variedad de alianzas bilaterales que hacia una gran alianza multi-países y más allá de las preferencias del actual mandatario de los EEUU, un gran número de conocidos políticos y expertos norteamericanos que ven sus intereses nacionales para después del término de la actual administración, ya especulan sobre esa materia.

Chile no tiene demasiadas opciones. Somos parte del sistema occidental – norteamericano y como los países pequeños no hacen lo que quieren sino lo que se ven obligados a hacer, no podemos ponernos en otro bando que en el de los EEUU.

Tenemos una variante : Gran Bretaña. Nadie pondría en duda su proximidad política y cultural con los EEUU; ya está en el Atlántico Sur, en la Islas Falkland; tenemos una buena relación con ese país; nos conocen y saben lo que podemos aportar; juntos podemos mantener un adecuado control del Mar Antártico, del estrecho de Magallanes, de la Península Antártica y además contamos que una sólida capacidad de reparaciones y construcción naval alejada de la amenaza directa.

Una alternativa que debemos descartar completamente es la de una asociación o alianza de seguridad o defensa con uno o varios países de la región.

Pongo estas ideas a vuestra consideración.

Melosilla, 27 de Mayo de 2025

           Fernando Thauby García

Capitán de Navío, infantería de Marina (r)

CHILE, CELAC Y BRICS

Cuando abrimos el diario, el teléfono  o el computador vemos como el mundo parece tambalearse, y lo hace. Pero cuando revisamos el problema en sus partes componentes, podemos ver que, como en todas las crisis, hay causas de fondo y otras derivadas o consecuencias de las primeras.

La economía norteamericana se encuentra en problemas, con un estado endeudado, viviendo -por años- más allá de sus capacidades, sosteniendo un aparato militar global crecientemente inútil e involucrado en guerras eternas y desastrosas, mientras su población trabajadora se iba quedando cada vez más atrás respecto a una delgada capa de archimillonarios ostentosos que invadían y se apoderaban del país.

El error más grave, me parece, fue el cometido por las corporaciones y empresas obscenamente ricas y presas de una codicia que, con la complicidad del estado y persiguiendo mayores márgenes de ganancias trasfirieron sus empresas a China y otros país de menores costos laborales.

El segundo gobierno de Trump vino a poner la lápida a esa grave crisis. Un gobierno incompetente, antojadizo, tragicómico.

Pero cuidado, así como los chilenos elegimos como presidente a Boric y su comparsa, todos sabemos que Chile es mucho más que ellos, que este lote es sólo un accidente histórico tan estúpido como la anecdótica propuesta constitucional de Atria y la Loncón.

De la misma manera, EEUU es mucho más que Trump y Musk.

China es un fenómeno típicamente chino. Imposible de exportar y muy difícil de integrar a un mundo más amplio, con valores políticos, morales y sociales profundamente diferentes. Su novedosa eficiencia es sorprendente e incita a tratar de imitarla.

No se hagan ilusiones, muy pocas -si es que alguna- sociedad occidental podría hacer un periplo similar: social, laboral, político y cultural para llegar a ser como China. Mas aún. falta por ver su maduración y desarrollo en el tiempo; ya comienza a mostrar signos de cansancio y rebeldía.

Podemos ver que ambos actores principales viven situaciones complejas, en desarrollo y cuyo epílogo aún se desconoce.

Por otro lado, también vemos reacciones que apuntan a la estabilidad: La Unión Europea, Europa del Norte, India, Japón y Corea, Irán, Turquía y varios países árabes, Canadá, Gran Bretaña y Australia, incluso Rusia -que simula ser mucho más importante de lo que actualmente es-.

Sudamérica, política, militar y económicamente es sólo una sombra fantasmal que vaga de reunión en reunión y de una conferencia internacional a otra, sin aportar nada. Obviamente no puede, no tiene nada.

Brasil trata de figurar como líder de los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- grupo que en realidad refleja los intereses Chinos y en menor medida de Rusia.

Brasil parece empeñado en organizar a la región en torno a sí mismo usando a CELAC[1] como pantalla. Brasil es un país grande, inmenso, rico en recursos naturales, con una personalidad nacional definida, pero su identidad política varía de la extrema derecha de los bolsonaros al socialismo arcaico de los lulas y que respecto a la región practica una estrategia en la cual su intereses nacionales simulan ser los mismos para todos. Su sospechoso amor por China huele a una aspiración de ser su delegado para Sudamérica, podría lograrlo, pero sería efímero, su propia clase política podría ser desplazada por otra pro norteamericana o pro europea, en cualquier elección.

Creo que a Chile le conviene más mantenerse ajeno a Brasil/Celac/ y a Brasil/Brics y esperar con paciencia a que avance la evolución de la crisis Trump/Xi Jing Ping y se consolide o fracase la revolución de Milei en Argentina.

La primera dibujaría con más claridad el futuro global y la segunda, el panorama regional. Calma y serenidad.

Melosilla, 12 de Junio de 2025

Fernando Thauby García

Capitán de Navío, Infantería de Marina (r)


[1] CELAC; una OEA más Cuba y Venezuela y sin EEUU. Ni Canadá.

REGLAS PARA EL USO DE LA FUERZA POR PARTE DEL PARTIDO COMUNISTA

“Cuando la izquierda sale a la calle
la derecha tiembla”

Michelle Bachelet,

Las fuerzas del Estado, encargadas de mantener la paz y el orden en la sociedad, están constreñidas en forma muy clara y precisa respecto a cómo actuar en caso de disturbios violentos y, en lo básico, se remiten a acuerdos internacionales:

“12. Dado que todas las personas están autorizadas a participar en reuniones lícitas y pacíficas, de conformidad con los principios consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los gobiernos y los organismos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley reconocerán que la fuerza y las armas de fuego pueden utilizarse solamente de conformidad con los principios 13 y 14.

13. Al dispersar reuniones ilícitas pero no violentas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley evitarán el empleo de la fuerza o, si no es posible, lo limitarán al mínimo necesario.

14. Al dispersar reuniones violentas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán utilizar armas de fuego cuando no se puedan utilizar medios menos peligrosos y únicamente en la mínima medida necesaria [1].

Estas normas, aceptadas en todos los países democráticos y civilizados,  no son aplicable en Chile, sin que ella sea explicitada y precisada para adaptarla a la realidad nacional.

“El resguardo del orden público y seguridad ciudadana, condiciones esenciales para vivir en paz y permitir el desarrollo y la prosperidad del país, han sido ostensiblemente descuidadas por parte de todos los gobiernos de 1990 a la fecha, permitiendo el menoscabo de la propia autoridad y el debilitamiento y desprestigio de la fuerza pública, al punto que ha permitido el surgimiento de grupos ilegales de carácter criminal, que poseen el poder para enfrentar a los estamentos legalmente constituidos. 

“Al igual que la energía, el poder no desaparece. Este no sólo se transforma, sino que ante un vacío de poder o de la voluntad de emplearlo, otro poder toma su lugar.  En nuestro país ese vacío de poder ha sido ocupado por uno de característica criminal y terrorista.  

El respeto al orden jurídico establecidos en las Constituciones de 1833 y 1925 tuvieron un significativo efecto en la educación y cultura de la población, expresado manifestado en un amplio respeto a la autoridad y al orden vigente.

Sin embargo, durante todo el siglo XX, hubo grupos[2] cuyo actuar político se basó en fomentar la división de la sociedad mediante la explotación de sus diferencias, empleando para ello la violencia y lucha armada, postura que fue tibiamente enfrentada por la autoridad y el estamento político, pasando a constituir una normalidad aceptada y que debía ser soportada por la sociedad. 

La pacificación del país llevada a cabo por el gobierno militar no estuvo exenta de hechos violentos. Es que la violencia, una vez desatada, sólo se puede eliminar con la amenaza y la decisión de actuar con una magnitud de violencia superior si es necesario, única forma de enfrentar e intentar disuadir a los violentistas, que por el solo hecho de serlo, están violando el ordenamiento jurídico y por ello, están fuera de los marcos que impone la cultura.

A la violencia asesina y terrorista se agregó, y ya forma parte de nuestra cotidianidad, la violencia física y verbal, manifestada desde escolares hasta nuestros representantes políticos, pasando por algunos integrantes del estamento judicial, legislativo y actuales autoridades de gobierno, en acciones que van desde el lanzamiento de agua a un ministro, insultos a los representantes de la Fuerza Pública y ataques con bombas molotov[3]”.

Ante el panorama descrito, cabe hacer las preguntas:        

¿Queremos que la violencia esté presente en nuestro devenir como sociedad?

¿Qué tipo y magnitud de violencia vamos a aceptar?

En la actualidad es posible distinguir cinco tipos de violencia: turbas, delictual común, crimen organizado, política y una combinada político-criminal, cada una de ellas con actos característicos.

Turbas, violencia delictual y violencia política.

Tipo de violenciaActos relacionados
TurbasDaño a la propiedad pública y privada
DelictualRobos y hurtos menores. Agresiones a las víctimas.
Crimen organizado.Robos y hurtos mayores, tráfico de drogas, extorsión, sicariato, trata de personas.
PolíticaIncitación verbal y apología de la violencia, Liderazgo, organización y participación en manifestaciones violentas y turbas, agresión y maltrato a la Fuerza Pública, terrorismo en diversas formas.
Combinada político – criminal.Manifestaciones y turbas violentas. Terrorismo en cualquiera de sus formas Incendios y destrucción de propiedad privada y pública. Terrorismo.

Para enfrentar el flagelo de la violencia que azota a nuestro país, es necesario que nuestros representantes y todos los partidos políticos expresamente renuncien a la violencia como método de acción para acceder al poder. Lo que choca con la resistencia inmutable de los partidos de izquierda.

En el Chile actual toda “manifestación” deviene en violencia desenfrenada. Se ha puesto atención legislativa muy intensa y restrictiva a las fuerzas del orden, pero se ha guardado silencio respecto a las organizaciones cultural e ideológicamente violentas, por lo que parece conveniente esbozar algunas RUFs para ellas:

1.- Todas las manifestaciones públicas para ser lícitas deben ser pacíficas. Aquellas que se inicien o devengan en violentas constituyen delito.

2.- Toda manifestación pública debe ser autorizada por la autoridad que corresponda en cuanto a forma, lugar, duración y término.

3.- Las personas u organizaciones que convoquen, difundan, organicen o lideren una manifestación pública -que se inicie o devenga en violenta- son responsables legal y pecuniariamente de los daños a la propiedad pública y privada que ella produzca.

4.- Las organizaciones de carácter político, deportivo, religioso u otro similar que reincidan en la incitación o participación de manifestaciones violentas, serán disueltas y prohibidas.

5.- Los convocantes a manifestaciones en recintos abiertos autorizados o en recintos cerrados, son responsables del comportamiento de los participantes de la concentración y disolución pacifica de los mismos dentro y fuera de los recintos en que ellos se desarrollen.

6.- El porte de armas de fuego, dispositivos de enceguecimiento, inmovilización, parálisis, enceguecimiento, intoxicación, ocultamiento de identidad, lanzamiento de proyectiles de participantes en manifestaciones pública son evidencia de intención violentista y están prohibidos. Los organizadores, convocantes o líderes son responsables de su uso.

7.- La concurrencia y acción violenta de personas ajenas a los manifestantes convocados deberán ser identificadas, controladas y denunciadas por los convocantes y organizadores y la manifestación debe ser detenida y disuelta.

Melosilla, 6 de Mayo de 2025

       Fernando Thauby García

 Capitán de Navío (r) Infantería de Marina.


[1] Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley. 07 septiembre 1990. “Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, La Habana (Cuba).

[2] Partido Socialista y Partido Comunista que validaron la lucha armada como camino a la conquista del poder político, hasta 1970 en que se les sumaron variados grupos terroristas Castristas.

[3] Daniel Arellano Walbaum, investigador dedicado a la investigación de la etología humana

UN MUNDO DE LÍDERES FUERTES

Al término de la Guerra Fría EEUU se puso a la tarea de consolidar su liderazgo global mediante la construcción de “un mundo sujeto a reglas”.

El concepto de «mundo sujeto a reglas» se refiere a que el entorno político, social y económico de las naciones “civilizadas” estaba regido por normas, acuerdos y leyes que condicionan sus acciones y comportamientos.

En ese mundo, la sujeción a esas reglas fue fundamental para mantener el orden social y facilitar la convivencia. Las reglas básicas de la sociedad global conformaron sólidas redes institucionales, comerciales, financieras y tecnológicas.

Esta estructura que se suponía firme y duradera, comenzó a deteriorarse bajo la influencia de líderes como Putin tratando de restablecer “el mundo Ruso”; Xi Jinping intentando recuperar el milenario esplendor de China;  Narendra Modi luchando por satisfacer las grandes aspiraciones de India; más recientemente Recep Tayyip Erdogan de Turquía intentando abandonar el faccionalismo político democrático que aqueja a Turquía para transformarla un estado único y fuerte, hasta culminar este año con Donald Trump de EEUU que está terminando la destrucción de esta estructura internacional a golpes de imposiciones unilaterales a sus ex – socios y de violación de acuerdos y tratados en busca de hacer a “América grande otra vez”.

En brazos de este conjunto de líderes carismáticos estamos abandonando el “globalismo” para restablecer la primacía de los arquetipos del “nacionalismo”: El líder “fuerte”, la “gran nación” y la “civilización orgullosa” [1].

La Organización de las Naciones Unidas, creada por EEUU como “El Vaticano” de la Pax Americana está cayendo en picada, su influencia y significado están cerca de tocar fondo y el ”wokismo” símbolo de la hegemonía cultural creada por la izquierda -en parte desde la ONU- está también en proceso de demolición incluso en su propia cuna, Europa Occidental.

Los diferentes nacionalismos son la base sobre las cuales los diferentes liderazgos buscan y tratan de imponer las visiones de sus naciones y de ocupar el espacio que creen que les corresponden y merecen, pero cada uno de ellos enfrenta el problema con política económicas y comerciales diferentes y variadas.

La política exterior de Trump no está solo montanda en la ola global del nacionalismo, su visión del mundo tiene orígenes ideológicos en el propio EEUU y da respuesta a pasiones profundas de parte de esa sociedad, como la convicción de su  “excepcionalismo” y su histórica aversión al comunismo y a sus representantes más conspicuos: Rusia y China, aun cuando el comunismo haya sido superado en todo el mundo[2] y esas naciones hayan regresado a sus raíces culturales, religiosas, filosóficas y culturales para definir la visión de sí.

Muchos analistas están llegando a la conclusión de que Trump tiene un grave error de diagnóstico: cree que la decadencia de EEUU frente a China es el resultado de una balanza comercial fuertemente deficitaria que está tratando de corregir mediante una política arancelaria global. Los avances y retrocesos en la implementación de esa política estarían demostrando que está equivocado y que esas medidas estarían dañando a su propio país. Por otra parte, su guerra arancelaria ha empujado a quienes fueron sus socios y aliados a buscar otros estados con quienes comerciar y relacionarse.

El alejamiento de la Unión Europea es paradigmático. Pese a toda su buena voluntad, Trump a conseguido alejarlos, ofenderlos y empujarlos hacia la priorización de sus propios intereses. Algo similar ha ocurrido con Japón y Corea, sus aliados incondicionales en Extremo Oriente, que se han embarcado en un esfuerzo por mejorar sustancialmente sus relaciones diplomáticas y comerciales con su enemigo: China.

El mundo no volverá a ser como fue hasta hace un año. Cada día se hace mas y mas inestable e impredecible. Trump fue elegido para un mandato de cuatro años. Está tratando de reelegirse por una continuación de cuatro años más. Es poco probable que lo logre, una eventual crisis económica que llegue a afectar a sus bases electorales se lo impedirá, pero nada hace prever que la nueva estructura de poder global formada por líderes fuertes vaya a terminar en un plazo breve.

Melosilla, 19 de Abril de 2025

                     Fernando Thauby García

Capitán de Navío IM, Infantería de Marina (r)


[1] Michael Kimmage, “The World Trump Wants”. Foreign Affaires, March/April 2025

[2] Excepto en Chile

DESINFORMACIÓN (MENTIRAS) RUSAS

Así se presenta Sputnik:

“Sputnik es una agencia de información del siglo XXI, que dispone de Servicios de noticias, páginas web, amplia presencia en las redes sociales, aplicaciones móviles y centros multimedia, además de su propia emisora de radio.

La sede principal de Sputnik se encuentra en Moscú. Las delegaciones territoriales de la agencia están repartidas por todo el mundo, en lugares como Madrid, Montevideo, Río de Janeiro, Washington, Pekín, París, Berlín, El Cairo, Londres, entre otras ciudades.

La agencia se ocupa fundamentalmente de la actualidad política, económica y social de Rusia y el mundo y está orientada a una audiencia internacional.

Sputnik nació el 10 de noviembre de 2014 y fue lanzada por el grupo Rossiya Segodnya. Somos el resultado de la fusión de la agencia de información estatal internacional RIA Novosti y la radio La Voz de Rusia, que cesaron su actividad en 2013”.

Noticia divulgada ayer 7 de marzo:

EEUU / Rusia y el gas a Alemania.

Recientemente, la agencia Bloomberg informó que varios actores de la industria del Este de Alemania desean que una vez que acabe el conflicto ucraniano se reanuden los flujos de gas ruso a Europa, interrumpidos a causa de las sanciones impuestas a Moscú. Con lo que no contaban, es con que EEUU quiere robarles la cartera[1].

Arrepentimiento alemán frente a pragmatismo de EEUU.

Bloomberg afirma que Europa ha pasado «tres dolorosos años» negándose al gas proveniente de Rusia, con el mayor impacto sentido en Alemania, detallando que los altos precios de la energía han frenado el crecimiento de este país y obligado a algunos fabricantes a trasladar la producción al extranjero.

«Si se logra la paz, naturalmente hay que asegurarse de que también se reparen los demás daños causados por este conflicto», declaró Christoph Gunther, director del parque químico de Leuna, uno de los mayores centros industriales químicos de Alemania, al indicar que volver a las entregas de gas ruso «sería la consecuencia lógica».

Posteriormente, Bild[2] informó que el enviado del presidente, Donald Trump, para misiones especiales de EEUU, Richard Grenell, ha estado llevando a cabo durante varias semanas «negociaciones secretas» en Suiza sobre la reanudación del funcionamiento del gasoducto para transportar gas ruso a Alemania.

De acuerdo al medio alemán, el supuesto plan del reinicio de operaciones del gasoducto incluiría un «contrato de suministro, en el que EEUU actuaría como intermediario» para transportar el gas ruso al suelo alemán. Así, «los estadounidenses regularían el suministro de gas a Alemania y ganarían dinero al mismo tiempo», indica el periódico.

Melosilla 8 de marzo de 2025

           Fernando Thauby García

Capitán de Navío Infantería de Marina (R)


1 Ver mi blog “Putin el nuevo mejor amigo de Trump: Hitler y Stalin se repartieron Polonia, Trump y Putin se están repartiendo el petróleo de Medio Oriente y Rusia”.

[2] Bild se vende con más de 100.000 ejemplares en 44 países.5​ Originalmente era un periódico comprado, pero ahora también se puede suscribir. Sin embargo, como los primeros representantes del género periodístico sensacionalista, todavía hoy se ofrece en la calle (Boulevard).(Equivale a The Sun de UK)