INTRODUCCIÓN
Para situarnos en el tema podemos decir que el término globalismo se refiere a una ideología que estaría tratando de acabar con el estado-nación como marco para la administración política y referente de identidad, y señalaría el camino hacia una especie de estado mundial. Esto ocurriría bajo el doble efecto de la globalización económica y el internacionalismo
El nacionalismo por su parte sería un principio político que sostiene que debe haber congruencia entre la unidad nacional y la política. También se define como el “conjunto de ideas y de sentimientos que conforman el marco conceptual de la identidad nacional” frente a otras identidades, en cuanto “definidora de la esencia misma del individuo”. Sería la “conciencia del yo colectivo” de una nación.
Tipos de Globalismo / Globalización en curso
Actualmente y en el pasado ha habido varias formas de globalismo, todos ellos trataron de establecer algún tipo y grado de control sobre el mundo conocido mediante una ideología y las subjetividades correspondientes, más un conjunto diverso de recursos de poder.
Se distinguen varios tipos de globalismo, algunos basados en ideologías, como la Unión Soviética que movilizó a sus seguidores en base al “internacionalismo proletario” identificando a todos los pobres del mundo como una sola identidad socio-política que, bajo su liderazgo ideológico y político, alcanzaría la hegemonía global. El actual se apoya en el capitalismo, el libre comercio y el “sistema mundial basado en reglas”, liderado por los EEUU.
También hay religiones globales que se han propagado por extensas áreas del mundo, estableciendo, en diversas intensidades, el control sobre amplias poblaciones: el Cristianismo, el Islam y el Judaísmo, el Confusionismo y el Budismo. También estuvo el Imperialismo Territorial, que trató de controlar áreas geográficas e incorporar a diversos pueblos con sus etnias, culturas y tradiciones bajo su hegemonía cultural y económica, generalmente con el auxilio de las armas: persas, griegos y macedonios, romanos y británicos.
Joseph Nye generalizó el término en forma más amplia argumentando que el globalismo se refiere a cualquier descripción y explicación de un mundo que se caracteriza por redes de conexiones que abarcan distancias multicontinentales; mientras que la globalización se refiere al aumento o disminución del grado de globalismo.
Los argumentos contra el globalismo son similares a aquellos contra la globalización, entre los que se encuentran la pérdida de la identidad cultural, la eliminación de la historia comunitaria, el conflicto de civilizaciones, la pérdida de representación política y el colapso del proceso democrático a favor de una sociedad abierta gestionada globalmente por algún ente no identificado.
Aunque las ideologías más o menos conspirativas tienen una larga historia, el globalismo fue incluído como tema de preocupación sólo a finales del siglo XX.
La denuncia del “globalismo conspirativo” a menudo se ha centrado en la acción subrepticia u oculta de personalidades y organizaciones, en su mayoría capitalistas, entre ellos: David Rockefeller, la Sociedad Fabiana, La Mesa Redonda, el Consejo de Relaciones Exteriores, el Grupo Bilderberg, La Comisión Trilateral y otras.
En estos días y esta vez en forma pública y con pretensiones de transparencia, se pueden reconocer cinco esquemas en competencia como promotores del globalismo: el Foro de Davos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Capitalismo Inclusivo, que cuenta con el patrocinio del Vaticano; y dos esquemas de imperialismo: el Chino y el Norteamericano.
Primero revisaremos al Foro Económico Mundial y el Capitalismo Inclusivo, -que tienen elementos en común- dejando para la segunda parte a la ONU y a los Imperialismos Chino y Norteamericano, que también tienen una fuerte relación entre ellos.
Globalismo Capitalista
Foro de Davos. Lanzado en 1971, el Foro tiene como objetivo «mejorar el estado del mundo».
Se celebra todos los años en el pueblo alpino de Davos, reúne a los líderes mundiales de los negocios y a los jugadores clave de la política, la filantropía y la academia mundial. El evento conlleva reuniones privadas sobre temas como la inversión en los países, y también es una oportunidad para hacer negocios.
Las figuras de alto perfil mediático a menudo lo usan para influir en la agenda global. El Foro de Davos generalmente atrae a unas 3.000 personas, un tercio de las cuales del sector negocios. Se asiste por invitación o pagando US$ 625.000.
Se le critica ser un símbolo de la «élite global», -algunos de cuyos representantes fueron responsables de graves crisis que han sacudido al mundo-. Se dice que “Las élites siempre están un poco desconectadas, pero es imposible tener un mundo sin ellas. También es vital que estas personas se reúnan regularmente y sepan qué está pensando el otro».
Religiones, El Catolicismo y el Capitalismo Inclusivo. La globalización como fenómeno político, económico y especialmente cultural trata de usar a las religiones como herramienta para la universalización. Sus principios, políticas y estrategias han encontrado tanto resistencia como aceptación o acomodo. Algunas religiones han respondido de manera defensiva y se ha producido un choque de intereses que se manifiesta en terrorismo religioso, intolerancia religiosa o étnica, etc. Otras, ante el avance inminente de este fenómeno, han adoptado modalidades de adaptación o bien han ajustado sus doctrinas o sus políticas a los requisitos que enarbola la globalización.
En este contexto podemos tratar de entender al recién creado Consejo para un Capitalismo Inclusivo que es una organización global sin fines de lucro creada bajo el auspicio del Vaticano con la orientación moral del Papa Francisco. Su misión es aprovechar el potencial del sector privado para construir una base económica más inclusiva, sostenible y confiable para el mundo. El Consejo está liderado por un grupo de base de directores ejecutivos y líderes públicos conocidos como los Guardianes del Capitalismo Inclusivo, quienes se reunirá anualmente con el Vaticano para avanzar en la misión del Consejo.
Bajo la orientación moral del Papa Francisco y del cardenal Peter Turkson, quien lidera el Dicasterio del Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano, la organización fue lanzada el 8 de diciembre de 2020 con el objeto de “articular imperativos morales y comerciales para reformar el capitalismo y transformarlo en una fuerza potente para el bien de la humanidad”. Según el Papa «Existe una necesidad urgente de un sistema económico justo y fiable capaz de responder a los desafíos más radicales a los que se enfrentan la humanidad y el planeta. Habéis asumido el reto de buscar formas de hacer del capitalismo una herramienta más inclusiva para el bienestar humano integral». La señora Lynn Forester de Rothschild, fundadora del Consejo y socia directiva de Inclusive Capital Partners señaló: «El capitalismo ha generado una enorme prosperidad en el mundo, pero también ha dejado a muchas personas atrás, llevó a la degradación de nuestro planeta y no se le confía ampliamente en la sociedad», «Este Consejo seguirá la recomendación del Papa Francisco de escuchar ‘el llanto de la tierra y el llanto de los pobres’. Sorprende esta organización creada bajo la inspiración del Papa Bergoglio, -un hombre de inspiración peronista y de clara simpatía con la izquierda latinoamericana, que aspira actuar desde el capitalismo y tiene clara proximidad con el Foro de Davos. Se la puede apreciar como un intento del Vaticano para ejercer influencia en la Globalización desde el re-perfilamiento del capitalismo mundial y principalmente norteamericano. Los miembros del Consejo representan más de USD 10,5 billones en activos administrados, compañías con una capitalización de mercado superior a USD 2,1 billones y 200 millones de empleados en más de 163 países. El grueso de los socios son empresas norteamericanas y europeas. No hay empresas chinas ni rusas. En una primera instancia se puede advertir una alineamiento pro occidental que toma posiciones al lado de EEUU y Europa, frente al nuevo imperialismo Chino.
La Organización de la Naciones Unidas (ONU) y los Imperialismos Chino y Norteamericano. La ONU. En el preámbulo del documento fundacional de la ONU se señala que sus Fines u Objetivos son: practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos; unir nuestras fuerzas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales; asegurar, mediante la aceptación de principios y la adopción de métodos, que no se usará la fuerza armada sino en servicio del interés común, y emplear un mecanismo internacional para promover el progreso económico y social de todos los pueblos. Se puede apreciar que se trata de una declaración de Gobiernos, cada uno de los cuales concurre voluntariamente para dialogar con otros estados y buscar acuerdos. En ninguna parte ninguno de ellos resigna sus respectivas soberanías ni delegan su representación en la estructura de la Organización. En breve, la ONU es una estructura burocrática y administrativa que permite a varios estados relacionarse con otros para alcanzar -de común acuerdo- determinados objetivos. Mas aún, la estructura directiva de la organización -su Secretaría General- no participa en ninguna instancia de toma de decisiones como la Asamblea General o el Consejo de Seguridad, limitándose a poner en práctica los acuerdos alcanzados y en las condiciones que ellos establezcan. No considera que la Secretaría General tome la iniciativa o lidere ningún tipo de temas.
Por su parte, su Secretario General en declaración el año 2020, dice que la ONU es un: “Ente creado para regular a nivel supranacional las políticas locales, velar por los derechos humanos y como espacio para solventar conflicto entre naciones, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, lograr el desarrollo sustentable de las naciones y la cooperación internacional en asuntos económicos, sociales, culturales y humanitarios -en materia de seguridad, paz, cambio climático, desarrollo sostenible, derechos humanos, desarme, terrorismo, salud, igualdad de género, gobernanza, entre otros-.
La ONU no regula nada ni vela por los DDHH, solo los estados lo hacen; la ONU no tiene iniciativas ni inicia acciones por si misma.Como se puede apreciar el Secretario General se auto asigna funciones y ámbitos que la Carta no le ha dado.
Este evidente abuso quedó de manifiesto en la Encuesta ONU 2020, que dice:
“La Organización de las Naciones Unidas presentó en enero de 2020 una encuesta de opinión internacional masiva y sin precedentes para conmemorar el 75º aniversario de su fundación. Esta iniciativa invitó a participar a personas de todos los ámbitos del espectro social del mundo -mujeres, hombres, niñas y niños de los países desarrollados y en desarrollo- a compartir sus esperanzas y temores sobre el futuro y a pensarcómo la ONU puede ayudar a lograr el cambio que haría del mundo uno más justo para todos”.
- La opinión que concurre a la ONU es la de los gobiernos, no de personas individuales.
- Los estados y gobiernos miembros son los que deciden si habrá o no cambio y cómo será. No la ONU.
- Son los gobiernos los que pueden decidir y actuar en el cambio del mundo. De hecho hacen poco o nada.
La misma Secretaría General reconoce que: “La pandemia de COVID-19 ha subrayado la necesidad de cooperación internacional (entre Estados, frente a los cuales la ONU no tiene ninguna influencia ni poder) para desarrollar, producir y distribuir una vacuna que beneficie a todos los países, ricos y pobres”
El Secretario General de la ONU se felicita por “el hecho de que ha establecido, a través de los derechos humanos, un estándar ético común que sirve de discurso de legitimación de las prácticas de los Estados y de las organizaciones.
La ONU no ha establecido nada, son los estados miembros quienes lo han hecho y específicamente en este aspecto, los DDHH son declaraciones que no tiene mas valor que le asignen los países que controlan el organismo: EEUU, Rusia, China.
EEUU protege de reclamos contra Israel, a si mismo y a los países que le interesan. También los usa para mantener en línea a sus aliados díscolos o demasiado autónomos. Critica a los amigos de Rusia y China (Venezuela, Cuba etc). China no acepta que se los aplique a ella ni a sus aliados y los usa para atacar a los aliados de EEUU. Rusia no acepta reclamos y la ONU se cuida bien de inmiscuirse en ese tema, con ese país.
Así, los DDHH son solo munición para una guerra entre los grandes. Lo mismo vale para la Agenda 2030 y varias agendas ideológicas que los grandes usan de la misma manera.
El alegato del Secretario General concluye con una frase lapidaria: “está claro que la ONU ha de transformarse o reinventarse. Que desaparezca no puede ser una opción”
La segunda parte de la sentencia es clara. Si la ONU desaparece, su frondosa, bien pagada e ideologizada burocracia quedaría cesante.
En breve, el destino de la burocracia de la ONU es dudoso y está en manos de lo que acuerden China y EEUU.
China y EEUU
La agudización de la competencia política, estratégica y comercial actualmente en desarrollo entre China y EEUU influirá en forma decisiva sobre la sobrevivencia de la globalización o la forma que adopte si sobrevive.
Posiblemente una de las primeras bajas será la ONU misma. Sobreviviría solo si EEUU así lo decide porque piense que le puede ser de utilidad en su competencia con China y de que este país crea que le puede ser útil a ellos.
Sea como sea, el proceso de la globalización es probable que continúe pero nadie podría asegurarlo, menos sus características. Podría repetirse el esquema OTAN / Pacto de Varsovia u otro diferente.
Otros factor que, sin ser resolutivo, puede influir en el curso que siga, será el fortalecimiento o debilitación del nacionalismo, que el Brexit y la Pandemia han demostrado que está vivo y con buena salud.
RESUMEN DE LA SITUACIÓN
La globalización es un proceso con carácter histórico y obedece a la integración gradual de las economías y las sociedades impulsadas por las nuevas tecnologías, las nuevas relaciones económicas y las políticas nacionales e internacionales de una amplia gama de actores: los gobiernos, las organizaciones internacionales, las religiones, las empresas, los trabajadores y la sociedad civil.
Presenta variadas dimensiones con un alcance social importante que impacta en la vida y el trabajo de las personas, sus familias y sus sociedades.
El impacto en las vidas de las personas, se manifiesta en tres grandes ámbitos: por un lado y sin lugar a dudas, produce un fuerte impacto en la economía. Dentro de este campo, la globalización significa un capitalismo global y el imperio del liberalismo. Supone y exige la existencia de un sistema internacional “regido por reglas” que efectivamente sean respetadas por todos los socios.
Segundo, dado que en esta economía, por lo menos hasta ahora, predomina la especulación. La inestabilidad de los mercados financieros, en particular los mercados de divisas, son resultados de decisiones políticas intencionales y unilaterales, y muchas veces fuera del control de los gobiernos.
Tercero, la globalización económica es un acelerado y marcado proceso de diferenciación y sectorización entre los países que tienen más y los que tienen menos y que parece generar una fuerte polarización social.
En otras palabras, vemos que la globalización tiene un costo humano elevado que se reflejará en reducción de los puestos de trabajo -desempleo- en los países mas desarrollados y una aumento de los empleos muy mal pagados en los países mas pobres.
Vemos que la globalización, en estos días, está implicando la continuidad de la existencia de una política mundial centrada en la economía liberal capitalista … salvo que EEUU o China decidan otra cosa en su competencia cada día mas aguda … o que la reacción de los nacionalistas sea tan potente y amplia que consigan superar a los economistas globalistas… o que en algún momento el bando -Chino o Norteamericano- que se vaya quedando rezagado, decida recurrir a las armas para no perder la carrera.
Veremos como sigue evolucionando este movimiento, que se está acelerando.
Melosilla, 5 de Marzo de 2021
Feernando Thauby García