LAS FFAA EN LA SEGURIDAD INTERIOR
La anomia, como concepto se refiere de una manera general a la ausencia de ley, normas o convenciones.
En Chile hemos tenido y seguimos viviendo la demostración y uso de la anomía como arma de destrucción masiva de la sociedad por parte, principalmente, del Frente Amplio, apoyado en forma intermitente y mas o menos hipócrita para parte de la izquierda que se dice democrática. La derecha ha prestado su inestimable apoyo a través de personajes pintorescos, pero principalmente con su comportamiento pusilánime y a veces cómplice.
Quien ordena las relaciones de poder en el mundo moderno es el Estado. Vacío de Poder significa que no existe ningún poder ordenador. En consecuencia, el vacío de poder estatal lleva directamente a una crisis de autoridad.(Piñera 2)
El proceso de debilitamiento de la capacidad y la voluntad de hacer respetar las leyes, normas y convenciones, en Chile se inició desde el primer día del Gobierno de Aylwin. Se anularon condenas ejecutoriadas, se glorificó a terroristas y asesinos confesos y la expresión “libertad” fue vaciada de su significado original y llevada al límite de la anarquía, grosería y expresión de odio.
La izquierda revolucionaria nunca se sintió parte integral de la sociedad chilena distanciándose no sólo en su comportamiento político sino introduciendo insultos, infamias y descalificaciones personales como forma normal de referencia a sus “enemigos políticos”[1].
El incansable proceso de “deconstrucción” del Gobierno Militar, avanzó raudo con algún recato en el manejo de la economía, que objeto de una degradación más sutil y silenciosa, también resultó destruida por el segundo Gobierno de Bachelet.
La tensión entre el éxito económico y el disfrute del poder por un lado y el reservorio de odio, resentimiento y envidia por el otro produjo un quiebre en la izquierda en dos bandos: los auto indulgentes y los auto flagelantes. Cuando la estrategia de Bachelet de “correr la cerca” y de exacerbar la anomía social avivó las pulsiones de odiosidad y corrompió el sistema económico, abrió la puerta para el ingreso en estampida de las minorías organizadas y las turbas capitaneadas por Boric y sus amigos para “meterle inestabilidad” al país y dar comienzo a una difusa revolución cuyos autores no tenían claro que hacer, ni cómo hacerlo y menos aún con que recursos hacerlo[2].
El 29 de mayo de 2019, Boric participó en la fundación del Partido Convergencia Social, “comprometido con la consecución de una sociedad socialista, democrática, libertaria y feminista, a partir del fortalecimiento y profundización de la democracia económica, social e institucional. El feminismo al que suscribimos entiende la alianza existente entre el patriarcado y el capital, cuestionando las estructuras productivas y reproductivas que facultan el sostenimiento de la vida. Reconocemos la diversidad de pueblos que habitan el territorio desde antes de la configuración del Estado-Nación de Chile, junto con sus lógicas particulares transfronterizas, migratorias, plurinacionales, de género y étnicas. Criticamos al extractivismo porque agota nuestros territorios, pero sobre todo porque lo hace acoplado a los intereses de las empresas transnacionales. Proponemos el principio del buen vivir y de lo comunitario porque entendemos que las relaciones comunitarias fortalecen las posibilidades del bienestar, elimina el cansancio de la competencia, da estabilidad a la vida y abre paso al goce de experiencias que no se reducen a poseer bienes suntuarios para sentirse superiores a los demás”. Camila Vallejo, comunista y cercana a Boric, resumió “Queremos ser más pobres pero más felices”. El uso intensivo de la hegemonía cultural expresada mediante un vocabulario que para la mayoría de los chilenos eran incomprensible y cuyos significados fueron apropiados e incorporados por los medios de comunicación social, confundió a la ciudadanía al punto de no poder entender ni discutir el proyecto político y constitucional de Boric
El brutal cambio de imagen política que hizo Boric para competir en la segunda vuelta electoral, acentúo lo críptico del programa político y luego del Proyecto / Programa de gobierno[3], que trataron de imponer a través de la nueva constitución terminó de dejar fuera del debate toda racionalidad reduciendo la política a sensaciones, sentimientos, estados de ánimo, amores y odios.
El 15 de noviembre de 2019, tras los hechos producidos por el «estallido social» de octubre de ese año, Boric participó en la firma del «Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución», que dio inicio al proceso constituyente en Chile. En esta etapa política, Boric jugó un rol muy ambiguo oscilando entre expresiones y reclamos de democracia y paz y acciones concretas de provocaciones, violencia y difamación de las fuerzas policiales y militares encargadas de controlar los desmanes y apoyo explícito a los terroristas. Su posicionamiento y acción fue claramente en apoyo a la promoción y agudización del conflicto, buscando la caída del Gobierno. Y eso fue lo que intentaron y forzaron a Piñera a aceptar.
Boric se recibió del cargo con el escenario político y social creado laboriosamente por el Frente Amplio, al que se unió el Partido Comunista, pasando por encima de la pasividad e impotencia de Piñera y su Gobierno, con estas características:
Anomía social: dejaron de cumplirse las leyes más básicas de la convivencia, violencia física y verbal, evasión de pagos, robo abierto y descarado, espectáculos pornográficos públicos, agresiones a las policías, saqueos de tiendas y supermercados, maltrato de palabra y obra a las autoridades, incendio de tiendas y negocios, destrucción de monumentos y históricos y culturales. Estas acciones se fueron materializando mediante performances representadas por múltiples minorías que decían representar demandas y exigencias perentorias de cada uno de esos grupos, que teniendo objetivos diferentes, convergían en la agudización de la crisis social.
Vacío del poder: El gobierno, arrinconado en la Moneda, se rindió y entregó el país al vandalismo. Quitó o puso en duda todo respaldo a las fuerzas de orden y con la inestimable ayuda de un Poder Judicial ya en manos de la Izquierda desde la reforma procesal penal, proporciónó cobertura e impunidad a los delincuentes.
Apoyo de la prensa: la prensa escrita y la televisión se incorporaron con diversos grados de entusiasmo al “nuevo estilo”. Los empresarios y periodistas lucieron un oportunismo inimaginable y orientaron sus velas a los nuevos vientos.
Predisposición a la violencia: La sociedad y cada individuo quedó con una sensación de que era un derecho suyo aplicar violencia contra cualquier persona, institución y autoridad que de alguna manera él “sintiera” que era un obstáculo o impedimento para la satisfacción de sus aspiraciones o deseos personales.
Paralelamente, se organizó el “sistema” de combate conocido como la “Primera Línea”. Este es un esqueleto orgánico que dispone de municiones -piedras palos, latas; de armas, bombas molotov, hondas tira piedras de gran potencia, linternas de luz enceguecedora, apoyo logístico, Líquidos neutralizantes de gases lacrimógenos, primeros auxilios, y, lo más importante abundantes fotógrafos y cineastas para dejar constancia de eventos violentos utilizables, personificar y amedrentar a las fuerzas de orden.
En otra columna trataré sobre los objetivos estratégicos del intento de golpe, la estrategia de combate y el empleo táctico de los medios ya descritos, para concluir que si el gobierno no hace una clara distinción en el empleo de las Fuerzas Policiales (de Orden y Seguridad) y las Fuerzas Militares (de Combate) será derrotado y nuestro viaje hacia Venezuela será cada día mas rápido y profundo.
Boric NO es parte de la solución del Problema, es la MAYOR PARTE del problema.
Fernando Thauby García Melosilla 17 de Febrero de 2023.
[1] La Izquierda Revolucionaria entiende la política como una actividad agonal, en que dos bandos luchan hasta lograr la extinción del otro. La negociación y el eventual acuerdo, en beneficio del progreso y la paz, son solo acciones de conveniencia táctica. La entrevista de Allende con el Regis Debray es paradigmática al respecto.
[2] Laclau: el concepto de Significante Vacío evita establecer programas ni agendas. La misma expresión “variará su contenido y significado según cada contexto particular”. No trate de identificar el “programa” de Boric, cambiará según sea útil y necesario. Todo es “líquido” y “fluido”.
[3] Que en realidad no existía ni existe.