Piñera: «Es lo que hay»

En un lapso de dos semanas el gobierno de Sebastián Piñera ha logrado darse varios balazos en sus pies.

Uno fue el decreto que confirió la categoría de Monumento Nacional a otro “Museo de la Memoria” en la localidad de Neltume. Sus creadores destacaron “la importancia de la memoria para la acción en el presente, como un desafío constante para que las generaciones del pasado transmitan e insten a la comunidad y jóvenes a crear, participar y fortalecer espacios de organización para las luchas que hoy se dan en Neltume y alrededores”. Apología de la violencia política.

Otro fue a principios de mes, en el día del Juramento a la Bandera, el Presidente firmó – intespestivamente y sin aviso ni socialización previa- un decreto disponiendo la puesta en marcha de la participación y apoyo de las FFAA al combate al tráfico de drogas. Como era de esperar, la oposición obstruccionista y odiosa, lanzó su habitual campaña ideológico – mediática. El Ministro de Defensa, Alberto Espina, desapareció por algunos días hasta reaparecer manifestando que el tema sería tratado por la ¡Contraloría General de la República!, sin hacer un modesto amago de enfrentar la defensa política del decreto del presidente. La comedia de equivocaciones concluyó el día 18 de julio con el gobierno retirando el decreto y prometiendo reenviarlo corregido a la ¡Contraloría!.

Entre medio el Presidente intentó tomarse sus días Ministeriales para viajar ¡a un congreso de informática en EEUU!. Afortunadamente alguién se dio cuenta del despropósito y aprovechando una crisis ocurrida en Osorno, canceló el viaje.

¿Es que el Gobierno no tiene abogados constitucionalistas capaces de darse cuenta de la legalidad de un proyecto de decreto?.

¿Será que la pobreza del Presidente lo lleva a necesitar “días administrativos” para ir a hacer negocios a EEUU?. Por lo demás, la forma en que los pediría es ilegal, no se pueden pedir todos los días juntos.

Todo esto se asemeja demasiado a la forma eficaz y definitiva en que arruinó el salvataje de “los 33 mineros” blandiendo el papelito con el mensaje frente a las narices de quien se le pusiera por delante.

Ya va la mitad del gobierno de Piñera, definitivamente no será recordado como un gran gobernante, será solo otro inquilino de la Moneda al que el puesto lo quedó grande.

Cuando escucho sus peroratas sobre sus pretendidos éxitos y su liderazgo de plástico, me lo imagino conduciendo a Chile frente a un Perú amenazante y apoyado por Cuba y la Unión Soviética; con la enmienda Kennedy encima y Argentina amenazando con invadirnos por meses y meses; con la Rebelión Popular de Masas del Partido Comunista a todo vuelo, con el financiamiemto de Alemania Oriental, con las armas cubanas y el entrenamiento soviético. Con el chantaje norteamericano de las “uvas envenenadas” y un coro de europeos hipócritas y cobardes aullanado su odio hacia Chile.

Fuimos afortunados, a la cabeza de Chile, estaba el general Pinochet y no Piñera con sus desplantes ridículos, que en su apogeo llegó a ser solo un actor de reparto de su absurdo show en Colombia apoyando a un Guaidó fuleron y apocado.

Piñera va de salida, Gracias  a Dios, nuestra Patria puede aspirar a mejores tiempos bajo el liderazgo de otro presidente.

Descontando a Lavín, cualquiera puede ser mas decidido, perseverante, astuto y tenaz que Piñera y sobre todo, sin la histeria y autoestima deteriorada del actual incumbente.

Por ahora: Piñera es lo que hay; a agüantarse.