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ELEMENTOS PARA UN PROYECTO POLÍTICO NACIONAL

“EXCELENCIA”

Hace algún tiempo escribí una columna bajo el título “Proyecto Político Nacional” al que describía como un acuerdo nacional mucho más amplio que un “Programa de Gobierno” resultado del triunfo electoral de una corriente política que por  su propia naturaleza es competitiva y divisiva. Decía que “parece evidente que Chile ha sido capaz de superar desafíos enormes con éxito sorprendente, de los cuales hemos aprendido e incorporado a nuestra cultura valiosas experiencias, formas de organizarnos, de hacer las cosas, de integrar esfuerzos, de comunicarnos y asociarnos. Hemos desarrollados lealtades, compromisos sociales y ciudadanos que nos han permitido superar desafíos inmensos”.

Chile tiene una personalidad, un carácter y un estilo propio. El triunfo del 62% que se opuso a una Constitución que lo cambiaba todo de raíz, es una señal sólida de nuestra mayoritaria preferencia por los cambios dentro de la continuidad de múltiples elementos que deseamos proteger, potenciar y seguir desarrollando.

En breve, tenemos mucho bueno que conservar, proteger, potenciar y seguir desarrollando. Chile no comienza mañana, empezó hace mucho y somos una continuidad que nos ha traído hasta donde estamos, que nos identifica, nos define y nos estructura.

…………………………

¿A qué podemos aspirar en términos de liderazgo regional y presencia mundial que nos dé libertad, seguridad y progreso?

“Chile no es un país llamado a tener un liderazgo regional. No puede aspirar a ser potencia regional, pero por tamaño e historial Chile puede ser ejemplo de cómo conducir bien un país.

Debe tener peso, influencia, prestigio, ser dueño de una voz que sea escuchada con respeto y cuyo ejemplo sea seguido e imitado con frecuencia.

Eso significa que Chile debe tener y compartir un proyecto nacional en que todos sus componentes, gobierno, estado y particulares, sean consistentes entre sí, que conformen y estructuren un estilo nacional integral.

Se requiere una doctrina común, un estilo nacional, por lo cual Chile, triunfar, no puede vivir tensionado, en conflicto consigo mismo, sin un proyecto compartido.

El liderazgo internacional, es la capacidad de tomar decisiones acertadas en vista a posicionar el país para el éxito a largo plazo y ello se basa en su fidelidad a la calidad de sus comportamientos, productos y servicios. Es ser fieles a su filosofía nacional de calidad y excelencia. Siempre hay un mercado para lo bueno, en todo orden de cosas.

Esto nos exige ser certeros en encontrar siempre lo que nos une, lo que nos diferencia y los puntos de encuentro con nosotros mismos y con nuestros interlocutores regionales y globales, privados, estatales y corporativos.

Ser más resilientes, más innovadores, más adaptativos en entornos competitivos y cambiantes.

EXCELENCIA ES LO NUESTRO.

      Fernando Thauby García

Capitán de Navío – Infante de Marina (R)

UNA ALIANZA CON EE.UU.

La “ayuda norteamericana” puede ser una sorpresa:

1.- Escapar cuando se canse.

EEUU invade con cientos de miles de soldados, ocupa el territorio, corrompe al pueblo que dice querer ayudar, destruye la infraestructura con bombardeos masivos, se cansa, se aburre y sorpresivamente se retira, con visos de fuga.

Los aliados quedan abandonados, olvidados y arruinados.

  • Afganistán fue el Vietnam EEUU
  • Ucrania es el Afganistán de EEUU
  • Taiwán será la Ucrania de EEUU

2.- Instalarse y quedarse para siempre.

Cuando concurre a “liberar” un país, puede que se quede para siempre.

Expropia una zona, construye un enclave soberano donde esconder armas nucleares y vive feliz en su pequeño USA.

  • Alemania
  • Japón
  • Corea del Sur

3.- Joderte.

Si no le obedeces, te embarga la adquisición de armas, te envenena un par de uvas y te maldice en la ONU. Te arma un golpe de estado.

4.- Cuando todo va según su gusto y conveniencia, son simpáticos y buenas personas.

Atte.

Melosilla, 10 de enero de 2025

         Fernando Thauby García

                  CN (IM)

“EL MODELO CHILENO”, AD PORTAS DE LA 2ª GUERRA FRIA

El modelo de desarrollo económico, social y político aplicado en Chile desde el Gobierno Militar hasta el primer gobierno de Bachelet fue muy exitoso en casi todos los ámbitos. La distorsión malintencionada que inició el segundo gobierno de Bachelet y que continuó contra el Gobierno de Piñera desde un Congreso controlado por la izquierda, agudizó deficiencias que ya venían apareciendo y que no fueron resueltas, hasta culminar en la asonada del 18 de octubre de 2019.

La iniciación de las acciones para la recuperación de esta seguidilla de ataques a la democracia y a la prosperidad está siendo pospuesta por el Gobierno de Boric, ya próximo a concluir. Nos aprestamos a iniciar la competencia por el poder político que culminará en un año más con un gobierno que se encontrará con un mundo muy cambiado ante el cual deberá adoptar decisiones difíciles y de profundas consecuencias.

La Segunda Guerra Fría incluyendo algunos puntos con guerras calientes, ya comenzó y podemos ver que los actores, sus intereses y sus conductas no serán las mismas que en la primera. También podemos apreciar que el punto focal de la problemática geopolítica mundial se ha trasladado al Asia Pacífico y Eurasia y que nos involucra en relación con la Antártica, el Paso Drake, el Estrecho de Magallanes, el canal de Panamá y la competencia comercial y económica entre China y los EEUU, que ya llegó a nuestro vecindario.

Nuestra prosperidad se basa en una economía abierta que nos conecta con todo el mundo. Nuestros proveedores y compradores están en ambos bandos; la competencia y el conflicto, inevitablemente nos golpeará y nos obligará a ir acomodándonos según otros vayan decidiendo. Nuestras exportaciones estarán sujetas a nuevos y mayores riesgos y costos. La empresa privada, motor de la economía, se verá estresada y presionada en forma e intensidad imprevisible y de la misma manera nuestra población sufrirá variaciones de precios, de calidad y de disponibilidad en forma imprevisible.

La “subsidiaridad” deberá funcionar en apoyo a la población creando condiciones para que no haya escasez, desabastecimiento ni abuso. Como sucede en estos casos, la población económicamente más débil sufrirá el peso de la crisis.

La solidaridad social será un imperativo y ella solo puede provenir de los que tienen más y del Estado y tendrá que ser administrada y dirigida con honestidad, eficiencia y transparencia. Si así no fuera, la estabilidad y paz interna se esfumarán.

Nos será requerida -exigida- la participación o el compromiso político y militar, que a su vez nos traerá nuevos adversarios que se sientan perjudicados.

La inserción internacional de los países vecinos se irá constituyendo según los intereses y presiones que afecten a cada país, ella será variable y las cercanías y alejamientos -al menos durante la conformación del nuevo esquema político y estratégico- serán frecuentes, imprevisibles y no siempre amistosas.

Si no nos preparamos, mentalmente. Si no tenemos previsiones, si no hemos analizado, discutido y asimilado las características, desventajas y eventuales oportunidades que está comenzando a plantear el nuevo escenario mundial, podemos resultar severamente perjudicados y pasaremos angustias y necesidades que podríamos atenuar o por lo menos tener en consideración oportunamente.

Ganar una elección y hacerse del poder político, es lo inicial y comparativamente más fácil, lo difícil es gobernar y más aun, gobernar bien.

Que nadie se imagine que gobernar Chile en los próximos años será empresa fácil o grata. Que nadie trate de hacer como que no estamos siendo advertidos de lo que viene.

Como broche de oro, el líder de la mayor potencia de occidente, el presidente Trump de los EEUU, toma decisiones drásticas y creativas considerando solo su interpretación personal del interés de su país.

Melosilla, 10 de enero de 2025

Fernando Thauby García

         CN (IM)

PROYECTO POLÍTICO NACIONAL

El mundo vive una situación muy complicada: la democracia está de bajada. La asunción de Trump a la presidencia de EEUU es una muy mala señal; las tendencias autoritarias en Europa no se reducen, crecen, unida a la crisis económica  y Rusia en vez de evolucionar hacia una democracia con influencia global derivó hacia una dictadura imperialista. China se equilibra en la cornisa de la crisis económica.

La interacción de los elementos anteriores ha conformado un desastre político y militar en Ucrania y a una matanza genocida por parte de Israel que no ha recibido crítica alguna, dando inicio a un foco de inestabilidad impredecible en Asia Occidental

El mundo no conforma un referente que nos ayude a diseñar un  proyecto político viable, local, regional ni global.

La inspiración no vendrá de fuera sino solo de nosotros mismos o no vendrá.

Chile está tratando de recuperar el equilibrio después del terremoto político, social y cultural del 19 de Octubre de 2019 y de la dura reacción popular de rechazo a la propuesta de Constitución revolucionaria de 2022.

Creo que estas dos crisis marcaron el ocaso del “socialismo reaccionario”, rencoroso y violento, incubado a partir de los adultos autoflagelantes y de la Concertación y de la aparición de un sector de universitarios politizados, electoralmente hábiles, corruptos y extremadamente incompetentes como gestores de poder político y económico. En la derecha, por su parte, ha surgido también un “progresismo reaccionario” gritón, cuya habilidad política y de gestión está por verse.

¿Qué nos ha quedado del entramado político y cultural resultante del maridaje involuntario de la herencia de gestión eficaz y conservadurismo político del Gobierno Militar, con el realismo de izquierda y progresismo social de los primeros gobiernos de la Concertación?.

Hoy tenemos un conflicto entre la comodidad del individualismo y la necesidad de la comunidad. Un choque entre la necesidad de integración social y la sensación de despectiva autonomía. Nos tememos y desconfiamos unos de otros. Hemos dejado atrás formas de vida tradicionales que nos articularon como sociedad durante un buen tiempo y adoptado una modernidad que nos asusta y nos angustia. La inmigración caótica y descontrolada agudiza esta sensación. El estancamiento económico pone en duda el futuro. No tenemos claridad respecto a la identidad y forma de vida que queremos para nosotros, nuestras familias y nuestra sociedad.

“Las pertenencias que conferían seguridad –la clase social, la iglesia, la nación- y los relatos culturales que nos sostenían y alimentaban la esperanza colectiva –las ideologías y las creencias- se han debilitado y es probable que uno de nuestros desafíos consista en generar espacios de encuentro en el que todos nos podamos reconocer como iguales. Una sociedad democrática vigorosa y atenta, necesita desarrollar en sus miembros la idea que se trata de una empresa común, que compromete a todos los contemporáneos, pero en la que también los que ya se fueron pusieron su parte y en la que los que vendrán pondrán la suya. Ese tipo de compromiso cívico sobre el que se soporta la democracia, requiere que los miembros de la sociedad se sientan vinculados con las demás personas que forman parte de su comunidad”[1].

En los ámbitos político y económico sentimos la frustración y la ansiedad del retroceso y el estancamiento, de la falla profunda de muchos liderazgos económicos, políticos y empresariales, del egoísmo y el abuso que agudizó la impotencia y atropelló a la dignidad. Del triunfo de la falta de honestidad, de seriedad y la incompetencia obscena e impúdica. Esperamos salir adelante pero no vemos cómo, ni con qué líderes, ni por cuales vías.

La seguridad interior nos tiene antes desafíos que no hemos podido enfrentar con eficacia, las guerrillas en la Araucanía, el crimen organizado, el tráfico de drogas, la violencia juvenil y las pandillas de inmigrantes con sus crímenes atroces.

En el ámbito de la seguridad externa, los escenarios global y regional nos aprietan y desafían como quizás nunca antes. La geopolítica mundial nos llega a través de la Antártica, del paso Drake, del Estrecho de Magallanes, del Canal de Panamá, del Comercio Marítimo Transpacífico, de la presencia agresiva de actores de lejanas partes del planeta y varias situaciones más que ya nos están obligando a tomar posiciones que tendrán consecuencias.

Tal vez el desafío más grande al que debemos encontrar una solución eficaz y duradera es el drama de la educación, principalmente la educación pre escolar, primaria y secundaria. Llevamos decenios en este problema y seguimos siendo incapaces de encontrar una solución que movilice a toda la sociedad. Sin un cambio profundo y sustancial, no podremos resolver otros problemas sociales que parecen independientes pero que surgen desde la pobre educación. La deficiencia, la politización y la decadencia de la educación superior es parte del mismo problema.

Pero todos estos problemas no son sólo materia de “Un Programa de Gobierno”, es mucho más que eso, es algo que debe ser abordado desde una concepción amplia, inclusiva, eficiente, democrática. Parece evidente que Chile ha sido capaz de superar desafíos enormes con éxito sorprendente de los cuales hemos aprendido e incorporado a nuestra cultura valiosas experiencias, formas de organizarnos, de hacer las cosas, de integrar esfuerzos, de comunicarnos y asociarnos.

Hemos desarrollados lealtades, compromisos sociales y ciudadanos que nos han permitido superar desafíos inmensos.

En breve, tenemos mucho bueno que conservar, proteger, potenciar y seguir desarrollando. Chile no comienza mañana, empezó hace mucho y somos una continuidad que nos ha traído hasta donde estamos, que nos identifica, nos define y nos estructura.

Antes de pensar en Programas de Gobierno, hablemos de un Proyecto Político Nacional.

Fernando Thauby García

 Capitán de Navío IM (R)


[1] Carlos Peña, 1972.

LA PAX AMERICANA DE TRUMP

(Y LA PAX SÍNICA DE XI YINPING)

Se considera que la Paz romana alcanzó su apogeo durante la dinastía de los Antoninos (96-192), y marca una edad dorada que sería recordada de manera nostálgica en los turbulentos siglos posteriores en Occidente. El Imperio alcanzó su máxima extensión en el siglo II: abarcaba desde el océano Atlántico en el oeste hasta el río Tigris en el este. El comercio se vio favorecido por las cada vez más seguras rutas de comunicación, lo que motivó el bienestar económico imperial. Esta prosperidad se vio reflejada en las ciudades, que se embellecieron y asentaron en detrimento del campo como centros de romanización y de cultura.

Históricamente, la Pax Romana coincidió en el tiempo con la denominada Pax Sinica que estaba teniendo lugar en el este de Asia. Esta estabilidad que disfrutaron China y el Imperio romano favoreció el comercio y los viajes de larga distancia entre las dos esferas de poder.

El inefable cuasi Presidente Trump de los EEUU, antes de su instalación ha lanzado tres decisiones políticas que aparentemente parecen inconexas, no lo son: Incorporar a Canadá como Estado N° 51 de la Unión Americana, comprar Groenlandia y “recuperar” el control del Canal de Panamá.

Sus grandes adversario, China y Rusia poseen territorios inmensos que les proporcionan una gran cantidad de los recursos naturales de todo orden que requieren para materializar un poder nacional inconmensurable. Son grande potencias continentales. EEUU, por su parte, nació y creció como una potencia marítima, que le permitió expandir su poder globalmente, pero las circunstancias han cambiado.

En condiciones de paz y colaboración internacional evidentemente el comercio marítimo mundial sigue siendo la forma de desarrollo de mayor importancia, pero en situación de competencia aguda y eventualmente de guerras convencionales, se hace mucho mas necesario un mayor grado de autarquía. En breve, poseer un territorio inmenso, variado y bien poblado es una ventaja.

Estoy consciente que estoy escribiendo para personas ilustradas, así es que voy a ser breve.

  • La incorporación de Canadá y Groenlandia a su soberanía proporcionaría a EEUU una gran ventaja en cuanto a autosuficiencia logística y en posicionamiento para sus operaciones militares contra sus competidores.
  • Para poder articular sus tres grandes territorios, -EEUU, Canadá y Groenlandia- EEUU necesita el control total, preferencial y eventualmente exclusivo del Canal de Panamá.
  • En un conflicto armado de EEUU contra China y/o Rusia la vida del Canal de Panamá será intensa pero breve. Un paliativo a mediano plazo podría ser la construcción de un canal a nivel del mar. Aunque ambos océanos funcionan a descompás, el control del flujo de agua podría ser más simple y liberarse de la servidumbre de los flujos de aguas lluvias que rellenan los lagos que rodean al canal.
  • De todas maneras, la alternativa del Estrecho de Magallanes y Paso Drake sigue siendo la vía interoceánica más segura y confiable.

Canadá y Groenlandia, están poblados por grupos humanos fáciles de asimilar, no así México y Centroamérica, por lo que es muy poco probable que la expansión propuesta por Trump, avance solo en esa dirección.

Según pretende Trump, Canadá sería “invitada” a unirse a EEUU y Groenlandia sería “comprada” a Dinamarca. El Canal sería incorporada les guste o nó a sus actuales dirigentes.

Queda por ver la reacción y acciones que interpongan Rusia y China, pero pareciera que la posición negociadora de Trump le permitiría alcanzar sus objetivos sin necesidad de llegar a la guerra con nadie.

            Melosilla, 1° de enero de 2025

              Fernando Thauby García

                Capitán de Navío IM (R)

MATTHEI, PROYECTO POLÍTICO Y PUNTA PEUCO.

Un proyecto político es sinónimo de proyecto nacional que exprese la relación entre ideología política (concepciones de sociedad) y práctica institucional (acción estatal). El proyecto político es, en  breve, un posicionamiento, en este caso del partido y del candidato a presidente, frente a los grandes retos que tiene la sociedad, tanto a nivel externo como interno.

El problema político en Chile “es que se ha modernizado al país, pero al hacerlo, dio lugar a un tipo de público o de ciudadanía que le es difícil comprender. O, para decirlo de otra manera: tenemos modernización pero nos sentimos incómodos con la modernidad, queremos mejorar las condiciones de vida material de los chilenos; pero esperamos se sigan comportando como masa empobrecidas e ignorantes que no piden cuentas ni reclaman; queremos democracia, pero seguimos pensando que las mayorías son masas envilecidas o alienadas por el consumo[1]

Tuve una experiencia con Piñera en que, en una conversación respecto a la necesidad de tener un proyecto político, intervino expresando: “delivery, delivery, eso es lo que cuenta”. El fracaso de su segundo gobierno, me parece, estuvo precisamente en que olvidó su Proyecto político de “Clase Media protegida” y regresó a su convicción profunda: “delivery”.

La creciente “piñerización” personal de Matthei, potenciada por la incorporación de personas representativas de ese gobierno fracasado a su equipo de campaña, junto a la ausencia de Proyecto político conocido, señalaría que sigue los mismos pasos de su mentor y que eventualmente la llevarían a similar destino.

Esta evolución inestable no carece de antecedentes: fue rostro del SI del Gobierno Militar, incluyendo un perfil político confrontacional ​además de un lenguaje agresivo contra sus adversarios. Luego se distanció de la derecha hasta llegar a mostrarse a favor de medidas como el aborto terapéutico​ o el matrimonio homosexual.

Se enfrentó a Piñera en el escándalo conocido como Piñeragate. Luego de negar su participación en la interceptación telefónica, confesó su responsabilidad, declarando que había obtenido la grabación de un oficial de Ejército.

Junto al Ministro Francisco Javier Cuadra hicieron un montaje tendiente a probar que Juan Carlos Latorre (PDC) y Andrés Allamand estaban involucrados en el consumo de drogas. Cuadra fue condenado a 540 días de prisión por la Ley de Seguridad del Estado. Ella quedó incólume.

Matthei llamó a boicotear las industrias inglesas y españolas en 1998, debido al arresto del General Pinochet en Londres. Junto con Pía Guzmán y Rosa González crearon el «Movimiento Femenino por la Dignidad Chilena», organización que agrupaba a mujeres pinochetistas que protestaron frente a la embajada de España en Santiago.

Matthei lamentó el suicidio del General Odlanier Merna en protesta a su traslado desde el Penal Cordillera. El Presidente Piñera aludió a los manifestantes que se apostaron a las afueras del recinto ubicado en Pañalolén. “Chile es un país libre y democrático donde rige el estado de derecho, las responsabilidades penales son sólo conocidas y juzgadas por los tribunales y son ellos quienes han tomando las decisiones respecto a las personas involucradas”, indicó. No explicó la oportuna citación a periodistas y camarógrafos de televisión al momento del inicio del traslado. Matthei por suparte, “lamentó mucho la muerte de Odlanier Mena y naturalmente hago llegar mis condolencias a su familia y  a todos sus seres queridos. Es un hecho trágico”, dijo la candidata presidencial.

El 27 de agosto 2020, siendo alcaldesa de Providencia, Matthei, se refirió a una eventual candidatura presidencial y entre varios temas que repasó, también se abrió a estudiar un posible indulto a algunos presos de Punta Peuco, quienes cumplen condena por violación a los Derechos Humanos. La jefa comunal se abrió a revisar caso por caso. “Con algunos ni por nada (le daría el indulto), pero también hay casos de que en realidad yo tengo la impresión que algunos iban pasando por la vereda”. Matthei aseguró que «aquí no asumieron los mandos altos (entre los que se encontraba su padre) y eso es una vergüenza, porque yo entiendo que a mayor rango mayor es la  responsabilidad. Los que mandaron tenían que dar la cara». Y profundizó: «Habían chiquillos de 18 años, que eran solo conscriptos y que a lo mejor los enviaron a trasladar una víctima, entonces díganme, ¿qué culpa tenían?». En esa línea, remató diciendo que el indulto «no los estudiaría con los altos mandos por ningún motivo».

La posición de Matthei respecto a los prisioneros en Punta Peuco ha sido variable. Desde el apoyo selectivo hasta el repudio tajante: en una  reunión social en casa del ex Diputado Gonzalo Ibáñez, un Almirante en retiro expresó que a su juicio “los militares y policías habían sido traicionados por los chilenos y en particular por los políticos e incluso por sus mandos institucionales. Que nadie había hecho nada para evitar la artera forma como están siendo juzgados y tampoco porque se respete la igualdad ante la ley, para quienes están cumpliendo condena”. Pasaron muchos minutos. Hablaron otras personas y de repente se apersonó en forma agresiva y a viva voz y fuera de todo contexto, lanzó: “que hacía mucho tiempo que no escuchaba tanta estupidez junta”. En breve, es una tarea en extremo difícil determinar quién es y qué piensa la Sra. Matthei, cual es su Proyecto político, que piensa del trabajo de la justicia respecto a los militares juzgados a granel y si cree que es necesario tomar alguna acción para hacer justicia a ellos y sus familias.

El país necesita urgentemente líderes políticos serenos, sensatos, ecuánimes y que busquen la paz y la concordia. Con una sólida credibilidad y cuenten con un programa político que incluya a la gran mayoría de los chilenos tal y como piensan hoy. Los militares hemos hecho todo lo posible por buscar y apoyar la paz, la democracia y la amistad cívica entre los chilenos. Aún estamos lejos de ello.

   Fernando Thauby García

Melosilla, 29 de diciembre de 2024


[1] Chile actual. “El proyecto político de la Concertación” 1977.Carlos Peña.

La Argentina Peronista y la argentina de Milei

Tengo un gran aprecio por la Argentina que conozco: la de Cuyo, la relacionada por familia y la que viene a vacaciones a Chile.

Gente alegre, generosa, amistosa, “familiera”.

También he estado relacionado con otra Argentina, de argentinos de cualquier parte del país, que vienen por razones laborales, negocios, educacionales, trabajadores, esforzados, creativos. Y también con inmigrantes: emprendedores, trabajadores, generalmente honrados.

También conozco a otra clase de argentinos, generalmente los menos dotados intelectual y socialmente, que se comportan en forma agresiva, prepotente y chocante, generalmente cuando están intoxicados por un partido de futbol, por una carrera de autos, por la performance de un artista: por algo competitivo. Que caen temporalmente en estado de éxtasis violento transitando luego hacia una prepotencia desagradable o hacia una humildad también incómoda, según sus representantes, hayan ganado o perdido la competencia.

Hasta ahí, entendible para cualquier chileno, en general apático, mas bien taimado, buena persona, algo quisquilloso pero que se rinde fácil a la amistad y la simpatía de la contraparte.

Hay otra clase de argentinos que nos parecen insoportables, son los belicosos, expansivos, historiadores distorsivos, ajenos a la verdad y poseídos por fantasías militares, científicas o culturales exuberantes. Son estados latentes que pueden estallar súbitamente y durar meses o años. Desde aquí los miramos con resignación y en silencio, mientras nuestra temperatura interna va subiendo lenta pero sostenidamente.

Nuestros vecinos, en un cambió súbito, cambian de objetivo y su atención va en otra dirección. El problema surge cuando ellos ya van de bajada, nosotros aun vamos de subida. En que el vaso de nuestra paciencia y tolerancia se llenará a descompás y mostraremos una reacción que a nuestros vecinos les parecerá “desmedida”, “exagerada”, “chovinista” y “violenta”. Nos acusará de rencorosos, violentos, odiosos, acomplejados y los chilenos nos enojaremos aún más.

El gobierno de Milei inició un movimiento de dignificación y restauración de sus FFAA, destrozadas por el Kirchnerismo ideológico y su ambición de controlar el poder total. Muchos no solo entendimos y aplaudimos esta justa reivindicación.

En esos años en que las FFAA de argentina estaban sumergidas, desmoralizadas y golpeadas, fuimos muy delicados en no presumir con lo que nuestra relativa mejor situación económica nos permitía adquirir y hacer. Y todo fue bien, parecía que esta vez éramos realmente países hermanos bien avenidos.

Llegó Milei e inició la reconstrucción del país y de sus FFAA, comenzando desde el nivel de ruina en que fue dejado por los gobiernos ideológicos. La gran mayoría de los chilenos nos alegramos de la oportunidad que se le abría a Argentina para recuperar y sobrepasar sus antigua glorias y motivos de orgullo nacional.

En estos días nubes negras y amenazantes sobrevuelan la cordillera, Argentina está recibiendo un lote de aviones modernos, necesarios y merecidos por su Fuerza Aérea, el Ejército está recibiendo parte del material blindado que alguna vez tuvo y que tras ser sometido a reparaciones y modernización, comienza a regresar a la fila, todo bien, la desgracia es que paralelamente, surgen coros guerreristas que recitan sus reclamos por las Malvinas, que destacan y magnifican cualquier queja de Chile por excesos y abusos de confianza en el Estrecho de Magallanes o activa sus actividades antárticas en vista a la aproximación del vencimiento de status quo vigente al respecto.

La prensa nos trae noticias exultantes y creativas de la firma de documentos de intención de adquisición de muchos mas aviones modernos y espectaculares, submarinos próximos al del doctor Nemo y tanques de las Guerra de las Galaxias, destacando sus atributos para vencer a Chile, cuyas FFAA no están es la misma onda. Mal, todo mal.

Es de esperar que no volvamos a Galtieri azuzando a su muchedumbre enloquecida gritando “Tero, Tero Tero, ahora a los ingleses después a los chilenos”.

Si es lo que de veras piensan hacer, no lo canten; si tienen la intención de transformarse en una Alemania nazi o en un Israel expansionista, no lo digan, solo inténtelo.

Afectuosamente

Melosilla, 20 de diciembre de 2024

Fernando Thauby García

CANDIDATOS PRESIDENCIALES DE DERECHA

Todo el mundo político local, de derecha, centro e izquierda, analiza las candidaturas -reales, aspiracionales o hepáticas- de los pre candidatos de derecha.

La izquierda dispone de tiempo y energías para unirse al coro ya que carece de candidatos más allá de las aspiraciones intermitentes de Bachelet, la candidata senil-revolucionaria y las movidas de Tohá abollada por su cuestionable honestidad intelectual, política y financiera.

Una mirada inicial nos muestra a cuatro pre candidatos de derecha: Kast, Edwards, Kaiser y Carter.

  • Kast ha sido claro para cualquiera de quiera entender: esta es su última campaña presidencial, su interés es fortalecer a Republicanos en cantidad, calidad y disciplina de sus miembros. Irá directamente a la elección presidencial sin pasar por primarias ya que quiere acompañar, apoyar y potenciar a sus candidatos a diputados y senadores. Su meta política en este momento es consolidar a Republicanos y dotarlo de una  bancada parlamentaria sólida, potente, homogénea y disciplinada. El momento de Republicanos aún no ha llegado. Obviamente esta estrategia se mantiene sotto vocce.
  • Edwards, desde el Partido Social Cristiano. Al renunciar a Republicanos declaró su intención de formar un partido “realmente libertario”. La impronta cristiana de Social Cristiano no coincide con las políticas “realmente libertarias” lo que señala un conflicto que pudiendo ser superado, no resuelve el hecho de que su actual partido es pequeño, nuevo y por ahora de poco calado para liderar una campaña presidencial en solitario. Su maniobra es levantar un proyecto político y proyectar su figura en el escenario político.
  • Kaiser ha crecido rápidamente hasta alcanzar un 8,1% de preferencias en las encuestas presidenciales. Sus adherentes parecen provenir en parte significativa de ex seguidores de Kast, desencantados por su mesura, recato, trabajo discreto y falta de presencia mediática, concordante por lo demás con su plan de acción para el partido.

Kaiser representa un estilo ruidoso, llamativo, muy presente en las redes sociales, que  viene a satisfacer a votantes deseosos de un liderazgo enérgico, flamboyante y que ofrezca algo que muchos reclaman ante la evidente decadencia y corrupción en nuestro país: energía, resolución, carácter y que enfrente con claridad y valentía a los causantes de nuestra situación. Que ponga Orden y Progreso en forma decidida, enérgica y rápida.

Este estado de ánimo puede ser eficaz para la conquista del poder, para ganar la Presidencia, pero el problema que enfrentará el nuevo gobierno exige algo mucho más complejo: hay que gobernar un país que presenta antagonismos y discordias como la violencia criminal sufrida el 19 de octubre de 2019, el debilitamiento de la disciplina social, la crisis integral resultante de una inmigración delictual y tumultuosa y tras un gobierno indescriptible y demoledor como el que ha hecho Boric con sus delincuentes juveniles.

  • Rodolfo Carter es la versión responsable, solvente y ponderada de la campaña de Kaiser. Apunta a llenar el vacío dejado por la parsimonia de Kast y su programa de mediano plazo al que aún no llega su hora. Es un intento meritorio y encomiable que presenta a un futuro competidor de Kaiser cuando haya un escenario más estabilizado, que de más espacio de maniobra para cambios políticos, sociales y económicos una vez superada esta coyuntura crítica y recuperada la paz y restablecido el funcionamiento fluido y eficiente del estado y de los actores políticos y sociales.

El tema central a resolver en esta elección es obtener un gobierno capaz de dar comienzo a la reconstrucción nacional, estableciendo los límites del campo de juego, la amistad cívica entre los actores políticos y la serenidad en los espíritus de los chilenos de a pie que quieren un país que siga creciendo en democracia, sin estridencias ni propuestas estúpidas como las que trajo nuestro actual gobierno, con la complicidad de los Autoflagelantes de la Concertación y con la participación del obsceno Partido Comunista y su pandilla de activistas odiosos.

Resulta evidente que la Derecha no intenta seriamente ganar esta elección y que el candidato que representará a sus electores es de Centro Derecha, se llama Evelyn Matthei y que será apoyada por Republicanos en todo aquello que sea coincidente con su proyecto político para Chile. No más allá.

Melosilla, 12 de diciembre de 2024

Fernando Thauby García

EN CHILE HOY ES POSIBLE “UN GOBIERNO QUE GOBIERNE”

Ayer publiqué un blog titulado “Un Gobierno que Gobierne” y el cuesco de mi ponencia es que en Chile existe una base política y cultural que hace posible llegar a un diagnóstico compartido y a la definición de un conjunto de políticas públicas y orientaciones para seguir desarrollándonos, aceptables para muchos.

Es evidente que hay diferencias, pero también está claro que existe una contundente mayoría que rechazó el primer intento de Constitución, que cubre un amplio espectro y que permitiría acuerdos suficientes para gobernar con fuerte apoyo ciudadano.

En breve, necesitamos un gobierno que gobierne y que para conseguirlo y darle el apoyo que se necesita, requiere la conformación de “una alianza política fuerte situada al centro del espectro político, acompañada de dos partidos o alianzas opositoras, una en cada lado de dicho espectro, capaz de presentar y hacer valer la voluntad de los opositores y de quienes tienen ideas alternativas, conformando mayorías flexibles para casos específicos”.

Con gran placer recibí varios comentarios que en su mayoría dicen “deseable pero imposible”

Veamos:

1.- Kast ha hablado varias veces y en síntesis, su proyecto -en su actual etapa- es conformar un partido fuerte, joven, renovado, con un sólido ideario político y valórico que disponga a la brevedad de una bancada de políticos, que vaya de senadores a consejeros regionales, que le permita a Republicanos ser el fiel de la balanza política en aquellos temas que son del interés de sus miembros y seguidores.

2.- La representante más significativa del Centro Político -Chile Vamos- es Matthei, que cuenta con un fuerte respaldo ciudadano, con una amplia experiencia política y de gobierno y dispone de la capacidad para convocar a un amplio espectro de personas para configurar un gobierno eficiente.

Para completar el elenco de partidos para conformar una mayoría en el Congreso le falta incluir a Amarillos, a Demócratas y a un número de miembros de la ex – Concertación de probada vocación democrática -que los hay y muchos- para integrar su gobierno en representación de sus partidos.

Este requisito es difícil de conseguir, pero en la centro izquierda hay patriotas y gente comprometida con el pueblo que creo que muchos estarán disponibles para salvar a Chile de la decadencia en que nos encontramos.

3.- El tercer sector es, obviamente, el Frente Amplio, con los cuales es difícil encontrar puntos de coincidencia y donde la presencia del Partido Comunista deprecia su carácter democrático. Pero es una realidad con la que hay que contar y nunca olvidar. Sus chilenos como el representados están equivocados, pero también son chilenos.

La compañía del Partido Comunista es gran lastre y es una decisión que ellos deberán evaluar.

En breve, la tarea es lograr la participación activa y comprometida de la centro – izquierda democrática de la ex – Concertación en el gobierno de Matthei.

A diario tenemos miembros de ese sector cuyas apreciaciones y propuestas, si bien no coinciden exactamente con la del centro arriba descrito, son sin duda personas con experiencia, preparación y evidentemente comprometidas con Chile que invitadas con lealtad y generosidad se podrían unir a este rescate de Chile.

Es momento de crisis profunda, los chilenos de a pie exigimos generosidad, compromiso y patriotismo a los políticos, a todos ellos. Esta es una prueba de su compromiso con el pueblo chileno cuando más los necesita. Chile necesita a su mejores hijos, ¡ahora!.

Melosilla 11 de diciembre de 2024

        Fernando Thauby García

         Capitán de Navío IM (R)

UN GOBIERNO QUE GOBIERNE

Chile está en una situación de profunda decadencia y culpable fundamental de ella es la miseria de la clase política que nos gobierna. Y no me refiero solo al indescriptible gobierno de Boric.

Este fenómeno ha sido analizado hasta la saciedad, pero cada grupo político sigue sin hacerse cargo de sus falencias y culpas. Menos aún de buscar la forma de superarlas.

Las próximas elecciones de diputados, senadores y de presidente nos ofrecen una posibilidad de salir de este pantano intelectual y político para iniciar el camino de la recuperación.

Los resultados y características de las tres elecciones que vienen están ligados entre si aun cuando la presidencial, última y más relevante en un sistema presidencial como el que tenemos, es la más significativa y será determinante del éxito o fracaso del gobierno resultante.

El primer obstáculo es la conformación de nuestro Congreso. Actualmente nuestro escenario político está sobrepoblado de partidos y partiditos que, semejando emprendimientos personales, hacen imposible la negociación, la conformación de mayorías estables, la asunción de compromisos y sobre todo, compartir un conjunto de ideas y metas de mediano y largo plazo. Cambiar esta situación es improbable ya que es muy difícil que los incumbentes actuales acepten privarse del poder e ingresos de que hoy disfrutan.

Así, la conformación del escenario electoral estará dado principalmente por la naturaleza y características del proyecto político que se proponga a la ciudadanía.

Nuestra realidad política en un continuum que va desde la derecha conservadora hasta la izquierda revolucionaria sin una clara superioridad de ninguna coalición y menos de algún partido en particular. Por su parte las condiciones que enfrentará el nuevo gobierno son muy difíciles y requerirán mucho trabajo, sacrificio y tiempo para superarlas. Por otro lado, algunos de los aspectos críticos a corregir requerirán medidas duras y exigencias que solo pueden superarse con mayorías políticas sólidas y eficientes.

En breve, la salida del desastre en que nos encontramos requiere de un gobierno fuerte, sólido, de mayoría, con capacidad de tomar decisiones políticas, económicas y sociales en forma rápida, eficiente y eficaz. Necesitamos un gobierno que gobierne. Conseguir el poder no es suficiente.

En Chile existe un conjunto de ideas políticas, valores y costumbres que, con matices más allá o más acá, una mayoría comparte. Es decir, existe una base que permite llegar a un diagnóstico compartido y a la definición de un conjunto de políticas aceptables por muchos.

Es evidente que hay diferencias, pero también está claro que existe una contundente mayoría que rechazó el primer intento de Constitución que cubre un amplio espectro que permitiría acuerdos suficientes para gobernar con fuerte apoyo ciudadano.

En breve, necesitamos un gobierno que gobierne y que para conseguirlo y darle el apoyo que se necesita requiere la conformación de una alianza política fuerte situada al centro del espectro político, acompañada de dos partidos o alianzas opositoras, una en cada lado de dicho espectro, capaz de presentar y hacer valer la voluntad de los opositores o de quienes tienen ideas alternativas, conformando mayorías flexibles para casos específicos.

Poniéndole nombre, se requiere a Republicanos y al Frente Amplio, uno en cada extremo del espectro y a una alianza de centro que sume a la ex Concertación y a Chile Vamos con un programa que proponga y materialice las políticas a aplicar en seguridad interior, economía, salud, trabajo, justicia, educación y desarrollo social. Quedando en manos exclusivas del presidente el manejo de la política exterior, la defensa y el combate a la corrupción fiscal y privada.

El elemento clave es el presidente, que debe restablecer la dignidad del cargo, reconstruir su autoridad y mejorar sustantivamente el aprecio y respeto de los chileno a esa figura señera capaz de pararse frente al país en cualquier circunstancia y llevarlo, unido y confiado, a la victoria.

Estas ideas, expuesta en forma directa y breve, pretenden ofrecer a sus lectores una alternativa razonable y factible que supere la pequeña riña diaria y la pelea entre políticos mediocres.

Estamos en problemas. Es momento de grandes desafíos que requieren grandeza de sus líderes, el mundo se encamina hacia un prolongado período convulso e incierto.

Melosilla, 10 de diciembre de 2024

Fernando Thauby García