Carta a los Militares y Policías Chilenos en Retiro

Durante nuestra permanencia en servicio activo fuimos ciudadanos ausentes -constitucionalmente- de la política. Lo hicimos lealmente y bien.

Muchos de nosotros estuvimos durante el Gobierno Militar y prestamos nuestros servicios a Chile y a los chilenos en duros momentos de crisis interna que nos fue impuesta; enfrentamos graves amenazas externas y lo hicimos en medio de un feroz bloqueo por parte de quienes suponíamos nuestros aliados.

No pedimos nada a cambio, sólo cumplimos nuestro deber.

Sufrimos la impotencia de no poder impedir la tortura de nuestros prisioneros políticos por parte de los mismos que hoy destruyen a Chile.

No vimos en nuestras filas a los hijos de la Clase política ni de la Clase dirigente, solo a los militares y al pueblo.

Ya no estamos en servicio, ahora somos Militares en Retiro y comenzamos a ser ciudadanos en Servicio Activo. Los chilenos, el pueblo, esperan que seamos tan buenos ciudadanos, como buenos soldados fuimos en nuestra vida militar.

Nuestro país, ese por el cual tanto trabajamos y arriesgamos, está siendo demolido por una clase dirigente mayormente egoísta y mezquina, ignorante y soberbia, codiciosa y deshonesta; incompetente y vulgar. Por una fronda que se siente y comporta como extranjeros, colonizadores de seres de segunda categoría, ciudadanos del mundo prestos a emigrar a cualquier parte donde haya dinero. Ubi bene, ubi Patria.

Todos sabemos que lo que pasa en la Araucanía es caos y anomia por falta de carácter del Presidente y su comparsa, y por la sucia complicidad de la izquierda. Nadie sabe que es lo que quiere hacer Piñera, él tampoco lo sabe. La oposición a la espera de confirmar hacia dónde se inclina la balanza, para tomar la posición más conveniente para ellos.

Todos sabemos que el vandalismo, la delincuencia y el narcotráfico es un subproducto de la corruptela y decadencia moral de los líderes políticos, que se ha difundido hacia toda la nación; que el derroche y malgasto de nuestro dinero es el resultado de un estado plagado de nepotismo y politización, caja pagadora de los políticos a sus compadres y familiares.

Todo eso lo sabemos, pero, ¿qué estamos haciendo?, ¿qué hace cada uno de nosotros para poner fin a esta podredumbre?.

Pocos mucho; muchos poco.

No es tiempo de esperar, es hora de actuar. Cada cual debe buscar y encontrar su puesto de combate. El enemigo se pone cada día mas atrevido e insolente, son los efectos de nuestra parsimonia. Su osadía y abuso es la imagen que refleja nuestra pasividad.

Si no ganamos las próximas elecciones, se incrementará la violencia y mas temprano que tarde, deberemos seguir el camino de los tránsfugas rumbo al exilio, pero sin su dinero.

Afectuosamente

16 de marzo de 2021

Fernando Thauby García