Archivo por meses: enero 2025

TRUMP EL NACIONALISTA (22)

La lucha de los últimos gobiernos norteamericanos por “contener” a China, después de haber apoyado su “integración a la economía mundial”, ha derivado en una serie de medidas destinadas a retardar ese avance. En vez de priorizar la creación de empleos y el crecimiento global de la economía ha desplegado una política de control de exportaciones y restricciones arancelarias sin valorar los problemas económicos que creaba en Europa y en los países más pobres, lo que ha derivado en un aumento del nacionalismo en el mundo. Rusia y China han aprovechado esta situación para promover el Brexit, que intenta organizar económica y políticamente al “Sur” y a algunos países del ex – occidente, al margen de los EEUU.

Hay una amplia variedad de diagnósticos respecto a los cambios que están aconteciendo; parece claro que EEUU ya no es la superpotencia que dirigía el mundo después del término de la Guerra Fría, sus reiterados fiascos militares y diplomáticos muestran que no tiene la supremacía incuestionable y simultánea en los cuatro más importantes dominios (militar, económico, tecnológico, y cultural). Ya no puede imponer con facilidad su supremacía global. Mas bien se podría apreciar un orden tripolar con Estados Unidos, Rusia y China, – con Rusia y China cada día mas cerca una de la otra -.

Muchos de los compromisos de Estados Unidos para con sus aliados no son sostenibles, tomando en cuenta su propia seguridad, esto sería lo que ha causado los fracasos de la política exterior de Estados Unidos en Medio Oriente y en Ucrania. En estos días Estados Unidos puede ser “un país líder en una red pos-hegemónica de democracias… no el país líder”.

Los organismos internacionales surgidos de la Segunda Guerra Mundial se han debilitado y el nuevo orden mundial rompe con el paradigma de la Guerra Fría porque ahora las tres potencias pueden cooperar para hacer valer sus respectivas esferas de influencia, aun a riesgo de militarizar las relaciones internacionales.

Una parte importante de la ciudadanía de los EEUU sigue valorizando su seguridad y prosperidad nacional por encima de todo otro interés y cree que el uso que China hizo en su beneficio para prosperar al amparo de la “debilidad y benevolencia  norteamericana”, fue un abuso de confianza y un aprovechamiento inaceptable.

De la misma manera, la Unión Europea, incapaz de organizar su autonomía estratégica, estaría abusando del inmenso gasto militar de EEUU. El endeudamiento norteamericano se debería en parte importante a que Europa no asume su parte de la carga y no se ven indicios de voluntad para asumir sus responsabilidades.

La cooperación China – Rusia mas que crear un frente estabilizador contrapuesto a EEUU, sería un intento de esas potencias por obtener la hegemonía mundial.

En este caldo surge el Trump, el Nacionalista.

Trump fue elegido asegurando que afianzaría la seguridad y prosperidad norteamericana, Make America Great Again (MAGA).

Sus declaraciones de expansión territorial -adquisición de Groenlandia, incorporación de Canadá a la Unión -, se pueden interpretar como un “redondeo” de su territorio en vista a asegurar una mejor defensa global, sin la participación europea. Esta conformación mejoran su situación para enfrentar a Eurasia (Rusia/ China) y lo autonomizan del resto de la OTAN. El control total del Canal de Panamá facilitan sus comunicaciones “internas” por vía marítima. Se puede esperar también un mayor control positivo del Golfo de México, al cual ya le cambió nombre.

Otras medidas inmediatas apuntan a asegurar la frontera sur y expulsar a quienes ingresan ilegalmente a Estados Unidos; fortalecer su poder nacional económico empleando los aranceles como arma; hacer sentir su poder al mundo en todo orden de situaciones, actuar en forma audaz e impredecible y exigir a los miembros de la OTAN hacer un aporte real y significativo al fortalecimiento de la Organización si quieren que EEUU los proteja.

Para lo anterior a reunido un grupo de incondicionales cuyas características personales y tareas identificaremos en otra columna apuntada a la eventual gestión de su gobierno.

Melosillas 31 de enero de 2025

         Fernando Thauby García

Capitán de Navío, Infantería de Marina (r)

“OCCIDENTE” EN TIEMPOS DE TRUMP (21)

El término Occidente surgió en el siglo XVI para referirse a los países de «cultura occidental» de base cristiana

Desde la 2ª Guerra Mundial, se entendía por Occidente a Estados Unidos, Canadá, Europa occidental, Australia, Nueva Zelanda, España y Portugal.

Desde el arribo de Trump a la Casa Blanca, los líderes de todo el mundo se encuentran trabajando para anticiparse a sus planes respecto a comercio, alianzas y otros. Están tratando de determinar cómo sus países jugarán sus cartas para sobrevivir al fenómeno Trump 2.0 , que puede ser pasajero o establecerse como un nuevo ordenamiento global.

La Guerra Fría fue el punto de partida del concepto de Occidente como alianza integral, bajo el liderazgo y financiamiento de EEUU y la participación de la Unión Europea como socio principal, para enfrentar a la Unión Soviética. Pero, el proyecto final de los dos socios no era el mismo, no tenía las mismas bases, no apuntaba al mismo fin. La amenaza soviética postergó la necesidad de una respuesta, pero con su colapso, las dudas surgieron con fuerza.

En Europa una encuesta entre 10.000 ciudadanos y 1.800 representantes de las elites, muestra la falta de consenso respecto del futuro de la integración.

– Según Chatham House, si la situación actual no cambia, otros países pueden seguir el ejemplo del Reino Unido.

– Hay una división entre las élites y los ciudadanos de a pie respecto a la utilidad de la UE., sin embargo, ambos grupos sociales están de acuerdo en que uno de los objetivos de la UE como proyecto político es redistribuir la riqueza (más que generarla).

– La mitad de la población europea considera que los países ricos deben proporcionar apoyo financiero a los países pobres. Hay una profunda grieta entre los economistas liberales y los conservadores.

– No hay consenso entre las élites sobre el rumbo de desarrollo que debe tomar la UE. Se puede notar que las preocupaciones europeas giran en torno a una problemática eurocéntrica, que no se inquieta por la seguridad ni se autoasigna intereses ni responsabilidades en el resto del mundo más allá de cierta filantropía y utilitarismo comercial.

– La lógica Europea sería: El declive relativo es inevitable, pero no debería preocuparnos. Significa que otros lugares están haciéndose más ricos, pero no tiene por qué suponer una caída de nuestra prosperidad. Podemos seguir igual.

El regreso de Trump al gobierno consolida su figura como “transformador”. Roosevelt definió el rol de EEUU como el de líder del orden mundial hegemonizado por su país y proclamó “el siglo Americano”. Reagan lo transformó, maximizando el poder militar y económico de EEUU. La suya fue la era de “La paz mediante la fuerza”.

Los gobiernos posteriores al término de la Guerra Fría han oscilado entre ambas tendencias, pero incluyendo dosis crecientes de prioridad por sus intereses nacionales, conformando la nueva “era del nacionalismo” que se agudizó tras la crisis financiera del 2008 que afectó e influyó en todos los países. Desde 2010 el nacionalismo económico o étnico ha avanzado en el mundo. En vez de criticarlo o aplacarlo, EEUU ha contribuido a reforzarlo. La crisis económica que afecta a todos por igual, lo ha exacerbado.

La única economía occidental a la que le está yendo relativamente bien es Estados Unidos. Pero si se le resta la deuda acumulada entre las Administraciones de Trump y Biden, el crecimiento generado casi queda anulado, pues está impulsado en gran parte por deuda. Estados Unidos es la moneda de reserva mundial, pero no puede tapar la crisis indefinidamente.

En términos de poder, fuerza y objetivos, “Occidente” ya no existe más. El nacionalista Trump le está poniendo la lápida, mientras Europa discute sus preocupaciones existenciales.

         Fernando Thauby García

Capitán de Navío, Infantería de Marina (R)

Melosilla 29 de Enero de 2025

PROYECTO POLÍTICO NACIONAL (4)

“EDUCACIÓN Y ESTADO PARA LLEGAR A SER EXCELENTES”

Los defectos estructurales, son aquellos que dañan la arquitectura institucional de un orden político (el parlamentarismo por ejemplo), afectando su funcionamiento y perjudicando su legitimidad y su eficacia. Los defectos estructurales del aparato estatal y del sistema educacional ayudan a explicar el estancamiento económico y tienen responsabilidad en el retroceso político que afecta al país.

Con una masa ciudadana incapaz de leer y entender lo que lee, con un aparato estatal incompetente y politizado y con la educación entregada a grupos ideologizados y politizados, no hay progreso posible.

Para el Chile de hoy, me parece que lo más urgente y prioritario son la reforma del aparato estatal y de la educación.

En efecto, el desarrollo económico y social del Chile actual no pueden existir en un Estado arcaico, incompetente, anticuado y transformado en una fuente de ingresos y lealtad política al gobierno de turno.

Ha habido múltiples intentos de “modernizar” el aparato estatal,

Desde los años noventa, los gobiernos concibieron reformas del Estado en vistas a mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. No lo lograron y se concluyó que: “se requieren mejoras que apunten a corregir las actuales debilidades, esto es, la captura del sistema por parte de los evaluados y la excesiva valorización del incentivo económico individual”.

Se requiere un estado eficiente, eficaz, probo, profesional y responsable de su misión, por lo que el sistema existente debe ser revisado y transformado por completo. Su personal debe recibir formación especializada, tener requisitos claros y estrictos para ingresar al servicio público y permanecer en él, con una carrera jerarquizada, con requisitos de desempeño e idoneidad para ascender y estructurado en forma similar a las carreras militares. Con estándares de calidad bien definidos y exigibles por los clientes: la ciudadanía. Es imprescindible una contraloría interna permanente, de cuentas y de calidad.

Esta es, sin dudas la primera parte del acuerdo político nacional.

El avance del proceso de modernización del estado, se irán habilitando las acciones que materializan el acuerdo político, comenzando con la educación.

La inversión extranjera en Chile está limitada por el bajo nivel educacional y de desarrollo humano de los trabajadores y no habrá progreso económico ni social, sin un potente sistema escolar que se haga cargo del desajuste entre instituciones y sociedad producido por la modernización capitalista y la aparición frecuente de nuevas tecnologías.

No hay como crecer sin mejor educación básica, media general y media técnico-profesional de los chilenos, competitiva y selectiva, que sea ofrecida por el estado y por particulares en todos los lugares de residencia de los chilenos.

Abandonar el sistema educacional sin haber completado los niveles académicos mínimos y que no haber incorporado la necesidad del aprendizaje a lo largo de la vida, es una limitación irremontable para el desarrollo e integración social de Chile. Esto requiere su priorización en el gasto fiscal y la asignación de los mejores recursos humanos y organizativos, durante todo el tiempo que sea necesario.

Las Políticas Públicas, particularmente las de educación, pueden revertir, potenciar o inhibir la capacidad de que otros mecanismos permitan alcanzar el bienestar individual y colectivo. Una Política Pública de educación, puede debilitar o fortalecer comunidades y familias, así como potenciar o inhibir la realización personal de los individuos mediante el trabajo o el estudio. Es decir, tienen por costos y beneficios. El penoso estado de los colegios “emblemáticos” estatales, devenidos en locales de concientización son un aspecto que hay que considerar cuidadosamente.

El equilibrio entre establecimientos fiscales y particulares son un elemento a revisar durante todo el proceso de cambio y también una vez ya en funcionamiento. Recordemos que cuando se implemente la política, todos serán afectados de manera positiva o negativa, especialmente en educación

Esta es , sin dudas, la segunda y más importante parte del acuerdo político nacional.

Melosilla, 18 de enero de 2025

        Fernando Thauby García

Capitán de Navío, Infante de Marina (r)

PROYECTO POLÍTICO NACIONAL (5)

ECONOMÍA Y DESARROLLO

En el seminario de ICARE “2025: un pacto para el crecimiento”, los economistas Ignacio Briones, Óscar Landerretche, Andrea Butelmann y Raphael Bergoeing presentaron un plan de desarrollo económico para Chile que supera por amplio margen todo lo que pudiera a aportar, por lo que la incluyo en esta propuesta.

Lo que sigue es una propuesta de cambios radicales pero organizados y apuntados a un cambio estratégico. Esa es su novedad y realismo.

“Necesitamos un pacto de desarrollo, con mirada a futuro y objetivos claros”. “Estamos hace rato en la mediocridad estructural” y llamó a hacer reformas potentes”, salir del “cortoplacismo” y tener mirada de largo plazo.

“Necesitamos un pacto que convoque, que tenga un sueño de país. Ese sueño hay que instalarlo” y llamó a “rascar donde pica” creando un “pacto que se atreva a entrarle a nuestras verdades incómodas y enfrentar a grupos de interés que bloquean el cambio”.

“Chile necesita una “hoja de ruta país” y puso el ejemplo de Irlanda, que creó un plan 2040, logrando tener un ingreso per cápita que duplica el de Inglaterra”.

En esa línea, y basado en el análisis que hizo el grupo, Briones propuso crear un Consejo Económico y Social permanente que tenga como mandato elaborar propuestas de planes nacionales, sectoriales, propuestas de reformas habilitantes para el desarrollo y que tenga una institucionalidad compuesta.

13 verdades incómodas:

Siguiendo con la lógica del pacto de desarrollo, Landerretche presentó 13 “verdades incómodas” que bajo la lupa de la reflexión realizada deben ser parte de este plan.

La primera es que se debe crear confianzas en que los beneficios de este pacto llegarían a la mayoría. “¿La lealtad de las empresas es al PIB o a los trabajadores?”.

En segundo lugar, se debe reformar el sistema político.

Otros puntos que mencionó fueron aprovechar la fuente de riquezas provenientes de los recursos naturales; quitar los “palos a la rueda de inversión, refiriéndose a la “permisología”, para lo cual llamó a poner el ojo en el Poder Judicial, que es donde se entrampan los proyectos.

En esta línea, Landerretche propuso también reactivar “agresivamente” la inversión en infraestructura.

Por otro lado el académico urgió a hacer cambios en impuestos. En materia tributaria llevamos demasiado tiempo haciéndonos trampas en el solitario.

Otro eje del expresidente de Codelco es laeducación. En educación hemos puesto la carreta delante de los bueyes: no sabemos trabajar porque no sabemos leer y sumar bien, planteó, y llamó a mejorar la educación pre-escolar y escolar. También propuso recalificar la fuerza de trabajo.

El economista, a su vez, mencionó que se debe tener una política pro-competencia y pro-mercado, y, por otro lado, empujar a las PYME a que se transformen en grandes empresas.

Otros puntos del pacto son reforma al Estado, mayor I+D y una regulación laboral para el siglo XXI.

Me parece una propuesta ambiciosa y realista.

Melosilla, 20 de enero de 2025

Fernando Thauby García

Capitán de Navío, Infante de Marina

PROYECTO POLÍTICO NACIONAL (3)

EL ACUERDO BÁSICO

“La gran pregunta política pendiente es cómo hacerse cargo del desajuste entre instituciones y sociedad producido por la modernización capitalista y la emergencia de la nueva clase media” chilena[1].

Tenemos una izquierda perpleja por el exitoso resultado de sus años de gobierno -la Concertación-, que no entiende a la nueva ciudadanía que surgió de ello y no sabe si seguir adelante hacia un futuro desconocido o retroceder a sus orígenes socialistas que, en el pasado, la llevaron al fracaso y una derecha que sabe cómo quiere seguir, pero carece de lo que se ha llamado el discurso o el relato, es decir, de una visión política, no solo económica o moral. Asumir que el desarrollo va mucho más allá de lo económico

Existen dos ámbitos ideológicos en ambos extremos del espectro político, que tienen un atractivo circunstancial y efímero como quedó demostrado en los dos intentos Constitucionales en que, en definitiva, se impuso la sensatez por un amplio 62%.

Para que Chile se desarrolle requiere conjugar tres elementos fundamentales: Desarrollo económico a largo plazo, acelerar el crecimiento per cápita y que ambos alcancen a toda la sociedad[2], que permitirá alcanzar un desarrollo económico sostenible y equitativo

Esto no se está produciendo debido al estancamiento estructural que dura ya varios gobiernos y por consiguiente cada vez hay “menos para repartir”. Repartir pobreza no es una solución. Se requiere incrementar el crecimiento tendencial de la economía en forma sustantiva y permanente[3]. No es un problema que se resuelva con una medida única sino que es el resultado de una serie de medidas concurrentes en una sola dirección bajo una coordinación de un Comité Económico y Social.

La armonización política de esta disyuntiva es el acuerdo -tácito o explicito- entre las dos principales corrientes política respecto a ambos aspectos, simultáneamente. Un nuevo pacto social que permita la existencia de gobiernos competitivos pero consensuados respecto a los tres aspectos básicos mencionados.

Modernizar el modelo de desarrollo pasando a un estado superior requiere cambios profundos. Ya lo experimentamos bajo el Gobierno Militar y la Concertación. En Chile existe un consenso cultural básico que apunta al equilibrio y la continuidad que permiten cambios radicales sin caer en la violencia ni en la anarquía.

El diseño de un Proyecto Nacional duradero no es tarea de una sola persona u organización. Tampoco se trata de una política que pueda promoverse en forma tecnocrática, por un grupo de expertos o instituciones especializadas, es decir, tienen que ser un conjunto de actores que interactúen y negocien, obteniendo así un acuerdo que logre beneficios convergentes a todos los involucrados.

Como veremos más adelante, lo indicado exige modernizaciones fundamentales en la educación, inversiones, impuestos, estructura y calidad del estado, investigación y muchos otros, todos ellos con las características necesarias para llevar, específicamente al Chile actual, a la EXCELENCIA.

Melosilla, 16 de enero de 2025

               Fernando Thauby  García

         Capitán de Navío, Infante de Marina (R)


[1] Pablo Ortuzar IES

[2] ENADE 2024 “Contraimmobilis. Contra el inmovilismo”: Oscar Landerretche, Raphael Bergoeing, Ignacio Briones, y Andrea Butelmann.

[3] Cuando la base material no existe, no hay narrativa que lo reemplace. Carlos Marx.

ELEMENTOS PARA UN PROYECTO POLÍTICO NACIONAL

“EXCELENCIA”

Hace algún tiempo escribí una columna bajo el título “Proyecto Político Nacional” al que describía como un acuerdo nacional mucho más amplio que un “Programa de Gobierno” resultado del triunfo electoral de una corriente política que por  su propia naturaleza es competitiva y divisiva. Decía que “parece evidente que Chile ha sido capaz de superar desafíos enormes con éxito sorprendente, de los cuales hemos aprendido e incorporado a nuestra cultura valiosas experiencias, formas de organizarnos, de hacer las cosas, de integrar esfuerzos, de comunicarnos y asociarnos. Hemos desarrollados lealtades, compromisos sociales y ciudadanos que nos han permitido superar desafíos inmensos”.

Chile tiene una personalidad, un carácter y un estilo propio. El triunfo del 62% que se opuso a una Constitución que lo cambiaba todo de raíz, es una señal sólida de nuestra mayoritaria preferencia por los cambios dentro de la continuidad de múltiples elementos que deseamos proteger, potenciar y seguir desarrollando.

En breve, tenemos mucho bueno que conservar, proteger, potenciar y seguir desarrollando. Chile no comienza mañana, empezó hace mucho y somos una continuidad que nos ha traído hasta donde estamos, que nos identifica, nos define y nos estructura.

…………………………

¿A qué podemos aspirar en términos de liderazgo regional y presencia mundial que nos dé libertad, seguridad y progreso?

“Chile no es un país llamado a tener un liderazgo regional. No puede aspirar a ser potencia regional, pero por tamaño e historial Chile puede ser ejemplo de cómo conducir bien un país.

Debe tener peso, influencia, prestigio, ser dueño de una voz que sea escuchada con respeto y cuyo ejemplo sea seguido e imitado con frecuencia.

Eso significa que Chile debe tener y compartir un proyecto nacional en que todos sus componentes, gobierno, estado y particulares, sean consistentes entre sí, que conformen y estructuren un estilo nacional integral.

Se requiere una doctrina común, un estilo nacional, por lo cual Chile, triunfar, no puede vivir tensionado, en conflicto consigo mismo, sin un proyecto compartido.

El liderazgo internacional, es la capacidad de tomar decisiones acertadas en vista a posicionar el país para el éxito a largo plazo y ello se basa en su fidelidad a la calidad de sus comportamientos, productos y servicios. Es ser fieles a su filosofía nacional de calidad y excelencia. Siempre hay un mercado para lo bueno, en todo orden de cosas.

Esto nos exige ser certeros en encontrar siempre lo que nos une, lo que nos diferencia y los puntos de encuentro con nosotros mismos y con nuestros interlocutores regionales y globales, privados, estatales y corporativos.

Ser más resilientes, más innovadores, más adaptativos en entornos competitivos y cambiantes.

EXCELENCIA ES LO NUESTRO.

      Fernando Thauby García

Capitán de Navío – Infante de Marina (R)

UNA ALIANZA CON EE.UU.

La “ayuda norteamericana” puede ser una sorpresa:

1.- Escapar cuando se canse.

EEUU invade con cientos de miles de soldados, ocupa el territorio, corrompe al pueblo que dice querer ayudar, destruye la infraestructura con bombardeos masivos, se cansa, se aburre y sorpresivamente se retira, con visos de fuga.

Los aliados quedan abandonados, olvidados y arruinados.

  • Afganistán fue el Vietnam EEUU
  • Ucrania es el Afganistán de EEUU
  • Taiwán será la Ucrania de EEUU

2.- Instalarse y quedarse para siempre.

Cuando concurre a “liberar” un país, puede que se quede para siempre.

Expropia una zona, construye un enclave soberano donde esconder armas nucleares y vive feliz en su pequeño USA.

  • Alemania
  • Japón
  • Corea del Sur

3.- Joderte.

Si no le obedeces, te embarga la adquisición de armas, te envenena un par de uvas y te maldice en la ONU. Te arma un golpe de estado.

4.- Cuando todo va según su gusto y conveniencia, son simpáticos y buenas personas.

Atte.

Melosilla, 10 de enero de 2025

         Fernando Thauby García

                  CN (IM)

“EL MODELO CHILENO”, AD PORTAS DE LA 2ª GUERRA FRIA

El modelo de desarrollo económico, social y político aplicado en Chile desde el Gobierno Militar hasta el primer gobierno de Bachelet fue muy exitoso en casi todos los ámbitos. La distorsión malintencionada que inició el segundo gobierno de Bachelet y que continuó contra el Gobierno de Piñera desde un Congreso controlado por la izquierda, agudizó deficiencias que ya venían apareciendo y que no fueron resueltas, hasta culminar en la asonada del 18 de octubre de 2019.

La iniciación de las acciones para la recuperación de esta seguidilla de ataques a la democracia y a la prosperidad está siendo pospuesta por el Gobierno de Boric, ya próximo a concluir. Nos aprestamos a iniciar la competencia por el poder político que culminará en un año más con un gobierno que se encontrará con un mundo muy cambiado ante el cual deberá adoptar decisiones difíciles y de profundas consecuencias.

La Segunda Guerra Fría incluyendo algunos puntos con guerras calientes, ya comenzó y podemos ver que los actores, sus intereses y sus conductas no serán las mismas que en la primera. También podemos apreciar que el punto focal de la problemática geopolítica mundial se ha trasladado al Asia Pacífico y Eurasia y que nos involucra en relación con la Antártica, el Paso Drake, el Estrecho de Magallanes, el canal de Panamá y la competencia comercial y económica entre China y los EEUU, que ya llegó a nuestro vecindario.

Nuestra prosperidad se basa en una economía abierta que nos conecta con todo el mundo. Nuestros proveedores y compradores están en ambos bandos; la competencia y el conflicto, inevitablemente nos golpeará y nos obligará a ir acomodándonos según otros vayan decidiendo. Nuestras exportaciones estarán sujetas a nuevos y mayores riesgos y costos. La empresa privada, motor de la economía, se verá estresada y presionada en forma e intensidad imprevisible y de la misma manera nuestra población sufrirá variaciones de precios, de calidad y de disponibilidad en forma imprevisible.

La “subsidiaridad” deberá funcionar en apoyo a la población creando condiciones para que no haya escasez, desabastecimiento ni abuso. Como sucede en estos casos, la población económicamente más débil sufrirá el peso de la crisis.

La solidaridad social será un imperativo y ella solo puede provenir de los que tienen más y del Estado y tendrá que ser administrada y dirigida con honestidad, eficiencia y transparencia. Si así no fuera, la estabilidad y paz interna se esfumarán.

Nos será requerida -exigida- la participación o el compromiso político y militar, que a su vez nos traerá nuevos adversarios que se sientan perjudicados.

La inserción internacional de los países vecinos se irá constituyendo según los intereses y presiones que afecten a cada país, ella será variable y las cercanías y alejamientos -al menos durante la conformación del nuevo esquema político y estratégico- serán frecuentes, imprevisibles y no siempre amistosas.

Si no nos preparamos, mentalmente. Si no tenemos previsiones, si no hemos analizado, discutido y asimilado las características, desventajas y eventuales oportunidades que está comenzando a plantear el nuevo escenario mundial, podemos resultar severamente perjudicados y pasaremos angustias y necesidades que podríamos atenuar o por lo menos tener en consideración oportunamente.

Ganar una elección y hacerse del poder político, es lo inicial y comparativamente más fácil, lo difícil es gobernar y más aun, gobernar bien.

Que nadie se imagine que gobernar Chile en los próximos años será empresa fácil o grata. Que nadie trate de hacer como que no estamos siendo advertidos de lo que viene.

Como broche de oro, el líder de la mayor potencia de occidente, el presidente Trump de los EEUU, toma decisiones drásticas y creativas considerando solo su interpretación personal del interés de su país.

Melosilla, 10 de enero de 2025

Fernando Thauby García

         CN (IM)

PROYECTO POLÍTICO NACIONAL

El mundo vive una situación muy complicada: la democracia está de bajada. La asunción de Trump a la presidencia de EEUU es una muy mala señal; las tendencias autoritarias en Europa no se reducen, crecen, unida a la crisis económica  y Rusia en vez de evolucionar hacia una democracia con influencia global derivó hacia una dictadura imperialista. China se equilibra en la cornisa de la crisis económica.

La interacción de los elementos anteriores ha conformado un desastre político y militar en Ucrania y a una matanza genocida por parte de Israel que no ha recibido crítica alguna, dando inicio a un foco de inestabilidad impredecible en Asia Occidental

El mundo no conforma un referente que nos ayude a diseñar un  proyecto político viable, local, regional ni global.

La inspiración no vendrá de fuera sino solo de nosotros mismos o no vendrá.

Chile está tratando de recuperar el equilibrio después del terremoto político, social y cultural del 19 de Octubre de 2019 y de la dura reacción popular de rechazo a la propuesta de Constitución revolucionaria de 2022.

Creo que estas dos crisis marcaron el ocaso del “socialismo reaccionario”, rencoroso y violento, incubado a partir de los adultos autoflagelantes y de la Concertación y de la aparición de un sector de universitarios politizados, electoralmente hábiles, corruptos y extremadamente incompetentes como gestores de poder político y económico. En la derecha, por su parte, ha surgido también un “progresismo reaccionario” gritón, cuya habilidad política y de gestión está por verse.

¿Qué nos ha quedado del entramado político y cultural resultante del maridaje involuntario de la herencia de gestión eficaz y conservadurismo político del Gobierno Militar, con el realismo de izquierda y progresismo social de los primeros gobiernos de la Concertación?.

Hoy tenemos un conflicto entre la comodidad del individualismo y la necesidad de la comunidad. Un choque entre la necesidad de integración social y la sensación de despectiva autonomía. Nos tememos y desconfiamos unos de otros. Hemos dejado atrás formas de vida tradicionales que nos articularon como sociedad durante un buen tiempo y adoptado una modernidad que nos asusta y nos angustia. La inmigración caótica y descontrolada agudiza esta sensación. El estancamiento económico pone en duda el futuro. No tenemos claridad respecto a la identidad y forma de vida que queremos para nosotros, nuestras familias y nuestra sociedad.

“Las pertenencias que conferían seguridad –la clase social, la iglesia, la nación- y los relatos culturales que nos sostenían y alimentaban la esperanza colectiva –las ideologías y las creencias- se han debilitado y es probable que uno de nuestros desafíos consista en generar espacios de encuentro en el que todos nos podamos reconocer como iguales. Una sociedad democrática vigorosa y atenta, necesita desarrollar en sus miembros la idea que se trata de una empresa común, que compromete a todos los contemporáneos, pero en la que también los que ya se fueron pusieron su parte y en la que los que vendrán pondrán la suya. Ese tipo de compromiso cívico sobre el que se soporta la democracia, requiere que los miembros de la sociedad se sientan vinculados con las demás personas que forman parte de su comunidad”[1].

En los ámbitos político y económico sentimos la frustración y la ansiedad del retroceso y el estancamiento, de la falla profunda de muchos liderazgos económicos, políticos y empresariales, del egoísmo y el abuso que agudizó la impotencia y atropelló a la dignidad. Del triunfo de la falta de honestidad, de seriedad y la incompetencia obscena e impúdica. Esperamos salir adelante pero no vemos cómo, ni con qué líderes, ni por cuales vías.

La seguridad interior nos tiene antes desafíos que no hemos podido enfrentar con eficacia, las guerrillas en la Araucanía, el crimen organizado, el tráfico de drogas, la violencia juvenil y las pandillas de inmigrantes con sus crímenes atroces.

En el ámbito de la seguridad externa, los escenarios global y regional nos aprietan y desafían como quizás nunca antes. La geopolítica mundial nos llega a través de la Antártica, del paso Drake, del Estrecho de Magallanes, del Canal de Panamá, del Comercio Marítimo Transpacífico, de la presencia agresiva de actores de lejanas partes del planeta y varias situaciones más que ya nos están obligando a tomar posiciones que tendrán consecuencias.

Tal vez el desafío más grande al que debemos encontrar una solución eficaz y duradera es el drama de la educación, principalmente la educación pre escolar, primaria y secundaria. Llevamos decenios en este problema y seguimos siendo incapaces de encontrar una solución que movilice a toda la sociedad. Sin un cambio profundo y sustancial, no podremos resolver otros problemas sociales que parecen independientes pero que surgen desde la pobre educación. La deficiencia, la politización y la decadencia de la educación superior es parte del mismo problema.

Pero todos estos problemas no son sólo materia de “Un Programa de Gobierno”, es mucho más que eso, es algo que debe ser abordado desde una concepción amplia, inclusiva, eficiente, democrática. Parece evidente que Chile ha sido capaz de superar desafíos enormes con éxito sorprendente de los cuales hemos aprendido e incorporado a nuestra cultura valiosas experiencias, formas de organizarnos, de hacer las cosas, de integrar esfuerzos, de comunicarnos y asociarnos.

Hemos desarrollados lealtades, compromisos sociales y ciudadanos que nos han permitido superar desafíos inmensos.

En breve, tenemos mucho bueno que conservar, proteger, potenciar y seguir desarrollando. Chile no comienza mañana, empezó hace mucho y somos una continuidad que nos ha traído hasta donde estamos, que nos identifica, nos define y nos estructura.

Antes de pensar en Programas de Gobierno, hablemos de un Proyecto Político Nacional.

Fernando Thauby García

 Capitán de Navío IM (R)


[1] Carlos Peña, 1972.

LA PAX AMERICANA DE TRUMP

(Y LA PAX SÍNICA DE XI YINPING)

Se considera que la Paz romana alcanzó su apogeo durante la dinastía de los Antoninos (96-192), y marca una edad dorada que sería recordada de manera nostálgica en los turbulentos siglos posteriores en Occidente. El Imperio alcanzó su máxima extensión en el siglo II: abarcaba desde el océano Atlántico en el oeste hasta el río Tigris en el este. El comercio se vio favorecido por las cada vez más seguras rutas de comunicación, lo que motivó el bienestar económico imperial. Esta prosperidad se vio reflejada en las ciudades, que se embellecieron y asentaron en detrimento del campo como centros de romanización y de cultura.

Históricamente, la Pax Romana coincidió en el tiempo con la denominada Pax Sinica que estaba teniendo lugar en el este de Asia. Esta estabilidad que disfrutaron China y el Imperio romano favoreció el comercio y los viajes de larga distancia entre las dos esferas de poder.

El inefable cuasi Presidente Trump de los EEUU, antes de su instalación ha lanzado tres decisiones políticas que aparentemente parecen inconexas, no lo son: Incorporar a Canadá como Estado N° 51 de la Unión Americana, comprar Groenlandia y “recuperar” el control del Canal de Panamá.

Sus grandes adversario, China y Rusia poseen territorios inmensos que les proporcionan una gran cantidad de los recursos naturales de todo orden que requieren para materializar un poder nacional inconmensurable. Son grande potencias continentales. EEUU, por su parte, nació y creció como una potencia marítima, que le permitió expandir su poder globalmente, pero las circunstancias han cambiado.

En condiciones de paz y colaboración internacional evidentemente el comercio marítimo mundial sigue siendo la forma de desarrollo de mayor importancia, pero en situación de competencia aguda y eventualmente de guerras convencionales, se hace mucho mas necesario un mayor grado de autarquía. En breve, poseer un territorio inmenso, variado y bien poblado es una ventaja.

Estoy consciente que estoy escribiendo para personas ilustradas, así es que voy a ser breve.

  • La incorporación de Canadá y Groenlandia a su soberanía proporcionaría a EEUU una gran ventaja en cuanto a autosuficiencia logística y en posicionamiento para sus operaciones militares contra sus competidores.
  • Para poder articular sus tres grandes territorios, -EEUU, Canadá y Groenlandia- EEUU necesita el control total, preferencial y eventualmente exclusivo del Canal de Panamá.
  • En un conflicto armado de EEUU contra China y/o Rusia la vida del Canal de Panamá será intensa pero breve. Un paliativo a mediano plazo podría ser la construcción de un canal a nivel del mar. Aunque ambos océanos funcionan a descompás, el control del flujo de agua podría ser más simple y liberarse de la servidumbre de los flujos de aguas lluvias que rellenan los lagos que rodean al canal.
  • De todas maneras, la alternativa del Estrecho de Magallanes y Paso Drake sigue siendo la vía interoceánica más segura y confiable.

Canadá y Groenlandia, están poblados por grupos humanos fáciles de asimilar, no así México y Centroamérica, por lo que es muy poco probable que la expansión propuesta por Trump, avance solo en esa dirección.

Según pretende Trump, Canadá sería “invitada” a unirse a EEUU y Groenlandia sería “comprada” a Dinamarca. El Canal sería incorporada les guste o nó a sus actuales dirigentes.

Queda por ver la reacción y acciones que interpongan Rusia y China, pero pareciera que la posición negociadora de Trump le permitiría alcanzar sus objetivos sin necesidad de llegar a la guerra con nadie.

            Melosilla, 1° de enero de 2025

              Fernando Thauby García

                Capitán de Navío IM (R)