Según su estatuto, el partido de Boric está comprometido con una sociedad socialista, democrática, libertaria y feminista.
Suscribe un feminismo que entiende las relaciones entre hombres y mujeres como de abuso y explotación por parte del patriarcado hacia el mundo femenino. Cuestiona las estructuras productivas entre elite y masas; demanda el reconocimiento de la diversidad de los pueblos originarios existentes antes de la configuración del Estado nación, y defienden un Estado plurinacional. Para Convergencia Social, el logro del bienestar social implica la nacionalización de los bienes extractivos, para crear otras formas de gestión de esos recursos.
Sus transformaciones sociales e institucionales forman parte de un proyecto histórico socialista y debe involucrar una redistribución del poder y la implantación de una democracia radical para un orden social nuevo”.
En palabras de Pablo Iglesias[1], se trata de “de un movimiento estudiantil, que miramos con mucha atención, están gobernando Chile y han llegado mucho más lejos de lo que nosotros hemos llegado, representando una voluntad popular de transformación que va mucho más allá de la izquierda, que tiene que ver con una voluntad de refundar el país en términos democráticos, es algo muy emocionante”.
La Convención Constitucional, bajo la inspiración de estas ideas, intentó armar una Constitución que Boric aprobó y cuya promoción y liderazgo asumió como jefe de campaña.
Esta propuesta, que de hecho contenía las ideas centrales de su partido y que era totalmente funcional a su programa de gobierno, fue rechazada inapelablemente por los chilenos en una paliza en que votaron en una proporción de 62 % en contra y 38 % a favor.
En breve, el proyecto político representado y liderado por Boric no encontró ni la más mínima acogida.
Por otra parte, en la primera vuelta presidencial Boric fue derrotado por José Antonio Kast y para conseguir el triunfo en la segunda vuelta escondió su programa “revolucionario” en una palabrería “socialdemócrata”. Este programa necesitaba, ineludiblemente, el cambio de la Constitución por algo indefinido y no esclarecido hasta que se inició el proyecto constitucional que terminó en un fracaso.
En ausencia de una nueva Constitución a su medida, diseñó un plan para pasar, sin tener mayoría en el Congreso, tres grandes Reformas: Impositiva, Previsional y de Salud en forma sucesiva. La primera, la reforma impositiva, fue rechazada en el primer trámite constitucional.
Es entonces imperativo dar respuesta a la pregunta ¿para dónde va Boric?
Boric se declara seguidor de las ideas neo o pos marxista difundidas por Chantal Mouffe y Ernesto Laclau[2], pero estas ideas, si bien son conocidas en el mundo académico y político, son teorías administradas por elites muy reducidas. En Chile, por un grupito de profesores y estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile y pocos más.
Según Boric, entrevistado por una periodista en EEUU, explicó que el fracaso de su Proyecto Constitucional se debió a que “No puedes ir más rápido que tu pueblo”. Según el entrevistado, el Rechazo fue causado por la velocidad y apuro en “avanzar” hacia el destino que ellos querían y el pueblo no los pudo seguir.
Las declaraciones de Irina Karamanos, pareja de Boric, en un congreso de feministas en España confirman estas creencias respecto al elitismo condescendiente con que miran a la ciudadanía y
la convicción de que solo sus propias ideas encarnan la verdadera voluntad popular- ellos serían la vanguardia iluminada del pueblo-, le guste o no al pueblo.
Pero ese pueblo le ha dado portazo tras portazo. Cada semana las encuestas lo muestran en una constante impopularidad: en el plebiscito constitucional lo apaleó sin compasión; la ira popular ante la inseguridad, la inflación y el desgobierno se pueden confirmar en cual lugar y hora de en que se reúnan un grupo de chilenos, con cualquier propósito, desde ir al cajero del banco o esperar el bus de recorrido.
Después del fiasco de la reforma impositiva tendrá que elegir un camino.
Los gobiernos actúan bajo dos modalidades: Se amarran a un programa, lo dividen en un conjunto de objetivos parciales sean sucesivos o simultáneos y avanzan, negociando o forzando a la oposición, hasta su cumplimiento total o parcial evalúan su éxito o fracaso por la cantidad de objetivos logrados. La otra manera es mantener una dirección general más o menos ajustada a su sustento o marco ideológico y avanzan, se detienen o retroceden, de acuerdo a las coyunturas que se vayan presentado durante su lapso de gestión y al éxito o fracaso de sus negociaciones con la oposición. No se someten a un programa o secuencia ordinal o temporal rígido, sino que valorizan más la sumatoria de los avances parciales.
El primer año de gobierno de Boric sugiere que no cuenta con un programa de objetivos concretos y mensurables sino que procede de acuerdo a su visión ideológica que, como se dijo, es entendida y practicada por un número pequeño de sus adherentes y casi nada por los demás ciudadanos. En breve, nadie sabe con claridad que pretenden hacer, más allá de ideas generales confusas e imprecisas.
Se puede pensar que para ellos, su supervivencia como grupo político está directamente relacionado con el éxito o fracaso en su primer intento de gobierno.
Desde otra perspectiva, su modelo “espejo”, el partido “Podemos” de España, siguió una trayectoria que lo llevó a la división, derrota y peligro de extinción, una de cuyas causas fue su incapacidad e incomprensión de las realidades e implicancias del manejo de la economía en los procesos políticos y sociales.
En Chile, en el mes de Marzo de 2023, el 34% se declara de “Derecha” mientras solo el 16% se declara de Izquierda. En Chile, la Izquierda, desde el advenimiento de la “democracia”, la izquierda generalmente ha sido mayoritaria, ahora que el socialismo está en el poder, las preferencias han cambiado radicalmente.
La popularidad y el rechazo hacia Boric y hacia su gobierno son consistentemente adversas a lo que él querría. Los pronósticos económicos también son malos , aun comparados con la realidad actual que ya es mala.
Podemos concluir que la tendencia no es halagüeña para Boric y su revolución. ¿Podríamos adivinar, en forma más o menos certera, que hará desde esta fecha en adelante?
Creo que es imposible ir más allá de un par de líneas gruesas más o menos posibles:
1.- Colapsar y no terminar su período.
2.- Mantenerse haciendo una combinación de populismo y victimización, aprovechando cada ventana de oportunidad.
3.- Negociar con la oposición un plan de acción más bien modesto, pero realista y aceptable para ambos.
4.- Tirar el mantel y hacer un “Allende 2.0”
Fernando Thauby García,
10 de Marzo de 2023
[1] Líder de Podemos (España) y mentor intelectual de Boric
[2] La teoría del populismo de Ernesto Laclau:Una introducción