POLÍTICOS, MILITARES Y FISCALES

En 1970, Alain Joxe, sociólogo marxista francés de moda en esos años, publicó en Chile un breve libro titulado “Las FFAA en el sistema político chileno” que causó emoción entre la feligresía de izquierda. Joxe trabajaba por cuenta del Centre Nacional de la Recherche Scientifique, equivalente francés del rol de agitación  académica que el PNUD cumple hoy en Chile, en vista a la cooptación de las FFAA en beneficio del progresismo.

El momento en que Joxe escribe su análisis tiene como último antecedente de intervención militar la del año 1924, que el autor valora como un cierto avance en la dirección correcta. Joxe desarrolla una serie de ideas, la mayoría de las cuales no comparto, de las cuales recojo la que señala que “Una intervención militar en Chile equivale a diez en otros países: es perfecta. … Por supuesto que no se trata del mismo ejército ni del mismo trabajo, … la noción de tradición es relativa, y se evita decir que el ejército en Chile tiene por tradición intervenir cada treinta o cuarenta años”.

Si la tesis de Joxe fuera correcta, la UP no debiera haberse sorprendido por la intervención de 1973 – justo 40 años después de la de 1931- y los políticos chilenos deberían estar considerando que la próxima intervención militar sería entre los años 2020 y 2030.

Estos cálculos pueden haber estado detrás de la ansiedad de la Concertación por arrancar un “nunca mas” a alguna autoridad militar, que permitiera exorcizar este fantasma, pero así como yo no creo en la repetición mecánica de la historia ni en el determinismo sino en la construcción de la historia mediante una adición de actos libres, me parece que la mayoría de los líderes actuales de la Concertación también lo hacen.

Esto me lleva a concluir que la necesidad del “nunca mas” apuntaba mas al pasado que al futuro. Necesitaban un reconocimiento explícito por parte de un militar de alto rango de que la intervención militar de 1973 había sido injusta, innecesaria e inmoral.

Este ejercicio del militar democrático elevado a los altares a posteriori es recurrente: en Argentina el rol lo llenó Balza; en España   fue Gutierrez Mellado y asi, en todas partes. En Chile no podía faltar y el hombre fue Cheyre.

Pero a diferencia de lo acontecido en esos países, el converso chileno no permaneció en el panteón de los próceres sino que terminó encarcelado y enjuiciado como violador de derechos humanos y como criminal, abandonado por moros y cristianos –literalmente- y hoy se encuentra tratando de cobrar a Lagos y otros la deuda por los servicios prestados a la Concertación. ¿Qué pasó?.

Pasó que los comunistas, derrotados inapelablemente en el enfrentamiento armado contra la FFAA de Chile, en subsidio, se lanzaron a tratar de obtener venganza y lucro por la vía judicial dado que militarmente ya estaban acabados y desprestigiados ante sus financistas.

Un prócer marxista asiduo de Clausewitz dice que “guerra es la dialéctica política cuando incluye el uso de las armas”. Esta guerra comenzó en Chile en la década de los 60 y concluyó con la derrota del PC y sus excrecencias en 1990 y como todas las guerras su epílogo debía ser político, ya que se trataba de una actividad política.

En Chile no fue así, los políticos no fueron capaces de enfrentar sus tareas y traspasaron el problema de cerrar la guerra a los fiscales y jueces. Por esa vía judicializaron la política y claudicaron de sus deberes. Hoy ya casi no tienen poder, los fiscales los llevan y los traen de la nariz y los jueces resuelven lo que el Congreso no es capaz de hacer.

El lucro y la venganza se encuentran es sus etapas finales, sus rendimientos son decrecientes, cada día las acusaciones a los militares son mas absurdas y canallescas, hasta la Corte Suprema parece avergonzada de si misma, pero el animal aun tiene estertores. El juicio a Cheyre es uno de ellos.

Veremos en que concluye este episodio tragicómico. Las esperanzas de que el mundo político muestre valor y hombría es casi inexistente.

En un período pre eleccionario mas bien se podría esperar un intento de algún pre candidato de mostrar alguna respetabilidad en vista a obtener ventajas electorales.

Oscuro, Chile, es tu cielo nublado;

                                                                        los mediocres te aplastan también.