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Macri: Una nueva experiencia para Chile

Las señales parecen indicar que el nuevo presidente de argentina será Mauricio Macri. En los últimos años y especialmente durante la campaña que recién termina, pude leer muchas de sus intervenciones y propuestas. Debo ser honesto, me parecieron tan razonables que estaba seguro que nunca sería elegido. En realidad la experiencia muestra que en Argentina solo los candidatos exóticos, que llegan haciendo equilibrios en la delgada línea roja entre la decencia y el delito parecían tener posibilidades de alcanzar la primera magistratura. Después de Alfonsín todo parecía confirmar una tendencia que había llegado a consolidarse casi como una cultura.

Estoy consciente que aun puede rehabilitarse el gusto transandino por los personajes pintorescos, pero creo que a estas alturas podemos permitirnos una licencia: soñar con país vecino con un gobierno razonable, serio, formal, predecible.

Ya acostumbrados a los desplantes, los malos modales, la impuntualidad cuando no la simple grosería de llegar un par de horas atrasados, usuales en el matrimonio Kirchner; al incumplimiento de los acuerdos, los compromisos y las declaraciones; a la inmersión del gobierno de un país grande e importante como Argentina en las verborreas, conductas totalitarias y las insultaderas bolivarianas, será toda una experiencia volver a tratar con un grupo de personas serias y respetables que, es de esperar, comience por extraditar al terrorista que asesinó al Senador Jaime Guzmán que no solo encuentra asilo sino seguridad económica en el estado argentino. Esta es una afrenta innecesaria e insostenible por parte de un gobierno amistoso y decente.

Es evidente que a Macri le faltan dos grandes desafíos por vencer: primero, neutralizar la costumbre tan peronista de impedir el ejercicio del gobierno por alguien que no suscriba el populismo y la demagogia de su cultura y segundo, rescatar a Argentina de las profundidades de la demolición institucional a que fue sometida deliberada y sistemáticamente desde hace ya años.

La llegada de Macri al poder podría señalar el fin de organizaciones tan retrogradas como el Foro de Sao Paulo, Unasur, Alba y otras que solo han servido para ocultar, bajo el disfraz del antimperialismo, los atropellos totalitarios del Chavismo y el Lulismo, y abre la posibilidad de unir a Sudamérica para jugar un rol relevante participando protagonicamente en la conformación del nuevo orden mundial en torno a Océano Pacífico, donde hay espacio para todos los países de la región, y sobra.

La Alianza del Pacífico no es la alianza excluyente de los países que están en el Pacífico, sino la asociación incluyente de todos aquellos que quieren comerciar, participar y mantener la paz y la cooperación mundial desde en el Pacífico.

Con el cambio que se puede prever en Argentina podríamos estar dando inicio al ingreso de Latinoamérica al siglo XXI.

Mar para Bolivia: Clericalismo y Lucimiento personal

Entre el 9 y el 14 de septiembre del 2006 en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, se llevó a cabo un seminario con tres grupos -de Bolivia, Chile y Perú- de cuatro de académicos cada uno, convocados por dicha universidad, que concluyó en un documento de análisis y apoyo a  la construcción de una posible solución respecto de la demanda marítima boliviana.

Los académicos fueron elegidos por los organizadores; por Chile lo hizo Jorge Magasich un profesor de historia, activamente de izquierda, residente en Europa.

Para ser incluido entre los elegidos fue requisito suscribir algunos criterios:

  • La demanda de Bolivia es razonable y atendible.
  • El problema es de interés hemisférico permanente.
  • Desde la perspectiva del desarrollo económico regional, la satisfacción de la reivindicación marítima boliviana es un factor clave.

Esta convocatoria se llevó a cabo en el peak de popularidad de las políticas económicas y sociales alimentadas, en la región, por el alto precio de los recursos naturales y la euforia chavo – lulista generada a partir del Foro de Sao Paulo, con el apoyo y simpatía de la izquierda europea. Recordemos que este Foro comenzó a funcionar a partir de 1990 con los partidos de izquierda regionales bajo el liderazgo del Partido de los Trabajadores de Brasil, con el propósito de reordenar las huestes de la izquierda marxista regional después de la caída del Muro de Berlín, para “hacer la luz sobre las consecuencias del neoliberalismo” en los países de Latinoamérica y el Caribe y organizar la unidad antiimperialista en la región.

El diagnóstico del ambiento político en Chile que Magasich identifica como marco de la propuesta (2009) se resume en su aseveración: “encuestas de opinión efectuadas en Chile indican que, si bien la mayoría de la población tiene aún reticencias a otorgar una salida al mar a Bolivia, hay una evolución favorable de la opinión. Un comportamiento revelador fue el de varios miles de chilenos que concurrieron a una manifestación para escuchar al Presidente Evo Morales en 2004, donde gritaron sostenidamente: “¡Mar para Bolivia!”.

El seminario analizó tres escenarios de posible solución:

Opción I A: Integración de un corredor y un espacio trinacional por Arica, con borde costero. Incluye derechos marítimos y mar territorial para los tres países; puerto y aeropuerto; carreteras, líneas férreas y recursos naturales. No afectará a los derechos de Perú derivados de los tratados de 1929 y 1999.

Opción I B: Corredor Boliviano. Cesión por parte de Chile de un corredor terrestre para Bolivia entre los límites de Chile y Perú. No aclara si la cesión es por parte de ambos países – a ambos lados de la Línea de la Concordia- o solo por parte de Chile.

Opción 2.- Enclave Boliviano en la Región de Antofagasta, con un puerto para Bolivia a construirse en Cobija. Incluye libre utilización por parte de Bolivia y de libre circulación de ciudadanos bolivianos de los caminos y ferrocarriles chilenos.

El contexto político y el desarrollo de esta propuesta presentan algunas características destacables

  • Se trata de una invitación de la Universidad Católica de Lovaina, cuyas autoridades no participaron en las deliberaciones, en sus conclusiones ni actuaron ante los gobiernos ni organismos internacionales para su conseguir su eventual puesta en práctica, lo que permite calificarla como una actividad legítimamente académica.
  • Los participantes fueron de “sensibilidad” de izquierda y por consiguiente con una cosmovisión que no es compartida por todos los chilenos. Esto es particularmente notorio cuando suponen que la voluntad política y la ideología superan los considerandos económicos y técnicos. En esta línea, es cuestionable la posibilidad de que Chile pueda cooperar en el ámbito económico con el gobierno de Bolivia que llama a escándalo por la existencia de servicios públicos privatizados, como ocurre en Chile. En este caso, ferrocarriles, puertos, carreteras, agua y energía. Lo mismo respecto al rol de la iniciativa privada, del estado y muchos otros temas. Sería un diálogo muy complejo. Sin perjuicio de lo señalado, es clara la coincidencia entre esta propuesta y las acciones del Gobierno de Bachelet respecto a la eventual concesión de un enclave en el norte de Chile. Esas negociaciones no trascendieron a la opinión pública sino hasta después de su cancelación por parte del gobierno Piñera.
  • Las tres premisas fundamentales son cuestionables:

-La demanda de Bolivia no es necesariamente razonable. Bolivia tiene acceso al mar, no soberano, pero eficiente. Tampoco existe en Bolivia una opinión mayoritaria clara respecto a que es lo que los bolivianos quieren.

-El problema es de interés hemisférico permanente. No es cierto. La identidad ideológica de los gobiernos regionales en ejercicio en ese momento jugó un papel relevante en la posición política de algunos de ellos.

-Desde la perspectiva del desarrollo económico regional, la satisfacción de la reivindicación marítima boliviana es un factor clave. Tampoco es válida. El uso del mar no requiere ineludiblemente la soberanía territorial.

  • El entusiasmo chavo – lulista murió. Las condiciones económicas regionales cambiaron dramáticamente. Mercosur falleció y las políticas económicas de los gobiernos chavistas fracasaron rotundamente.
  • Los reiterados excesos verbales y políticos de Morales contra Chile destruyeron la buena voluntad nacional existente en ese momento hacia Bolivia. El apoyo hacia un  “mar para Bolivia” no fueron de «miles de personas» sino que fue un evento reducido organizado por sus pares ideológicos en Chile. Actualmente hasta el partido Comunista chileno, organizador del evento antes mencionado, trata de hacer olvidar esa postura.
  • Varias de las alternativas consideradas en el Acta de Lovaina, ya fueron propuestas por Chile a Bolivia en el pasado y fueron rechazadas por sus gobiernos.

En breve, la de Lovaina fue una propuesta voluntarista que desconoció las peculiaridades del proceso político y social tradicional en Bolivia; hecha en un momento de optimismo político bilateral y regional que ya pasó, en gran parte debido a la irresponsabilidad de los gobiernos altiplánicos.

La segunda parte del desarrollo del Acta de Lovaina continuó en el mes de mayo de 2015 moviizada por parte de Mons. Dr. Víctor Manuel Fernández, Arzobispo – Obispo de Buenos Aires y Rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), acompañado por Leonardo Jeffs Castro de la Universidad de Valparaíso, quienes invitaron a un grupo de académicos latinoamericanos a reunirse para retomar la Propuesta de Lovaina de 2006, ahora conectándola con la próxima visita del Papa Francisco a Bolivia y en una clave de acercamiento educacional y cultural.

El Rector de la UCA. Víctor Fernández dirigió el debate, presentó las conclusiones e hizo el cierre. El profesor Jeffs no participó en forma visible.

En un texto escrito por el Arzobispo – Obispo, bajo el título “Relanzar un sueño”, se pregunta: “¿se debe convalidar necesariamente el principio de que “el ganador se lleva todo”, sobre todo cuando implica quitar completamente a un país su acceso libre al mar?”. Señala también: “Ante la próxima visita del Papa Francisco a Bolivia y posteriormente a Chile un grupo de académicos de Bolivia, Chile, Perú y Argentina consideran que es una ocasión adecuada para proponer proyectos de integración en el Cono Sur” y agrega: “La salida al mar de Bolivia se presenta como una cuestión apta para plasmar una auténtica voluntad de integración latinoamericana”. “La nueva propuesta será entregada a los Presidentes de UNASUR, Tabaré Vázquez (Uruguay) y de CELAC Rafael Correa (Ecuador), solicitándoles que la entreguen a los Presidentes de Chile, Bolivia y Perú y les soliciten que inicien conversaciones entre los tres. Se pide también “que el ex Presidente de Uruguay José Mujica sea designado por UNASUR y CELAC para realizar gestiones de buena voluntad entre las tres naciones hermanas para que sea adoptada la solución propuesta”.

El convocante y protagonista central de este seminario, Víctor Manuel Fernández, estudió filosofía y obtuvo la licenciatura en Teología; en 1990 obtuvo el doctorado en Teología con una tesis sobre la relación entre el conocimiento y la vida en San Buenaventura. Fue profesor de Ética, Sicología, Hermeneutica, Antropología, Método Exegético, Nuevo testamente, Homilética,  y Teología Espiritual; ha colaborado en el Celam en el ámbito de la reflexión teológica pastoral; participó como invitado y colaboró como perito en la Comisión de Redacción de la  V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Cariba en Aparecida (2007). Participó también activamente en la Encíclica Papal sobre ecología del años 2014. Hombre de confianza del pontífice, se le atribuyeron aportes al Papa Francisco para la exhortación Evangelii gaudium. El propio Papa cita como referencia de ese documento pontificio un trabajo de Fernández.

El contexto político y el desarrollo de esta segunda propuesta presentan también características peculiares:

  • La iniciativa y el liderazgo del evento fue toda de Fernández, liderazgo que es natural si se considera que él entiende y arma todo el evento en el contexto de la próxima visita de Bergoglio a Bolivia y mas tarde a Chile. De la misma manera llama la atención que –a diferencia de lo ocurrido en Lovaina- se incluyeron participantes argentinos a título desconocido.
  • El recato y la prudencia de los organizadores de la reunión de Lovaina contrasta con la extroversión e intrusividad del Arzobispo – Obispo Fernández, en especial su abuso de confianza al tomar acción política regional a través Unasur y Celac sin la autorización ni conocimiento de los afectados, que se vieron en la necesidad de protestar públicamente. El historiador nacional y Premio Nacional de Historia 2008 Eduardo Cavieres, lo hizo en forma expresiva: “Nos sentimos utilizados. Ha existido un general rechazo a las distorsiones producidas respecto a la reunión y al Acta de Buenos Aires que se hace extensivo, en diversos grados, a todos los participantes”. El académico peruano Daniel Parodi se manifestó en forma similar: “Nunca propusimos la mediación ni de Celac, ni de Unasur ni de José Mujica. De hecho, nos enteramos de nuestra supuesta propuesta al día siguiente. Hasta ahora no sabemos como un foro académico se convirtió en la punta de lanza de una campaña de Unasur en la región”.
  • La aproximación de Fernández a la interpretación de la Guerra del Pacífico es discutible y muchos historiadores presentan contextos mas complejos, matizados y políticos del proceso. Si se consideran los atributos académicos de Fernández -su experiencia es próxima a la Ética, la Teología y otras ciencias de ese género – es comprensible su lejanía de la Historia y la Política.

La apreciación de Fernández respecto a que “La salida al mar de Bolivia se presenta como una cuestión apta para plasmar una auténtica voluntad de integración latinoamericana” señala un objetivo distante de las materias que se esperaría de competencia del Cardenal – Arzobispo de Buenos Aires y de la agenda de la reunión y , sin duda, su iniciativa personal de promover una acción política concreta mediante los Presidentes de UNASUR y de CELAC para dar la señal de partida de conversaciones en la línea de su propuesta se aproxima mucho a lo que se define como clericalismo: “Influencia del clero en los asuntos de Estado, en especial si es excesiva”.

Al respecto el Papa Francisco señala que “la tentación del clericalismo —con un deseo de señorear sobre los laicos—, implica una separación errónea y destructiva del clero, una especie de narcisismo que conduce a la mundanidad espiritual. Aunque parezca una paradoja, en este sentido, el clericalismo y la secularización del clero van de la mano”. E insiste: «Clericalizar la Iglesia es hipocresía farisaica». «No a la hipocresía. No al clericalismo hipócrita. No a la mundanidad espiritual».

La carrera ascendente de Fernández aproximándose a Bergoglio permite preguntarse si esta iniciativa tiene su origen en una solicitud del Papa o es una iniciativa personal de Fernández. El Pontífice ha sido ambiguo al respecto: Según Fernández “el Papa no solicitó esto; cuando estábamos empezando a organizarlo, le conté lo que pensábamos hacer, y él solo me respondió: la Universidad tiene libertad académica”.

Si el promotor de esta acción política fuera el Papa, estaríamos ante un problema grave; si fuera una iniciativa de Fernández, sería solo de otro exceso de entusiasmo clerical.

Sería muy positivo que este incordio fuera aclarado y controlado por las autoridades vaticanas.

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Atentamente

Fernando Thauby García
T3 SpA
Consultores
3 de junio de 2015

Bolivia ¿a quién beneficia el acceso “soberano” al mar?

El sentido común sugiere que para entender lo que una persona o grupo quiere, debemos comenzar por entender las palabras con que lo definen. Bolivia aspira a obtener “un acceso soberano al mar”.

La palabra “acceso” tiene un significado relativo a “acercarse o llegar a algo”; es “tener entrada o paso a algún lugar o persona”; y “soberano”, que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente.

Actualmente y como ha quedado demostrado hasta la saciedad, Bolivia tiene acceso al mar y lo tiene en condiciones excepcionalmente amplias y convenientes, como beneficio obtenido en el Tratado de Paz y Amistad con Chile, de 1904. Puede acercarse, llegar y entrar al mar. Tiene acceso.

Lo que busca entonces es soberanía sobre un espacio terrestre para transitar por territorio chileno y un tramo en la costa de Chile apto para construir un puerto bajo su control.

Tener un “corredor de territorio soberano” y un “espacio costero” no significa obtener una ganancia económica ni de eficiencia del transporte de carga y pasajeros, muy probablemente la calidad de los servicios decaiga durante un lapso significativo, antes de igualar a lo que tienen hoy, si es que ello llegara a suceder.

¿A quién beneficia el acceso ”soberano”?.

Los comerciantes y exportadores bolivianos privilegian un “acceso eficiente” -acercarse, llegar y entrar al mar con rapidez, seguridad y a bajo costo-, que ya lo tiene y que muy probablemente no mejorará en manos del gobierno boliviano. Los emigrantes ya circulan por miles entrando y saliendo de Chile sin necesidad de que el acceso sea “soberano”. Los pequeños comerciantes llevan y traen su contrabando hormiga. Los turistas van y viene a su antojo.

El periódico El Día, de Santa Cruz – Bolivia- del martes 5 de mayo, bajo el título de ¿A quién beneficia el mar?, señala: “Hay un juego de política y otro mayor de intereses económico. Morales & Cía. tiene mucho que ganar. El mundo sobrio olvida reclamos territoriales, tal vez justos, en aras de una coyuntura nueva, diferente, globalizada, donde los nacionalismos vienen a ser un énfasis retrógrado. No imaginamos a México pidiendo a Texas”.

“Pareciera que no se pide mucho, un pasadizo soberano para en su extremo, en la costa, levantar barracones y muelles cuyo único destino será, siendo realistas, el de trampolín para el tráfico de cocaína. Ya se intentó en oriente con la vergüenza del Tipnis (carretera que  cruza un parque nacional). Allí se olvidó a la Pachamama, se le quitó la identidad de ser vivo a la Madre Tierra porque los insignes cocaleros deseaban (y lo están haciendo) expandirse para fortificar su imperio. Bien se denominó a ese proyecto “la rodovía de la cocaína”. Lula y otros en Brasil y los conocidos de siempre en este lado apostaban al fantástico negocio con una retórica de progreso y bienestar”. Los traficantes “de solo imaginar un pase libre hasta el Pacífico sin trabas ni control, se marean”. “Nuestro producto estrella de exportación es la droga. No mientan los jerarcas, se necesita el mar para exportar”. “No me importa lo de Chile, allá ellos y su propia perspectiva. Muy pocos (bolivianos) se beneficiarán si un día las olas golpean un territorio llamado “nuestro”. Este es un baile de poderosos y los de abajo no danzan en este ruedo”.

En Chile hay quienes creen que es una aspiración del pueblo boliviano, otros piensan es una necesidad sicológica para tratar de superar su limitaciones históricas, otros que es una herramienta para jugar en la política interna. Para otros –los mas activos en mostrar su apoyo a las maniobras bolivianas- es una parte de su concepción ideológica latinoamericanista, que privilegia los intereses colectivos de una imaginaria comunidad latinoamericana y pospone los intereses nacionales que considera estrechos y clasistas. Al igualar la lucha de clases con la lucha de los países mas pobres contra los mas ricos, toman posición con los primeros en desmedro de los intereses nacionales.

Han terminado los alegatos de esta parte del pleito. Morales hoy nos ha notificado que “su país tiene otros planes «mucho más interesantes» en caso de que no le fuera bien con la demanda que interpuso contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya”. «Si en esta primera demanda no (nos) fuera bien, ni se imaginan ustedes que tenemos planes mucho más interesantes que esta primera etapa de batalla legal en la comunidad internacional», Agregó que los nueve años que lleva en el Gobierno le han permitido «aprender y entender no solamente los procedimientos internacionales, sino también cómo hacer planes para que Bolivia vuelva al Pacífico con soberanía». http://www.emol.com/noticias/nacional/2015/05/09/716234/morales-dice-que-bolivia-tiene-otros-planes-si-no-le-va-bien-ante-la-cij.html. Anteriormente ya nos había amenazado con agitar el asunto del río Silala y del Río Lauca y tal vez llevarlos también a la Corte Internacional de Justicia.

Es evidente que las interferencias bolivianas no terminarán con este pleito. Asi las cosas, tendríamos que ser estúpidos para no darnos por enterados y ponernos en acción desde ahora. Lo primero, es tomar nota que hay mucha personas y grupos en Bolivia que son mas sensatos que Morales y sus coqueros. Es tarea nuestra contactarlos, apoyarlos y transformarlos en interlocución válidos y privilegiados. Lo segundo, es que hay que tomar acción para evitar que Morales siga usando la CIJ para sus maniobras y jugarretas y eso comienza con el Pacto de Bogotá. Lo tercero, es que Morales y su gobierno deben sufrir las consecuencias de los insultos y agresiones a Chile, tenemos como y con qué hacerlo, en varios ámbitos, comenzando por una agudización del combate al tráfico de drogas por vía marítima y la identificación pública de los líderes de las redes que las dirigen desde Bolivia.

No es razonables quedar a la espera de que nos demanden o que armen una encerrona contra nuestro país para entonces empezar a preparar una “defensa jurídica” que nos tendrá, otra vez, ocupados perdiendo el tiempo con este individuo y su lote.

Pareciera muy poco inteligente volver a negociar con el actual gobierno boliviano. Solo es fortalecerlo para que nos agreda mas.

Sería toda una experiencia ver a nuestro país tomando la iniciativa y no limitándose a reaccionar cuando ya estamos bajo ataque.

Por último, nuestro gobierno, con estas y anteriores experiencias, debería revisar su posicionamiento ideológico latinoamericanista, pasando por su incomprensible entusiasmo por Unasur y terminando con Tellier y el Partido Comunista gritando en apoyo a los enemigos de Chile y solidarizando con ellos pública y encubiertamente.

UNASUR – ¡¡ HAY QUE APURAR EL PROCESO!!

Los mayorcitos se deben acordar del grito de combate de los ultras en las finales del gobierno de la Unidad Popular: ¡Hay que apurar el proceso!. El país se venía abajo; la economía corría hacia la ruina; el desabastecimiento obligaba al pueblo a hacer colas interminables para “conseguir” lo que fuera; la capacidad de conversar se agotaba y los mas radicalizados, ausentes de todo realismo, exigían ¡apurar el proceso!. Pero no eran los primeros ni serán los últimos ideólogos fanatizados, hoy día, los dueños de Unasur siguen sus aguas creyéndose originales. Como dijo un escritor norteamericano: “Cuando los fanáticos pierden el control, aceleran”.

Recordemos que Unasur fue un producto del Foro de Rio, en el cual Chávez y Lula se organizaron para retomar el control de las huestes comunistas regionales desbandadas después de la caída del Muro de Berlín. Ahí se decidió el nacimiento de una organización bajo la tutela ideológica de ambos líderes marxistas que reemplazara a la OEA. Chávez intentó asumir el mando pero fue desplazado por Lula que tiró sobre la mesa el peso y las ambiciones brasileñas de ejercer la supremacía regional. Luego comenzó la creación de una burocracia regional ilimitada, inepta pero frondosa. En estos días en que los socios principales de Unasur, Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador y Bolivia se encuentran en crisis terminales, Dilma y Cristina; Evo y Maduro y sobre todo Correa y Ernesto Samper, aprietan el acelerador a fondo y crean dentro de Unasur una organización tras tras otra y Chile, con entusiasmo, se anota en todas. Los hinchas nacionales de Unasur no son muchos, no son mayoría en ninguna parte, pero son solapados y activos, escriben columnas y “papers” cargados de ideología y “operan” desde cargos de gobierno. No son sólidos para nada, solo están bien ubicados, eso es todo.

El origen ideológico de la política exterior de Chile hacia la región está bien explicada en la columna de Gonzalo Martner, “El socialismo y la década perdida” publicado en la prensa nacional. Se queja del “fracaso” de este gobierno en hacer las “reforma profundas”, dice: “Atrás quedó el intento de una construcción política plural inspirada en una nueva síntesis ideológica que reivindicara la democracia en lo político, el dinamismo y la sustentabilidad en lo económico, la igualdad en lo social, el progresismo en lo cultural y el latinoamericanismo en lo internacional”.

Estas aspiraciones fueron incorporadas íntegramente en el programa del actual gobierno y se está reflejando en su actitud frente a las tropelías de Maduro, posición que ha suscitado el rechazo de toda la comunidad política nacional e internacional, transversalmente. Devoción que, por lo demás, no suscita ningún apoyo a Chile frente a nuestros pleitos vecinales.

En Unasur ya existen doce consejos sectoriales: Energético; de Defensa; de Salud; de Desarrollo Social; de Infraestructura y Planeamiento; del Problema Mundial de las Drogas; de Economía y Finanzas; Electoral; de Educación; de Cultura, de Ciencia, Tecnología e Innovación y el de Seguridad Ciudadana, Justicia y de Coordinación de Acciones contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Si alguien ha sabido de algún aporte positivo de esta frondosa colección de consejos, merece el reconocimiento agradecido de Unasur. Pero vienen muchos mas consejos y grupos. Tantos como sean necesario para dar cabida a los intelectuales y políticos que requieran un bote salvavidas para cuando pierdan el poder en sus países.

El 13 de marzo, Eduardo Montealegre Fiscal General de Colombia desde el año 2012, se reunió en Colombia con el Fiscal General de Ecuador, Galo Chiriboga. Durante ese encuentro, con el aplauso de Ernesto Samper -Secretario General de Unasur desde julio del 2014-, lanzaron los proyectos de creación de una “Comisión de Verdad Regional (CVR)”; de una “Corte Penal de la Unión de Naciones Suramericanas (CP UNASUR) para el juzgamiento de la delincuencia organizada transnacional” y la participación militar través de la Fuerza Cruz del Sur” (Chile – Argentina) para operar en el control de los acuerdos de paz entre Colombia y las FARC bajo la autoridad de Unasur.

Ernesto Samper, ex presidente de Colombia entre los años 1994 y 1998, fue acusado de recibir financiamiento de las FARC en su campaña electoral presidencial. Durante su mandato las FARC se expandieron e incrementaron su poder y actividad terrorista en forma exponencial. Su persona no da ninguna garantía de solvencia moral, transparencia ni probidad. No es pecar de suspicaz pensar que dado el historial de Samper y de quienes lo pusieron en el cargo, las Comisiones Mixtas de Verdad Regional tendrán como protagonistas centrales a los gobiernos actuales de Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Guyana. La mirada “sociológica”, -ajena al derecho- de ese tipo de Comisiones constituirá la base para la exculpación política de los terroristas y la inculpación de los civiles y militares que los combatieron y derrotaron.

Respecto a la participación de la Fuerza de Paz Cruz del Sur, -integrada por fuerzas militares de Chile y Argentina-, Montealegre señala que: “lo más probable es que alguna fuerza internacional acompañe la verificación de los acuerdos. La idea es que Unasur, a través de la Fuerza de Paz Cruz del Sur, canalice las posibilidades de cooperación que pueden resultar útiles”. “Una fuerza de paz binacional puede encargarse de ubicar y proteger a los desmovilizados en unas zonas determinadas. Adicionalmente, dentro de sus funciones se pueden incluir labores relacionadas con asistir, monitorear y facilitar un cese del fuego entre las partes en el conflicto”. No hay en la región otra fuerza de paz “binacional” que Cruz del Sur.

Considerando que tanto las FFAA de Colombia como las FARC son fuerzas aguerridas, con medio siglo de combates en un territorio montañoso y selvático inmenso, en que la operación es de dificultad extrema, habría que preguntarse por qué mejor Unasur no envía una fuerza combinada de Ecuador con Brasil, financiada por ellos mismos.

Mas interesante aun es el proyecto de la Corte Penal de la Unión de Naciones Suramericanas (CP UNASUR) para el juzgamiento de la delincuencia organizada transnacional. Esta es una propuesta original de Chiriboga, que se auto define como “comprometido con las luchas sociales, la defensa de los Derechos Humanos y el bienestar colectivo”. Según Chiriboga “se ha planteado que la Corte investigue crímenes transnacionales que sean planeados o cometidos en más de un Estado ,parte de Unasur. La Corte operaría bajo un sistema penal acusatorio y contaría con jueces permanentes, así como con una fiscalía. La investigación y ejecución de sus órdenes se haría por medio de las autoridades locales de los Estados parte”. “La Corte Penal de Unasur tendría jurisdicción penal sobre personas pertenecientes a organizaciones criminales que cometan ciertos delitos y sus sentencias serían de obligatorio cumplimiento para los Estados parte del estatuto”. Cabe preguntarse: ¿son las Farc una organización criminal?; ¿qué hay del tráfico de drogas y de los crímenes asociados?, ¿que pasa con los gobiernos que apoyaron o se asociaron en ese tráfico, como Venezuela y Cuba?. ¿Qué pasara con las autoridades bolivianas envueltas en el tráfico de drogas?. ¿Qué pasa con los gobiernos regionales que financian ilegalmente partidos y movimientos y acciones políticas en otros países de la región?

Nuevamente, sin ser mal pensado parece evidente que este “tribunal” espera hacerse cargo de los delitos de trafico de drogas y todos sus delitos conexos cometidos por las FARC, las FFAA de Venezuela y el Gobierno de Cuba, relacionados con el tráfico de drogas.

Cuando el periodista que lo entrevista manifiesta sus dudas, indignado, replica: “Los ideólogos y formadores de opinión de la extrema derecha colombiana han empezado a difundir la idea falsa de que la Corte Penal de Unasur se está diseñando para juzgar la guerrilla colombiana. Desmiento categóricamente esa afirmación”. Listo!, lo desmintió y se acabó el problema.

Parece evidente que este es un esquema que se creará para dejar el asunto de los crímenes relacionados con el terrorismo y el tráfico de drogas en un ámbito mas “familiar”, con una perspectiva “antiimperialista” y bajo el control de los gobiernos chavistas involucrados con las drogas: Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador y algunos políticos colombianos como el mismo Samper.

El 2 de mayo, en un diario digital nacional se publicó una larga y detallada columna que informa sobre la creación de una “Escuela Suramericana de Defensa” (ESUDE), también de Unasur. Su propósito sería: “fortalecer el desarrollo de una doctrina y visión compartida de la defensa nacional y regional”. La escuela ya fue inaugurada, el 17 de abril pasado, en el marco del octavo aniversario de Unasur y su primer director será ¡sorpresa! el académico brasileño Antonio Jorge Ramalho. La ESUDE se suma al Centro de Estudios Estratégicos de la Defensa (CEED-CDS) que funciona en Buenos Aires en esta misma tarea de crear “una visión distinta de la defensa”.

Celso Amorin, ministro de Defensa de Brasil, y uno de los principales impulsores de la ESUDE junto a la ex ministra argentina Nilda Garré, dijo que “el proyecto es una manera de crear un pensamiento profundamente suramericano de defensa que, por un lado, respete nuestras necesidades y, por otro, se aleje de antiguos conflictos de la Guerra Fría que no tienen nada que ver con nosotros”.

Según el ministro de Defensa ecuatoriano, Fernando Cordero, la ESUDE constituye un paso más en el proceso de integración del continente” y tiene “el compromiso de construir una doctrina propia (y compartida) velando siempre por la paz”. Tampoco hay que ser muy suspicaz para pensar que detrás de esta palabrería está la intención de intervenir políticamente en los ámbitos superiores de la Seguridad y Defensa de los países a través de procesos de “cooperación, homologación y confianza mutua”.

Es difícil pensar que en una organización ideológica como Unasur, organizada y controlada por sus propios dueños, los intereses nacionales de Chile tengan alguna importancia. Ahora mismo, ¿quién tiene mas simpatías en Unasur, Bolivia o Chile?. Si el pleito por las exigencias marítimas de Bolivia fuera llevado a Unasur, ¿cómo nos iría?, si nos viéramos en la situación de tener que negociar con Bolivia ¿qué países de Unasur nos apoyarían?, ¿sería un aporte a nuestra seguridad y defensa o nos debilitaría?

Se dice que la ESUDE pretende “crear un pensamiento profundamente suramericano de defensa que respete nuestras necesidades”. Suena bien. Pero, “el pensamiento” que los chilenos necesitan en sus FFAA, ¿es el mismo que el que quieren o tienen los gobiernos de Ecuador, Venezuela, Bolivia o Argentina?.

En el acto del 1º de mayo, Evo hizo público el decreto 2348, que liquida la libertad sindical centralizando en el mismo Evo la autorización para la creación de sindicatos y el 3 de mayo se expidió: “Quiero reafirmar que el gobierno es antiimperialista y mientras sea Presidente de nuestro Estado el Gobierno será antiimperialista” y añadió “fueron los norteamericanos los que impusieron la idea de que las FFAA sean “apolíticas” y que los obreros pregonen la independencia sindical». Es decir, cree y quiere que las FFAA sean políticas y adhieran a un partido ¿adivine cual?: Maduro, Cristina y Correa ya lo hicieron y tienen la respuesta.

Para Evo, los periodistas son espías y la libertad de prensa es una actividad de inteligencia; una curiosa manera de interpretar la libertad de prensa en democracia, similar a los desplantes de Correa en Ecuador. En Argentina, el Ejército se ha hecho cargo de la inteligencia interna, en beneficio del gobierno de Cristina Fernández, sin controles externos de ninguna especie. Maduro “hace sombra” boxeando solo para mantener el poder, acompañado en forma irrestricta por sus FFAA, que no solo lo apoyan, sino que forman parte integral del aparato gubernamental y represivo de la oposición.

Este es el “pensamiento militar» que nuestros socios de Unasur están promoviendo y que nuestro gobierno está suscribiendo, ¿será lo que Chile quiere?

Pese al fervor chavista de algunos funcionarios de gobierno, con Evo, Cristina, Correa y Maduro como condiscípulos no vamos a llegar muy lejos y es muy poco probable que nuestras FFAA aprendan algo de utilidad.

La región después de la Cumbre de Panamá

Fue un parto de los montes, los rugidos de Maduro que presagiaban un cataclismo telúrico terminó en una reunión “accidental” de 10 minutos con Obama en un salón cualquiera, para hablar generalidades que no concluyeron en nada. Abogó por los dineros de los siete funcionarios venezolanos que se enriquecieron ilegalmente y cuyas cuentas fueron congeladas por Obama, pero no obtuvo ni el menor resultado. Maduro recibió el apoyo del pintoresco Evo Morales de Bolivia; la presidente de Argentina Cristina Fernández y del inevitable Daniel Ortega de Nicaragua, un elenco de perdedores en proceso de extinción. Eso, mientras 25 ex Presidentes de América y España pedían la liberación de los presos políticos de oposición.

La excusa pueril de Maduro ante Obama: “él y sus simpatizantes no son enemigos de Estados Unidos, sino “revolucionarios apasionados” que quieren “construir la paz”.

A Evo, por su parte le pasó como al zorro hambriento de la fábula: después de saltar infructuosamente una y otra vez tratando de alcanzar y comerse el racimo de uvas rojas que colgaba de un árbol, debió alejarse mascullando ¡no importa, total, estaban verdes!. Obama no le prestó ni la mas mínima atención y la Cumbre no estaba para bollos marítimos.

Dilma Rouseff fue y volvió a Brasil a la carrera para no quedarse sin el sillón presidencial. Mas del 60% de los brasileños quieren que renuncie o sea destituida del cargo; sus pujos revolucionarios están de capa caída, tanto así que le dijo a Maduro que se abstuviera de forzar un conflicto con Obama o lo dejaría caer, tuvo que cambiar de bando y unirse a los presidentes que reclamaban la liberación de los presos políticos venezolanos. Parece evidente que el liderazgo regional de izquierda inaugurado por Lula naufragó en la crisis política, económica y social que Brasil vive en estos meses. Con una inflación del 7,5%, un desempleo del 6% y aumentando y con una perspectiva de crecimiento negativo de 0,9% no hay liderazgo posible.

Argentina vive su propio mundo, con la crisis del obscuro asesinato del Fiscal Niesman; el eterno caso Amia; el conflicto con sus acreedores internacionales y la crisis económica cada día mas profunda, tampoco está para liderazgos. Así y todo Cristina encontró la oportunidad de decir algunos desatinos.

La VII Cumbre de las Américas deja detrás de si el inicio de un probable cambio en el escenario regional. Los gobiernos “chavistas”, sea como comparsas o como usuarios de los exabruptos del extinto Chávez, se encuentran con la resaca de una fiesta en grande que duró demasiado y se gastó en exceso.

El abandono de la revolución por parte de Cuba, sellada con apretones de mano y alabanzas al presidente del Imperio por parte de Raúl Castro da la medida de la crisis del grupo. El inminente fin del flujo gratuito de petróleo desde Venezuela a los caribeños del Alba obligó a esos gobiernos a ir con sus cuitas donde Obama.

Castro el menor, con habilidad y oportunidad se las arregló para alejarse de Maduro, salvar la cara y quedar en el centro de la escena gracias a las negociaciones entre Colombia y las Farc que aloja en su isla y quedar en inmejorables condiciones para acoger la inversión cubano – norteamericana en su país al borde del colapso.

Los “gusanos” vuelven con sus bolsillos llenos de dólares y con probada habilidad para actuar como «capitalistas salvajes».

La actuación política de los EEUU ha sido de manual. Puso fin a la añeja versión de la Guerra Fría aun vigente en el hemisferio y regresó a Cuba con el amor de los sufridos cubanos de a pié. El discurso de Obama renunciando al imperialismo y la intervención fue acogido con alegría por su auditorio cansado ya de insultarlos sin oficio ni beneficio.

Mostró a rusos, chinos e iraníes que esta es su región, la de EEUU, y que ellos son solo visitas exóticas. El envío de Bernard Aronson a La Habana para “acompañar el proceso de negociaciones entre las Farc y Colombia” es un palmetazo a los que intentan poner a China, Rusia e Irán como alternativa a su liderazgo regional. Y regresa poderoso y fuerte, económica, militar y políticamente fuerte. Tan fuerte que se permite ser benevolente y aceptar los insultos de Correa y las criticas de los “maduristas”, sin inmutarse e ignorarlos con un sonriente silencio.

Nuestro pobre país ni siquiera asistió al encuentro, quisiera creer que nuestra autoridades tuvieron pudor de mostrase en público. Hace ya muchos años que Chile no tiene política exterior y este gobierno no es el mas indicado para iniciarla. La indecorosa negativa de Bachelet a recibir a las esposas de los presos políticos en Venezuela y el vergonzoso silencio respecto a lo que ocurre en ese país es subrayado por los acuerdos parlamentarios en sentido contrario, dejándola en completa orfandad.

Vienen cambios, tomará uno o dos años, pero la región dejará de ser como es y nuevos vientos soplarán. Es de esperar que sean cambios para bien y no nuevas versiones del populismo que vengan a profundizar la miseria intelectual y moral en que la región se ha debatido en estos últimos quince años.

El posible “regreso” de los EEUU a la región, de prolongarse en el próximo gobierno norteamericano, sería un potente elemento disruptor del actual ordenamiento.