En este análisis se aborda la gestión de Piñera en sus dos administraciones, ya que se puede apreciar una continuidad en la lógica y prioridad de sus objetivos y tareas así como también el aprendizaje de lo obrado en la primera y lo planificado en esta materia para su segunda administración. Otro aspecto es que distingue entre política de defensa, que se refiere a la estrategia y materialización de la defensa considerando el total del poder nacional -economía, militar y diplomático- y la política militar que tiene por objeto organizar y emplear a las FFAA en sus diversos roles y funciones así como es su gestión y administración. Un tercer aspecto es que el tema se aborda considerando ambas políticas, como Políticas Públicas.
1.- Política Pública en General
– Es una decisión o conjunto de decisiones sobre un mismo tema, de una autoridad competente.
– Las decisiones siguen un proceso formal, institucional, que demanda que las iniciativas se transformen en acciones concretas.
– El problema y la discusión sobre los aspectos sustantivos de la política requieren una la aproximación técnico – racional.
– Una política pública es un proceso político en que diversos actores explicitan sus intereses y pugnan por esos ellos.
– El debate es el proceso transita por escuchar los argumentos de los actores en un debate evolutivo y que concluye con la decisión de política pública de la autoridad.
2.- Programa de la administración 2010 – 2014
Se organiza en base a cuatro ejes:
Transformación Institucional, que pretende modernizar el Ministerio de Defensa para “la conducción integrada (militar, económico, científico y tecnológico) del sistema de defensa nacional”. Modificación de la Justicia Militar, el Código de Justicia Militar y creación de un Ministerio Público Militar.
Estas transformaciones no se hicieron. Algunas de ellas fueron discutidas a nivel debate, sin llegar a conformar proyectos de ley.
La inclusión de esta modernización como primer eje es acertada, ya que el Ministerio de Defensa orgánicamente y en cuanto a calidad técnica de sus integrantes es incompetente integral para llevar a cabo las funciones que la ley le asigna.
Se podría decir que se identificó el problema pero no se entendió la complejidad del mismo y no se reclutó a las personas adecuadas para hacerlo.
El segundo eje fue perfeccionar los procesos de defensa. Esta tarea solo podría iniciarse disponiendo oportunamente de una Estrategia de Seguridad Nacional. Se identificó correctamente el problema y incluso hizo un intento que desgraciadamente terminó en un fracaso rotundo. La razón es que la Ley del Ministerio de Defensa asigna, erróneamente, esta tarea al Subsecretario de Defensa, que careció de la información, autoridad y acceso a las autoridades relevantes para el cumplimiento de esta tarea y en este caso además, de la idoneidad profesional necesaria.
En este acápite se mezcla la Política de Defensa con la Política Militar incursionando en la gestión de la defensa en cuanto la función de diseño e implementación de las fuerzas. Estas técnicas (Sistema Plan, Programa, Presupuesto o PPBs) son de común aplicación en las FFAA del mundo desde hace ya 60 años y en Chile son conocidas y aplicadas parcialmente en la Armada. Para agravar el problema, el fracaso en cuanto a establecer la Estrategia de Seguridad Nacional dejó al Ministerio sin base para aplicar esta técnica. En esta área no se avanzó nada. La ausencia de estos sistemas de gestión se influyó en los delitos cometidos en la gestión de los fondos de la Ley del Cobre y en las finanzas institucionales del Ejército.
En este acápite también se considero “hacer las remuneraciones del personal de las FFAA competitivas con las del mundo civil”, respecto a lo cual no se avanzó nada.
El cuarto eje se refiere al desarrollo industrial, emprendimiento e innovación en el sector. Se ignora si algo se hizo en este aspecto. De todas maneras parece haber sido poco relevante.
Conclusiones
Se puede apreciar que desde el punto de vista de la lógica de la gestión, el programa está relativamente bien apuntado y muestra una intención de llevar a cabo un conjunto de acciones sobre tema relacionados, fallando por la incompetencia de las autoridades y estructuras administrativas correspondientes.
3.- Programa de la administración 2018 – 2022
Es posible que la experiencia de su primer período presidencial haya motivado al Presidente Piñera a ser mucho mas modesto en sus pretensiones. En efecto, el fiasco del Ministro Allamand con su proyecto de Estrategia de Seguridad Nacional debe haber influido.
Comienza con algunos elementos de la Estrategia de Seguridad Nacional, muy breves, pero bien apuntados. Identifica y señala que:
– Las FFAA proporcionan al gobierno capacidades de defensa militar y para reforzar capacidades generales del Estado para enfrentar una amplia variedad de situaciones de emergencia.
– Proveen apoyo y materializan actividades en al ámbito internacional; presencia en operaciones de paz, operaciones internacionales, ayuda humanitaria, ejercicios internacionales y cooperación de gobierno a gobierno
– La esencia de las FFAA son sus capacidades estratégicas militares.
Su Política Militar está delineada en la parte de Objetivos y Medidas y declara que se propone:
- Desarrollar la Política de Defensa y la Política Militar como Política de Estado de largo plazo y asegurar una capacidad militar efectiva que resguarde nuestra soberanía con un substancial avance en «ciberdefensa”.
- Lo que se refiere a Política de Defensa y la Política Militar, a cargo del Subsecretario de Defensa que, como se dijo, carece del nivel de autoridad necesario para interactuar directamente con los ministros claves – RREE, Hacienda, Economía – se inició en Agosto de 2018 y aun no se hace pública. Tampoco se aprecia urgencia.
- En ciberdefensa ha habido avances interesantes, pero muy lejos aun de llegar al nivel necesario. Esta actividad se ha instalado en el Estado Mayor Conjunto que orgánicamente carece de las capacidades técnicas, administrativas y logísticas necesarias.
- Dispone tres énfasis: Capacidades conjuntas, intereses en la Antártica y polivalencia de las capacidades de las FFAA, para incorporarse al control de emergencias civiles.
- Un objetivo principal y de alta relevancia es el de reemplazar la Ley Reservada del Cobre por un mecanismo de financiamiento estable y plurianual, objetivo que se materializó mediante una ley de aplicación gradual. El atraso en iniciar la modernización del Ministerio de Defensa en sus aspectos de gestión – personal y organización – chocará con la aplicación de esta ley que puede terminar en un Ministerio de dotado de muchos recursos, con grandes responsabilidades y poca o ninguna capacidad de gestión.
- Modernizar la carrera militar. Este objetivo terminó en un proyecto para alargar la carrera en cinco años, que comenzará a generar ahorros en 10 años y que muy probablemente habrá que rehacer antes de esa fecha, debido en parte a los cambios tecnológicos y en las características del ámbito laboral nacional y mundial.
- También se intenta generar un sistema “de información adecuada respecto al estado de eficiencia de nuestra FFAA”, que siendo de gran importancia, estamos lejos de poder generar. Comenzando con la inexistencia de una Estrategia de Seguridad Nacional que señale en forma clara, precisa y cuantificable para qué, cuándo, dónde, por cuánto tiempo y contra quién se requerirá su acción.
Conclusiones
Este programa, bastante mas modesto que el del primer gobierno de Piñera, muestra la combinación fatal de falta de preparación técnica y administrativa (empresariales) del Ministro, reticencia a asumir responsabilidades y no contar con el apoyo de una estructura burocrática y técnica adecuada. La crisis de probidad ocurrida en el Ejército es todo un ejemplo. Dinero sin objetivos claros, ausencia de dirección y control del Ministerio, deserción de las responsabilidades del mismo, intento de traspasar la responsabilidad de control a la Contraloría General de la República y posicionamiento del Ministro como “observador interesado” pero no comprometido.