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DE “MASAS” A “CIUDADANOS”: LO QUE LOS POLÍTICOS NO ENTIENDEN

 

Siempre es bueno comenzar describiendo la cosa que vamos a tratar, en este caso, los Partidos Políticos.

Este concepto ha sido definido de diferentes maneras según el momento histórico y la realidad socio cultural específica. Una definición es: “un grupo de individuos que participan en elecciones competitivas con el fin de hacer acceder a sus candidatos a los cargos públicos representativos”; otra dice: “toda asociación voluntaria perdurable en el tiempo dotada de un programa de gobierno de la sociedad en su conjunto, que canaliza determinados intereses, y que aspira a ejercer el poder político o a participar en él mediante su presentación reiterada en los procesos electorales”.

Una tercera dice: “es una asociación de individuos unidos por compartir intereses, visiones de la realidad, principios, valores, proyectos y objetivos comunes, como alcanzar el control del gobierno para llevar a la práctica esos objetivos”.

En Chile, el proyecto de ley de modernización de los partidos políticos actualmente en el Congreso, los define como: «asociaciones autónomas y voluntarias organizadas democráticamente, dotadas de personalidad jurídica de derecho público, integradas por personas que comparten unos mismos principios ideológicos y políticos».

No se aprecian diferencias de fondo en estas definiciones: se trata de grupos de personas que tienen ideas, ideología e intereses en común, que se organizan para acceder al poder político con la voluntad de emplearlo para materializarlos.

¿Y donde queda el “Pueblo”?. Se supone que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo y si nos atenemos a lo que describe la ley chilena respecto al sistema de partidos políticos, la democracia sería el gobierno de los partidos políticos, ejercido por la oligarquías partidarias para materializar las aspiraciones e intereses de sus miembros.

Parece obvio que los Partidos Políticos no son “el pueblo” sino una elite, pero, ¿representan al pueblo?. Creo que tampoco. En efecto, son grupos integrados por personas que comparten una ideología, es decir, por definición son una minoría que trata de prevalecer por sobre otros grupos que profesan ideologías distintas a la suya o no profesan ninguna sino que priorizan sus intereses personales, familiares o sectoriales.

¿Gobiernan para el pueblo?. No, las ideologías llegan a la competencia electoral con un “programa” que -da cuenta de su ideología- tratando de convencer al “pueblo” que adhieran a él. No le preguntan que quiere; cuales son sus prioridades ni menos respecto a la forma de poner en ejecución el programa. Peor aun, muchas veces disfrazan cuidadosa y crípticamente su programa para que parezca algo atractivo para el pueblo, pero cuyo significado real es otro. Gobiernan para si mismos. Muchas veces tienen compromisos con quienes financiaron y patrocinaron a los aspirantes al poder, cuyos intereses permanecen en las sombras o están amarrados a pactos políticos que el público no conoce.

Debemos eso si reconocer su franqueza. Reconocen abiertamente que aspiran a crear una oligarquía política que mande y disponga. Al pueblo no le preguntan nada, solo se le informa lo que conviene. No comprenden lo ofensivo que es para los ciudadanos ser entendidos como “masas”.

Esta forma de relación viene desde la creación del sistema –a fines del siglo XIX- en que “el pueblo” era una “masa”, anónima, ignorante, perdida y abandonada. En que la ignorancia y falta de información no permitía la “participación” del pueblo en la política sino su mera utilización por los lideres que trataban, con buenas o malas intenciones, de capturar su apoyo.

El senador Carlos Ominami señala al respecto: “las personas acudían a los partidos para “informarse e incluso para aprender a leer y escribir” “. De participar, nada.

La relación es clara, los políticos “saben, enseñan y mandan” y las masas “ignoran, aprenden y obedecen”. No se trataba de una relación entre iguales, ni menos de un “ciudadano mandante” que se hacía representar por un “político mandatado”.

Esta situación fue cambiando lentamente. Allende y los políticos de izquierda de su época aun se referían a “las masas”, hoy no lo harían.

A fines del siglo XX el cambio se aceleró. Las personas incrementaron su nivel de educación en forma exponencial y el cambio aun sigue creciendo; la información de todo orden se transformó en avalancha; la transparencia comenzó a mostrar la realidad de la gestión política y del estado y quedó a la vista una realidad constituida por mentiras, resquicios y engaños, evasivas y excusas para evadir el reconocimiento de culpas; el uso de procedimientos ilegales e inmorales para financiar sus elecciones a cambio de su complicidad en la dictación de las leyes y en la supervisión de los actos de sus financistas.

Poco a poco la realidad va quedando a la vista, pero el sistema no cambia y los políticos inventan comisiones y reformas para que todo siga igual. Esfuerzo vano. La renovación es inevitable, está en marcha, será profunda y no podrá ser conducida por las antiguas dirigencias.

La credibilidad, la legitimidad y la popularidad de los políticos y sus partidos no puede descender mas y la institucionalidad política comienza a mostrar grietas por donde históricamente ha ingresado el populismo y los caudillos extremistas. La capacidad de los políticos y sus partidos para comunicarse con el pueblo ha descendido hasta desaparecer. Los vínculos históricos entre su orgánica partidaria y la ciudadanía están degradados y si alguna vez, en algo, representó al pueblo, ya no es más así.

Este cambio afectó a todo el sistema de la “elites gobernante”: el Ejecutivo, la Iglesia, el Congreso, los Partidos Políticos, los Empresarios y la gran Prensa, todos desnudos, con sus vergüenzas, sus complicidades y sus pequeñeces expuestas. El aparato del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial) incapaz y poco deseoso de supervisar, controlar y hacer cumplir la leyes, se hizo cómplice y parte de una realidad cuya existencia se sospechaba pero de la cual no había pruebas.

El volumen, calidad y rapidez de la información dejó al sistema político paralizado, incapaz de producir respuestas oportunas. Toda su incapacidad técnica y de gestión y su escasez de valores morales y ciudadanos quedó al descubierto.

El pueblo comenzó su transformación –aun en proceso- de ir de “masa” a “ciudadano”.

Está surgiendo un fenómeno conocido como la “esfera pública” que según el filósofo Jürgen Habermas es un espacio entre la autoridad y la vida privada, en el cual los ciudadanos pueden reunirse informalmente, intercambiar opiniones sobre los asuntos públicos, decisiones de gobierno y proponer reformas. Sirviendo como contrapeso al gobierno. La esfera pública será el «campo de juego para la ciudadanía» que podría habilitarla para reducir o acotar la autonomía a la clase política.

La tecnología para apoyar esta “esfera pública” optimizar su eficiencia y ampliar su espacio de acción ya existe. Hay que difundirla y operativizarla.

No será fácil desmontar el aparato oligárquico político, tampoco lo será la creación de nuevas instancias de participación ciudadana real y efectiva. Hay que construir nuevas instancias y formas de entender la ciudadanía.

Obviamente este es un proceso, no es algo que ocurrirá de la noche a la mañana, es por eso que todo el cambio debe ser gradual e incremental. Creo que los primeros pasos deben encontrarse en los siguientes ámbitos:

  • Reforzar la primacía de los ciudadanos por sobre la burocracia partidista. Los políticos deben ir cambiando de su condición actual de “representantes de sus partidos” hacia ser “representantes de los ciudadanos”. Ello implica sistematizar la designación de los candidatos, como una actividad ciudadana real, rendición de cuenta pública de sus acciones políticas y funcionarias ante sus representados y la existencia de procesos simples y eficientes para la revocación de su mandato.
  • Desmontar las oligarquías partidistas poniendo límites a la reelección de sus miembros; ejercicio de la democracia interna e imposición legal de efectuar sus procesos eleccionarios internos en forma abierta y bajo el control del Servicio Electoral.
  • Control frecuente y obligatorio de las finanzas de los partidos por parte del Servicio de Impuestos Internos y la Contraloría General de la República.
  • Control de la gestión y empleo de los recursos asignados al Congreso, Contraloría autónoma de la gestión económica y financiera de gobierno interior del Congreso.
  • Limitación al número de reelecciones en los distintos niveles de representación popular –concejales, alcaldes, diputados y senadores-.
  • Estricta y completa declaración y control de sus haberes, ganancias e intereses.

Acabo de terminar de ver un programa en que tres tres ex ministros de gobiernos de la Concertación comentan los errores y falencias del gobierno actual, y lo hacen desde una perspectiva elitista añeja que concentra todo el desfase existente entre ellos y la realidad chilena actual.

Ellos –políticos profesionales, miembros conspicuos de la oligarquía partidista- “saben lo que es bueno para Chile” y su “trabajo político” es manejar, controlar y administrar a las masas para que apoyen las políticas que interpretan sus preferencia o al menos no se opongan activamente.¡Preguntarles algo o escuchar la opinión de “los ciudadanos” antes de hacer “el programa”, no es ni siquiera considerado; menos escucharlos y representar sus deseos durante su ejecución o rendir cuenta de su mandato!.

 

LA ELITE POLÍTICA ESTÁ DESNUDA

El término Elite o Élite, corresponde a un conjunto minoritario de individuos o grupos que ocupan posiciones de autoridad y ejercen influencia, por cuanto poseen determinadas características que son valoradas socialmente.

Las teorías sobre las élites políticas surgieron en Europa a finales del siglo XIX como consecuencia de los grandes cambios económicos, sociales y políticos que caracterizaron esa época y que en el ideario de los políticos actuales, sigue vigente. Para apoyar nuestro análisis comenzaré haciendo una muy breve revisión de sus ideas centrales.

La teoría de las élites tiene su punto de partida en la constatación de que en toda sociedad hay unos que mandan, gobiernan y dirigen (la minoría) y otros (los más) que obedecen y son gobernados. El fundamento de la teoría está pues, en la diferenciación entre quienes detentan el poder, las élites, y los que no tienen poder, las masas, que son dirigidas por aquellos.

La concepción clásica de la teoría de las elites de Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca y Robert Michels, presenta la existencia de estos grupos como inevitable y producto de las características personales de sus miembros, de su cohesión interna, capacidad de organización y sistema ad-hoc de reclutamiento.

Según Pareto, la clase superior, se divide, a su vez, en dos grupos, un primer grupo que conforma la elite gobernante –políticos, empresarios, iglesia, prensa- que ejerce directamente la función conductora de la sociedad y un segundo grupo conforma una elite no gobernante, que dirige asuntos sectoriales: militares, burocráticos y otros, subordinada a quienes gobiernan.

La minoría que detenta el poder en una sociedad es asimilable a una auténtica clase social, la clase dirigente o dominante, porque aquello que constituye su fuerza y le permite mantenerse en el poder es precisamente su organización y estructura.

Los partidos políticos” es una obra fundamental en el trabajo de Robert Michels, en ella da a conocer su teoría de la oligarquía, conocida comúnmente como la ley de hierro, según la cual todo sistema político o social acaba siendo dirigido, de hecho, por un número reducido de personas.

Para que ello suceda, hay tres factores constantes que causan la captura del poder por parte de oligarquías. En primer lugar, Michels considera que las masas tienen una imposibilidad mecánica y técnica para ejercer el gobierno directamente y eso posibilita la aparición de burocracias en los partidos que acaban capturando el control de dichos sistemas que, de ahí en adelante, quedan fuera del alcance de las masas, capturado por los miembros de la burocracia oligárquica.

En segundo lugar, hay motivos psicológicos que impulsan y mantienen a las oligarquías. Las masas tienen dependencia de sus líderes, puesto que son apáticas y demandan que alguien piense por ellas, cubriéndoles la necesidad de dirección política que delegan en esos líderes.

Por último, las masas demuestran ser intelectualmente inferiores ya que aún siendo más numerosas no consiguen apoderarse del control de los sistemas políticos. Han recibido una educación inferior y se ven obligadas a restringir su propia voluntad de autogobernarse para entregar esa autoridad a líderes mejor preparados que ellas mismas.

Finalmente, un antecedente fundamental del sistema político que actualmente se considera legítimo, es la obra del estadounidense Charles Wright Mills autor de “La elite del poder”, uno de los más importantes e influyentes sociólogos del siglo XX. Mills al analizar la progresiva concentración del poder que se producía en sociedades modernas desarrolladas comprueba que la ‘elite del poder’ se conforma históricamente alrededor de las instituciones políticas, económicas y empresariales por individuos que poseen gran afinidad, comparten experiencias vitales y se encuentran ligados entre si por lazos familiares, económicos y sociales, además de un interés común de perpetuar el sistema para lo cual, mediante el intercambio entre instituciones y la cooptación de elites entre sus distintos ámbitos de actuación, aseguran el mantenimiento y la extensión de su capacidad de control para mantener el statu quo de la sociedad. Una oligarquía perfecta.

Esta breve síntesis nos muestra que 1.- Los cambios económicos, políticos y sociales del siglo XIX que dieron origen al sistema de elites y partidos políticos, y determinaron sus comportamientos como hoy los conocemos, quedaron obsoletos por los cambios aun mas profundos y radicales que la sociedad humana está viviendo en el siglo XXI, particularmente en la difusión del conocimiento, la tecnología de las comunicaciones y del acceso a la información. Las «masas» devinieron en «opinión pública».  2.- La diferenciación entre quienes ejercen el poder y los que no lo tienen se ha reducido radicalmente por efecto de la mayor educación general; la difusión del conocimiento político, económico y de gestión; las tecnologías de la información, la reducción de la diferenciación social entre quienes detentan las élites y los que no tienen poder y la amplia y creciente exposición de gran número de personas a la experiencia de conocer otros países y sistemas políticos y económicos  ha debilitado las bases de la autoridad y legitimidad de las elites. 3.- El conjunto minoritario de individuos o grupos que ocupan las posiciones de autoridad han perdido su influencia y su legitimidad al no poder acreditar las características de excelencia moral y técnica que validen su presunta superioridad ante el pueblo, peor aun, en Chile parecen estar bajo el promedio general. 4.- La cohesión interna, capacidad de organización y sistemas de reclutamiento de las elites se desprestigió por su opacidad y exclusión derivando en la existencia de minorías dominantes que funcionan para su conservación de poder y hacer avanzar sus propios intereses. 5.- En la apreciación de la gente, la elite gobernante se distanció fuertemente de la elite no gobernante. En todas las sociedades modernas los Partidos Políticos; los grande Empresarios; los Políticos; el Congreso, el Gobierno y la Iglesia ha caído muy por debajo de las FFAA; la Policía; las Radios; los Académicos y los Pequeños Empresarios en cuanto a su apreciación y valoración de integridad, moral, eficacia técnica y probidad, en que los segundos superan en forma constante y amplia a los primeros.

Esta situación no es una crisis pasajera, es el fin de un sistema de organización social y política que dejó de interpretar la realidad. El escrutinio, la crítica, el cuestionamiento, la participación y sobre todo, la capacidad y voluntad de tener puntos de vista propios, posibles gracias a la combinación de educación, acceso a la información y discusión en redes de miles de personas de diferentes orígenes, intereses y experiencias, algunas calificadas y otras no, sobrepasan largamente la capacidad de los que algunas vez fueron sus “representantes” políticos. La función de intermediación de los políticos entre el pueblo y el gobierno dejó de ser real.

La opinión pública estableció nuevos estándares de probidad, calidad, compromiso, transparencia apoyándose en los nuevos sistemas de información, que no puede ser satisfecha por el sistema político oligárquico y de aficionados existente actualmente. Los análisis disponibles para el público son mas imparciales, realistas y honestos que los que produce y maneja el sistema político.

La guinda de la torta es, sin duda, la colusión entre los políticos y los empresarios, en perjuicio del público. Esta colusión es en realidad una cooptación; una compra o arriendo de lealtades políticas por parte de intereses económicos, este tema, de importancia fundamental, lo revisaré en otra columna.

La realidad nos señala que no estamos ante una falla parcial del sistema político, sino ante su obsolescencia, pérdida de legitimidad, comprobada incapacidad técnica y carencia de los valores morales imprescindibles. La esperanza de conseguir que sean ellos mismos –los políticos en ejercicio- quienes modifiquen sus características, se reformen y cambien, es solo una ilusión sin fundamento. El cambio será profundo y radical y provendrá desde fuera del sistema.

Mire a su alrededor, lea el diario, escuche la radio y verá que la crisis es real y profunda. El sistema se agotó, necesitamos algo diferente.

 

ELECCIONES EN CHILE: MI PROGRAMA

El 7 de noviembre de 2013, en vísperas de las elecciones presidenciales que nos han traído hasta lo que estamos viviendo hoy, escribí lo que sigue.

Nadie me hizo caso, lo que era esperable, pero creo que ahora que el tema surge de nuevo; con mas agua corrida bajo los puentes y con mas experiencia, puede que alguien se interese en mis inquietudes.

“Las palabras han perdido todo su significado. Los juegos de declaraciones, silencios, trascendidos y chamullos de los candidatos presidenciales y sus grupitos me tienen confundido. Como ya no entiendo quién dice qué va a hacer que, me he visto forzado a poner por escrito, en castellano simple y directo, que es lo que quiero como programa de gobierno para los próximos cuatro años. A partir de este listado, veré cual candidato es el que me interpreta. Si no hay ninguno, no voto.

Por si le es de utilidad, se los muestro:

1.- Economía.

En los últimos 40 años a mi familia le ha ido bien. Desde 1996, Chile tiene el ingreso per cápita más alto de la región. Entre 1973 y el 2014, el ingreso de las personas aumentó sensiblemente. Desde 1990 a la fecha, la pobreza se ha reducido mucho. El desempleo ha bajado sustancialmente y la inflación ha sido muy baja. Lo anterior indica que estamos en el buen camino. Chile es una continuidad, si perseveramos siguiendo con lo que está resultando bien, seguramente seguiremos avanzando en forma sostenida. “No hay que reparar lo que está funcionando bien”

En breve, en lo económico, no quiero revoluciones ni cambios radicales. Que por ningún motivo aumente el desempleo, ni la inflación ni que se detenga el crecimiento del país. No sé si la manera de allegar recursos para el estado es aumentando o disminuyendo los impuestos –eso es instrumental-, lo que quiero es que el gobierno disponga de los recursos necesarios para apoyar a los que de veras lo necesitan, pero sin matar la gallina de los huevos de oro.

Las claves que yo quiero que se respeten son: estabilidad de las reglas; apoyo a las Pymes; control de los gastos fiscales y que las grandes empresas paguen sus impuestos sin hacer “planificación tributaria” tramposa.

2.- Desigualdad.

Si bien la igualdad no existe ni entre las personas ni entre los grupos ni entre las regiones, no me gustan las desigualdades excesivas. El gran igualador es la educación y el reconocimiento de los méritos de cada persona independiente de sus relaciones y apellidos. Esto no es fácil ni rápido de resolver, pero hay que avanzar decididamente y no postergarlo más.

Es evidente que en este tema hemos avanzado, pero falta. La empresa privada, con excepción de los puestos directivos, no se fija mucho en apellidos; busca y paga a la gente por sus resultados (es uno de los beneficios del lucro). No ocurre lo mismo en la administración pública, donde la repartija va más bien por las relaciones políticas y sociales, aquí mi gobierno tendría mucho por hacer. Lo mismo en las universidades, empresas del Estado (en especial Codelco), judicatura y otros en que los empleos se traspasan de padres a hijos y entre parientes y amigos.

Hay personas –familias- que nunca podrán salir de la marginalidad y la pobreza sin ayuda. Ellos requieren apoyo de mi futuro gobierno, pero a cambio del esfuerzo y compromiso de los beneficiarios. Nada de regalos ni bonos. Existen programas sociales para ello, hay que mejorarlos, hacerlos más potentes, más justos, eliminar su uso político y mejorar su eficiencia. Que la ayuda llegue en forma efectiva y oportuna a los que verdaderamente la necesitan. La mejor ayuda es capacitación y empleo, lo sé por experiencia.

La clase media está saliendo adelante, no necesita mucha ayuda, pero si requiere apoyo para hacerles la vida más grata: especialmente en vivienda, educación, salud y transporte.

3.- Educación. 

Estoy dispuesto a aportar lo mío para que ningún estudiante capaz quede fuera del sistema y que sus posibilidades de progreso no sean limitadas por la mayor o menor solvencia económica de sus padres. Pero que se entienda bien, los estudiantes y padres que se beneficien de mi esfuerzo también deben comprometerse y cumplir. Deben estudiar y obtener buenos resultados académicos. No estoy para mantener flojos, vagos ni agitadores. Los profesores deben ser evaluados y, al igual que los alumnos flojos, si son deficientes, eliminados del sistema con financiamiento estatal. Los malos estudiantes que quieran seguir en la universidad, que sus padres paguen en una universidad privada. Los niños que destruyen los establecimientos en que se suponen que estudian o maltratan a sus profesores, deben ser eliminados del sistema estatal.

La diferencia entre las personas la hace la calidad de la educación que, como dije, creo que descansa principalmente en el esfuerzo de los estudiantes. Otros elementos importantes son la calidad de los profesores y la calidad de los establecimientos educacionales. Si a los malos profesores los quiere contratar un colegio particular, es asunto suyo. A los buenos profesores del sistema estatal hay que subirles el sueldo al doble o triple. Que los estudiantes de pedagogía se peleen por ser profesores de escuelas y liceos fiscales.

No me importa que haya establecimientos educacionales sin o con fines de lucro, tampoco que sean privados, estatales o algún tipo de combinación, que sean nacionales u originarios de otros países. Me importa que sea posible pagarlos y que la educación que entreguen sea de la mejor calidad. Para lo anterior, no tengo la solución, y no me interesa cual sea, me basta con que sean buenos y al alcance de mis capacidades económicas, con becas, aporte del estado o la solución que sea, siempre que funcione. Mientras más alternativas haya, mejor.

La educación pre escolar, la básica y la técnica son las que más urgentemente necesitan atención y apoyo porque son las más importantes.

4.- Gobierno. 

El centralismo me asfixia. Los que vivimos en regiones no somos menos inteligentes ni menos responsables que los santiaguinos y sabemos bastante mejor que ellos que es lo que queremos y como lo queremos. Que parte sustantiva de los impuestos que las empresas pagan en cada región, queden en ella y déjennos administrarlos solitos.

Quiero gobierno regional elegido y con poder.

5.- Institucionalidad.

Siempre es mejor que haya menos senadores y diputados. Las regiones no necesitan más “representantes”, ya que los políticos ¿trabajan? para promover intereses económicos, partidos y grupos políticos e intereses de grupos sociales organizados, pero no al común de la gente (excepto en períodos electorales).

No quiero reelecciones ni destituciones del presidente de la república, por ese camino iríamos directo a la vía venezolana o argentina.

Quiero que exista la posibilidad de revocación de sus cargos, -por parte de los ciudadanos de la región por la que fueron elegidos-, para los diputados y senadores que se cambien de partido; no cumplan sus deberes o pierdan la confianza de sus electores. Más transparencia de los políticos respecto a sus haberes e intereses personales. Examen anti drogas periódico y obligatorio; asistencia mínima controlada a votaciones y comisiones;  reducción de “dietas” y asignaciones; sanciones efectivas por abuso de poder.

6.- Energía

No podemos seguir negándonos a todas las alternativas. No más carbón. No energía nuclear hasta que estemos seguros que no implica riesgos como los de Fukushima. Si a la energía hidroeléctrica, es la mejor y más abundante que tenemos. Si a las energías limpias y renovables, pero por ahora como complemento de la energía eléctrica.

7.- Relaciones exteriores. 

No más contemplaciones con los abusos y despropósitos de los actuales gobiernos argentino y boliviano. Respeto al fallo de la Corte Internacional de Justicia y adelante con la Alianza del Pacífico. Sigamos avanzando hacia Oriente. Las mejores relaciones con la región, pero sin acompañarlos en sus aventuras y desvaríos ideológicos.

8.- Seguridad

La justicia “garantista” nos quedó grande. Que los tribunales apliquen una mano más dura y que se avance substantivamente en el uso de “penas alternativas” a la privación de libertad. Que los padres sean hechos responsables de los delitos de sus hijos menores de edad.

Las ciudades son unos chiqueros: perros abandonados, paredes rayadas, calles sucias, con mala iluminación, plazas abandonadas o invadidas por muchachos borrachos, drogados o teniendo sexo en público. Este es el punto de partida para controlar la delincuencia. Hay que hacer un esfuerzo serio en esa dirección.

No más encapuchados; bombas molotov ni destrucción de buses y mobiliario urbano. No mas agresiones a Carabineros.

9.- Salud

Vamos avanzando. Hay que mejorar el control sobre las Isapres y controlar la calidad del servicio y de la gestión en los hospitales públicos y particularmente a los médicos.

10.- La Constitución.

Me parece que todo el asunto es una moda política. Fuera de modificar el sistema electoral bi-nominal y la ley de partidos políticos para poner fin a las reelecciones de los parlamentarios, el resto es cuento. No me interesa.

No es mucho lo que pido, solo que los políticos también piensen en nosotros y no solo en ellos.”

Querido Político:  Nuestra relación terminó. El problema no eres tú (que eres incapaz y deshonesto), soy yo, (que te elijo y te reelijo).

 

LA VUELTA DE CARNERO DE EVO

Grande Evo; no tiene mar pero sabe navegar en mares procelosos. Es un intuitivo nato.

Vio venir las nubes en el horizonte y oportunamente comenzó a orientar las velas del gobierno boliviano para hacer frente al temporal que se acercaba.

Como navegante experimentado sabe que los cambios de rumbo hay que hacerlos antes que el oleaje tome fuerza y las olas se encrespen … y hay que hacerlos con rapidez para abreviar el tiempo de peligro de volcarse.

La cosa pintaba mal para el socialismo del siglo XXI:

– Cristina de salida, con escándalo de truenos histriónicos y relámpagos de utilería como solo ella lo sabe hacer: mas que un final wagneriano, un lastimoso esperpento institucional.

– Dilma, con la carga de la corrupción desestibada, amenazando dar vuelta de campana la nave del estado, la tripulación amotinada y ella caminando por el tablón empujada por la punta de la espada de los socios que ninguneó cuando era poderosa, mientras su amigo Lula, haciéndose el despistado, mira al horizonte por sobre la otra borda, tratando de pasar desapercibido;

– El gran Maduro hundiéndose con poco estilo, el agua llegándole ya al cuello, pataleando desaforado y hablando como loro, sin poder cerrar la boca. Los milicotes chavistas tratando de hacer buena letra y el bueno de Diosdado pensando hacia que costa nadar.

– Sus compadres Castro, isleños, navegantes de toda la vida, expertos en correr temporales, ya habían cambiado el rumbo dirigiéndose a buscar refugio -con decisión y sin titubeos- en los puertos capitalistas de Florida.

– Su amigo Correa, previsor él, renunció a la reelección eterna, recogió velas y se puso “al pairo”.

Para colmo de los colmos, el intento de presidencia eterna de Evo, pergeñado por García Linera, estaba haciendo agua ante la falta de entusiasmo de la tripulación altiplánica.

Navegar aguas populista requiere disponer de muchos recursos económicos, los tripulantes de esos regímenes son exigentes e inmisericordes y los tesoros capturados producidos en gobiernos anteriores se estaban agotando. Es sabido que el populismo sin chequera no tiene destino. Evo captó la situación y en forma silenciosa y diestra comenzó el viraje. Emblemático, próximamente intentará abuenarse con EEUU, no como actividad mediática o propagandística, en serio, lo doy firmado.

Hace ya mas de tres semanas que bajó el tono de su insultos hacia Chile, su gobierno y su gente. Luego se calló. Presa de un súbito silencio y de una mesura que todos desconocíamos comenzó su acercamiento a sus ex enemigos capitalistas; es que es muy fome quedarse solo en el planeta, sin plata, sin inversiones y sin que nadie se la juegue por su destino.

Su última gira europea no lo dejó del todo convencido de que la Canciller alemana Angela Merkel y el francés Hollande lo seguirían en su ruta revolucionaria; su propuesta de abolir el capitalismo, -aunque audaz y creativa-, no encontró todo el eco deseado, en realidad no encontró ninguno. Tampoco logró que los ayatolas Iraníes desplazaran a Alá en su ideario religioso y lo reemplazaran por la Pachamama, ni pudo convencer al Papa Francisco de poner un Ekeko en el altar mayor del Vaticano.

La cosa no pintaba bien y Evo, mediterráneo pero marino de alma, intuitivo y perspicaz, se acogió al antiguo adagio que, traducido en beneficio de los lectores no expertos en dialectos marineros, se lee como: cuando te tienen agarrado del cogote cierra la boca, no te muevas y no jorobes, si haces otra cosa, peor para ti.

Comenzamos a convivir con un nuevo Evo, discreto, amistoso y levemente capitalista. Cada día será peor para su proyecto revolucionario, la tendencia es negativa para sus aspiraciones y la marea va en otra dirección, lo bueno para él es que se dio cuenta oportunamente y ya está enderezando el rumbo.

Evo, estás ante tu última oportunidad, arrepiéntete, retira tu demanda ante la Corte Internacional de Justicia, pide disculpas a Chile y trata de comenzar todo de nuevo, ahora con buenos modales y con peticiones racionales, puede que te resulte algo como es sabido, el 1% de algo es mejor que el 100% de nada.

 

Choquehuanca y la “Diplomacia de pueblos”

Choquehuanca, canciller de Bolivia, pese a sus impecables credenciales quechuas, marxistas y como chamán, fue puesto por Morales al margen de la primera línea del esfuerzo propagandístico en su pleito contra Chile y reducido a una función de segundo orden. Fue sobrepasado por Carlos Meza, de credenciales políticas discutibles desde el punto de vista chavista pero un intelectual hábil y de vistosa retórica política.

Concluida favorablemente para Bolivia la primera parte del pleito, en que Chile cuestionó la competencia de la Corte Internacional de Justicia para conocer el caso, en consideración a que se trataba de un reclamo ya zanjado por un tratado entre ambos países, Bolivia entera se autofelicitó por el triunfo logrado. Meza alcanzó la cima de la gloria, pero se sobrepasó poniendo en duda lo democrático del intento de re-re-re-elección de Morales como próximo presidente de Bolivia. Meza fue defenestrado y sumergido en el silencio en que los gobiernos marxistas hunden a los disidentes.

Otro de los ex Presidentes, «Tuto» Quiroga, reaccionó mal a la burla de Evo Morales que en un acto público se despachó: “Después de que un ex presidente (Carlos Mesa, portavoz internacional de la demanda marítima) dijo: no acepto la repostulación de Evo, compañeros me llaman y me dicen: ‘¿Con qué gente te metes? Ahí están tus aliados, ahí están tus invitados’. Decirles que tal vez internamente no necesitamos de ex presidentes, pero fuera de Bolivia necesitamos demostrar unidad con el tema del mar” … y Quiroga también pasó a segundo plano.

Para los «institucionales» una cosa era apoyar una causa nacional y otra muy distinta ser funcional a los afanes de presidencia eterna del dúo chavista Morales – García.

Meza y Quiroga salieron de la escena. Los reemplazó Maricela Paco, una funcionaria devota del chavismo pero iletrada. Dijo un par de desatinos y tuvieron que sacarla.

Agotadas las opciones, desempolvaron al pobre Choquehuanca y lo pusieron de vuelta como líder de la campaña anti chilena. Carece de las herramientas y recursos intelectuales para reemplazar a Meza. Además está a cargo de una causa perdida. Nunca, nadie, podrá obligar a Chile a entregarle territorio soberano a Bolivia.

Ayer acaba de concluir su opaca visita a Chile en que desde su condición de chamán arengó sobre la Vida Buena, la Pachamama, la existencia de «derechos cósmicos» ancestrales y otras figuras de la espiritualidad altiplánica. La cantidad de interesados en ese tipo de devociones, previsiblemente, no fue muy grande, – ni Teillier ni la Vallejos, ni Navarro, ni Meo se dejaron ver- pero debemos reconocer que marcó un antes y un después para las almas de un público pequeño pero hasta ayer firmemente marxista y ateo.

Sus amigos locales están luchando por sus vidas: el Partido Comunista perdió a Gajardo y ahora trata de salvar a Bárbara Figueroa. Está atrapado en la contradicción de tratar de ser un partido revolucionario y disfrutar de una “dieta” en un gobierno burgués.

Dada la distancia existente entre la lógica boliviana y la nuestra no es fácil imaginar cuál era el propósito de su incursión en Chile. El Ministro Muñoz cree que fue un intento por proyectar una imagen de división nacional ante el pleito con su país. Puede ser, aunque personalmente creo que fue su “lanzamiento” como portavoz del gobierno boliviano, lo que contrasta con su pretensión de haber venido en una “diplomacia de pueblos” y no en su condición de Canciller.

La figura de la “diplomacia de pueblos” es antigua. De la Guerra Fría. Fue un invento de algunos gobiernos para producir un efecto propagandístico que disimulara su aislamiento político.

La maniobras era así: Una gobierno paria, Cuba por ejemplo, no tenía relaciones con los países de la región lo que le cerraba espacios para difundir sus posiciones políticas y su ideología. En reemplazo, sus pares locales, en Chile -también por ejemplo-, poco numerosos y con poco alcance social, organizaban una actividad “académica”, actos culturales “populares”, conferencias de prensa con los «medios amigos» y un pequeño disturbio público que les diera alguna “prensa”. Los cubanos podían mostrar a su público nacional que eran recibidos, que tenían aliados y amigos y que eran actores reconocidos. Los locales conseguían prensa, hacían como que representaban a un segmento social y político significativo y levantaban su imagen en el exterior. Todos ganaban. Muchas veces algunos incautos o peor, muchos oportunistas que fungían de “compañeros de ruta” engrosaban el público y magnificaban el impacto noticioso.

Esta técnica solía ser mas o menos tolerada en los países democráticos, pero rechazada por completo en los países con gobiernos totalitarios. La condición sine que non era la ficción de que se trataba de actividades políticas “ciudadanas”, “sociales” y no gubernamentales.

El chavismo, excesivo en todo, transformó esto en una actividad paralela a la diplomacia oficial. En eventos políticos internacionales, los representantes chavistas, locales e invitados, organizaron actividades paralelas que pretendían no ser parte de la convocatoria oficial pero que en realidad eran las que realmente promovían y apoyaban. Un ejemplo típico fue la encerrona que los Kirchner le hicieron a George Bush en Buenos Aires o la manifestación organizada por el Partido Comunista en el que vocearon a coro «Mar para Bolivia», al margen de la actividad oficial del gobierno de Chile del cual formaban parte, que trataba de contener esa demanda.

Ahora el bueno de Choquehuanca, Canciller de Bolivia, viene a Chile “como particular”, hace política contra los intereses nacionales representados por el gobierno libremente elegido por los chilenos, desconociendo su representatividad y su legitimidad y pretende haber venido a dialogar “con el pueblo” ya que como sus autoridades no lo representan adecuada y fielmente, él viene a hablar directamente con ellos.

El problema es que Choquehuanca no deja de ser el Canciller de Bolivia, y lo que tenemos no es una “diplomacia de pueblos” sino una de “el Estado Boliviano con el pueblo de Chile”, directamente, sin la participación de nuestro gobierno.

Si esto no es un insulto no se que lo será. No me cabe duda que ya es hora de ponerse serios. La cultura quechua puede permitirse esta y otras licencias; la Pachamama y sus directivas puede ser muy consideradas en el altiplano, pero eso es válido solo en Bolivia; en Chile tenemos otros usos y costumbres.

Choquehuanca, no vengas mas hasta que aprendas a respetar al Gobierno de Chile.

El embajador peruano también podría extraer una o dos lecciones de lo mismo….

Macri: Una nueva experiencia para Chile

Las señales parecen indicar que el nuevo presidente de argentina será Mauricio Macri. En los últimos años y especialmente durante la campaña que recién termina, pude leer muchas de sus intervenciones y propuestas. Debo ser honesto, me parecieron tan razonables que estaba seguro que nunca sería elegido. En realidad la experiencia muestra que en Argentina solo los candidatos exóticos, que llegan haciendo equilibrios en la delgada línea roja entre la decencia y el delito parecían tener posibilidades de alcanzar la primera magistratura. Después de Alfonsín todo parecía confirmar una tendencia que había llegado a consolidarse casi como una cultura.

Estoy consciente que aun puede rehabilitarse el gusto transandino por los personajes pintorescos, pero creo que a estas alturas podemos permitirnos una licencia: soñar con país vecino con un gobierno razonable, serio, formal, predecible.

Ya acostumbrados a los desplantes, los malos modales, la impuntualidad cuando no la simple grosería de llegar un par de horas atrasados, usuales en el matrimonio Kirchner; al incumplimiento de los acuerdos, los compromisos y las declaraciones; a la inmersión del gobierno de un país grande e importante como Argentina en las verborreas, conductas totalitarias y las insultaderas bolivarianas, será toda una experiencia volver a tratar con un grupo de personas serias y respetables que, es de esperar, comience por extraditar al terrorista que asesinó al Senador Jaime Guzmán que no solo encuentra asilo sino seguridad económica en el estado argentino. Esta es una afrenta innecesaria e insostenible por parte de un gobierno amistoso y decente.

Es evidente que a Macri le faltan dos grandes desafíos por vencer: primero, neutralizar la costumbre tan peronista de impedir el ejercicio del gobierno por alguien que no suscriba el populismo y la demagogia de su cultura y segundo, rescatar a Argentina de las profundidades de la demolición institucional a que fue sometida deliberada y sistemáticamente desde hace ya años.

La llegada de Macri al poder podría señalar el fin de organizaciones tan retrogradas como el Foro de Sao Paulo, Unasur, Alba y otras que solo han servido para ocultar, bajo el disfraz del antimperialismo, los atropellos totalitarios del Chavismo y el Lulismo, y abre la posibilidad de unir a Sudamérica para jugar un rol relevante participando protagonicamente en la conformación del nuevo orden mundial en torno a Océano Pacífico, donde hay espacio para todos los países de la región, y sobra.

La Alianza del Pacífico no es la alianza excluyente de los países que están en el Pacífico, sino la asociación incluyente de todos aquellos que quieren comerciar, participar y mantener la paz y la cooperación mundial desde en el Pacífico.

Con el cambio que se puede prever en Argentina podríamos estar dando inicio al ingreso de Latinoamérica al siglo XXI.

Estado de la situación con Perú y Bolivia al 22 de Octubre

Nuestras relaciones internacionales vecinales continúan como de costumbre, pobres, enredadas y de bajo nivel: temas secundarios y enfocados en el pasado; mezclando política con economía y derecho haciendo como que cada ámbito corre por su propio carril; y de bajo nivel de relaciones humanas, con insultos, descalificaciones nacionales y personales, mentiras y la curiosa combinación andina de autovictimización ofensiva.

Una breve revista nos muestra que la situación sigue desarrollándose en las líneas tradicionales:

Perú: según la aguda observación del profesor Fernando Wilson, los gobiernos de Perú sufren y temen cuando no tienen la iniciativa o pierden el control de sus relaciones con Chile. Necesitan disponer siempre de un conflicto activo que se va renovando según sea necesario, así, pueden manejar la relación bilateral agudizando o relajando la crisis. Evidentemente las situaciones reales son mas complejas, pero ese es el trasfondo. La existencia de un conflicto permanente y latente con Chile es lo que da flexibilidad e iniciativa a su política exterior, lo que realza su protagonismo y destaca su autonomía y… es gratis y satisfactorio para su autoestima.

A los “espías” y a su incumplimiento del Fallo en su parte de las modificaciones constitucionales que deben hacer a su declaración de mar territorial, viene a sumarse ahora un nuevo foco de tensión que están creando en su frontera terrestre con Chile mediante el desconocimiento de su origen en el Hito Nº 1, tal y como lo establece el tratado de 1929 y como lo confirmó recientemente el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

El resultado final de la demanda peruana contra Chile es notable: los diplomáticos y políticos peruanos creadores del pleito y la demanda cayeron en el silencio y ya no son honrados como los grandes diplomáticos del siglo XXI; poco a poco Torre Tagle está asumiendo que la amenaza potencial de agudizar el tema del límite marítimo con Chile era mas eficaz como herramienta extorsiva que un fallo judicial a medias favorable. No consiguieron la “bisectriz” que habría cerrado la amenaza de un arreglo marítimo directo entre Chile y Bolivia y Chile quedó libre para disponer de su territorio marítimo frente a Arica a su gusto y gana sin tener que escuchar las quejas peruanas. En breve, recuperamos el control de la situación y ellos la perdieron.

La “controversia” actual entre si el limite comienza en el Hito Nº1 o en el “Punto Concordia” es un intento, a escala reducida, de contar con una nueva herramienta de creación y manejo de crisis con nuestro país.

Personalmente creo que este nuevo foco de conflicto, si deriva en que Perú tenga que enfrentar a Chile y Bolivia juntos, de cara a un posible –y lejano- arreglo, seguramente sin soberanía, pero posiblemente con algún grado de control administrativo territorial terrestre, podría resultar mucho mas perjudicial que útil para ellos.

Creo que la ocupación policial y aduanera por parte de nuestro país del territorio que Perú quiere disputarnos, podría prevenir eventuales situación complicadas en el futuro sea mediante el montaje de “ocupaciones populares” o marchas de “reservistas” truchos peruanos y además contribuiría al control de la inmigración ilegal que ocurre a través de ese sector de la frontera. Un incidente de este tipo sería el resultado de un gobierno peruano impopular y terminal; de una crisis política que no encuentra solución y de la necesidad de “actuar” para salir de la parálisis diplomática en que se encuentran.

Bolivia: Hasta fines del año 2010, las posibilidades de Bolivia para avanzar en la ampliación de sus condiciones de acceso al mar eran excelentes.

El chavismo estaba en su punto alto de influencia y poder. Venezuela con su presidente, insultador profesional y estentóreo, forrado en el dinero del buen precio del petróleo y de los préstamos chinos, estaba en condiciones de financiar campañas de apoyo o difamación a nivel continental; era capaz de agredir verbalmente a cualquiera desde cualquier podio y de proclamar las mas estrambóticas teorías políticas, geopolíticas y económicas que eran escuchadas con reverencia por los gobiernos de izquierda de la región. Chávez, con Brasil y Ecuador, en la retaguardia, apoyaban con fuerza a Morales.

En Chile, el Partido Comunista y algún congresista agradecido de los recursos financieros proporcionados por Evo organizaban mítines de apoyo a Morales y gritaban “Mar para Bolivia” hasta sacar lágrimas al caudillo altiplánico. Nuestro gobierno permitía a Evo hacer, impúdicamente, propaganda a los intereses bolivianos en nuestro propio territorio.

El gobierno de Chile, por su parte, negoció –secretamente- con Morales un arreglo sin soberanía que era sin duda el mejor camino que podría, eventualmente, haber llevado a Bolivia, en un plazo mediato, a una mucho mejor condición de acceso al mar.

Evo no accedió a la negociación si no incluía soberanía de inmediato y no cumplía una serie de requisitos que eran inaceptables para Chile. Vino el cambio de gobierno y la nueva administración chilena  consideró que la oferta del gobierno saliente era excesiva. Morales pateó el tablero y demandó a Chile en la CIJ de La Haya.

Morales, con habilidad, convocó a los ex presidentes de su país en apoyo esta causa nacional y consiguió armar un movimiento amplio cuya solidez ya comienza a mostrar grietas.

En efecto, se pueden apreciar dos aproximaciones muy distintas: Primero está el grupo que podríamos denominar “institucional”, liderado por Eduardo Rodriguez Veltzé y al ex presidente Carlos Meza. Este grupo muestra un interés nacional de largo plazo que se hace cargo de la magnitud de lo que están pidiendo  a Chile y han tomado nota de la forma desastrosa en que Morales dilapidó el capital de buena voluntad existente en Chile hasta antes de su demanda unilateral. Están consciente que ni la CIJ ni el Papa ni nadie podrá obligar a Chile a ceder un pedazo de su territorio contra su voluntad y que esa voluntad se endurecerá mas mientras mas duras sean las acusaciones infundadas, las calumnias y los insultos que nos propinen. De la misma manera saben que el interés que su causa podría suscitar en otros países es episódica y muy breve y que Chile tiene muchos mas recursos de todo tipo para neutralizarlos.

Desde el interior de la política boliviana, también surgen tensiones: Morales en un acto publico realizado en el poblado de Entre Ríos, Cochabamba afirmaba recientemente: “Después de que un ex presidente (Carlos Mesa, portavoz internacional de la demanda marítima) dijo: no acepto la repostulación de Evo, compañeros me llaman y me dicen: ‘¿Con qué gente te metes? Ahí están tus aliados, ahí están tus invitados’. Decirles que tal vez internamente no necesitamos de ex presidentes, pero fuera de Bolivia necesitamos demostrar unidad con el tema del mar”. Para los «institucionales» una cosa es apoyar una causa nacional y otra muy distinta ser funcional a los afanes de presidencia eterna del dúo Morales – García.

Por el otro lado están «los revolucionarios»  Morales y García Linera, sirvientes de una ideología obsoleta, embarcados en el Foro de Sao Paulo, -un zombi de la pos Guerra Fría en proceso de reenterramiento-, tratando de promover esa irrealidad tan del gusto andino y latinoamericano. Representantes de un marxismo primario y un estilo sesentero de hacer política. Un verdadero anacronismo.

Las declaraciones de García Linera, exponiendo su visión de la integración regional al término de su visita a Brasil, resultarían conmovedoras si no provinieran de un Vicepresidente de un país. Morales por su parte, se declara escandalizado porque las carreteras en Chile son concesionadas y cree que lo que no es del estado deja de ser soberano. Sin duda el primero es un gran teórico del marxismo, pero como transportista es un desastre, y el segundo está levitando en la dimensión desconocida. Aunque en su descargo hay que decir que el marxismo y la eficiencia económica nunca han sido copulativos.

En realidad el realismo ni la eficiencia son aspectos relevantes para la ideología de la izquierda latinoamericana; el poder, su conquista y conservación sí lo son. Es por eso que las acciones de Morales contra Chile solo pueden ser entendidas cabalmente en este contexto.

Los objetivos de Morales, desde su deserción de las conversaciones con Chile -el año 2011- hasta hoy y lo que se puede proyectar hacia el futuro, están dominados por su necesidad de ser reelegido una y otra vez y de mantenerse al mando de Bolivia “hasta la liberación definitiva”.

En su concepto de mundo, mientras eso sea así, los errores que cometa no importan ya que si sigue en el poder, podrá corregirlos o se convertirán en irrelevantes. La ruina económica tampoco es significativa, es solo el precio de la revolución y de que Bolivia pueda continuar contando con su liderazgo. Es por eso que la crisis económica que comienza a atenazar a Bolivia ni siquiera es reconocida como tal, no está entre los supuestos revolucionarios, así es que no puede suceder.

La crisis creada contra Chile es una carrera entre las ilusiones de Evo y las realidades políticas y económicas de la situación mundial y regional.

Asi las cosas, el factor tiempo es fundamental y derivado de ello, la continuación de las negociaciones bilaterales en La Haya y solo ahí. Es clave para nuestro éxito la negativa total y completa a negociar nada en secreto o bajo la mesa y sobre todo esclarecer urbi et orbe que Chile no será obligado a ceder su territorio soberano bajo presión de nadie, nunca.

En muchos años mas, cuando Bolivia haya asimilado las realidades de la vida, tal vez sea posible reiniciar lo que Morales destruyó y dilapidó tan liviana, alegre e inútilmente.

El gazapo de Kerry

Vivimos en el campo y tenemos una perrita fox terrier, Coca. Es chiquitita, pero cazadora y brava. Tiene su canil y ahí recibe su comida, mayormente pellets que complementa con lo que caza y lo que “pesca”.

Sabe que si se para en la puerta de la cocina tipo 14:30 puede pescar alguna sobra y así sucede de vez en cuando.

Coca es agradecida, cada cierto tiempo nos deja algo de lo que caza en la puerta de la cocina.

Hace unos días nos dejó un gazapo, chico, flaco, un montón de pelos, ya bastante mordisqueado. Fue su retribución.

Igual que Kerry.

Llegó de visita a Chile y trajo un pen drive que dejó en la puerta de la Nueva Mayoría. El aparato traía basura, el mismo recocido revuelto, reciclado y ordenado de otra manera. Traía “información fresca” del asesinato de Letelier en Washington. Como el general Contreras ya murió, no tenía mucho sentido seguir dándole, ahora los tiros apuntaban de nuevo al Presidente Pinochet.

Me di la tarea de leer lo que se publicó de los dichosos papeles. Una lata, el mismo estofado rancio. Los informes del Super Agente 86 para Control. En realidad un regalo tan modesto como el de la Coca, solo que Kerry podía haber ofrecido algo mas contundente, recursos no le faltan. Apoyo explícito a Chile cuando está bajo ataque del chavismo, por ejemplo.

Es pintoresca la reacción de los ultrones de la izquierda que viven en Chile: cuando la CIA basurea a sus próceres estamos ante la agresión de una instrumento oscuro y macabro del imperialismo norteamericano, una organización epítome de la falsedad, la intriga y la mala fe. Los Sith del Imperio del Mal.

Cuando entrega informes fuleros y pencas sobre “los milicos”, se transforman en los Jedis de la justicia y la verdad.

Travestismo siquiátrico del 10% de desconformados mentales –tarugos redondos en agujeros cuadrados- que existen en toda sociedad.

La “noticia”, una vulgar metida de “la boca del pájaro en la córnea del público”, no duró ni dos días. Solo lo suficiente para que la familia del activista muerto anunciara una nueva –otra mas- demanda para obtener mas dinero para pasar la pena.

El hijo, de triste memoria para los que tenemos buena memoria, olvidado ya de sus maniobras con las plantas de revisión técnica de vehículos y de la escuela para conductores con que se dio comienzo a la temporada de caza de los políticos para mejorar sus siempre insuficientes remuneraciones, se lanzó a sacarle brillo al gazapo de Kerry.

No le fue bien, pero volverá, el mundo mediático de la izquierda está lleno de gazapos.

NO HAY INTERLOCUTOR RACIONAL EN BOLIVA

En las dos entrevista televisivas que dio Carlos Meza en Chile se repitieron sus ya conocidos argumentos, pero adelantó poco respecto a que es lo que quiere Bolivia.

Según Meza, ya se cumplió la Etapa 1, que era conseguir que la Corte Internacional de Justicia se declara competente para conocer su demanda y el triunfo boliviano habría sido completo y total. La “demanda” no fue alterada.

Es cierto, la demanda es la misma, lo que cambió es la competencia que se auto atribuye la Corte, que excluyó la de pronunciarse respecto al epílogo de la negociación, es decir dejando abierto el que Chile negocie sobre lo que quiere Bolivia o que ponga sobre la mesa otras alternativas para resolver o no sus aspiraciones. Como si esto fuera poco, nadie en Bolivia se ha pronunciado sobre que significa “acceso soberano al mar” para los diversos grupos de interés en ese país. Esto, de por si relevante, está acompañado de otra interrogante: ¿qué es lo que quieren los bolivianos?.

Lo que quiere Evo está mas o menos claro, lo dijo el año 2009: según declaración del ex Ministro Bitar, la petición de Morales no era modesta, sus exigencias incluían: soberanía irrestricta; una extensión de costa amplia de entre 10 y 30 kilómetros de frente “de (un) tamaño que pueda verse en un mapa de esos que se utilizan en las escuelas; apto para construir una ciudad, un aeropuerto y sus carreteras, varios puertos; una playa para tomar sol y hacer negocios”, como inocentemente expresó uno de los negociadores bolivianos.

En Bolivia hay opiniones para todo, el periódico El Día, de Santa Cruz, bajo el título de ¿A quién beneficia el mar?, se explayaba: “El mundo sobrio olvida reclamos territoriales, tal vez justos, en aras de una coyuntura nueva, diferente, globalizada, donde los nacionalismos vienen a ser un énfasis retrógrado. No imaginamos a México pidiendo a Texas”.

“Pareciera que no se pide mucho, un pasadizo soberano para en su extremo, en la costa, levantar barracones y muelles cuyo único destino será, siendo realistas, el de trampolín para el tráfico de cocaína. Ya se intentó en oriente con la vergüenza del Tipnis. Allí se olvidó a la Pachamama, se le quitó la identidad de ser vivo a la Madre Tierra porque los insignes cocaleros deseaban (y lo están haciendo) expandirse para fortificar su imperio. Bien se denominó a ese proyecto “la rodovía de la cocaína”.

Esto es relevante, pero es solo la punta de un iceberg que entrampa a los bolivianos. Los “reivindicacionistas” piden un espacio en territorios que durante unos años formaron parte de Bolivia; los “practicistas” prefieren Arica. Incidentalmente, Evo Morales liderando a los “reivindicacionistas”, dirigió la oposición a las intenciones de negociación del gobierno boliviano en 1998, lo que fue decisivo para catapultarlo al poder el año 2002. Hoy Evo es un entusiasta de Arica y da a entender que todos los bolivianos están detrás suyo.

Es dificil imaginar lo que resultaría si Chile se negara a hablar sobre Arica y estuviera dispuesto a conversar sobre algo en Antofagasta, en el área desértica al norte de esa ciudad. En este asunto Meza se transformó en un entusiasta defensor de la integridad territorial de Chile y expresa elocuentemente y donde quieran oirlo su comprensión respecto a que sería inaceptable pedir a Chile un enclave que “cortara el país en dos”, lo que deja a Arica como opción única. Tanta consideración conmueve.

El asunto de la soberanía merece ser destacado. En las tratativas entre Evo y Bachelet el año 2009, la ficción chilena era que se trataba de un “préstamo” de territorio sin cesión de soberanía, sin embargo la parte boliviana no lo veía de ese modo. Según el entonces Vice Canciller Hugo Fernández, “Nosotros dejamos en claro a Chile que si bien no íbamos a discutir el problema de la soberanía en el principio (de la negociación), si lo íbamos a hacer al final. Hay una norma en diplomacia: nada está acordado, si todo no está acordado”. Parece evidente que la idea era amarrar con un acuerdo parcial a Chile y luego extorsionarlo en base a “lo acordado”, algo asi como los “derechos expectaticios” pero en una negociación.

Cuando Bolivia “negocia” se puede esperar cualquier cosa: el año 2006 bajo las administraciones de Bachelet yMorales se inició una “negociación” con una “agenda de 13 puntos”. Las cosas marcharon decentemente bien hasta que los negociadores llegaron a una proposición de solución del conflicto por las aguas del rio Silala. El gobierno boliviano apremiado por los “reivindicacionistas” rechazó la propuesta sin apelación y no se volvió a tocar el tema. Ese tema no se tocó mas, los demás –que convenían a Bolivia- se continuaron tocando ad nauseam.

En el contexto actual, al día siguiente de la publicación del fallo de la CIJ, el presidente Morales dio por iniciada la Etapa 2 de su estrategia: las negociaciones con Chile.

Informó a Chile y al mundo que él hablaría con Bachelet para iniciar de inmediato las negociaciones que quería: nuestro Canciller le contestó que no gracias, que no habría negociaciones directas sino que se continuaría el proceso en la CIJ, hasta su término; Evo replicó que el Canciller de Chile no era nadie para decir nada; Bachelet le trasmitió que no se reuniría con él. Morales, incansable, en compañía de su embajador ante las Naciones Unidas, emboscaron a la Presidente Bachelet en un pasillo, su ayudante los fotografió y subió luego la foto a la red, bajo el título de “jefes de Estado de Bolivia y Chile negociando”, mintiendo descaradamente.

Como si fuera poco, ahora nos enteramos que Morales además se entrevistó con autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), “para que hagan un estudio para establecer beneficios si con Chile se acuerda una salida soberana al mar”.

La información fue dada por Evo Morales en persona y publicada en la prensa bolivana.

La transcribo textualmente, ya que no domino el idioma que habla Morales y podría malinterpretarla: «Nuestro interés  quiero que sepa ella (la Presidenta chilena), cómo juntos trabajar más bien como gobiernos y acordar que ambos países ganemos, es posible compartir algunos temas, ya hemos lanzado y de aceptación, he aprovechado las Naciones Unidas para conversar con el presidente del BID, CEPAL y CAF, para que tal vez ellos pudieran hacer un estudio”, dijo  Morales en entrevista con el canal estatal Bolivia TV, que se transmitió desde la casa en la que nació el Mandatario,  ubicada en  la población de Isallavi, Oruro.

Y se explayó en el tema económico: «Si hay que resolver el tema del mar con soberanía, si es por razones económicas, estamos de acuerdo con tema de soberanía”. «No sé si (Piñera) ha metido la pata, entiendo es un empresario, entiendo que tiene que pensar primero del sector gamonal, oligarquía chilena, no entiendo, se le ha ido”, dijo .

Sea como sea, el hombre sigue trasmitiendo. Ahora parece haber despachado a Carlos Meza que se estaba poniendo pesadito con eso de no apoyar su reelección hasta el año 2025 y lo habría reemplazado por una señora que hizo su debut insultando a Chile, el pais que debería acceder a sus peticiones, esta vez con poco brillo. En realidad es dificil superar el estilo aristocrático de Meza y su vocabulario sofisticado. Del pobre Choquehuanca ni un alma, quedó olvidado en la polvareda del frenesí revolucionario y negociador de Evo.

Cuando Morales haya mareado lo suficiente a nuestro gobierno, engañado a nuestra opinión pública, azuzado el Partido Comunista ¿chileno? y al Foro de Sao Paulo, metido al Papa y a cuanto despistado ande suelto por ahí y cacareado en su media lengua sus agravios y complejos contra Chile, vendrá la Etapa 3: armar una tinglado mediático desde donde distorsionar lo conversado con Chile, mentir y enredar para que nuestro gobierno parezca estar avalando su maniobra para forzar a Perú a aceptar la materialización de sus aspiraciones en la frontera entre ese país y Chile.

Y así van las cosas.

Es curioso lo que ha pasado con Perú. Inventó un pleito con Chile; desconoció los acuerdos firmados para el establecimiento de límites que fueron respetados por mas de medio siglo; resultó beneficiado con la justicia “asistencial” con que la Corte Internacional de Justicia ahora premia a Bolivia y salió con “algo”: el “triángulo exterior”. Se felicitaron y celebraron (aunque aun no cumplen con el tratado) y ahora se enfrentan a la posibilidad cierta, -si es que Morales tiene éxito en hipnotizar y marear a los negociadores chilenos-, de tener que enfrentar a Chile y Bolivia, asociados, desconociendo el tratado de 1929, y pidiendo a la CIJ que se haga justicia «reparatoria» a Bolivia, que fuerce a Perú a aceptar la transferencia de un corredor de la Línea de la Concordia con soberanía para Bolivia y de un tramo de costa soberana chilena para ese país. Pintoresco. Atrapados en su propia red. ¿A quién le irán a reclamar?, ¿qué argumentos irán a encontrar después de haber desmantelado el sistema existente?.

En el pasado Chile tampoco fue modelo de transparencia y claridad en sus tratos vecinales.

Sigue el festival.

Nuestro interlocutor boliviano reclama legitimidad, buena fe y democracia mientras fabrica una Constitución a la medida de sus reelecciones y sostiene que el colmo de lo democrático es que todo pertenezca y sea administrado por el Estado, como en Corea del Norte.

Creo que no hay salida ni fácil ni rápida de este embrollo, durante mucho tiempo ha habido ficciones, opacidades y soluciones de parche sin perspectiva histórica ni visión de largo plazo. Hoy parece obvio que no estamos ante un problema jurídico sino político. No se ve otra opción que sincerar la situación con Perú y juntos buscar una alternativa que reconstruya el espíritu del tratado de 1929 y, una vez que en Bolivia haya gobernantes modernos y racionales que entiendan de que se trata y como funcional el mundo actual, establecer un nuevo esquema de cooperación económica y buena vecindad que permita a Bolivia participar en la Alianza del Pacífico.

Otra alternativa sería patear el tablero, que cada cual busque su ventaja inmediata sin pensar en el largo plazo y que salga cualquier engendro.

Diría que, excepto Morales, ya estamos en condiciones de actuar racionalmente.

EL MINISTRO GOMEZ Y EL MIRISTA SOLÍS: “Trabajo para un Hermano”

Alejandro Solís, jubilado del Poder Judicial, es uno de esos personajes oscuros e impresentables que flotan al amparo de las convulsiones sociales prestando servicios a sueldo a los ganadores de turno.

El que ahora nos ocupa tiene un prontuario amplio: mirista asociado al movimiento cuando fungía de juez en San Fernando en 1973 y parecía que ese grupo ganaría la guerra civil que la izquierda propiciaba en Chile. Se benefició de la benevolencia del Gobierno Militar que liberó y entregó a la custodia del Presidente de la Corte Suprema Don Enrique Urrutia Manzano a los terroristas existentes en el Poder Judicial, quien investigaría y tomaría las medidas que correspondieran.

Inventor de aberraciones jurídicas risibles -si no perjudicaran brutalmente a sus víctimas- es una de las mayores vergüenzas en la historia de la judicatura chilena. En compañía de Juanito Guzmán forman la dupla mas conspicua de mediocres útiles de alto relieve y baja decencia.

El periódico La Tercera en su edición del domingo 16 de agosto de 2015, nos informó que “El ex magistrado Alejandro Solís -quien investigó emblemáticas causas que afectaron a la Dina- encabezará una nueva Unidad de Derechos Humanos que el gobierno decidió crear, a través del Ministerio de Defensa, para facilitar la entrega de información de las Fuerzas Armadas. La iniciativa constituye la respuesta de La Moneda a las demandas de agrupaciones por el fin de los llamados «pactos de silencio» en dichas instituciones” y que “A primera hora de mañana -lunes 17-, el ex ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Alejandro Solís cruzará el vestíbulo de ingreso al Ministerio de Defensa, en pleno centro de Santiago».

«En esa cartera -liderada desde hace tres meses por José Antonio Gómez (PR)-, el ex magistrado asumirá la cabeza de la Unidad de Derechos Humanos, entidad que comenzará a funcionar en el mismo instante en que Solís se instale en su nueva oficina de calle Zenteno”.

Dicha Unidad “Va a tener los medios y los recursos para relacionarse con el presidente de la Corte Suprema, con los auditores de las distintas ramas, para que los ministros que requieran cierta información se dirijan específicamente a esta unidad para buscar y hacer toda la investigación necesaria para saber si los antecedentes se están pidiendo, existen o no y por qué no existen”.

Para el cumplimiento de su labor investigativa y punitiva, “La oficina de Solís … contará con acceso a antecedentes en red que hoy están en manos de las Fuerzas Armadas. La repartición, en todo caso, no sólo se remitirá a la entrega de información -en caso de que esté disponible-, sino que, además, deberá dar respuestas concretas ante la eventualidad de que los datos solicitados no sean encontrados”.

La nominación fue manejada con gran secreto por parte del Ministro de Defensa José Gómez, ex militante comunista, para evitar que se repitiera lo que Solís tipificó como “presiones de los militares” para que no ejerciera, desde su condición de retiro, su «asesoría» en la marcha de los procesos a militares. Se fue maldiciendo a la Corte Suprema e insinuando ser víctima de los “intrigantes” de esa alta instancia judicial.

Según La Tercera, “La designación de Solís es una apuesta largamente deseada por Gómez. El hoy ministro de Defensa había buscado contar con la asesoría del ex magistrado desde que estaba a la cabeza del Ministerio de Justicia”. “La nominación tiene una connotación especial para el propio ex magistrado. Sólo esta semana -en el programa El Informante, de TVN- el ex juez denunció que integrantes del Ejército presionaron para que el año pasado dejara el cargo que lo facultaba para asesorar a los ministros en visita que investigan los crímenes contra los derechos humanos”.

Una venganza perfecta. Toda una saga.

Lo que parecía la creación -con escaso tino político y dudosa constitucionalidad- por parte del Gobierno, de un Comisario Político con amplios poderes, con libre y directo acceso a toda la información de las FFAA, parece haberse transformado en algo mas inocuo -solo uno mas de los 80.000 vagos contratados en diversas reparticiones por este gobierno-, “para precisar y agilizar la información que solicitaran los ministros –que parece no saben escribir- que atienden causas contra los militares» y que como ambos dejaron en claro por la prensa, «ninguno de los dos (Muñoz ni Solís), “son detectives” no les cabe tarea alguna de investigar. En breve, Solís hará el trabajo de una secretaria cara y fea.

Como es habitual, un invertebrado senador gremialista y miembro de la comisión de Defensa, -un payaso triste- Víctor Pérez, perdió la oportunidad de quedarse callado e hizo su aporte sosteniendo que “es la decisión del gobierno y se respeta”. Para esa perla le pagamos algo así como 7 millones de pesos mensuales.

La penosa fotografía de El Mercurio que muestra Solís con cara de bagre con estreñimiento a su llegada a su cubículo en el ministerio de Defensa; sentado en un escritorio escolar; con una corchetera, un destacador color lila y un rollo de cinta scotch no resulta particularmente  impresionante, mas bien proyecta la imagen de que se trata de un pituto para un colega marxista que necesita equilibrar su presupuesto mensual:

TRABAJO PARA UN HERMANO.

Fernando Thauby García

18 de agosto de 2015