En septiembre, el Mes de la Patria, el Partido Comunista hizo su aporte a la formación de las FFAA de Chile. Y lo hizo en un tema muy querido para ellos: La Educación.
Desde sus inicios el comunismo dedicó un gran esfuerzo a formar a gente incauta, ignorante o muy joven, en los fundamentos de la anticuada filosofía de Marx y en la metodología “científica” estalinista.
Por alguna razón desde el comienzo se inclinaron por el “adoctrinamiento” una forma perversa y degradada de la “educación”, que en vez de intentar formar persona libres y autónomas se especializó en la creación masiva de robots (del polaco “trabajador”) capaces de trabajar mucho, producir poco y no cuestionar nada. Los líderes alcanzaron la felicidad, la riqueza y el poder; los robotniks el hambre, la miseria y la humillación. Pero no todo fue negativo.
Aun hoy día hay países poblados por turbas de esclavos sometidos y pequeñas elites de amos dominantes y ambos grupos dicen ser muy felices. Venezuela, Cuba, Corea del Norte y otros así lo confirman. En los países “educados” para ser libres, todos los ciudadanos reclaman y alegan; en los “adoctrinados” en el comunismo”, sonríen, no hacen huelgas, viven en la miseria y declaran ser felices.
En nuestro país, los adoctrinadores comunistas malearon a grandes números de personas que fueron convencidos que la vía a la felicidad era ingresar al Partido y que para ser ricos no había que trabajar sino robar la plata a los que tenían.
La gestión de los establecimientos controlados por el comunismo dedicados al simulacro de educación fue desastroso. En Chile recibieron millonadas de dólares de sus mecenas venezolanos destinados financiar un establecimiento que terminó quebrando, con sus alumnos estafados, sus profesores impagos, sus administradores ricos y el Partido con pingües ganancias. La gestión educacional no era su fuerte.
Ahora tenemos una incursión en otra de las organizaciones predilectas del Comunismo: las FFAA.
Galo Eidelstain, que funge de Subsecretario de Defensa, acompañado de un frondoso lote de parásitos, se declara ingeniero electricista y sicólogo y que habría escrito una obrita el año 2006, “La estrategia total; una visión crítica” en un breve cursito en un establecimiento semi militar – semipolitizado dirigido por sus simpatizantes, no mereció ni un solo comentario ni crítica. Sin duda debido a la solidez de sus argumentos.
Mas arriba en la escala zoológica del Ministerio lo sigue una veterinaria adoctrinada en Cuba que posiblemente no distinga a una vaca de una bicicleta pero con un acabado adoctrinamiento marxista y un espléndido pasado gastronómico en la Isla del Hambre, tanto así que aún no adelgaza. No dice nada de nada, puede ser porque asimiló muy bien la importancia de guardar silencio ante los Comisarios. Más arriba aun, en la Presidencia de la República, un asistente a una facultad de derecho en la que solo asimiló las pillerías, el arte de mentir y robar y los vicios líquidos, gaseosos y psicorelajantes y que fracasó reiteradamente en todo lo demás.
Hasta hoy es un misterio si la brillantes idea de meter sus narices sucias en la educación de las FFAA de Chile, salió del Electrosicólogo, la Veterinaria o el Tinterillo fracasado.
Los más conocedores de la cultura comunista creen que es una idea malvada pergueñada en la mente de Guillermo Teillier, -el “cómplice necesario” de los asesinos de 5 soldados que protegían la vida del entonces Presidente de la República-, en un intento para agitar las aguas del rebaño y movilizar la distribución del poder de la Secta Roja y quedar él mejor parado.
Nos encontramos ante un ejemplo vivo de las porquerías, deslealtades y bajezas entre los marxistas. Viene más, es parte consubstancial de su miseria intelectual y su letrina moral. Tampoco se ha sabido nada de Chile Vamos, la sucia contraparte de estos cochinos.
Fernando Thauby García
11 de octubre de 2022