PIÑERA ¿PROTOCOLOS O BLEDOS?

El reciente viaje comercial y político de Piñera a China fue otra herida auto infligida a la dignidad de su cargo, a la corrección de su persona, a la imagen internacional de Chile, a su familia y al sector político que lo apoya.

Piñera carece de criterio social y político: Criterio es el juicio o discernimiento de una persona. Piñera no discierne bien, no juzga correctamente las circunstancias y condiciones de una situación.

También carece de sentido común: El sentido común son los conocimientos y las creencias compartidas por una comunidad y consideradas como prudentes, lógicas o válidas.

Se trata de la capacidad natural de juzgar los acontecimientos y eventos de forma razonable.

Piñera, reiteradamente juzga las situaciones en forma equivocada, dice algo inapropiado, sonríe cuando debiera estar serio o está serio cuando debería sonreír, se le acaba el combustible en vuelo, se va a acostar antes que se vayan las visitas. Invita a alguien y si deja de interesarlo, lo ignora. Escucha a un experto durante cinco minutos (o menos) y en seguida comienza a explicarle su oficio.

Muchas personas lo encuentra antipático, puede ser, pero sin duda carece de criterio y sentido común.

Un protocolo es un reglamento o una serie de instrucciones que se fijan por tradición o por convenio. Un protocolo puede ser un documento o una normativa que establece cómo se debe actuar.

Dispone conductas, acciones y técnicas que se consideran adecuadas en ciertas situaciones.

La primera reacción de Piñera a su desaguisado en China fue disponer la dictación de un “protocolo” que regule la presencia de parientes que tengan intereses comerciales o personales en los viajes presidenciales, al cual, es de suponer, se someterá en futuros viajes.

Dado que las situaciones que pueden requerir de criterio o sentido común al Presidente de la República de Chile son extremadamente numerosas –van desde como dar el pésame a una señora a la que atropellaron un hijo, hasta reaccionar a la oferta de coima por parte de un empresario- se supone que, adelantándose a nuevas crisis, aprovechará el impulso para dictar una variedad de ellas. Obviamente no podrá ser exhaustiva, por lo que sería aconsejable se hiciera acompañar constantemente por un asesor que disponga de ambos atributos –criterio y sentido común-.

Detrás de esas consideraciones, es también posible la existencia de otra circunstancia. Me refiero al “bledo”.

En efecto, el bledo es una planta de tallo rastrero, de color verde o rojizo, hojas triangulares, de color verde oscuro y flores rojas muy pequeñas, agrupadas en racimos axilares que puede alcanzar 30 cm de largo. El bledo es comestible.

Para nosotros –chilenos- el bledo es un pepino pequeño.

En frases afirmativas o negativas acompañado del verbo importar o con una expresión equivalente, significa nada o muy poco.

Me importa un bledo o me importa un pepino es que algo no nos importa ni en los más mínimo.

Podría ser también que a Piñera; Chile, los chilenos, la derecha, la izquierda, el centro, los adultos mayores, los adultos jóvenes y los niños, los educados y los ignorantes, los perros y los gatos, las pulgas y los piojos, le importen “un bledo”.